martes, 12 de octubre de 2010

¡YA HUELE A OTOÑO!


“Mañanitas de nieblas, tardecitas de paseo”.

Efectivamente, como dice este conocido refrán, esta mañana hemos amanecido aquí en Huelva, con niebla, por primera vez después del verano.

¿Y qué?, diría el otro.

Y yo le respondería:

- Pues que la niebla, significa humedad y la humedad suele acompañar a la lluvia. Y afortunadamente, este meteoro, ha hecho acto de presencia, con lo cual, el otoño, además de por fechas en nuestro calendario, empieza a ganar terreno. Ahora, el campo, dejando a un lado su reseco manto, empieza a ofrecernos el olor y verdor que le es natural.



Si muchas especies empiezan a marchar para sus cuarteles de invierno, otras muchas, vuelven de nuevo atraídos por los alicientes de los nuestros. Ahora, ya no vemos ni golondrinas, ni trigueros, ni nuestras tórtolas, ni codornices…, pero el petirrojo, el zorzal, la paloma, la avefría… comienzan a poblar muchos rincones de nuestra Andalucía. Paralelamente, el conejo, la liebre y otras muchas especies comenzarán un nuevo ciclo de la perpetuación de sus especies. Ha llegado la "papa" y no tardarán en traer nuevos retoños al mundo.


Empieza a notarse por todos lados, la presencia de nuestra perdiz roja. Los amaneceres se inundarán con sus cantos, muchas veces con la inseguridad de quien los emite por primera vez y comenzarán luchas internas por dominar el "generalato" del bando.Cuando pasen unas fechas y la temperatura sea menos calurosa, con muchas “alúas”, otros invertebrados y “porretillas” de gramíneas ya consumidas, nuestras patirrojas mostrarán la belleza y esbeltez que les hace ser la pieza más buscada de la caza menor.


Por cierto, si salimos al campo a escuchar las sinfonías que llevamos un año deseando, de camino, podemos echar el rato. Es la época de recolección de muchas variedades de frutos. No nos olvidemos de las castañas, de las nueces, de los membrillos, de las “granás”, de las aceitunas “pa machacar”, de algunas zarzamoras tardías, de muchas endrinas..., ni de los buenos manojos de espárragos que podemos hacer. Y para que el día sea completito, podemos tropezarnos -y no son para dejarlas atrás porque las setas son una maravilla gastronómica-, con muchos champiñones silvestres, setas de cardo y de álamo, gallipiernos (parasol), boletos, tanas (amanita cesárea), rebollones o níscalos... Pero cuidado, sin estar muy seguro, mejor olvidarnos de ellas. Algunas veces, duele algo más que la barriguita.

En fin, el otoño comienza con buen pie. Esperemos que siga así.


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