viernes, 13 de mayo de 2011

TARDE DE BOLETUS II.


Si el jueves pasado anduvimos por terrenos de Beas/Valverde del Camino, en el día de ayer nos trasladamos -mi socio Rafa y yo- hasta la finca de un amigo situada entre San Bartolomé y Alosno.

Con una temperatura un poco alta para la fecha en que andamos y acompañados casi toda la tarde por el bellísimo canto del pinzón común -muy abundante en esta zona- y, rodeados de tojos, brezos, jaras, jaguarzos, trovisqueras, alcornoques y algún pino salteado, las tres horas que le dedicamos a la búsqueda de los boletus, fue más fructífera de lo esperado, ya que esta vez, conseguimos casi llenar los dos buenos canastos que llevábamos, lo que se tradujo en casi seis kg de tan preciada seta. Además, a diferencia de la tarde anterior, el tamaño de éstas, ha experimentado un apreciable ascenso.

A modo de resumen, estas son algunas instantáneas del lugar por donde anduvimos y de algunos boletus -aestivalis la mayoría- que tuvimos la suerte de encontrar.











Aquí está el tío, al final de la tarde, con los dos hermosos canastos que conseguimos.



Uno de los boletus, enorme como se puede comprobar, llegó  a pesar 586 gramos.



Esta Amanita vaginata, la dejamos para otra ocasión, aunque es comestible, por su parecido a la phalloides -con la que le entró "dolor de tripa" al emperador Claudio-. La segunda imagen pertenece a un nido de golondrina dáurica que nos encontramos por el camino.



Obviamente, este "material" no puede dejarse mucho tiempo sin cocinar porque se estropea rápidamente. Por tanto, sobre la marcha se preparan y, lo que no se consuman de primera, al congelador para otro día.



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