martes, 20 de septiembre de 2011

LA MUDA TOCA A SU FIN.



            Cuando el otoño empieza a ganar la partida al cálido verano, nuestras perdices que, allá por mediados de junio, dieron comienzo al cíclico cambio del plumaje, se encuentran en la fase final del mismo.Todavía les queda sobre un mes más de sufrimiento, pero, puede decirse que, lo gordo del pelecho ya ha concluido.
            Por esta época, cuando nos acercamos a los cajones u otros departamentos de “veraneo” y muda, para ver como marcha el tema, podremos observar que las plumas grandes -rémiges/remeras primarias y secundarias, timoneras, las "habas" y plumones- casi ya no ocupan lugar sobre la tierra de los mismos. Quizás,  veamos alguna de ellas, procedente de pájaros que han empezado la pelecha tardíamente u, otros que, ya maduritos, les cuesta más trabajo desprenderse de la vieja vestimenta. Pero, el resto, está en la recta final de la misma.
          Desde hace algún tiempo, sobre unos veinticinco días aproximadamente, nuestros reclamos comenzaron a soltar la pluma mediana -las coberteras- y, algunas de las más pequeñas, como las del cuello, collareta y cabeza que, en estos momentos, se encuentran  en plena “ebullición”. Así, si miramos los suelos de nuestros departamentos de muda, observaremos que está prácticamente repleto de este plumaje minúsculo y así continuará,  hasta que las temperaturas empiecen a descender, allá por mediados de octubre.
           Una vez llegada la hora del recorte, en mi caso, sobre mediados de noviembre, podremos observar que, algunos de los reclamos que forman nuestro jaulero no han soltado todas las rémiges secundarias -las diez más pegadas al tronco-, es decir, todavía le quedan algunas procedente del recorte anterior (yo lo sé, porque sobre abril, les corto todas las puntas para luego comprobarlo). Ello significa que la muda ha sido sólo parcial y puede que, sobre final de año, se vuelva a reactivar -extemporánea-, con el peligro que conlleva.
            Aunque es motivo de otro tema ya tratado en el blog, ni decir tiene que, durante esta complicada fase de la vida de un reclamo, la alimentación equilibrada, la limpieza de habitáculos y bebederos, cambio periódico de la tierra y la administración de aminoácidos con vitaminas son elementos esenciales que ayudarán, y en qué grado, a una perfecta muda, base fundamental, sobre la que se cimentará el buen “funcionamiento” del reclamo.
            Para finalizar, no es conveniente, a la hora del recorte, el acercarse mucho al alón, ya que, si procedemos así, a nuestros reclamos les costará mucho más trabajo el desprenderse de las remeras primarias -las diez iniciales de cada ala-, que son las que yo suelo cortarles.

Estas son las plumas que, al día de hoy, se encuentran en la mayoría de los departamentos de muda: muchas plumas de la cabeza  y cuello (1 y 2) y algunas  "habas" (3)/ rémiges o timoneras (4). Dentro de un mes, ya no quedarán, si todo se ha desarrollado normalmente, restos de la pelecha.




En estas dos instantáneas, se aprecia la muda en un mismo pájaro. En la primera, se ve cómo tiene todas las remeras ya nuevas, al igual que las plumas del cuerpo. Por el contraio, en la segunda se puede observar la cabeza y collareta con plumaje incompleto por la pelecha.



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