lunes, 21 de febrero de 2011

CAZANDO EN LA SIERRA.


Llevaba varios puestos sin tocar pluma y, cuando menos lo esperaba, por las dificultades que encierra la caza en algunos lugares, como en este caso fue la sierra, sonó la flauta. Además, Chimenea, empieza a ser, como mínimo, un pajaro más que prometedor.

La sierra de Huelva, al igual que las de las otras provincias andaluzas, tiene ese encanto especial que hace sentirnos diferentes cuando andamos por dichos parajes. La belleza del paisaje, el aroma de su flora y la pureza del aire, hace que nuestro organismo y nuestro espíritu “carburen” de forma distinta.

Pues allí, en las últimas estribaciones de la sierra y formando parte del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se encuentra la pequeña, pero encantadora localidad de Cortelazor y, algo más allá, la ermita de su patrona: la Virgen de Coronada. Esta sencilla ermita, forma parte de los terrenos de una dehesa del mismo nombre. Dicha finca -2400 ha-, propiedad de la familia Mora Bermejo, está dedicada a la cría de ganado vacuno para carne, cerdo ibérico en época de montanera y algo de ganado caballar. Además, la caza mayor, es otro de sus de sus encantos.




Así, este domingo pasado e invitado por el administrador de dicha propiedad, Antonio González y su hijo Juan Carlos -antiguo alumno mío en época de la EGB-, me trasladé hasta allí para echar el rato con la familia y , de camino, dar el puesto.


La finca, al estar dedicada a la ganadería y caza mayor, tiene dos partes totalmente distintas. Una sin monte y, otra, con todo lo contrario. Por tanto, ni tiene mucha perdiz, por los jabalíes y alimañas, ni muchos lugares para colgar, ya que además, el terreno es excesivamente quebrado. Pero los pocos que tiene, son una maravilla y las patirrojas que los pueblan, son las auténticas  salvajes, ya que, afortunadamente, a estos parajes no ha llegado la granja.


Por el camino que separa Huelva de La Coronada -115Km con bastantes tramos de difícil carretera -, la atmósfera fue empeorando poco a poco. Por consiguiente, al llegar al destino -las siete y veinticinco-, la meteorología estaba mal: mucha humedad por las últimas aguas caídas, bastantes y amenazadoras nubes bajas e intenso vendaval. En una palabra, una auténtica jodienda.


Desayunando, desayunando, estuvimos por no salir, pero al final, como suele ocurrir casi siempre en estos casos, nos armamos de valor, cargamos todos los cacharros en el coche de Juan Carlos -los carriles estaban impracticables y el RV-4 mío no tiene reductora- y enfilamos para el cazadero de la mañana. La cual, no acababa de mejorar, aunque no llovía.





Con el sol queriendo aparecer, pero sin darle paso las nubes y con un verdadero ventarrón, el Guerrilla, tenía que dar la cara y así fue. Durante cerca de dos horas, estuvo luchando contra las inclemencias meteorológicas, pero el campo, que le cantaba más bajo de donde él estaba, no quiso ascender -está claro que la perdiz no es amiga del viento- y dar la cara. Así que, un poco harto de la situación, con el cuerpo cortado y, Juan Carlos, un poco “aburriete” al no ser cazador, dí por finalizado el puesto. Luego, dimos una larga vuelta por la finca y buscamos un lugar para la jornada vespertina, si el tiempo cambiaba.



Una vez en la casa, con Conan -mastín del Pirineo-, el guardián de la vivienda, descansando plácidamente en la puerta de la misma , mientras los pájaros comían y bebían, nosotros no lo hicimos peor. Con un poco de mosto gaditano, chorizo “pata negra” casero, encima de la mesa y la chimenea al lado, hablamos de mil cosas, recordamos otras muchas y pasamos el rato hasta el almuerzo: “un puchero pa resucitar a un muerto, un peazo pringá de las que quitan el sentío” y, para que no faltara de nada, tinto “Malvecinos“ crianza 2003 y denominación de origen de la familia propietaria de las tierras-. Hasta hubo besito cariñoso del matrimonio que, según propias palabras, se encuentran allí como en la gloria.






La familia al completo: Juan Carlos, Antonio, María Luisa y Eulalio. Nunca, hace unos años, se hubieran figurado lo bien que estarían hoy.



Este es el plato de puchero que me puso la amiga María Luisa, el cual no fui capaz de comerme, el vino y la “señora pringá”.





Ya por la tarde, que había mejorado bastante, aunque el viento no había amainado del todo, nos fuimos hasta donde teníamos visto y, allí, en una loma a media costana de un empinado cerro y, con gran oída, desenfundé a Chimenea a las cinco y diez. El cual, tras otear durante unos segundos los alrededores, estuvo más de veinte minutos como solista de la orquesta, lo que me dio por pensar que así terminaría la tarde, pero no fue así. El potente reclamo de un macho -de esos que secan la garganta-, por encima de nosotros, vino a comunicarnos que no estábamos solos. Tan es así, que un buen rato después, tras su peculiar callada y estatuario incluido, Chimenea, comenzó a emitir sus inaudibles piñoncitos y, segundos después, un impresionante y beligerante campero -528 gramos exactamente-, se presentó en la plaza a toda velocidad y con el ala a rastras. La hembra, que no quiso dar la cara, tras apreciar que su compañero había pasado a mejor vida, voló y canturreó un poco en la lejanía, pero poco más. Eran las seis y veinte, sin sol -lo tapaba en terreno- y fresquillo. Por tanto, finalicé la buena tarde con un nuevo y agradable sabor de boca que me deja este prometedor pollo. Una fotos para las posteridad y a recoger. Huelva me esperaba a un buen número de km y, pronto, sería de noche.

Imagen de Chimenea con el enorme campero a sus pies. Siempre erguido en la jaula y con la cabeza en el techo de la misma.



En esta última foto, se puede apreciar el gran macho abatido.




viernes, 18 de febrero de 2011

"FRAGANCIA" DE ANTAÑO.


Este jueves por la tarde e invitado, como el miércoles anterior, por Pepe Moyo, nos trasladamos ambos hasta la finca El Andévalo (Cerro de Andévalo) par dar el puesto de tarde.

Estaba claro que, la ventosa jornada vespertina, como todo el día, no estaba para lo que íbamos, pero la afición es mucha y, las ganas, más. Por ello, aun sabiendo lo que pasaría, nos echamos “palante” y nos pusimos en camino

La parte de la finca, donde fuimos esta vez, es sencillamente, una de las maravillas que nos regala la naturaleza: terreno con altibajos poblado de monte bajo de chaparras, jóvenes acebuches, jaguarzos, tojos, jaras...., y centenarias encinas intercaladas entre él. Al fondo, como guardián de aquellos pagos, el majestuoso cabezo del Andévalo.




Mi buen amigo, como no podía ser menos, porque lo lleva en la sangre, me llevó a un sitio precioso. Es más, al llegar al colgadero y a no más de ocho o diez metros, nos voló una collera de pájaros que se echó a unos cincuenta o sesenta metros. Por tanto, la tarde no comenzaba mal.

Con cuidado, preparé el aguardo, el farolillo y la plaza. Luego, a las cinco, le quité la funda al pájaro y me metí en el puesto con un aire que incluso silbaba.

Una hora y media estuve aguantando el “chaparrón”, lo mismo que el Guerrilla que, esta vez, para no ser igual que la tarde, cumplió con creces. Incluso hubo un momento en el que pensé que podía tirar, pero ahí se quedó la historia. El campo cantó, pero no dio un paso.





Pepe, me esperaba un poco más abajo y, charlando, charlando, nos acercamos hasta la vetusta casilla de la finca. Aunque se puede apreciar en ella, el paso de los años y la falta de utilidad que se hace de la misma en el día de hoy, sus paredes de piedra y barro, encierran cuarenta mil historias de una familia que nació y creció, seguramente muy feliz, entre sus muros.


Al estar frente a ella y entrar en su interior, mi mente revoloteó por los años cincuenta y a mis recuerdos vinieron imágenes y “olores” de mi niñez: cántaros de barro, candiles, pucheretes para el café de “estraperlo”, las repisas para “sudar” el queso de oveja/cabra y la pequeña habitación -con las viejas camas de colchones de lana-, para toda la familia.

Fenomenal obra de arte esculpida en la piedra del lugar. Una habitación centenaria de las que no se hacen hoy día.

 



En sus inmediaciones, una enorme mastina guarda el poco ganado que hoy pastorea en el terreno y, entre las piedras de la entrada, los gallos, se hacen cara para galantear y cortejar a una de sus “compañeras”.




 
Por el camino de vuelta, mi buen amigo Pepe, me vino contando, con ciertos aires de nostalgia y esa inmensa alegría que derraman por los labios los bien nacidos, los muchos avatares de su juventud. De esos duros, pero recordados años, en donde, con poco en el bolsillo y mucho sitio en el estómago, la gente era feliz, tremendamente feliz.

Al final, al llegar de vuelta a Huelva, echamos el rato en en el bar contando las peripecias de la tarde y tomando la copilla..




PRIMER CUMPLEAÑOS.


 Tal día como hoy, hace justamente un año, comencé mi andadura con este blog. La verdad es que,  el tiempo, ha pasado volando, como dice el subtítulo de la foto -abajo reseñada,- con la que completé mi primera página.

Desde entonces, he intentado plasmar en diferentes archivos, algunas vivencias personales, historias y opiniones  relacionadas con nuestra afición y con los muchos/as amigos/as que se hacen en ella.

No sé si he sabido expresarme, o si los  que han visitado esta página, han salido medianamente satisfechos de ocupar unos momentos de sus vidas en leer historias/artículos o visionar imágenes, pero, lo que sí es cierto es que, todo lo que ha quedado plasmado para la posteridad, en este mi rincón particular, ha sido concebido desde la ilusión y la satisfacción que sentimos los jauleros cuando damos a conocer ideas, vivencias, pensamientos...

Por todo ello, quiero agradecer a todos/as los que se han acercado por aquí -más de 14.200 visitas- y a  los 15 asiduos seguidores, su interés por conocer lo que hago y lo que pienso sobre la caza de la perdiz con reclamo. Es más, las palabras de ánimo de todos vuestros comentarios me animan a seguir en "la lucha".

En lo sucesivo, intentaré, dentro de mis posibilidades, mejorar varios aspecto del blog, para de esta forma, hacerlo más ameno e interesante para quienes "pinchen" en él.

Para finalizar, no quiero dejar pasar este momento sin hacer un cariñoso y entrañable recordatorio para dos aficionados muy ligados a mi persona -por distintos motivos-  y que nos dejaron en el transcurrir del año: Alejandro Ávila y José Trujillo.

¡Qué Dios nos dé muchos años! A vosotros/as para leerlo y, a mí,  para mantenerlo al día asiduamente

Un cordial saludo a todos/as.


FOTO PARA EL RECUERDO
¡Cómo pasan los años!

Mi maestro y gran jaulero -el abuelo Vicente Lluch- y mis primos Jerónimo y Antonio
-buenos alumnos-, escoltándome a ambos lados (1.955).
 
( Foto y texto publicado el 18 de febrero de 2.010)

miércoles, 16 de febrero de 2011

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN.



Tras larga frenada, “rechineo” de la gravilla del arcén y un gran portazo, una voz potente y amenazadora se dirigió a Emilio -compañero de coto- y a mí.



-¿No os da vergüenza? ¿Os parecerá bonito lo que estáis haciendo?



La verdad era que yo hubiera hecho lo mismo de haberme encontrado en la situación de aquel desconocido que transitaba por aquella carretera con su vehículo: nos había “pescao” a los dos con las manos llenas de perdigones recién nacidos y la madre alrededor de nosotros haciendo continuos aspavientos para recuperarlos.



Por unos instantes, la tensión empezó a subir bastantes grados. Aquel individuo, indignado por lo que suponía que estaba ocurriendo, venía hacia nosotros gesticulando con las manos, lanzando al aire todo tipo de improperios y, lo que es peor, con no muy buenas intenciones. Estaba claro que no venía en “son de paz”, como se decía en las películas de indios y vaqueros.



-¡Tranquilo hombre, tranquilo, no es lo que parece! – le replicó Emilio.



-¿Con que no, eh…? Pues a mí me huele que los dos sois unos desaprensivos y auténticos furtivos y, ahora mismo, vais a pagar por ello.



La cosa se empezaba a poner fea y había que obrar con rapidez y diligencia, porque ambos nos encontrábamos metidos en un buen “fregao”.



-¡Caballero, déjeme que le explique! No es lo que cree, así que no vaya a hacer nada de lo que luego tenga que arrepentirse –le insté mientras lo apaciguaba con el brazo extendido y la mano abierta para que se parara.



-¡No me digas! ¿Entonces qué es lo que os traéis entre manos “cargaos” de perdigones?



Emilio, que había permanecido en silencio durante unos segundos, volvió a dirigirse al ya más apaciguado conductor y, poco a poco, fue contándole la realidad de lo sucedido.



-Mire señor, aunque le cueste creerlo, lo que Vd. ha visto no tiene nada que ver con la realidad. Minutos antes que llegara –prosiguió Emilio-, circulábamos tranquilamente con dirección a un coto que tenemos en Puebla De Guzmán, cuando observamos que esa perdiz, señalándola con el dedo, porque seguía, aunque a distancia, a nuestro alrededor y estos perdigones que ahora tenemos en las manos, mi compañero y yo, andaban tomando tierra en el borde de la carretera. Al verlos tan indefensos y en un lugar tan transitado, pensamos que cualquier desaprensivo que pasara por aquí, podría cogerlos a todos, como nosotros hemos hecho y llevárselos para casa, ya que como ve –enseñándole los que tenía en una mano-, son recién nacidos y presa fácil para los muchos cuatreros que se dedican a estos menesteres para, posteriormente, ganar un dinero fácil con su venta.



-Bueno, ¿y qué ibais a hacer con ellos? –le preguntó.



Aprovechando la ocasión, me dirigí nuevamente a él con tono tranquilo y conciliador.



-Amigo, nuestra idea era y lo sigue siendo, si nos deja, el sacarlos de este cortado de la carretera –señalándole para el lugar- y llevarlos allí enfrente, campo abierto, para que ningún “desalmao”, vuelvo a repetirle…, hiciera justamente lo que cree que estábamos haciendo nosotros. Es más, permítame que le diga, que esa perdiz, aunque le suene a mentira de cazador, en defensa de sus polluelos, ha llegado incluso a picarnos en las manos.



Y no era ninguna mentira. Lo de aquella mamá perdiz, ni lo había visto ni escuchado hasta entonces, ni he vuelto a verlo ni a oírlo hasta la actualidad, máxime, con lo esquivas y recelosas que son las perdices salvajes. ¿Qué instinto materno no tendría aquella progenitora para llegar a picotearnos a ambos en defensa de su prole?



Tras quedarse un poco perplejo por todo lo acontecido y de lo que acababa de escuchar, nuestro “amigo” se vino a razones. Entonces, Emilio y yo subimos la barranca de aquel cortado de la carretera y soltamos entre la espesura del monte los doce perdigoncetes ante su atenta mirada, mientras aquella triste y compungida pajarilla no paraba de canturrear llamando a sus nuevamente libres descendientes.



Al volver al lugar donde estaban los coches, mientras recibíamos todo tipo de disculpas de aquel sorprendido y arrepentido hombre, dejamos de oír los cánticos de la perdiz, señal inequívoca de que ya había reunido a todas sus criaturas y campeaba felizmente, sin que nadie que circulara por el lugar fuera una amenaza para sus todavía torpes e indefensa crías.


lunes, 14 de febrero de 2011

DE MAL EN PEOR. TERCERA PARTE.


Si jugáramos al ratón y al gato, seguramente que no nos saldría mejor que lo que está ocurriendo con el reclamo en esta temporada que toca a su fin en la zona baja andaluza y que, en mi coto, finalizó este pasado domingo, porque allí, sólo colgamos los fines de semana.

Si la vez anterior fue el reclamo lo que falló, ésta ha sido lo contrario: el que no ha estado a la altura de la circunstancias, ha sido el campo.

Ni viernes por la tarde, ni sábado por la mañana -con una gran niebla-, se escuchó una pitada. Facul cumplió con creces por la tarde y el Cojo, casi a oscuras, por lo anteriormente citado, dio un buen recital en la jornada matutina. Está claro que, la reciente construcción de la gran presa del Andévalo, hace que nuestro terreno amanezca la mayoría de las veces con grandes y persistentes bancos de niebla.

El Cojo y Rafael atento a lo que sucedía.



El sábado por la tarde, una hembra se vino canturreando hasta las cercanías del reclamo, pero tal como vino, se fue alejando. Luego, una pareja cantó en la lejanía, pero, de allí, no se movió. La jaula -Reverte-, cumplió más que bien. Ya de vuelta para la casa, pude fotografiar una de las tantas y maravillosas puestas de sol como la que se puede ver a continuación. En ella, aparece el pantano a lo lejos.



El domingo por la mañana, un poco nublado y sin niebla, y como despedida del año en La Dehesa, el Guerrilla, estuvo a la altura de la misma. Después de una hora de buen hacer, consiguió meter en plaza una esquiva viuda que dio la lata más de la cuenta, pero, “como to el pescao estaba ya vendio” y, una hembra, son diez o doce patirrojas para el año próximo, le quité el seguro a la escopeta y la dejé para que criara. Eran las diez y cuarenta y cinco, hora de poner punto y final.

El Guerrilla y la hembra cuando la pude fotografiar.



De los diez años que llevo en la citada finca, ésta, ha sido la peor temporada, por lo menos, en cuanto a número de camperas abatidas: 16 en total y repartidas de la siguiente forma.

Guerilla: 5, Facul: 2, Chimenea: 7 y Ramblas: 2.

De todos ellos, yo he tirado once. Mi hermano Juanvi, dos y Manolo Monescillo, tres.

A partir de ahora, daré algún puesto en la zona alta de Huelva -si me invitan- y en los tres días que estaré por Castellar de Santiago (Ciudad Real) en el puente del Día de Andalucía, si el tiempo no lo impide.

Lo que sí no faltó, fue un buen arroz con costilla ibérica, ya que el sábado anterior tocó pescado (raya en pimentón). Tampoco se olvidaron las copas, la charla y las bromas entre los cuatro que colgamos en el coto.




Para terminar, si el otro día fue el cantueso florecido, este fin de semana he podido observar como hay margaritas/manzanillas “por doquier” y los “galaperos” -perales silvestres- están también llenos de flores. Está claro que, como aquí pasamos de la noche al día sin avisar, creo que tenemos encima la maravillosa primavera.



Y un recordatorio: en el día de hoy, 14 de febrero y festividad de San Valentín, no nos debemos olvidar de nuestras/os respectivas/as. Es nuestro día.


viernes, 11 de febrero de 2011

TESIS DOCTORAL SOBRE LA PERDIZ ROJA.


Esta claro que, nuestra perdiz roja, no pasa desapercibida para la gran mayoría. Tan es así que, como se puede comprobar  a continuación, puede llegar hasta el doctorado de nuestras Univerdidades. Así, hoy, ha llegado a mi correo electrónico, enviada por mi amigo y compañero de afición, Manolo Monescillo Palomo, la tesis doctoral de D. Diego Villanúa Inglada y que queda recogida en el siguiente enlace. La misma, recoge importante información sobre enfermedades -parasitosis- contagiadas por las perdices híbridas a la perdiz roja salvaje.


De esta forma, el que tenga tiempo, paciencia e interés por enterarse de algunas cosas de primera mano y con precisión científica, puede pinchar sobre él y dedicarle cuanto tiempo desee. Hay para un rato largo.

jueves, 10 de febrero de 2011

DE MAL EN PEOR. SEGUNDA PARTE.


 En la tarde de ayer, invitado por mi buen amigo Pepe Moyo, fuimos a dar el puesto a la finca "El Andévalo". Este terreno, precioso por cierto, está situado en el Cerro de Andévalo, a 75 Km de Huelva.

Acebuches, jóvenes encinas, chaparras y monte bajo es su vegetación predominante, lo que significa que, allí, la perdiz, se encuentra en su "salsa". Lo que pasa es que, cuando hay reclamo, no hay campo y, cuando hay campo, no hay jaula.

Esto último es lo que nos pasó ayer. A Pepe, le "characheó" una hembra a poca distancia y entre los dos pájaros que llevaba -pollos del año-, le cantaron cuatro o cinco reclamos.-uno de ellos ni le abrió el pico-. En mi caso, la cosa fue todavía peor. El reclamo, Facul, de tres celos y, como mínimo, un "mediacuchara aseaíto",  comenzó la tarde bastante bien, pero, poco a poco, fue perdiendo gas como las gaseosas.  Tan es así que, el "campo", tras unos buenos reclamitos de buche de la jaula, se  vino de vuelo y, ésta, tras observarlos atentamente con la cabeza pegada al techo de la jaula, entonó la callada por respuesta. Estaba claro que no quería la más mínima pelea, porque este año, en el mejor de los casos,  no ha cogido celo. Sin embargo, el pasado, era un maravilla -se le tiraron 9 montaraces en no muchos puestos-.

Con estas trazas, desde las cinco y media que se produjo el  "pichoteo" y vuelo de las patirrojas y el mutis del reclamo, hasta las seis y media en que me levanté, del puesto pasaron sesenta  minutos. Tiempo más que suficiente para darme cuenta de que, este año, cuando no es por una cosa o por otra, esta modalidad de caza, está más que jodida y así lo demuestran los malísimos resultados que se estan dando en la mayoría de los lugares donde se permite este tipo de caza.

Como suelo hacer este año, plasmé para la posteridad estas instantáneas del lugar y del reclamo en el farolillo.

Este lugar de la finca, fue el elegido como colgadero.



El "amigo" Facul, en buena postura, como es normal en él. Luego, su "concierto", no fue el mejor.



Esta claro que la "cosa" no marcha nada bien en ninguno de los aspectos -la naturaleza está desconocida-. Tan es así que, el cantueso/tomillo borriquero, como se puede comprobar en esta foto, se encuentrs ya florecido. ¡Y estamos a primeros de febrero!



Pero...,  como "al mal tiempo, buena cara", unos buenos tintos, unas cervezas y un rato de charla, es la medicina perfecta para estos casos. Por tanto, como no queda otra,  así lo hicimos cuando volvimos a Huelva.



lunes, 7 de febrero de 2011

DE MAL EN PEOR


Hay un refrán relacionado con la caza del reclamo que dice: “de tres celos, dos malos y uno peor”.

Quizás, sea un poco exagerado porque, muchas veces, estos dichos populares llevan las situaciones o vivencias a casos bastante extremos. Pero, esta temporada, en la provincia de Huelva y, por lo que leo y escucho, en otras de Andalucía y del resto de España, apunta al peor más que al malo, como dice el refrán.

En principio, la primavera pasada no fue mala y estuvo exenta de grandes tormentas que acabaran con los nidos y los recién nacidos. El tiempo otoñal no debería haber sido problema, porque éste, no ha sido excesivamente malo. Quizás poca agua al principio y mucha al final, pero creo que dentro de los límites considerados más o menos normales. Si a esto le sumamos que los fríos tampoco han imperado, aunque lo haya hecho en algunos momentos y que últimamente, el tiempo, no esta siendo de los peores, llegaremos a la conclusión de que la temporada no tendría que ser mala como está siendo. Pero, la realidad, es otra bien distinta: no es mala, es fatal, incluso para los reclamos.

Aunque no es un hecho puntual, ya que casi lo mismo viene ocurriendo año tras año, lo del actual, por más que queramos ponerle “peros” y ser más que benévolo con él, no es normal: poca población de camperas, poco o nulo cante de las mismas, complicada entrada en plaza y, cuando se produce, muchas veces llegan a “verlas venir”...

En resumidas cuentas, se puede decir que, lo que va de veda (en Huelva estamos a diez días del final en la zona baja), por lo menos para mí, y supongo que para la gran mayoría, está siendo un auténtico y estrepitoso fracaso. Llegas con toda la ilusión del mundo al puesto, cuelgas tu reclamo, pasa y pasa el tiempo y, aunque la jaula haga un fenomenal trabajo, que muchas veces no es el caso, porque ya están hartas de tantos jaulazos, el resultado es casi siempre el mismo: cero patatero y desilusión total. Lo cotidiano es que ni escuches el “campo”.

Sin ir más lejos, este fin de semana pasado, con tiempo maravilloso -prácticamente primaveral por las tardes- y cuatro puestos “a las espaldas”, casi ni supe de las camperas. Sólo el sábado, en el puesto de tarde, tuve noticias de ellas. Se me acercó una collera sin cantar y entró en plaza el macho como un cohete. Ni se paró. Pero lo peor no fue eso, sino que el pollo que tenía en el farolillo, en cuanto los barruntó, se calló. Luego, al ver al campero y para que no faltara de nada: “cuerpo a tierra”. A partir de ese momento, ni cantó, ni se levantó de la esterilla.

Con este panorama, sólo unas fotos de los reclamos en su atalaya, son los testigos de dos días aciagos de cuelga. Todos son pollos, porque los más veteranos, ni me los llevé.

Estas dos pertenecen a uno de mi amigo y “secre” Rafael que, al ver venir al macho de una pareja, “cantó la gallina”.






La siguiente, pertenece a “Redoble”. Pollo portugués del año que, como su nombre indica, redobla el reclamo. Tiene un trabajo más que bueno, no toma un alambre y, su postura en la jaula, a la hora de cantar, con el pico pegado al techo de la misma, es de una gran esbeltez y plasticidad.



La de ahora, pertenece a “Reverte”, otro portugués del año que tampoco pinta mal. Esta poco encelado porque llegó hace poco al jaulero, pero demuestra buenas maneras en el farolillo.



Esta última, nos muestra la curiosas visita que tuvimos en uno de los puestos. Como se puede apreciar, el visitante no fue otro que un valiente montado en ala delta con motor. ¡Menos mal que no lo confundí con una paloma!


Eso sí, a falta de música de fondo, perdices en plaza y olor a pólvora, buenas viandas, buenos tintos y un poquito de guasa, fueron el remedio para alegrar los compungidos cuerpos. Está claro que, como dice el refrán, “al mal tiempo, buena cara”, es la medicina ideal para estos casos. Si no es así, lo mejor es ir “cortándose la coleta”, porque tristemente, lo que está ocurriendo este año, será lo normal en los venideros, si no cambian mucho las cosas. Pero también es verdad que, los perdigoneros, nos contentamos con poco, con muy poco para ser exactos. Basta un buen puesto de un pollo, por citar un ejemplo,  para olvidar todos los sinsabores anteriores. Creo que aquí está la grandeza y el señorío, pese a quien le pese, de nuestra afición.

viernes, 4 de febrero de 2011

EN PRINCIPIO, BUENA NOTICIA.

Según la RFEC

La caza de perdiz con reclamo, a salvo

La Comisión Europea archiva el procedimiento de Carta de Emplazamiento sobre la caza de perdiz con reclamo. La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha recibido la comunicación del archivo definitivo por parte de la Comisión Europea, que había remitido al Reino de España en octubre de 2009, en relación a las dudas sobre el supuesto incumplimiento de la Directiva Aves.

03/02/2011 20:45:32 | CdC | Archivado en:  RFECReclamoPerdizUE.
La queja que recibió España sobre la modalidad de caza de perdiz con reclamo generó una gran alarma social en el colectivo de cazadores españoles. Afortunadamente, la buena gestión del actual equipo de trabajo del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM), en estrecha colaboración con el equipo de la RFEC y las Federaciones Autonómicas de Caza ha dado sus frutos y despeja para siempre las incertidumbres y reservas que se habían expresado sobre esta tradicional modalidad.

El Ministerio y la Federación convocarán una rueda de prensa conjunta en la que explicarán con detalle esta noticia.

jueves, 3 de febrero de 2011

PUESTO EN COMPAÑÍA DE "SAVIA NUEVA".


Esta tarde, soleada y más que templada, he ido a dar el puesto a terrenos del término municipal del Cerro de Andévalo (Huelva). Al mismo, me ha acompañado un gran chico -alumno de mi clase de sexto de E. Primaria- que siente verdadera pasión por la naturaleza: Darío Caballero Delgado.

A este formidable chaval, al que le tengo un gran aprecio y cariño especial, le tenía prometido desde hace algún tiempo que lo llevaría un día a colgar si las notas marchaban bien. Como ha sido así -igual que siempre-, había que cumplir la palabra. Pero además, para mí, es una enorme satisfacción que, la juventud, y él en especial, se sientan atraídos por ese gran tesoro que todos tenemos a la mano y muchos no se dan cuenta que lo tenemos tan cerca: nuestra madre naturaleza.

Pues, como creo “a pies juntillas” que, la “Caza de la Perdiz con Reclamo”, forma parte de ella y, Darío, nunca había acompañado a nadie a dar el puesto, un día tenía que ser el primero y..., éste, ha sido hoy. Sabía que le gustaría, pero aunque la tarde no ha estado para tirar cohetes, ya que no hemos conseguido nada porque el reclamo estado regular y el "campo", peor, creo que no se lo ha pasado mal del todo. ha vivido en primera persona qué es esto y ha escuchado mis indicaciones de cómo se lleva acabo. Esperemos que en un futuro  no muy lejano, tengamos en su persona otro aficionado de verdad.

En estas instantáneas recojo una jornada de campo y de caza de caza con reclamo en compañía de Darío.


 El reclamo no ha estado muy bien, pero el "campo", peor.



martes, 1 de febrero de 2011

LAS FRASES PARA EL MES DE FEBRERO.


Para este mes de febrero, reflexionemos sobre estas citas.

No busques un amigo perfecto, búscalo simplemente amigo (Cantervill).

La sabiduría consiste en saber cuál es el siguiente paso; la virtud, en llevarlo a cabo (David Starr Jordan. Educador estadounidense).