IV POTAJE DE JAULEROS ANDALUCES.

          Como viene siendo tradicional por estas fechas, en el día de ayer, se celebró en el restaurante El Palomar de Encinas Reales (Córdoba) el almuerzo de hermandad de los socios y simpatizantes de Jauleros Andaluces, consistente en el  potaje de habichuelas con perdiz como plato principal, más los entremeses, postres y bebidas correspondientes. Para ello, aficionados de la mayoría de las provincias andaluzas nos trasladamos hasta la bella localidad cordobesa para charlar con los amigos e intercambiar puntos de vista sobre nuestra afición. De camino, si había suerte, conseguir algunos de los regalillos -no fue mi caso- que se sortearon.: reclamos, complementos para nuestra afición, libros y algunas jornadas de caza para la temporada que se avecina.

              Por último, felicitar a los que han participado en la magnifica organización del evento con D. Francisco Reyes y D. Vicente Hurtado como cabezas visibles -presidente y secretario respectivamente de dicha Asociación-.

Estas son algunas imágenes del potaje. En la primera se puede ver al presidente Curro Reyes dirigiéndose a los socios y acompañantes en una de sus intervenciones. Las otras dos nos muestran a algunos de los asistentes escuchando las palabras del Presidente.

UN BUEN VIDEO

        En estas tradicionales fiestas en la que, muchas veces estamos sin saber qué hacer, no viene mal echar una visual a algún video sobre nuestra afición en la antesala de la apertura de la veda. Creo que éste de youtube merece verlo

http://www.youtube.com/watch?v=aUa2rnQUiP0&feature=related

JABALÍ EN MANO.

            Dentro de la modalidades de caza recogida en Plan Técnico de nuestro Coto, tenemos la caza del jabalí en mano. Pero, hasta el día de ayer, nunca habíamos echado el rato para matar algún que otro cochinete. Sin embargo, al darnos cuenta que el terreno estaba levantado por todas parte y que, ahora que es época de la cría del conejo nos estaban produciendo daños en las gazaperas, además de la zona sembrada de trigo, comunicamos su caza para este día y, la verdad, es que conseguimos nuestro objetivo, ya que dimos con una gran cochina -pensamos cuando la vimos en el monte que era el cochino grande que lleva años en la finca- y varios marranchones del año pasado y logramos abatirla a ella y a otro cochinete adulto que andaba por los alrededores.

           Sabíamos que podía haber también un buen macho que lleva tiempo por la zona, pero éste, nos la jugó por no estar muy duchos en el tema y cuando habíamos terminado o así lo creíamos y los pocos perros que llevábamos, venían a nuestro lado, el buen solitario que habíamos tenido a nuestro alcance, se no escapó al trote en dirección contraria a nuestra marcha. Eso sí, luego se comprobó que había herido a uno de los perros, cuando lo único que sentimos fue el clásico ruido de los dientes de la marrana para asustar a los dos o tres perros que se habían metido en el zarzal donde estaban encamados. Esta claro que este personal subsiste porque los años le dan esta templanza y ese sexto sentido para aguantar el tirón y largarse casi sin hacer ruido.

¿A QUIÉN SE DEBE DISPARAR PRIMERO, AL MACHO O A LA HEMBRA?

          Entra una pareja en la plaza y nuestro reclamo los está recibiendo como se debe hacer. Apuntamos sobre uno de los componentes del par, porque no queremos hacer carambola, y nos surge la duda: ¿a cuál disparamos primero, al macho o a la hembra?

            Aunque pueda pensarse que es fácil la respuesta, bajo mi punto de vista, no lo es tanto. Y, no lo es, porque, aunque un gran número de aficionados piensen que hay que disparar a la hembra en primer lugar, la experiencia viene a recordarme que, posiblemente y en algunos casos, no sea lo correcto, al menos, y vuelvo a repetirlo, bajo mi opinión muy particular.

            ¿Qué por qué pienso de tal forma? Pues trataré de explicarme.

           Es verdad que, la mayoría de las veces, si tiramos primero la hembra, más pronto que tarde, el macho vuelve a la plaza en su búsqueda y, así, remataremos la faena. Pero no siempre ocurre eso, ya que, otras muchas veces, el garbón campero, da un vuelo o echa una carrera y se atalaya en cualquier sitio y, de allí, aparte de dar la lata con su repertorio de cantos, no lo mueve nadie, por lo que terminamos enfadados y levantándonos tras toser o carraspear para que no se vaya de vuelo y distuste a nuestro reclamo. Curiosamente, cuando procedemos al revés, otras tantas veces, las hembras terminan dándonos la mañana o la tarde y ocurre lo mismo: no se acercan al reclamo. Charachean lo inimaginable, pero, en la gran mayoría de las ocasiones, terminan sacando de sus casillas a nuestros reclamo.

            ¿Entonces cómo debemos actuar?

           Si los dos entran con mucho celo, por lo tanto, a la par, creo que no importa mucho sobre quien disparar. Incluso, si soy realista, es mejor tirar sobre la hembra en un primer momento. Pero, cuando observemos que uno de los dos se queda rezagado, es a este último componente del par, sea macho o hembra al que hay que abatir primero. Y creo que se debe proceder así, porque, de esta forma, su acompañante, más encelado/a, casi seguro que terminará entrando o, al menos, es lo lógico, siempre bajo la modesta opinión de este aficionado que, dicho sea de paso, siempre suele actuar acorde con lo expuesto. Ni que decir tiene que, en todo momento de la temporada, hay que conocer cómo se encuentran de celo ambos componentes del par, ya que, no suelen proceder de la misma forma el uno u otro al principio de abrir la veda que al final.

       Para terminar, quiero dejar claro que, hablando de patirrojas españolas –las de repoblación son otro mundo-, nunca se puede asegurar nada, puesto que, sus formas de actuar o comportamientos son imprevisibles y nunca se ajustan a un patrón fijo. Es obvio que, el instinto de conservación grabado en sus genes, les hace campear de manera sorprendente e inesperada como única forma de seguir sobreviviendo.

          Tampoco podemos pasar por alto que, en todos los casos, hay algo fundamental: el reclamo y que, por consiguiente, todo lo expuesto debe ser válido cuando en el tanto tenemos un pájaro que sabe cómo actuar y marcar los tiempos de forma correcta. Si no es así, casi seguro que, en la mayoría de los casos, el campo se atrancará y no conseguirá culminar la faena. Igualmente, es de vital importancia la sapiencia, veteranía y templanza del cazador. El saber esperar es fundamental, si no, puede ocurrir que, muchas veces, tiremos el primero y su cónyuge ni entre si quiera en plaza.

¿CUÁL DEBE SER LA POSICIÓN IDEAL DE LA ESCOPETA EN EL PUESTO?

En este tema, al igual que en otros muchos, nunca nos pondremos de acuerdo los cuquilleros. No existe un patrón fijo a seguir y que nos indique qué es lo que se debe hacer o qué es lo que la tradición marca como uno de los “diez mandamientos” del aficionada al reclamo.

Está claro que todo aficionado lleva al puesto o aguardo una escopeta y su correspondiente munición, pero, ¿cuál es la posición en la que quedará el arma una vez dentro de él: con todo el cañón sacado por la tronera, sacado sólo un pequeño trozo del mismo o apoyada la escopeta sobre el tollo y sacarla en el momento del disparo?

Pues bien, si hablamos con varios jauleros sobre cómo lo hace cada uno, nos encontraremos que, ninguno de ellos, lo lleva a cabo de la misma forma. Es más, Fulanito, Menganito, Zutanito…, nos darán muchas razones de por qué lo hacen de tal manera y no de las otras. Está claro que, en nuestro colectivo, la mayoría de las veces imperan las ideas personales porque creemos que lo que llevamos a cabo, cada uno de nosotros, es lo mejor y, difícilmente, damos nuestro brazo a torcer aunque se nos demuestre que otra opción puede ser o es mejor.

En esta cuestión, como en tantas otras, sólo voy a expresar mi opinión, posiblemente equivocada, pero es el punto de vista que tengo, como lo hago hoy día, como siempre lo he hecho y como lo hacían aquellos de los cuales aprendí lo poco que sé de esto del reclamo.

Pienso, aunque la razón no me asista, que la escopeta debe estar apoyada en la tronera por la chimaza o guardamano en todo momento, una vez que nos introducimos dentro del aguardo y que, por lo tanto, el cañón se situará,  en su totalidad, fuera del tollo. Así, la experiencia me dice que si éste no reluce, ni lo movemos cuando el "campo" entra en plaza, ni recelará, ni se escamará. Sólo lo moveremos, mínimamente para apuntar, cuando se vaya a disparar sobre el macho o hembra que esté “dialogando” con el reclamo. Obviamente, si entra una pareja y uno de sus componentes está cerca de la tronera  y mirando para nosotros, no debemos ni tocar la escopeta, ya que, si así lo hacemos, casi seguro que ambos saldrán de estampida de la plaza (fig.1). La verdad es que, siempre he procedido así y, puedo asegurar que, las veces que un macho o hembra ha extrañado algo y ha emitido su clásico “ra, ra, ra…”, he tenido casi la total seguridad que no ha sido porque ha visto el cañón, sino porque ha extrañado cualquier otra cosa.

Si se saca una pequeña parte del cañón, a mi entender, ocurre que, la visión panorámica que tenemos de la plaza del reclamo y campo, se reduce bastante al estar  demasiado separados nuestros ojos de la tronera  y, por lo tanto, no tendremos claro qué ocurre exactamente y las distancias correctas (fig.2).

Por último, si la escopeta la tenemos dentro del puesto y sólo la sacamos cuando vayamos a disparar, puede ocurrir que, con el consiguiente movimiento, el macho o hembra que entre en plaza se dé cuenta del ajetreo y, rápidamente, se nos quite de nuestra vista y se ampare en la maleza o salga de vuelo (fig.3).

      También soy consciente de que, a veces, la patirroja de turno, la mayoría de las veces, hembras, están tan escamadas y desconfiadas que recelarán no del cañón, sino del más mínimo detalle que pasemos por alto. Pero eso son circunstancias que ocurren en nuestra afición y que todos conocemos de sobra.

ÚLTIMA CACERÍA DE LA TEMPORADA Y SOFOCÓN.

        El día de ayer dimos en nuestro coto la última cacería del año. Solamente íbamos a liebres. Así, al haber pocas puertas se escaparon bastantes, pero ahí quedan para criar, si los cotos linderos no las matan. Conseguimos nueve, pero la nota desagradable de la jornada fue el comprobar que los conejos, en la fecha en la que estamos, se están muriendo debido a la neumonía vírica. No los matamos en su fecha para que hubiera madre para el año próximo y, ahora, nos dan esta "alegría". Esta claro que, por esta zona, al conejo le va a costar trabajo recuperarse y, al haber pocos, los depredadores ponen su punto de vista en la perdiz y, los cazadores, lógicamente, también. Pagan y quieren echar el rato.

                                                        Imagen de unos de los conejos afectado

PARA TODOS/AS CON MIS MEJORES DESEOS.

¿SON BUENAS LAS "GOLOSINAS O CHUCHERÍAS" EN LA ALIMENTACIÓN DE LOS RECLAMOS?

          La alimentación de nuestros reclamos es otros de los temas en los que más divergemos los aficionados a la cuelga: semillas, pienso, pienso y semillas, verde, bellotas, castañas, garbanzos remojados...

         Sobre el tema, recuerdo que, cuando era pequeño, mi abuelo Vicente le echaba a los reclamos trigo del país y verde durante todo el año, más bellotas, castañas -cuando llegaba la temporada- y habas/garbanzos remojados y troceados. Luego, al tenerlos en el campo, soleo durante todo el año. No sé si era por ello, aunque dicha alimentación no era una cosa del otro mundo, pero aquellos reclamos eran una estampa o, al menos, así los recuerdo.

         Con la aparición hace ya algunas décadas de los primeros piensos compuestos, dígase Sanders, Hens, Purina, Pipensa..., se produce un cambio radical en la alimentación animal y, la perdiz como tal, no iba a ser menos. Se pasa del trigo y otras gramíneas a lo que parecía la revolución alimentaria para animales: el pienso compuesto. El ganado y la aves domésticos alteran su alimentación y con ello muchas de sus cualidades. Así, año tras año, los aficionados a la caza de la perdiz con reclamo nos hemos roto la cabeza en la búsqueda de los nutrientes ideaes para nuestros reclamos y, en una gran mayoría de los casos, hemos sustituido total o parcialmente el trigo por diferentes marcas de piensos que, a fecha de hoy, nuestro mercado nos ofrece multitud de marcas con diferentes posibilidades.

          Pero es ahora cuando surge el dilema, pienso solo, como dicen los fabricantes para no alterar el ciclo alimenticio de nuestras perdices o, acompañamos esta base, con otras cosillas. Opiniones a favor y en contra las podemos escuchar en el mismo momento en que nos juntamos dos tres cuquilleros y, cada uno, con toda la razón del mundo, nos razonará su teoría.

         Pues bien, la mía como un  aficionado más que soy es que, la alimentación de nuestras patirrojas lo que no debe es alterársela bruscamente como ocurre con todas las gallináceas. Pero no se nos puede olvidar que este grupo de aves son omnívoras, es decir, se alimentan de todo y, por lo tanto, cuando están en el campo comen tanto materia vegetal, como animal, como mineral. Ahora bien, cuando están en cautividad, como le pasa a nuestros reclamos, su alimentación no se debe alterar de hoy para mañana, ya que, si así lo hacemos, nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de una muda extemporánea y, si esta se produce, en diciembre o enero, lagarto, lagarto.

         Por tanto, estoy muy a favor de que nuestros reclamos, además del pienso, semillas o del pienso y semillas, como es mi caso, tengan a su alcance otros complementos: verde, bellotas, castañas, habas, garbanzos, huevos duros, magdalenas... Porque les gusta y porque es bueno que tengan una alimentación variada. Lo que no podemos hacer es intentar que, en un mes o poco más, es el arreglar lo que no se ha hecho durante todo el año. Nuestros pájaros necesitan cuidado regular y no cuando se acerca la cuelga, ya que, si procedemos de esta última forma, además de ser aficionados "con minúsculas" como dice nuestro buen amigo Manolo Romero Perea, nos podemos encontrar con desagradables situaciones.

          

UN RECLAMO DE GRANJA: CHIMENEA.

       La imagen superior pertenece a mi reclamo Chimenea, de una granja ubicada en la localidad granadina del mismo nombre y, escribo este artículo, porque, ayer, en uno de los foros de internet, un compañero, en su respetable derecho que le asiste como usuario del mismo, hablaba en contra de los pájaros de granja y defendiendo la perdiz roja española, a la cual, creo que todo el que se sienta cuquillero, también defiende y respeta, pero, como he expuesto en este blog y en diferente foros -en los que participo cada día menos para evitar historias raras y desencuentros-, la perdiz de granja está ahí, nos guste o no. Es más, por mucho que nos afanemos en conservar a muestra reina de los bosques -cosa que debemos hacer sin dudarlo-, si los alrededores de una finca son de "otras manos", antes o después, la hibridación es inevitable y, desgraciadamente, contra eso no se puede luchar.

      No voy a repetir lo que ya he plasmado varias veces, simplemente, creo que debemos ser respetuosos con los que por un motivo u otro, no pueden acceder a tener en el tanto y en la plaza, perdiz roja española. Afortunadamente, hay muchos jauleros de los pies a la cabeza que son más que felices con sus pájaros de granja, ya que si no fuera así, posiblemente, no pudieran desarrollar una actividad cinegética a la que adoran.

      En cuanto a las diferencias entre ejemplares de una y otra procedencia, existen y nadie las discute y, como todos/as sabemos, se han gastado montones de tintas en ello, pero, como dije antes, ahí están. Ni mejores ni perores, simplemente diferentes. 

    Obviamente, me estoy refiriendo al reclamo y a algunas repoblaciones que se hacen con seriedad. Soltar por soltar es otro tema.

         Para acabar, tengo que decir que, mi reclamo Chimenea, hoy día, puede competir con los mejores reclamos de procedencia salvaje. Y lo digo con todos los fundamentos que me dan los sesenta y algo de años que tengo. He tenido pocos pájaros de bandera -del montón algunos más-, quizás uno y, posiblemente, dos. Pues bien, Chimenea no tiene que envidiarle nada a el de Manué y a D. Benito, mis dos grandes reclamos.

      Por supuesto no escribo estas líneas para presumir ni alardear de un buen reclamo, simplemente, lo hago para dejar bien claro que, de algunas granjas, salen grandes reclamos y que, quien tiene en su jaulero a algunos de ellos, merece todo el respeto del mundo. 

        ¿Qué duran poco? El tiempo es el único juez en cada caso...

        PD. Este artículo esta abierto a cuantas intervenciones y comentarios se quieran hacer. Es más, es bueno que se aporten opiniones diferentes porque en la diversidad está la riqueza, siempre que aceptemos que no todo el mundo opina de la misma forma, y que, tan válida es una opinión como otra, si defiende su postura sin ningunear ni menospreciar a las de los demás.

PRIMERA "FIESTA NOCTURNA" DE LA TEMPORADA.

           Las imágenes que  anteceden las he tomado esta mañana al darme cuenta que, durante la pasada madrugada, ha habido "algarabía o alboroto" entre los componentes de mi jaulero. Pero, afortunadamente, no ha pasado a mayores, ya que el parte "medico" se puede resumir de incidencias leves, es decir, una simple suelta de plumas en algunos de los reclamos como resultado de su briega y saltos.

        No es la primera vez que mis pájaros se botan por la noche. ¿Las causas? Difícil respuesta a la pregunta. Pero,  lo que es cierto es que este desagradable incidente ocurre a veces.      

        Se ha escrito mucho sobre ello y se argumentan muchas circunstancias: cambios de lugar de los reclamos, nuevos ocupantes del jaulero, ruidos en la casa o en la de los vecinos, rapaces nocturnas, salamanquesas... Sin embargo, en mi caso, nada de eso ha ocurrido esta vez, pero se han asustado por algún motivo y se han botado. Pienso que es una historia complicada de descifrar y que, algunas veces, acaba con resultados poco alentadores -hace cuatro años, uno de mis dos mejores reclamos se partió el fémur y ya nunca alcanzó su nivel- y, máxime, en fechas próximas a la cuelga como siempre ocurre en mi caso. Nunca me ha ocurrido en otros momentos. El mes de diciembre y los primeros días de enero son los que siempre han elegido mis reclamos para darme "dolor de cabeza". Le he dado cuarenta mil vueltas al "coco", pero, hasta hoy, no he dado con el origen de estos desaguisados.

           

UNA DE NUESTRAS SETAS: EL NÍSCALO O REBULLÓN.

       El níscalo, nízcalo, rebullón, pinatel... -Lactarius deliciosus- es una de la setas más conocidas y más buscadas  en nuestro país, especialmente en la zona de Cataluña. 

        Es una especie otoñal, aunque si el invierno no es muy frío también podemos encontrarla al principio del mismo. Crece en los pinares, debajo de la hojarasca y, cuando la temporada tiene aguas tempranas y persistentes y mucho sol, salen por grandes cantidades. Sin embargo, este año, casi con todas las citadas condiciones, por estos lares, se están cogiendo pocos. 

         Es una seta inconfundible, ya que, su carne de color blanquecino, al corte toma tonalidades color rojo/zanahoria, al igual que el látex que segrega. Luego, a medida que pasa el tiempo, sus láminas, anaranjadas en un principio, suelen adquirir cierta coloración verdosa. El sombrero, de color claro, presenta, como se ve en las siguientes fotos, un cierto mancheado  circular anaranjado

           Hay muchas formas de cocinarlos, pero creo que como mejor están es acompañando a las carnes y refritos o a la plancha/brasa con ajo, sal, aceite y perejil. Sólo se utiliza el sombrero, por lo que hay que desechar el pie.

MIS PRIMEROS "ESPADAS".

         Aunque tengo varios pollos de año, estos que se pueden ver a continuación, se les supone que deben ser los reclamos punteros en esta próxima temporada 2012/13. A todos se les ha tirado cacería, excepto a uno de ellos. Son nobles, muy mansos y con buena música.

          El primero es Chimenea, cazará su tercer año y, a finales de la temporada pasada, titeó tanto a hembras como a machos. Rápida salida, recibo muy suave y muy trabajador. Procede de la localidad granadina del mismo nombre y, si sigue en la línea de los años anteriores, llegará a ser un gran reclamo.

         El segundo es Manchego, también de tres años. Lo adquirí a finales de hace dos temporadas y el año pasado se le rompió una parta al recortarlo y sólo lo pude colgar a finales en Ciudad Real, donde le tiré una pareja. Tiene un reclamo precioso. Procede de una granja de Toledo.

          El primero de los dos siguientes es Cacereño. Con dos celos y sin colgar de pollo, aunque probado después de finalizar de la cuelga sin escopeta. El segundo es Segura, desalado en la Sierra del mismo nombre y regalo de un amigo de aquella zona. Tiene un buen trabajo, aunque en los dos o tres primeros puestos no abrió el pico. Luego se le tiraron varias patirrojas.

          De estos dos, el primero es Santacruz, de una granja de Cáceres como el que le antecede en segundo lugar. Es muy bueno con las hembras por su suavidad. Al final de la temporada pasada bajó un poco. El segundo es Saldor de Nostra Perdiu valenciana. Si no cambia, es un pájaro muy completo ya que recibe muy bien y tiene una música preciosa.

       Aparte de estos, tengo varios pollos que me han regalado este año. Por lo que no he tenido que tirar de cartera, excepto para dos que he regalado. Esperemos que de estos noveles, alguno apunte buenas maneras. Tiempo, si Dios quiere, tendré para colgarlos a todos.

UNA SEMANA DE MONTERÍAS

        El fin de semana pasado y éste hemos acudido mi hijo y yo a varias monterías: Los Calamorros (Alosno), Marroco (Calañas) y Las Mesas (San Bartolomé). En las tres, no hemos tenido suerte y, en general, no ha sido una cosa del otro mundo, ya que al no ser monterías de "taco", los resultados no se pueden catalogar más que de regulares. Sólo algunos venados medianitos, dos cochinos con buena boca, marranchones y ciervas. Esta claro que los trofeos empiezan a escasear y, bajo la humilde opinión del que suscribe, que no tiene mucha idea de caza mayor, puede ser debido a la decadencia de otras especies cazables, dígase conejo  y, al aumento, por lo tanto, de monteros con ganas de apretar el gatillo y echar el día de caza. Por consiguiente, hoy se montea cualquier terreno y se abusa de las reses que hay en los mismos. De esta forma, creo que cada día hay menos piezas en el campo, y si se sigue matando ciervas y marranetes , dentro de poco habrá que soltar venados y jabalíes criados en cautividad.

          En la de Marroco, a la que asistimos de acompañantes con dos amigos de la Sociedad de Calañas, fue grabada por el programa Lances y me da la impresión que las cámaras no salieron muy contentas de la jornada cinegética, al no haber suerte de poder captar alguno de las muchos momentos inolvidables que se viven en este bello rincón de Huelva.

   

      Eso sí, gente hay para animar el ambiente y, si no, como muestra "este botón" de la Soociedad de Calañas en el día de ayer. Afortunadamente, la gente sigue creyendo en sus raíces y no en los kms que hay que hacer para asistir a una buena jornada cinegética.

       Lo que nunca falta son los buenos ratos al lado de los buenos amigos y de una buena mesa en el campo, como se demuestra en la siguiente imagen perteneciente a la montería de ayer en la mancha de Marroco (Calañas).

                           

SOLEO SÍ, PERO MUCHO CUIDADO.

      Es la época de solear a nuestros reclamos. Todos lo hacemos y todos queremos que nuestros pájaros estén de rojo como el de la imagen posterior -pollo de un amigo, desalado en una cacería de este año y el cual recorté la semana pasada-, pero la experiencia me dice que hay que extremar los cuidados, ya que si se nos van de la cabeza, podemos encontrarnos con la desagradable situación de que varios de ellos se hayan asfixiados. Sin ir más lejos, hace dos o tres días, con cielo entoldado, me entretuve un rato mientras los tenía en el balcón y, si hubiera estado un poco más, al menos dos ellos hubieran pasado a mejor vida. Cuando llegué, el sol se había abierto paso entre las nubes, apretaba de lo lindo, y me los encontré echados en el suelo de la jaulas, carleando y con evidentes síntomas de asfixia. Tuve suerte ese día , pero así pasan las cosas. Luego vienen los "dolores de cabeza".

MAL AÑO DE SETAS.

          Aunque ha llovido bien, incluso a tiempo, el año en lo micológico no marcha bien, al menos por estos lares. Por consiguiente, después de varias salidas en busca de las mágicas setas, el resultado ha sido tirando a más que flojo. Algunos boletus, algún gallipierno y más bien pocos níscalos como los que se aprecian en la imagen superior.

          La razón de las escasez puede estar en el poco sol que ha habido después de llover y el frío que se nos ha venido encima antes de lo habitual. Es más, en las fechas que estamos, poco va a salir ya si continúan las bajas temperaturas. Esperemos que, para febrero/abril, los gurumelos nos den una alegría.

ASÍ ESTÁ TODO.

          Levamos algunos años diciendo que todo está cambiando. Y lo peor del caso es que no nos falta razón, al menos en lo que se refiere a la meteorología y lo que ello supone para la vida de especies, tanto animales como vegetales que no entienden de calendarios.   

        Así, el otro día, mientras daba una vuelta por el campo y cogía unos espárragos, pude apreciar  cómo los almendros de la zona estaban ya con hojas. Es decir, ya debían de haber brotado hace algunos días, porque como sabemos, primero le sale la flor y luego las hojas. Pues bien, el domingo dos de diciembre, este es el aspecto que presentaba uno de ellos, cuando lo normal es que esta imagen la podamos ver por estas latitudes al final de enero, principio de febrero.
   

            Un día antes, el uno de diciembre, Ángel, en Aznalcollar, captó esta imagen -publicada en "El tiempo. es"- de un nido de mirlos. Se sabe que es un especie muy tempranera en la cría, pero en estas fechas creo que no es normal.

         Está claro que, a este ritmo,  posiblemente, cuando llegue el verano será invierno y viceversa.

TANIA, ALGO MÁS QUE UNA PERRA DE CAZA.

            Quiero que estas pocas palabras sean un sencillo homenaje a Tania, una maravillosa téckel que apareció un día en nuestras vidas como salida de un cuento de hadas y se marchó hace algún tiempo. He esperado casi dos meses para escribir este artículo, porque me costaba trabajo hacerlo antes, pero no podía pasarlo por alto. Sería imperdonable.

                        A mi hijo Pablo, a su téckel Tania  y a todos los cazadores de corazón que ven en su inseparable perro/a de caza mucho más que una simple ayuda para la misma.

                Nuestra Tania, como la conocíamos en casa, era una téckel de pelo duro que, por sus virtudes cinegéticas, que eran muchas para ser realista, pero por su inmenso cariño hacia Pablo, hacia todos los miembros de la familia, hacia cualquier amigo de la misma y, en especial hacia los niños, hicieron de ella algo tan íntimamente relacionado con nosotros, que sería difícil plasmar con palabras el sentimiento que nos une. En el seno de nuestro hogar, Tania, dejó de ser un simple animal de compañía, para transformarse en uno más de la casa

                 Tania apareció en nuestras vidas hace nueve años, cuando ella todavía no había cumplido el primero de la suya, en la playa de La Antilla (Lepe) mientras mi hijo descansaba de un partido de voleibol tumbado sobre la arena.

              “Tania”, se acerca a Pablo que, con los ojos cerrados a pleno sol, intentaba recuperar las fuerzas perdidas tras el agotador esfuerzo del partido y comienza a lamerle la cara, como forma de demostrarle su agradecimiento, por haberlo encontrado. Hoy casi diez años después de aquello, no tengo la más mínima duda que eso fue así. Podía haber dado con cualquier otro, pero no, tuvo que ser con su Pablo. Si no, el destino, no sería destino.

                  Nosotros, su madre y yo, le pusimos mil y una pega para que no la trajera a casa, pero no pudo ser: Tania, terminó con nosotros y en nuestro hogar.

                  Su estado y presencia física dejaban mucho que desear: descuidada, sucia, mal alimentada, y lo que es peor, con infinidad de señales de haber sido maltratada.

                Desde el primer momento demostró un cariño hacia Pablo que siempre rayó en lo indescriptible. Como muestra, se podían apuntar muchísimos detalles, pero basta decir que el día que mi hijo se emancipó de casa, para irse a vivir solo, no consentía salir de debajo de su cama y, cuando él volvía tras largo tiempo por razones de trabajo, además de esperarlo en la puerta desde mucho antes que él hubiera cogido abajo el ascensor, en cuanto metía la llave en la cerradura y abría, se tiraba al suelo enseñando su barriga y con interminables signos de alegría.

                  Cuando llegaba cada temporada cinegética y se olía que teníamos cacería, un gran nerviosismo la invadía de tal forma, que si bajábamos al garaje a llevar “cacharros” para coche, sin ella, desde abajo escuchamos sus innumerables lamentos. Pero en cuanto atravesamos la puerta de la casa para dirigirnos hacía el coto, un gran alborozo la invadía de tal forma que es digno de reseñar.

                Una vez en el campo, aunque siempre tuvo “kilillos” de más, su trabajo era incansable. Dotada de un olfato finísimo ha sido el complemento ideal del cazador a la hora de abatir a las escurridizas y veloces liebres y a los ágiles y desconcertantes conejos. De camino, le faltaba tiempo para saltar al agua y traer hasta la orilla a cualquier anátida que hubiera caído dentro de los pantanos de la finca o encontrar cualquier perdiz, tórtola, paloma o zorzal que se hubiera perdido entre la maleza.

                  Sin llegar a ser de una raza que pare la cacería,  en el monte Tania era inconfundible cuando tenía cerca cualquier pieza. Se quedaba fija, como petrificada sobre la misma y sólo movía reiterativamente su frondoso rabo hasta que recibía la orden de adelante. Entonces, con un ágil movimiento, no acorde con su estructura física, se abalanzaba con una rapidez endiablada sobre la “cacería” hasta el punto de haber capturado a diente infinidad de liebres, conejos e incluso alguna que otra perdiz desorientada.

                  Luego, su “celo” con las piezas abatidas, cuando se descargaban en la casa de campo para su limpieza y sorteo de las partes, era tal que, ningún otro perro/a, se podía acercar lo más mínimo, ya que su instinto de de protección sobre las mismas, hacía que su agresividad hacia ellos/as era digno de ser observado, incluso con algunos/as cuya alzada y peso la sobrepasan en mucho.

                  Sin embargo, como los años no pasan en balde, últimamente, había dado un gran bajón físico debido a una afección cardiaca. Así, al no prodigarse en ejercicios físicos, había aumentado de peso y, como consiguiente, aparte de ir cumpliendo primaveras, cada día aguantaba menos el esfuerzo, incluso cuando la sacábamos de paseo. Ya el año pasado, antes de que el veterinario le diagnosticara su problema de “motor”, trabajaba sólo al ochenta por ciento de lo que en ella era normal, durante los primeros momentos. Pero, poco a poco, iba reduciendo su actividad y, no mucho más tarde, ya no podía con su alma. Lo que nos hizo pensar en lo que más tarde, desgraciadamente, se confirmó: Tania tenía una dolencia cardiaca.

                  Con el paso del tiempo, su primer problema se le fue complicando con retención de líquido e hinchazón muy grande del abdomen, Por tal motivo las visitas al veterinario fueron frecuentes hasta que llegó el momento en que nos comunicó lo que esperábamos desde hace tiempo: sufría más de la cuenta y lo mejor era poner punto y final.

                   Con todo el dolor de nuestro corazón entendimos que era lo mejor para ella y, con un nudo en la garganta, estuvimos a su lado hasta que sus ojos se cerraron para siempre.  Poco después su corazón dejaría de latir y se acabaría la vida de quien fue leal y cariñosa hasta el último momento de su existencia. Mucho más que una perra de caza se “había marchado” para siempre. Gracias Tania.

EMPEZAMOS CON LAS TERTULIAS.

      Como en años anteriores, por estas fechas más o menos, los amigotes aficionados al reclamos solemos reunirnos en en bar del amigo Pepe para charlar sobre nuestra afición.

       Pues bien, ayer noche nos juntamos por segunda vez y empezamos a abrir el libro de las anécdotas cuquilleras y a repasar la marcha de nuestros reclamos y de la buena otoñada que se nos está presentando. 

        Faltaron algunos asiduos contertulios, por diferentes razones, pero hay que comenzar aunque se con pocos. Si no se hace así, transcurre el tiempo y nunca empezamos y, nuestra bendita afición, aparte de dar los puestos, está cimentada en estos formidables ratos.

En esta primera cita estuvimos los amigos Pepe, Fernando, Rafa y quien suscribe.

              PD. El amigo Rafa, por la mañana, ya vio la primera pareja en nuestro coto.

OTRO BUEN RATO DE CAZA

         Hoy, 24 de noviembre, hemos dado la penúltima cacería del año en nuestro coto "La Dehesa". Tiempo fresco, algo de lluvia al principio y un poco de viento solano. Sin embargo, el campo empieza a estar precioso como se puede comprobar en estas cuatro imágenes tomadas desde mis puestos. En la última se puede ver a Antonio, el panadero de la Puebla, con su hijo, en la mancha del sembrado.

        Al final, después de unas tres horas y media, hemos conseguido once liebres, siete conejos y dos pájaros, pero uno de ellos al ir al recogerlo solo tenía un montón de plumas en el lugar del "pelotazo", pero, incomprensiblemente,  se había marchado. La verdad es que, a los pájaros, no es fácil entrampillarlos en nuestro coto. Siempre nos la juegan, al no tener mucho monte el coto, y nos ganan la partida.

En la imagen siguiente se puede ver al buen amigo Pepe Moyo, con las tres liebres que se "merendó" en una puerta.

Y como no puede faltar el pan en la mesa, una vez finalizada la jornada de caza, el amigo Antonio nos regaló, además del celebre roscón "preñao", este panecillo para no quedarse corto. Una vez más, porque la charla entre amigos que sienten la afición de la caza, no debe faltar, estuvimos charlando un rato mientras tomábamos un "bocado"con productos de la tierra. 

Por cierto, los bellísimos candilitos -Arisarum vulgare-, andan en plena efervescencia por estas fechas, llenando de colorido el verdor recién estrenado del campo. 

DÍA DE "BARBERÍA"

           Como año tras año, hoy día quince de noviembre, he recortado, con la ayuda de mi amigo Pepe Moyo, mis reclamos que no son pollos del año y tres de los pájaros del amigo Raimundo. A los noveles los dejo para más adelante, hasta ver su comportamiento tanto en casa como en alguna prueba que le haga sin escopeta, antes de comenzar la veda. Si demuestran maneras y nobleza, aunque en principio no canten, como he comentado en artículos anteriores, los recorto y al final de la temporada les doy algún puesto si el campo anda en condiciones. Si son excesivamente ariscos y botarines me deshago de ellos.

          Puedo decir que la muda ha sido bastante buena y, en general, casi todos están gordos y con pluma vistosa. Es más, afortunadamente, no ha habido ninguna rotura de extremidades como había ocurrido otros años. Solo un reclamo de Raimundo se ha debido enganchar un ala con un alambre de la jaula y se ha herido. Por consiguiente, al no dejar de sangrar, hemos tenido que hacerle una "cura de urgencia" a base de un apósito de algodón con Betadine y un vendaje compresivo que, como dicen los doctores, cuando acaban una intervención, se ha desarrollado exitosamente. Luego, también en lenguaje de la especialidad médica, habrá que ver cómo evoluciona el "paciente" en las próximas horas.

Imágenes del recorte.

Invento para el recorte: una jaula abierta por arriba para poder meter las dos manos y hacer más fácil la cogida del pájaro. Con ello se minimiza la fractura de alas y patas. 

El pájaro del amigo Raimundo después de la cura.