lunes, 30 de enero de 2012

¿ES CIEGO O SORDO EL MONTE?

      
          Este artículo, no sé si bueno o malo, lo cuelgo hoy, porque, el sábado pasado, alguien, posiblemente, sin hacerle falta, me sustrajo, en la finca La Dehesa de Enmedio, de Puebla de Guzmán, el portátil que yo mismo había colocado al mediodía para luego dar el puesto de tarde.

       Difícil pregunta para una respuesta fácil y rápida, pero, la historia del día a día y la experiencia de haber vivido unos cuantos años en contacto directo con todo lo relativo al campo, me dice que, por muy en secreto que se haga una cosa y, más, si es una fechoría o una ilegalidad, al final, antes o después, termina sabiéndose la verdad de todo lo ocurrido.
            Queramos o no, el campo, monte, el valle, el lago, el río..., en una palabra, la naturaleza, ni es sorda ni, menos, ciega. No tiene ni ojos ni oído, pero ve y oye. Y..., más antes que después, excepto, en casos muy puntuales, informa, con todo tipo de detalles, de quién lo hizo y cómo.
            No es fácil de asimilar el tema que estoy exponiendo, porque parece imposible que, sin testigos, algún día, se sepa la verdad de lo sucedido. Pero, todo aquel que tenga ya “unos añitos”, sabe que al final, “alguien” oye o ve, por mucho sigilo, cautela, disimulo, mutismo… que se haya utilizado. Y lo que es peor, o mejor, según se mire, muchas veces, quizás la mayoría, el mismo autor de los hechos, en un grave desliz, es el que traza el camino para el conocimiento de la verdad.
            Si no fuera así, ¿cómo se va a saber lo qué ocurrió y cómo se llevaron  a cabo las muchas acciones ilegales, con las que cuatro desalmados, valiéndose de los descuidos de personas llanas y legales, las llevaron a cabo? Difícilmente, existe el crimen perfecto por más estudiado que se tenga el móvil de actuación.
            Creo que, el gran secreto que desde siempre encierra el campo es el no tener secretos. Toda lo expone con una nitidez asombrosa ante nuestros perplejos sentidos. Los secretos, si es que existen, los “alimentan” los hombres. Por ello, los “jeroglíficos” no duran mucho tiempo, ya que más antes que después es “voz populis” lo que en un principio era un hermético misterio.
            Pero es más, lo llevado a cabo mediante prácticas poco éticas y fuera de la legalidad y que dicen muy poco de los que las llevan a cabo, tiene poca consistencia, ya que sólo son capaces de pringarse de tal forma, quienes sus valores personales están tan por los suelos que, difícilmente, se pueden valorar.
            Simplemente, quiero recordarle/s, aunque sea dando palos de ciego, a quien en un “atisbo de heroicidad”, me ha dejado sin mi portátil de toda la vida, utilizando para ello la más “barriobajuna” forma, que sea capaz de darle utilidad y que no lo abandone en un rincón o en el contenedor de basuras. Ese portátil,  por su historia y por su emotividad, no se lo merece. Casi treinta  años a mis espaldas lo certifican.
            Para terminar, y por una sola vez, el campo debería ser ciego y sordo, al menos para mi, ya que, no me gustaría utilizar el apelativo de cerdo, o cochino que es más del lenguaje llano, para catalogar a Fulanito de Tal y Tal y, menos, si lo conociera.
                                                                              

3 comentarios:

  1. Hola de nuevo, Josean, esto me huele a quemado y es más propio de "novela policíaca" que otra cosa...o
    ¿Tal vez fuiste víctima de alguna broma por parte de los compañeros/as?...(pues no serías el primero ni el último que ha sufrido alguna broma de ese tipo).
    Comprendo el valor sentimental que supone el portátil para ti y espero que todo quede en "novela policíaca" o broma. Aun así el "culpable" no ha de estar muy lejos, te lo aseguro.
    PD. Cada día me gustan menos los puestos portátiles, pero cuando no hay otra alternativa,
    no tenemos más remedio que montarlos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. BUENAS NOCHES AMIGO JOSE ANTONIO,HE LEIDO TU ARTICULO Y ME HA SORPRENDIDO MUCHO DE LO QUE TE HA PASADO.SOLO TE PUEDO DECIR UN REFRAN MUY VIEJO QUE HAY, QUE DICE ¡SIEMPRE HAY QUIEN VEA! AUNQUE SEA EN EL CAMPO.
    UN SALUDO PARA TI Y PARA TU HIJO DESDE CALAÑAS DE TU AMIGO EL POSTOR.

    ResponderEliminar
  3. Desgraciadamente para mi, no ha sido una broma de mal gusto, sino una realidad triste, no por el robo, sino porque el que fue por el "botín", no se lo tropezó, sino que sabía donde iba. Estoy casi seguro que me estuvo observando mientras lo colocaba.

    Pero al mal tiempo, buena cara, ya estoy liao con uno nuevo. Soy un poco herrero y guarnicionero. Creo que no me costará mucho trabajo, ya que mas de uno y más de diez he hecho.

    Un saludo.

    ResponderEliminar