miércoles, 4 de julio de 2012

UNA TAREA QUE SE HACE COMO ANTAÑO: LA SACA DEL CORCHO.




        La tecnología y el progreso han hecho que muchas tareas agrícolas-ganaderas, aun consiguiendo el mismo fin, hayan dado un giro de 360º en cuanto a los mecanismos y formas de llevarla a cabo. Otras, por el contrario, siguen a pie juntillas el proceso tal cual se han realizado desde siempre. Pues bien, una de estas labores no es otra que la tradicional saca del corcho. Sólo mínimos detalles, y en algunos lugares o terrenos, la diferencian de como se llevaba a cabo hace un siglo, por poner una fecha.

Sobre este curioso proceso, tengo que decir que, en estos últimos días, me he trasladado en compañía de mi madre y mis hermanos a la finca de los abuelos Rita y Vicente, "La Atalaya", en el término municipal de Constantina (Sierra Norte de Sevilla), la tierra que nos vio nacer.

                                                                                                  Casa de la finca.
El descorche se realiza cada 9 ó 10 años según situaciones y no consiste en otra cosa que el quitarle a los alcornoques la capa de corcho que envuelve a sus troncos. Dicho proceso se lleva a cabo con pocas herramientas: hachas, unos palos con punta para ayudar a despegar el corcho del tronco, azadones para quitar la zapata -resto de corcho que queda cerca del suelo-, escaleras y unos navajas especiales para cortar el corcho en planchas.


Dos tipos de hachas diferentes para descorchar.




    Normalmente el descorche de un alcornoque se hace por colleras; es decir, dos escorchadores. No obstante, si el alcornoque es muy grande, la tarea la efectúan entre varios de ellos. Todos los operarios que trabajan en una saca están bajo el mando de un encargado o manigero

       La extracción del corcho de cualquier alcornoque se empieza por la parte baja del mismo, quitándole un anillo de un metro de altura aproximadamente. Luego, se continúa hacia arriba hasta llegar a las ramas. Si es de primera saca, al corcho se le llama bornizo y si es de segunda, segundero.

Distintos momentos de la saca de corcho. La primera imagen es de un alcornoque joven. Las cuatro siguientes son diferentes momentos de una jornada. La última muestra la mula utilizada para transportar el agua para beber.







         Lo que sí ha cambiado, es  la forma de transportar el corcho desde donde se saca hasta las pilas de almacenamiento para su posterior traslado a las fábricas en camiones de alto tonelaje. Antes, lo llevaban a cabo los arrieros con burros y mulos. Hoy, con los avances, se hace de forma mecanizada. Hace años, también se pesaba en cabrias -trípodes para llevar a cabo tal función con romanas-, pero hoy, dicha tarea se lleva a cabo en grandes básculas para calcular la carga de los grandes camiones.

Imágenes del transporte del corcho hasta la pila, cargado del camión y pesado del mismo en la báscula




    Mis hermanos Juanvi y Adolfo junto al que suscribe. La segunda imagen muestra a parte de la familia en el salón de la casa del campo.




7 comentarios:

  1. Bonito entorno
    Ideal para unos días de vacaciones...(cinegéticas).
    Saludos.
    PD. Todos esos parajes hay que conservarlos a cualquier precio.

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  2. Todos los parajes del entorno son una verdadera gozada, ideal, como bien dices, para pasar una buena temporada de vacaciones, pero lo que es en la Atalaya y en sus alrededores, lo cinegético está más que flojito. De perdices, conejos y liebres, prácticamente nada. Los hubo en sus tiempos, pero por diferentes motivos, hoy día, cero patatero. Sólo zorzales y algunas tórtolas y palomas son los que alegran a los que nos gusta la caza.

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  3. Amigo Jose Antonio espero que estes disfrutando de la mejor playa como todos los que pisamos esa bentita tierra sabemos. El reportaje es precioso y te comento que por la tierra en la que yo vivo, tambien se estan realizando estas tareas de sacas de corcho y se llevanm a efecto de la misma forma y manera que tu muy bien has explicado. Salud y abroza. LORENZO

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  4. Ufffff madre mia !!!!! En esa finca y en esa casa nació mi padre, no sabe usted lo que me gustaría visitarla.
    Recuerdo a mi abuelo (que fue administrador de esa finca -La Atalaya- cuando trabajaba para una tal "Castellona"-, que fué propietaria de la finca) contandome momentos de su vida y de como vivian allí; Historias de gañanes,... de la saca de este mismo corcho que veo en las fotos, y de infinidad de detalles como del pan que comian (y que guardaban en tinajas y duraba semanas) de los melones, sandias, tabaco y altramuces, etc que sembraban para el consumo de la casa y de los que allí iban a trabajar,Historias de las lindes, de como las recorría a caballo,...en fin, de unos tiempos que parecian mágicos en los oidos de un nieto escuchando durante horas las batallitas de su abuelo.

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  5. Amigo Victor.

    La Atalaya es un pago muy grande que tiene varias partes y según mi tío Juan Lluch, que ya tiene 91 años, a la que se refieres es otra que por aquellos entonces era de una tal Francisco Cantisán y de la que menciona.

    La que yo relato en el artículo siempre ha sido de la familia Sáenz/Lluch.

    Un cordial saludo.

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  6. Pues sí, ahora que lo menciona recuerdo ese nombre en boca de mi abuelo, lo que no sabia es que habia varias partes de La Atalaya, no obstante deben tener algo muy especial todas ellas para que haya dejado marcado a tantas familas.
    Un abrazo.

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  7. Estimado Víctor.

    Me gustaría ampliar los contactos entre paisanos o al menos procedentes del mismo rincón de Andalucía.

    Mi correo es romelluch@gmail.com

    Un saludo.

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