Después de tres fines de semana de abierta la Veda General, el cuarto, es decir, ayer sábado 27, tras llover durante la semana en nuestro coto "La Dehesa" y un poco en días anteriores, echamos el rato de cacería por la zonas no céntricas de la finca, hasta que la hierba crezca lo suficiente y la caza se asiente por dicha zona, ya que en ella hay poco monte y en estos momentos, por la falta de lluvias anteriores y por el ganado, está todo como la palma de la mano.
Pues bien, después de caer sobre unos 60 l/m, correr los arroyos y coger bastante agua los tres pantanos de la finca, por primera vez en lo que va de temporada, creo nos hemos divertido. Las muchas cuevas están húmedas y el conejo está fuera. Así, en plan cacería mixta, desde las nueve horas en que empezamos, hasta las trece en que acabamos. conseguimos quince conejos, seis patirrojas, cuatro liebres y dos ánades reales. Es decir, para partir a dos piezas por cazador, ya que hemos participado trece "escopetas".
El día en cuanto a lo meteorológico, ha estado fresquito y agradable para la actividad cinegética. Es más, a primeras horas de la mañana el "campo" nos regalaba con sus primeros cantos de la temporada.
Obviamente, además de cazar hemos tomado la copilla y hemos pinchado un poco de productos de la tierra, incluso algunos de ellos de la misma Puebla de Guzmán, ya que el amigo Antonio, panadero de la localidad, aparte de un pan serrano digno de museo, nos preparó un roscón preñao de chorizo que quitaba el sentío.
A continuación, se puede ver un pequeño resumen fotográfico de la buena jornada de caza.
En la primera se aprecia cómo ha crecido el arroyo Cobica que hace días estaba prácticamente seco. En la segunda, estoy junto a mi sobrino Rubén con la piezas conseguidas. En la tercera, cuarta y quinta, lo que no es la caza, pero nunca debe faltar en una jornada cinegética.