domingo, 17 de febrero de 2013

SEXTA SEMANA.


        La última semana en la zona baja y penúltima en la zona alta no han sido muy buenas que digamos. El campo sigue igual de malo o peor -canta poco, se atranca o entra mal- y los reclamos empiezan a ponerse fuertes y nerviosos al no tener patirrojas que los animen. De hecho, Chimenea, por primera vez, me ha fallado, ya que, se trajo una collera y al verla de lejos, porque el colgadero estaba muy limpio, y no entrarle, se descompuso un poco y no se vino abajo, por lo cual, el macho que no andaba bueno le dio un recital de cuchichío y piñones, pero terminó por retirarse y llevarse consigo a la hembra. Dos días antes le había tirado un macho que lo entró con gran trabajo -de los de campo y sierra- y, aunque le titeó a la hembra, ésta no quiso entrar e igualmente le dio el sofocón, por lo que supongo que, pocas fechas después, no estaba recuperado del anterior disgusto y no anduvo muy fino. 

         Así, en Constantina -Sierra Norte de Sevilla-, he tirado dos machos y una hembra y, en la Puebla, nada, aunque aquí solo he ido a probar pollos. Pero como todo no va ser malo, he sacado un novel que me ha regalado un amigo de las Alpujarras y me dio un puesto bastante bueno, aunque no escuchó campo, al igual que el rubio de Jabalquinto que le he comprado al amigo Raimundo. El cual tiene una estampa envidiable y un trabajo suave y bonito.

       A continuación algunas imágenes de estos días. En la primera estamos mi hermano Juanvi y yo a la entrada de la casa de la finca del abuelo Vicente, la Atalaya, en Constantina. La siguiente muestra parte de una de las patas del macho que le tiré a Chimenea. Las dos  últimas pertenecen al rubio de Jabalquinto que, como se puede apreciar, tiene una bella estampa.






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