martes, 19 de marzo de 2013

LA "FIEBRE" DEL GURUMELO.






          Esta seta, -Amanita ponderosa- ha salido varias veces en mis escritos, pero, una vez más, vuelve a uno nuevo, ya que, lo de este año no tiene parangón. Es obvio que, al ser una seta muy apreciada en el aspecto gastronómico, es muy buscada por aficionados y personas que quieren sacar unas "pesetillas" con su posterior venta. Esta situación se repite año tras año por estas fechas, más o menos, en esta parte de nuestra Comunidad. Pero, puedo decir, sin lugar a equivocarme que, lo de esta temporada micológica primaveral, aunque todavía no haya llegado dicha estación, raya en lo indescriptible. Como el año está siendo generoso con las lluvias, hay setas por doquier y, desgraciadamente, como hay mucha gente en paro, los campos se están transformando en auténticas ferias. Así, los caminos rurales de algunas poblaciones de la provincia donde se da el gurumelo son auténticos aparcamientos de coches. Si a esto le sumamos que, en cada uno de ellos, lo normal es que vayan dos, tres o cuatro personas, en muchas fincas onubenses, se pueden juntar, en cualquier día de la semana y el sábado y domingo más, muchos y muchos recolectores de este endemismo del suroeste español.

          Si buscamos el lado positivo, podemos decir que, aparte del aficionado que disfruta con la recolección de sus setas favoritas, hay muchas familias que viven de su recolección y posterior venta y, además, una buena parte de gente que se encuentra parada, que es un alto porcentaje, puede llevar "gratis" materia prima para la mesa y, además, como he dicho antes, ayudar a sanear las paupérrimas economías familiares. Así, los mercados de la capital y muchas tiendas de la provincia ofrecen esta llamativa seta que han comprado recolectores y personal dedicado a la compraventa de setas.

Imágenes del negocio del gurumelo en Huelva.






       Por el contrario, este desmedido tirón gurumelero, trae consigo muchos aspectos negativos que suelen dar más de un dolor de cabeza.

           En primer lugar, hay que tener muy clarito que, con el género Amanita,  hay que tener mucho cuidado a la hora de su recolección, ya que, muy parecidas al gurumelo, están las mortales A. verna y virosa y, en esta "locura" que se produce todos los años, puede ocurrir que personas poco puestas en el tema puedan consumir algún ejemplar de los citados. No hay que decir que los resultados son fatales.

          En segundo lugar, muchas fincas particulares sufren en sus propias carnes la tremenda "invasión" de cientos y cientos de personas que, obsesionados con dicha "fiebre", pueden tirar por tierra mucho dinero empleado por los dueños de las mismas. Con ello, surgen grandes problemas entre ambas partes, llegando incluso, en muchos casos, a tener que intervenir la Guardia Civil. Aparte de los diferentes desperfectos que se puedan producir en las alambradas y molestias en el ganado con el constante ir y venir del personal, es época de anidación y puesta de muchas aves, perdiz incluida, y cría de conejos y liebres. No quiere decir que todo el mundo moleste o expolie, ya que, afortunadamente, la gran mayoría no actúa así al estar muy sensibilizados con la flora y fauna. Pero, la intranquilidad siempre existe, al pensar que, desafortunadamente, puede haber quien proceda de forma contraria.

            Por último, hay que tener presente que, al haber mucha gente buscando esta seta, se  recolecta desde sus primeros estadios -papas pequeñas como se les llama por aquí-, por lo que, al no madurar bastante, las esporas no llegan a consolidarse y, por lo tanto, se rompe el ciclo de la vida del reino fungi.


1 comentario:

  1. Hola, aquí tenemos un caso más de "Res Nullius" (cosa de nadie) al igual que la caza o la pesca, no obstante también existen cotos micológicos en diferentes comunidades autónomas, de cualquier forma lo que sí contempla la ley es: El no molestar a las aves durante los periodos de cría o reproducción.
    Saludos.
    ¡Ah! y que pases un feliz día por partida doble.

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