martes, 7 de mayo de 2013

NUESTRA FLORA MEDITERRÁNEA: LAS JARAS



        Las jaras son una parte importante de la flora mediterránea a la hora de conformar el monte bajo o matorral. Lo normal es que, en cualquier rincón de nuestra geografía andaluza, podamos encontrar alguna variedad de estos arbustos. De todas las variedades que pueblan nuestras tierras,  la jara pringosa -cistus ladaninfer- es la más abundante y la de mayor altura, ya que, a veces podemos encontrarnos con ejemplares de más de 2,5 m de altura y enormes troncos que, durante muchos años, se han utilizado en los hornos de cal, para hacer cisco y, en la actualidad, en algunas zonas -entre ellas el Andévalo de Huelva- todavía se emplean para hacer el célebre pan serrano. También, cuando este tipo de jara no esta muy crecida, sus brotes jóvenes se utilizan para la extracción de gomas y esencias. 

       Además, como todos los aficionados al reclamo sabemos, sus frondosas matas han sido utilizadas desde siempre, conjuntamente con otros componentes del matorral mediterráneo, para la fabricación y camuflaje de los aguardos y tantos o farolillos para la colocación de la jaula. Por último, decir que este tipo de jara, como su nombre vulgar nos indica, suelta una pringue o resina pegajosa –el ládano al que llamamos por estas latitudes jarapé- que se adhiere a nuestras manos y ropa. Florece, según las zonas, desde finales de febrero hasta junio y nuestros campos blanquean con sus flores.



            También podemos encontrarnos junto a la anterior, la jara cervuna –cistus popolifolius-, pero, esta variedad prefiere las zonas más húmedas y de umbría.



            Otra variedad muy común es la jara blanca –Cistus albidus-, especie de gran belleza, de color blanquecina y con grandes y bellas flores de color rosa purpúreo que podemos encontrar en zonas de solana.



            Igualmente, cuando salgamos al campo, podemos encontrarnos con la jara rizada –Cistus crispus-. Especie de porte más pequeño que las anteriores que crece formando rodeos y con flores de color rosa fuerte.



        Pues bien, las cuatro especies citadas, más otras variedades, por estas fechas, m,as o menos. están en plena floración y, por consiguiente, dan a nuestros campos un maravilloso e inigualable toque de belleza y hermosura.

         Por último decir que las jaras se han utilizado desde siempre, aparte de la fabricación de productos de perfumería y resinas, como medicina tradicional para muchas dolencias. 

Bibliografía: Wikipedia.


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