domingo, 23 de junio de 2013

NUESTROS CAMPOS SE ESTÁN QUEDANDO VACÍOS.


        No sé con seguridad lo que está ocurriendo en los muchos rincones de nuestra Andalucía, pero por lo que respecta a esta zona occidental, nuestros campos, al menos en la opinión del que suscribe, dan pena en lo que se refiere a lo que fue su maravillosa fauna. Se cuidan al máximo, pero cada día que pasa, por muchos motivos que últimamente confluyen y que no voy a recordar, porque están en la mente de todos/as, empiezan a coger "una cuesta abajo" muy peligrosa.

        Para aseverar lo que estoy diciendo, ayer mañana, estuve en mi coto para dar una vuelta y rellenar de trigo los veinte comederos que tengo fijos durante todo el año, y pude volver a comprobar que muchos encantos que antes nos ofrecían nuestras tierras están desapareciendo. No sé si tiene mucha importancia que, a día de hoy, aunque nos hartemos de patear por nuestros campos, ya no nos tropecemos con los antes abundantísimos saltamontes, que no escuchemos el llamativo y repetitivo canto de los grillos, que prácticamente no veamos ni una libélula, muy pocas mariposas y otros llamativos insectos... Que los tejados de los caseríos estén vacíos de gorriones y/o tordos/estorninos, que las esquivas mirlas no salgan emitiendo sus tradicionales sonidos de alarma, que no se escuche el atractivo arrullo de nuestra tórtola común en lo que se supone época de anidación, que no veamos en el viejo tronco de una centenaria encina al vistoso lagarto ocelado y cada día menos lagartijas... Que nuestros queridos conejos, un poco inocentones por estas fechas, no nos alegren nuestras ansiosas retinas con sus continuos ir y venir en las todavía frescas mañanas de finales de este junio, que a mamá perdiz sea más difícil verla cada día cuidando a su encantadora  y nutrida prole... En una palabra, muchos encantos se empiezan a echarse en falta, al menos para quien los ha conocido.

       Sin embargo, proliferan otros componentes de nuestra fauna -que también es bueno-: zorros, meloncillos, jabalíes, cigüeñas, todo tipo de águilas... Especies, la mayoría protegidas y que,  se quiera o no, están también ayudando a la regresión de lo poco que hay por estos años. Antes no eran problema, ya que sobraba de todo. Hoy...

       Si ir más lejos, en la imagen que viene a continuación tomada en mi coto en el día de ayer, se puede ver como esa gran rapaz -no sé con seguridad el tipo de águila que era- vigila desde su atalaya, lo que ocurre a su alrededor. El poste de la luz donde espera, está al lado de uno de los comederos de la finca. No es la única que hay en la finca.


PD. Por cierto, dentro de quince días se abre la veda y, desgraciadamente para los cazadores, que aunque les duela a muchos /as, somos los de los que más cuidamos los hábitat y la fauna que, muy a pesar nuestro, va quedando..., echaremos algunos ratos para, al menos, sacar algún beneficio, aunque sea comiendo -después del disgusto de turno-, del mucho dinero que invertimos. En muchos de los casos, por no decir en casi todos, una auténtica burrada de los, ya de por sí, escasos euros.

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