martes, 10 de junio de 2014

LA VARIADA Y RICA DIETA DE NUESTRAS PERDICES EN LIBERTAD.

              Existen muchos estudios sobre la alimentación de nuestra perdiz roja salvaje e, incluso, en algunos de ellos, se dan los porcentajes de los nutrientes que forman parte de la dieta de ella.

            Ahora bien, no siempre los datos expuestos, basados en la investigación llevada a cabo con muchos ejemplares de nuestra Alectoris rufa, son totalmente ciertos, no porque haya errores, en su concreción, sino porque cada hábitat es un mundo y los que forman parte de un determinado ecosistema se tienen que adaptar a lo que les aporta el terreno donde viven, dígase su flora y su fauna. Es más, aunque siempre hemos leído que el agua –otro nutriente e indispensable para la vida- es parte fundamental en cualquier dieta, puedo decir que muchos rincones de nuestra querida Comunidad, en donde, afortunadamente, a día de hoy, quedan muchas perdices autóctonas, no tienen, en el tórrido verano, ni una gotita de agua. Lo poco que queda de los meses lluviosos y poco más. Por consiguiente, cuando llegan los interminables días de los calurosos meses del estío, lo que queda y es bien poco, son las pocas gotas de rocío que resbalan por las hojas de la poca vegetación que subsiste. Pero ya está, ni un solo río, ni fuente/manantial, ni pantano…, en muchos Km a la redonda
           
            Desde semillas de las muchas gramíneas que forman nuestra rica flora mediterránea, pasando por las diferentes partes de multitud de plantas, frutos diversos, gran variedad de invertebrados, minerales…, podemos decir que, nuestra reina de los bosques, aun en terrenos áridos y de poquísima producción, en cualquier época del año, pasándolo muy mal por la escasez de alimentos, está siempre como “una  pelota”. Y esto es así, porque si nos ponemos a analizar los alimentos del buche de ellas, cuando las limpiamos para preparar cualquier plato, nos encontraremos con lo más insospechado que nos podemos imaginar. Así, desde trigo hasta raíces diversas, pasando por hormigas de alas o bellotas enteras, lo que podemos hallar es su “despensa” es de lo más variado.

            Pues bien, esta mañana he pelado y limpiado cinco perdices de la pasada temporada para hacerlas en salsa y, curiosamente, uno de los machos, un buen garbón aunque de suelta, tenía en el buche, además de semillas y verde, doce mortiños/arándanos –lo que nos demuestra que tiene “una buena boca” y que no le hacen ascos a nada-. Cinco muy estropeados y siete, como se puede ver en la imagen, en perfecto estado. Esto nos indica que, por muy malo que se el terreno donde viven nuestras perdices, en cuanto a productividad, ellas siempre encuentran el sustento. Andan bastante para ello, pero, al final de la tarde, cuando se dirigen a los dormideros, han conseguido los nutrientes más o menos necesarios.

En las dos imágenes siguientes se pueden ver los mortiños que había en el buche del "dueño" de las patas que vienen a continuación. No es que sea extraño verlo, aunque no común. Otros frutos silvestres como los madroños, acebuchinas, charnequinas, perótanos, majoletos, moras..., también forman parte de la dieta de nuestras patirrojas.



Pd. Un amigo y aficionado, Pedro Rodriguez, del Cerro de Andévalo, hablando sobre el tema me contó, ayer por la tarde que, al abrirle el buche a un macho hace unos años, se encontró con la sorpresa de que tenía en en el mismo, una cagarruta de conejo.

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