lunes, 27 de enero de 2014

MONTERÍAS 2013/14. MANCHA "LA PERRUNOSA".


            Ayer, se dio la mancha “La Perrunosa”, una de las últimas monterías programadas por la Sociedad de Cazadores del la localidad.

            En ella, como el día de “Los Charquitos/Cacholos”, he tenido la suerte de abatir el bonito ciervo de la imagen que viene a continuación de entre un total de  19 venaos y seis marranos con la que concluyó la montería.


            Luego, una vez concluida la jornada montera, como tantas y tantas veces, echamos un rato formidable con los demás monteros de la localidad.
    


miércoles, 22 de enero de 2014

RECLAMO 2014. EL PRIMER SOFOCÓN


                                                                               Preciosa salida del sol por Los Cabezos de la Peña.
           El otro día escribía en el artículo “Al primer tapón, zurrapas” lo siguiente: “… Esto nos demuestra que, año tras año vuelve, a repetirse la historia. Apertura y en un alto porcentaje, fracaso. Cuando no es por el campo, es por la jaula, cuando no por la lluvia, cuando no por el viento, el frío, labores agrícolas, el ganao, las rapaces… En una palabra, siempre ocurre algo para lo que hace poco era una gran ilusión, en no muchos días, se transforme en todo lo contrario”.

            Hoy, después de dos día en el campo y dar cuatro puestos, me reafirmo en los anteriormente plasmado. Por consiguiente, tengo que decir que nuestra afición tiene un par de narices. Los enanos, con todos mis respetos para ellos, crecen en nuestro “circo”.

            Hasta ayer cuando me levanté para dar inicio a la temporada 2014, la ilusión era grandísima: reclamos bien mudados, sanos, rojos, cantarines, mansos… Luego, al llegar del campo tengo que decir, como el amigo Rogelio –Carmo de Jauleros Andaluces- escribía hace unas fechas, que ha sido un auténtico fracaso. Agua, viento, campo mudo y, lo peor, jaulas para zamarrearlas. Sólo un pollo del año -al que le he tirado un buen macho- y Chimenea se han salvado de la quema. Del resto, mejor no hablar (a lo mejor no les ha sentado bien el gran cuido que han tenido durante todo el año).


En la imagen siguiente se puede ver al pollo con el macho a sus pies. El vídeo nos muestra a Chimenea cantando de mayor.



            Esto es la afición al reclamo, disgustos y más disgustos. Para una alegría, diez sofocones.

            Pero como todo no va a ser negro, en el sembrado anexo a la casa anda esta pareja. Esperemos que como hace algunos años hacía otra collera, críe por allí.


lunes, 20 de enero de 2014

EL PRIMER TIRO Y SU IMPORTANCIA.


         No es ninguna novedad, ni voy a plasmar nada que no se haya relatado con anterioridad en cualquier tertulia cuquillera, pero, decir que, en la mente de todo aficionado/a, tiene que estar clarito como el agua misma que, mucho de lo que le ocurra a un pollo, después del primer tiro que le hagamos, tiene bastante relación con esa primera vez que le hayamos apretado el gatillo.

            Obviamente, como un compañero escribía no hace mucho en el foro de Jauleros Andaluces,  al “fenómeno” le da igual todas las “perrerías” que le hagamos, aunque yo digo que todo tiene un límite. Pero ese primer disparo con que bauticemos a un pollo que pinta de maravilla, o acertamos de pleno en el mismo o, con casi toda seguridad, lo pagaremos con creces. Es más, si no tenemos seguridad de que la patirroja de turno va a quedar “echa un taco”, mejor desistir, ya que sin tiro, no debe haber resabio.

            En base a lo anterior, opino que varios  principios básicos, y algunos más,  no debemos olvidar.

-      No se debe sacar un pollo hasta que se aprecie que se encuentra con garantías suficientes de ir a la mata.

-      Opino que no debemos dar con un pollo el primer puesto de la temporada. Y lo creo así, porque puede ocurrir que, con los nervios del primer disparo, podamos errar.

-      Nunca se debe colgar un pollo en el puesto de alba, ya que éste presenta muchos inconvenientes para un novel.

-      Las carambolas pueden ser buenas, si se dejan a ambos secos. Pero muchas veces esto no ocurre y uno de los componentes del par e, incluso los dos, pueden quedar vivos y ya sabemos todos/as lo que ocurre.

-      Ni que decir tiene que un tiro fuera de sitio o en el momento que no esté recibiendo, resultará fatal para el futuro del pollo.

-      Debemos apretar el gatillo cuando nuestro nuevo reclamo esté recibiendo de pico, no de pluma –con bulanas-. Si lo hacemos de esta última forma, el de turno se irá acostumbrado a una manera de recibir no muy “técnica”.

            En resumidas cuentas, a los jóvenes reclamos, como a todo/a el que comienzan los aprendizajes, debemos ofrecerles lecciones positivas para que sobre cimientos sólidos y bien estructurados puedan desarrollar, en el futuro, todas las buenas maneras y recursos que se le supone a un reclamo.

            Como final decir que, hace ya unos buenos años, tuve un pollo de Paterna de la Ribera –regalo de mi hermano Juanvi- con una pinta envidiable y, en su tercer puesto, después de otros dos bastantes buenos pero si entrarle el campo, le tiré un macho de respeto tras un trabajo encomiable. Tuve la mala fortuna de darle un plomo de cabeza y, aunque muerto, el campero botó delante de él en su agonía. Pues bien, ahí quedó. Nunca más volvió a ser “gente”. Así que pongamos todos los medios de los que disponemos para no ser culpables de estropear algo bueno que llega a nuestras manos, cosa que no ocurre todos los días, sino todo lo contrario. Y que la suerte nos acompañe. También hace falta.

PD. Publico este artículo a horas tan tempranas porque, dentro de poco, me marcho para dar comienzo mi temporada en “La Dehesa” de Puebla de Guzmán.

domingo, 19 de enero de 2014

RECLAMO 2014. "AL PRIMER TAPÓN, ZURRAPAS".


              Esta mañana, después de una noche infernal de viento y agua en Huelva, me he trasladado a El Almedro, para debutar. He ido porque las locuras que hacemos los jauleros no tienen parangón. Desde la capital, por el camino y cuando he llegado a la finca “La Solana de la Corte”, he ido comprobando un panorama un poco desolador: el viento seguía irresistible y algunos árboles y muchas ramas en las cunetas. Una vez allí, no he llegado a bajarme del coche, ya que, con los años, las barbaridades llegan hasta un punto. Así que, cuando llegó Jesús Gómez, el dueño de la finca, he enfilado para el lugar de partida.

            Lo bueno de la mañana, ha sido que, mientras esperaba a Jesús, se me han venido un bandete de patirrojas de "careo" y picoteando restos de bellotas hasta el mismo coche y, como allí no cuelga nadie, más arriba o más abajo estarán para otro día.

            Esto nos demuestra que, año tras año vuelve, a repetirse la historia. Apertura y en un alto porcentaje, fracaso. Cuando no es por el campo, es por la jaula, cuando no por la lluvia, cuando no por el viento, el frío, labores agrícolas, el ganao, las rapaces… En una palabra, siempre ocurre algo para lo que hace poco era una gran ilusión, en no muchos días, se transforme en todo lo contrario.

            La parte positiva de todo es que, si no fuera por los muchos contratiempos que rodean al reclamo, el campo se quedaría sin nuestra reina de los bosques.

viernes, 17 de enero de 2014

SAN ANTÓN.


       Nuestro sabio refranero español, entre sus muchos entrecomillados, tiene uno dedicado a nosotros/as, los aficionados al reclamo: “Por San Antón, cada perdiz con su perdigón”.

            Pues bien, hoy 17 de enero es la festividad de San Antón, es decir, unos de nuestros días. Por ello, desde Huelva, quiero desearos a todos/as que el inicio de la veda que comienza mañana sea una autentica alegría para todo aquel que se sienta cuquillero/a.

Saludo y feliz “cuarentena”.

SEGUIMOS CON LOS PUESTOS.



        Ayer, en una mañana de niebla y mucha humedad como se puede apreciar en la imagen anterior, perteneciente a los Cabezos de la Peña, anduve por el coto "La Dehesa" de Puebla de Guzmán, rellenando de trigo los comederos y, de camino, preparando los primeros puestos para cuando se inicie la temporada.


        El campo, como se puede ver en las fotos, con el agua que ha ido cayendo en las últimas fechas, se está poniendo precioso. No llueve mucha cantidad, pero como es casi a diario, la humedad se mantiene y no hace frío, la hierba está creciendo y todo está volviendo a lo que debe ser el panorama por estas fechas. De camino, nuestras patirrojas ya están casi todas emparejadas y solo quedan algunos pequeños bandos de cuatro o cinco ejemplares. Así, la semana próxima, podremos hablar de cómo comienza esta temporada del reclamo. En principio, aunque el otoño ha sido seco, los cambios meteorológicos últimos invitan a pensar que puede haber suerte. Luego, una vez en la "plaza"...

martes, 14 de enero de 2014

ALGUNAS DE MIS PAREJAS DE CANARIOS REPRODUCTORES.


            Entre mis parejas de cría de timbrados españoles, tres de ellas proceden del “hierro” de José Luis Plaza, veterano y consagrado criador nacional  nº J-665, afincado en la localidad onubense de El Campillo. Pues bien, estas tres colleras, todas ellas de color verde y machos de 90 puntos -anillas números 41, 46 y 71- en concursos de canto, son de una línea inmejorable, teniendo padres con planillas de 92 puntos (anillas números 17 y 19 de 2012 del citado criador). Las hembras tienen por anillas los números 26, 40 y 89 de 2013.
Imágenes de los machos citados por el orden en que aparecen anteriormente




En el siguiente vídeo se puede apreciar el canto del nº 46


         Esperemos que, de estos pájaros con pedigríes de mucha calidad, más otros que ya iré poniendo en otro momento, pueda conseguir buenos ejemplares que en un futuro próximo me den muchas satisfacciones. He apostado fuerte desde el principio, porque, creo que, para empezar, cualquier “negocio” debe hacerse con los mejores mimbres y, no hay dudas que estos canarios, en principio, lo tienen: muy buena procedencia, magnifica música y bella estampa. Luego, a final de año se verán los resultados, Lo que si está claro es que máximos cuidados no les faltarán, ya que, cuando comienza la cría, sobre mediados de marzo, la caza del perdigón ya ha finalizado y, por lo tanto, tendré todo el tiempo del mundo en esas fechas,

           Por último, decir que, al estar mucho tiempo alejados del mundo del canario perdí mi antiguo número de criador nacional de timbrados, por lo que se me ha asignado uno nuevo: HB-40.

lunes, 13 de enero de 2014

EMPEZAMOS CON LOS PUESTOS.


                                      Vista de parte del terreno con uno de los molinos al fondo.
        Cuando entramos en la semana anterior a la apertura de la veda de la Perdiz con Reclamo, el compañero Pepe Moyo y el que suscribe, nos hemos trasladado hasta la localidad andevaleño de El Almedro, para preparar unos puestos en la finca “La Solana de la Corte”, donde, invitado por el amigo Jesús Gómez, dueño de la propiedad, daré algunos puestos esta temporada.

            El terreno -encinar salpicado de un poco de pinar-eucaliptar y monte bajo-, muy escarpado y pedregoso, pero muy soleado, es un lugar ideal para las patirrojas que todo el mundo soñamos: la perdiz roja española. No es muy grande –está anexionado al acotado "El Pocito"-, pero tiene cinco o seis colgaderos preciosos en lugares estratégicos y muy querenciosos. De hecho, hemos volado algunos pares en las cercanías de donde hemos preparado los puestos y, además, el campo, tras noche lluviosa, cantaba bastante.

            Como curiosidad, decir que, en esta finca, debutó hace cuatro años mi reclamo Chimenea. En aquella ocasión, una mañana fría, lluviosa y ventosa, conseguí tirarle una hembra, tras un gran trabajo para meterla en plaza y soportar el tremendo ruido de las aspas de un molino de viento cercano al matojo.

Dos imágenes del primer puesto que hemos preparado en la mañana de hoy. La primera muestra el farolillo y la plaza. La segunda, donde se ve a Pepe Moyo cortando unas jara, el lugar donde pondré el aguardo.



viernes, 10 de enero de 2014

AL ALBA.

       
Al hilo del artículo anterior, traigo al blog este relato de mi primo Jerónimo Lluch, publicado en la revista Trofeo Caza en el pasado año. 

Aún es noche cerrada cuando llego al colgadero. Reviso brevemente el puesto de monte para comprobar el estado en que se encuentra y, tras colocar a mi pollo en el matojo, hecho con matas del campo, me acomodo en el aguardo esperando el deseado amanecer.

Cuando los primeros rayos de sol acuchillan la noche, que fallece entre brumas, y el perfil de la línea del horizonte comienza a dibujarse en la distancia, el reclamo inicia un suave dar de pie rematándolo con algún que otro piñón que inunda mi aterido cuerpo de placenteras y emocionantes sensaciones.

Cantan las primeras camperas, unas cerca, más distantes otras, y el pollo engallado comienza a retarlas con un insistente y prolongado cuchichío y unos cortos embuchados, aviso de la probable entrada en plaza de un garbón que se escucha cada vez más cerca del pulpitillo.

Son minutos felices, inenarrables momentos los que vivo vaticinando lo que está por venir. El corazón parece quererse salir del pecho y un continuo temblor, más propio de mi estado de ánimos que del frío que soporto, se apodera de mí, momento tras momento, sin que pueda controlarlo ni remediarlo.

Bien saben  los buenos cuquilleros, los aficionados al reclamo, que no exagero al reseñar situaciones que otros muchos habrán vivido, gozadas o sufridas según haya sido el desenlace final de ellas.

Continúa el pollo con su buen hacer, con su prolongado trabajo, más propio de un reclamo versado que de un principiante en estos menesteres, pero el campo hace una prolongada callada, bien presagio de un silencioso desplazamiento hacia el puesto o de una evidente falta de celo.

Se rompe el silencio por algún que otro vuelo de perdiz que abandona “la queda” de la noche para ir a buscar el cotidiano sustento.

El pollo, que parece escuchar atentamente, se altera algo con las continuas idas de sus congéneres, pero tras otro corto titubeo vuelve a las andanzas proclamando que en estos contornos es el macho más bragao.

¡Tremendo sobresalto! A escasos metros de la plaza, el recio reclamo de un competidor hace que monte la escopeta vislumbrando la inminente entrada del campero a la pelea.

Callada del reclamo que, sorprendido, permanece inalterable en la jaula. Cortos embuchados del campesino e inicio del cuchicheo envalentonado por el silencio de la jaula.

Un enorme malestar me invade temiendo el acobardamiento de mi pájaro ante la llegada de tan rotundo competidor que, arrastrando las alas, irrumpe en la plaza para dar cuenta del inoportuno mequetrefe. Pero…¡sorpresa, sorpresa, sorpresa! Ya está el pollo recibiendo. Con un dar de pie apenas audible acepta el reto del macho, y sólo el continuo movimiento de su gorguera manifiesta que procede como mandan los cánones cuquilleros, al igual que reaccionan los buenos reclamos, los pájaros de bandera.

Ensimismado, dejo el garbón largo rato encarado con la jaula, dando vueltas y más vueltas a su alrededor e intentando subirse al pulpitillo. Cuánta razón tenía mi hermano al decirme: “Niño lleva el pollo al alba, verás qué buenas hechuras tiene”.

Apunto y vuelvo a apuntar, el pulso me tiembla, no puedo fallar el macho, sería una malísima lección para mi pájaro novato y principiante.

Algo más relajado presiono el gatillo y truena la sierra. Con los ojos abiertos como dos tazas observo por la tronera cómo el campero abatido yace inerte en el suelo, a la derecha del matojo.

La jaula no se ha cortado al disparo, con un suave dar de pie carga el tiro derecho y arrogante como él solo.

¡Ole, ole y ole! Exclamo “por lo bajini” mientras abro la escopeta para sacar el cartucho, y no le toco las palmas a mi héroe por tener ocupadas las manos en dicho menester.

Ahora ya se sube el pollo con reclamos de cañón, anunciando a los cuatro vientos su triunfo y su victoria, y mirando al garbón, picotea la esterilla en la jaula una y otra vez.

Mientras tanto, la mañana se va adueñando del campo llenándolo de sinfonías diversas y relajantes, que me sumergen en un agradable bienestar.

No alargo más el puesto. Pausadamente salgo del tollo sonando los dedos a modo de palillos y me aproximo a la jaula a la que dedico los más rendidos y enamorados piropos.

Ya de vuelta al cortijo, con el ánimo henchido de inolvidables sensaciones, casi sin pensar, sin darme apenas cuenta, brota en mis labios el suave susurro de un añorado deseo: “Tenemos pájaro Vicente, tenemos pájaro”.



lunes, 6 de enero de 2014

AL ALBA, ¿UN PUESTO VENIDO A MENOS?

   
        “…Cantaban los gallos y Litri y Chamaco, los mastines de la finca, imponían el respeto con sus aterradores ladridos... 

             Aquella mañana de mediados de febrero  se presentaba no muy agradable, hacía frío y lloviznaba. Aun así, el abuelo Vicente, tras departir un rato con Manolillo, tomar unos sorbos de café negro y calentarse en la siempre acogedora chimenea, mientras le daba unas grandes chupadas a su buen líao, se echó a la espalda a Facultades, se metió cuatro o cinco Orbeas recargados en el bolsillo de la pelliza y, tras decirme varias veces que no fuera con él, ya que, la mañana no estaba para jugar, cogió su “Jabalí” de un caño, abrió la puerta del cortijo y enfiló para el puesto del Castañar, aguardo no muy lejano de la vivienda. Tras unos segundos de duda, yo, que no quería perderme lo que se avecinaba, me puse mi capote, y mis katiuskas y, tras decirle a la abuela –todavía en la cama-,  que me iba con el abuelo,  salí rápidamente tras él.

            No tardé en alcanzarlo y, tras tener que escuchar las enormes barbaridades que salían de su boca, se puso el dedo en los en señal de “cerrar el pico” y me indicó que escuchara. Aquello era una verdadera maravilla: revuelos y pichoteos por doquier, perdicillas que habían pasado en soledad la fría noche cantando sin cesar, machos pregonando sus dominios… Estaba claro, íbamos a dar el puesto de alba. Eran poco más de las siete y media de la mañana… ”
                                                                                                         Recuerdos de antaño.


            Hace algunas fechas, Juan Luis -de Solopluma- hacía un comentario sobre el puesto de alba. Pues bien, atendiendo a su deseo, intentaré plasmar sobre el papel lo que pienso sobre, lo que un día fue, hoy creo que no tanto, el santo y seña de la caza de del Reclamo. Como además, la apertura de la veda se nos viene encima, es un buen tema a debate.

            Y es así, ya que, hace ya algunos años, bastantes por cierto, los aficionados solían dar con bastante asiduidad este puesto. Entre otras razones porque, a primeras horas de la mañana podía “echar mano” a su labores profesionales, en muchos casos, la agricultura o ganadería. Pero no sólo ellos, sino que la mayoría de los cuquilleros tenían en “en el alba” su puesto favorito.

            Con los años, y siempre desde mi punto de vista, este puesto ha ido decayendo y, a nivel personal, creo que no se da mucho. Es más, muchas veces se habla de él, cuando lo que realmente se ha llevado a cabo es un puesto de sol tempranero. Es decir, colgar con las primeras luces del día.

            Cuando hablamos de puesto de alba o de “revolá” como también se llama por otras zonas, hablamos del puesto en el que destapamos al reclamo cuando falta bastante para el amanecer. Es decir, noche cerrada.

           Tiene su encanto, no lo dude nadie, pero, también, muchos inconvenientes. Dentro del primero, como todo el que lo haya dado, sabe, las patirrojas camperas están en plena “efervescencia”: revuelos en busca del “desayuno”, cánticos de machos y hembras cuando empiezan a estar en su punto álgido, vueltas a sus lugares de querencia… Es decir, una verdadera algarabía. Por ello, hay quien piensa que es un puesto ideal para los pollos, ya que, al escuchar mucho “campo”, el que tenga sangre no dudará en responder -aunque no es bueno que los pollos se acostumbren a escuchar el campo para salir-. Ahora bien, como puede ocurrir que las patirrojas entren a plaza con poquísima luz, o se puede errar el tiro o, con toda seguridad, se verá la iluminación del disparo, ambas cosas no muy agradables para el novel de turno.

            Como aspecto positivo también hay que citar que se pueden detectar perfectamente el lugar por donde se mueven las patirrojas y que suele ser un puesto tranquilo al no ser una hora de mucho movimiento de personas y vehículos. Por el contrario, a esas horas, la perdiz no suele entrar muy fácilmente al reclamo, ya que está ocupada en otros menesteres más importantes como es la búsqueda de alimentos, a no ser que tengamos la suerte o sapiencia de pisarles el terreno . Por último, no se nos olvide que, a esas horas de la mañana, hace frío y, algunos días,  bastante. Por consiguiente, creo, y vuelvo a repetir que, hoy día y, desde hace muchos años, se da poco.


miércoles, 1 de enero de 2014

MIS CANARIOS.



            Con el año nuevo, todo no va ser perdices. Por tanto, quiero que mis canarios,también formen parte de mi éste "rincón particular". Canarios timbrados, de canto, de los que en una casa no dan la lata, sino que, con sus maravillosas notas, si es que las tienen, le alegran el sentío al más principiante en estas lides.

            Pues bien, como decía hace algunas fechas, el amigo bloguero, José Antonio López de “Caza e Ilusión”, hay que hacerse de reproductores que merezcan la pena para obtener buenos resultados. Y, humildemente, dentro de lo mal que está la vida, creo que he conseguido unas más que aceptables parejas. Así, Juan Aquino, Antonio Pera, Pepe Fábregas y José Luis Plaza, todos ellos criadores nacionales onubenses, me han cedido muy buenos reproductores, con los que, dicho sea de paso, tengo más que suficiente para “perder el tiempo” cuando acabe la caza del perdigón, allá por mediados de marzo. 

         Si "vivimos" para esas fechas, Dios lo quiera, este año, echaré para criar una pareja de amarillos, una pareja de isabelas y, el resto, de verdes.

En el siguiente vídeo, se puede ver el pequeño tinglado que he dispuesto para la cría. De fondo, se puede escuchar algún reclamo que pueda que no esté de acuerdo con los que he hecho. Su "rajeo" así lo demuestra.