lunes, 25 de mayo de 2015

CELO MÁXIMO EN NUESTROS RECLAMOS

Finales de abril, mayo y principios de junio, hasta que empieza la pelecha, son meses del año en donde nuestros reclamos adquieren el mayor grado de celo.  De esta manera, junto con el gran volumen de la heces y los maullidos clásicos, nuestros pájaros de jaula están casi todo el día machacándose con sus cantos, principalmente el cuchicheo. Y cuando hablo de día, incluyo sus correspondientes madrugadas, puestos que, muchos de ellos, desde bien temprano ya están dando la tabarra. De hecho, hay veces que nuestros vecinos nos llaman la atención porque, desde las cinco o las seis de la mañana, empiezan las “sinfonías” y, quien no tenga el sueño pesado, desde esas horas comienzan a “contar borregos”. En una palabra, no pegan un ojo. Por ello, hay que ser respetuosos y poner todos los medios a nuestro alcance para que el canto de nuestros reclamos comience mucho más tarde. Por tal motivo, tengo la costumbre de cerrarles las persianas hasta la oscuridad total y, con ello, postergar unas horas sus cánticos. Igualmente, como no los tengo en los cajones de muda todavía, tengo que darles tierra cada dos por tres y así calmarlos un poco. Incluso, a veces, tengo que levantarme de madrugada y encenderles la luz, puesto que de esta forma, aminoran la intensidad de sus notas.

Pues bien, como se puede apreciar en este pequeño vídeo que le he grabado al Alpujarreño, el personal está casi todo el día medio dormido, pero curicheando y piñoneando sin cesar. Además, como también se puede advertir, el maullido o suspiro también forma parte de la sesión musical.

https://www.youtube.com/watch?v=064R4AMJRNw

No todos tienen el mismo celo, puesto que con la caída de las primeras plumas, el reclamo de turno baja su celo y deja de cantar de forma constante, como ya le está ocurriendo a algunos de mis pájaros y se puede observar en la siguiente imagen de uno de los casilleros.


sábado, 16 de mayo de 2015

MUCHO COLORIDO, PERO POCAS NUECES.

El mes de mayo, tradicionalmente, ha supuesto para nuestros campos la explosión policromada de cientos de especies que conforman parte de la flora mediterránea. Así, la primavera, en su punto álgido, pone en nuestras manos los maravillosos y entremezclados tonos amarillos, azules, rojos, verdes, marrones, blancos…, que llenan de belleza y colorido cualquier rincón de nuestra tierra andaluza. De esta manera, un paseo por el campo a horas donde el calor no apriete en una verdadera gozada para nuestros sentidos, puesto que, aparte de la tupida alfombra multicolor que cubre cualquier paraje, hasta nuestro oído llegará el fascinante y cautivador canto de muchas aves que componen nuestra rica avifauna. Jilgueros, verderones, pardillos, chamarices, trigueros, alondras, los enigmáticos ruiseñores… y como no, los solitarios, por estas fechas, machos de perdiz participan con su música en fascinadores conciertos al aire libre.

En el enlace siguiente se puede escuchar el canto del ruiseñor. Está grabado hace unos días en la Dehesa.

Sin embargo, hace tiempo que vengo percibiendo que otros muchos componentes de nuestra fauna, invertebrados por más señas, están desapareciendo de nuestros campos. Así, los conocidos y abundantes saltamontes, las bellísimas libélulas, los curiosos escarabajos, las señoriales mariposas, las pesadas chicharras, los cantarines grillos… y un sinfín de insectos, cada día cuesta más trabajo tropezar con ellos. De hecho, el otro día que estuve en mi coto La Dehesa de Enmedio en Puebla de Guzmán intenté dar con algún grillo y, aunque parezca imposible, no escuché ni uno. Ni yo, ni las personas que me acompañaban, pudimos saborear su peculiar cante, cuando no hace mucho, había ejemplares de este pequeño insecto por todas partes.

Lo que digo, aunque parezca que no tiene la mayor importancia, creo que si nos paramos a pensarlo un poco, nos daremos cuenta que sí la tiene, tanto que, nuestras perdices jóvenes, por poner un ejemplo, necesitan comer estos “bichitos” que, como bien sabemos, aportan las necesarias proteínas. No sé cómo estará la cosa por otros lugares andaluces, pero por aquí, lo que he dicho anteriormente es una realidad.

 Y si hay pocos invertebrados, no digamos conejos. De esta manera, si hace unos años cualquier terreno, por estas fechas, estaba lleno de ellos, a día de hoy, casi han desaparecido, vuelvo a repetir, por estos lares. Es duro decirlo, pero es así. Uno tal cual, y poco más. Cuidados máximos, poca caza, comederos con grano durante todo el año, control de alimañas..., pero nada, nos estamos quedando, o mejor dicho, nos hemos quedado sin lo que llenaba antiguamente la mochila: el conejo.

Estos conejillos, ocho de diferentes tamaños y edad, más una camada recién nacida, componen nuestra pequeña reserva. Están vacunados y esperemos que algún día les podamos abrir la puerta y llenen nuestro coto. Por el momento, ahí están: bien alimentados y felices.


Pd. Posiblemente, porque hay gente "pa to", haya quien piense que esto que ocurre es el resultado de tanto cazador por el campo.

lunes, 4 de mayo de 2015

ENTRAMOS EN EL ECUADOR DE LA CRÍA DE CANARIOS.

Tradicionalmente, al menos por nuestras latitudes, los meses punteros para la cría del canario son abril y mayo, además de marzo y junio. Pues bien, superado abril, entramos en el mes que, al menos para mí, es la época fundamental de la cría. Ahora, las parejas se encuentran en el cenit del celo y la mayoría de las puestas son de cuatro, cinco o seis huevos y, además, suelen ser casi todos fértiles.

Ya, los primeros pollos o pichones se encuentran en las voladeras e, incluso alguno de ellos, lanzando al aire sus primeras y torpes notas.

De camino, con la llegada del buen tiempo y los calores primaverales, los ácaros y piojillos empiezan a estar a la orden del día si no se hizo una buena desparasitación de habitáculos antes de comenzar la cría. Por tanto, el Pulmosan (Ivermectina) y el ZZ Cupex (Permetrina), aunque se limpiara todo bien en su momento, están a la orden del día, puesto que, por muy bien que se desinfecte, siempre quedará algún parásito. La historia es que no se nos venga una plaga al nuestro aviario.

       Una gran mayoría de canaricultores dan por terminada la temporada de cría al finalizar este mes, por dos razones: una para que los pollos lleguen a final de año con la suficiente madurez para participar en los diferentes concursos, la segunda razón no es otra que la de no desgastar mucho a las hembras con las funciones propia de la cría.

Cinco imágenes de la cría 2015. Las tres primeras pertenecen a tres nidadas diferentes. La cuarta nos muestra a una madre en el nido y sus pollos solicitándole comida. Por último, en la  quinta, podemos ver un jaulón voladera con algunos pichones.






           La imagen que viene a continuación, nos ofrece una curiosidad en el tema de la fertilidad de las puestas. De esta manera, si nos fijamos bien en la coloración de los cinco huevos que la forman, nos daremos cuenta que su tonalidad es diferente, puesto que, cuatro de ellos tienen un tono azulado brillante y uno tira a marrón apagado, Pues bien, los primeros son fértiles y eclosionarán, si no surgen ningún problema. Sin embargo, el de color mate está claro o huero y, por lo tanto, no ha desarrollado embrión.


           Por último, recordar que la cría de canarios en general, bien de canto, de color o de postura requiere del correspondiente criador una atención constante. Si alguien piensa que el tema consiste en echar una serie de parejas y darle un vistazo de vez en cuando, esta en un terrible error. La cría necesita muchas horas diarias al lado de los reproductores y sus crías, puesto que, aparte de ofrecerle una alimentación variada, hay que estar al tanto del aviario continuamente para evitar en lo posible o subsanar los muchos accidentes que se producen en el periodo de cría.