viernes, 9 de septiembre de 2016

LOS RECLAMOS “ESTRELLAS” DE LAS FERIAS DE LA CAZA


Q
uiero dejar bien claro desde el principio que lo que voy a exponer a continuación solo refleja mi opinión personal y que, por lo tanto, puedo estar equivocado por completo, pero los muchos años que llevo en este mundillo me facultan para hablar sobre el tema, si no con base científica, si dando mi punto de vista basado en lo visto año tras año. Igualmente, no deseo con este artículo coartar la idea de quien tenga en mente adquirir un reclamo ya enjaulado en una de las muchas ferias cinegéticas/de la caza que pronto empezarán a proliferar en diferentes puntos nuestra tierra andaluza.
         Partiendo de la base que si no es a prueba, y aun así podemos fallar a la hora de adquirir un reclamo de garantías, como muchos casos están para confirmar esta máxima, el pájaro puntero tenemos que tener la absoluta seguridad que en un altísimo porcentaje casi nunca se encuentra entre esos reclamos enjaulados que los dueños de granjas cinegéticas u otros comerciales dedicados a la venta de los mismos exponen en las distintas ferias de la caza que temporada tras temporadas se celebran en diferentes poblaciones de nuestra geografía. Eso sí, si exceptuamos algunos casos, que también los hay, los ejemplares expuestos ya dentro de jaulas poseen muy buena y abundante música y se les meten por los ojos a cualquiera por su belleza. Pero no mucho más, aparte de que, por llevárnoslo para casa, hay rascarse el bolsillo con no menos de cincuenta o cien euros, cuando lo normal es que sus hermanos que están al montón en los expositores valgan sobre veinte/treinta euros. Ni que decir tiene que yo en alguna ocasión he picado y, al igual que yo, también lo habrán hecho otros muchos.
Las dos imágenes que vienen a continuación nos muestras sendos expositores de dos ferias cinegéticas celebradas anteriormente.


         Nunca debemos olvidar que el que vende, lo que quiere es vender y, obviamente, los ojos tienen mucho que decir en tal actividad que, como bien sabemos, es casi tan antigua como la historia del hombre. Por ello, y es lícito, expone en primera línea, como en cualquier actividad relacionada con la venta, lo que entra por los ojos y aún con buena voluntad por su parte, lo que se paga no corre paralelo con los resultados que luego se obtienen, pues en un altísimo porcentaje o, a los pocos días se desinflan como los globos, o no dan la más mínima talla en un examen de “preescolar”. Y, para la gran mayoría de los bolsillos de los aficionados al reclamo, cien euros o incluso algo más es mucho dinero por un pollo que lo único que nos ofrece es una buena planta, quizás picarnos en los dedos y machaconeros cantos.
         Pues bien, el nuevo otoño, que ya revolotea cercano, nos trae a los  cuquilleros una nueva posibilidad de apuntalar nuestros jauleros con savia nueva prometedora  y, justamente, las granjas cinegéticas y todos los comerciantes del ramo  lo saben. Por ello, ofertarán sus productos con distintas variables: uno, dos y tres años, probados y sin probar, tirados y sin tirar y/o escogidos por su planta, mansedumbre, canto…; en tres palabras, el mirlo blanco. Pero resulta que esta ave tan buscada, no es fácil encontrarla. Aparece cuando aparece y, en la gran mayoría de las ocasiones, por no decir en casi todas, se encontrará en el fondo de unos de los habitáculos expositores, donde muchas veces casi se hacinan los igualones de las diferentes procedencias en espera que algún aficionado se lo lleve para casa. Sí, ese pollo atrasadillo, de poca chicha y más bien feote que, incluso, dada su poca presencia, nos lo dejan más barato, es el mirlo blanco. Ni más ni menos, que el que buscamos los perdigoneros año tras año.
         Ahora bien y Dios me libre de ello. En ningún momento quiero dar lecciones sobre el tema, ni afirmar que de esos reclamos “estrellas” no pueda salir un pájaro puntero. Simplemente doy una opinión personal basada en muchos años y que me dice que no hace falta gastarse muchos “hierros” para encontrarse con un “figura”. Pero cuidado, no vayamos a escoger el más feo del expositor -eso nunca lo he dicho yo-, pues a todos nos gusta un pájaro con buena hechuras.

          Por cierto, el próximo fin de semana, en la bella localidad onubense de San Silvestre de Guzmán, se celebra una de las primeras ferias de la caza en Andalucía y productos de la zona del Andévalo. Ni que decir tiene que, como en años anteriores, nos daremos una vuelta por la misma y veremos el "material" expuesto.



4 comentarios:

  1. Así es compañero.
    La mercadotecnia también ha llegado al mundillo cuquillero, un tema de mucho interés y muy actual, muchas veces plasmado en mi blog Solopluma.
    Parece ser y así parece que " las compras compulsivas" crean una especie de morbo el cual aumenta el ego, y vaya por delante que cada cual invierta su dinero donde mejor le plazca, todo ello ayuda a que no se esquilmen las poblaciones de alectoris rufa y a posteriori poder pedirle ciertas garantias al vendedor diciendo:...¡ ANDA QUE EL MOCHUELO QUE ME HAS METIO POR TROPECIENTOS EUROS!...
    Saludos.
    Pd. Antaño en las ferias de ganado llevaban lo que nadie quería, por lo tanto te deseo suerte en esa feria.

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  2. Aquí, es como todo, el problema es acertar y no es fácil.

    Mi "táctica" si así se puede llamar, es pedir información a los vendedores, recogerle datos, llamarlos cuando tengan sus primeras "polladas", sobre el mes de abril. Una vez contacto con ellos, y si lo permiten, no todos te dejan ir, pues me acerco a su cuartel general y ahí puede que me haga con uno. También hay que preguntarles, si son meros “comerciantes” que distribuyen o son granjas criadoras. Ahora a primeros de Octubre tengo pendiente la visita a una finca con certificación cinegética.....hasta aquí puedo escribir, jeje.

    Las ferias le provocan mucho estrés a los pájaros, algunos llegan a enfermar, y aunque a primera vista no dan la cara, al poco de tenerlos en casa, se mueren, o no te atreves a ponerlos en pie, por esto no suelo hacerme con ninguno.

    Pero bueno, el problema del ser humano es que como somos racionales, hacemos nuestros razonamientos, y decimos..."este, este que pinta tiene", y al final picamos.

    Hoy está lloviendo, y ayer cuando llegue a casa del trabajo, me pongo a faenar con mis reclamos y como se les notaba que "barruntaban" agua. Estos no razonan, pero sienten cosas que nosotros no.

    Un saludo.

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  3. Amigo Juan Luis Núñez.

    En el fondo, como he repetido en diferentes artículos y otros escritos, la suerte es dar con uno sea elegido o0 del montón.

    No me gusta citar nombre de granjas, pero de una de ellas, de muchísimo postín, en diferentes momentos, me han escogidos cuatro pájaros, los mismos que han sido unos cantamañanas. Unos burracos. Y los pagué más que bien.

    El preguntar sí, pero los resultados casi nunca son como creemos. Por cierto, jugando a pitoniso, si te acercas por Las Medianas, dale recuerdos míos a José Angel.

    Saludos.

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  4. Por cierto, a esta hora llueve intensamente sobre Huelva capital.

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