miércoles, 24 de enero de 2018

Y AHORA, ¿CUÁL ME LLEVO AL PUESTO....?

        En este artículo, trato de dar mi opinión sobre el dilema que nos surge, aunque hay quien lo lleva todo planificado desde que sale de casa, a la hora de escoger el reclamo que vamos a llevar a un determinado puesto. Parece una simpleza, pero creo que no lo es.  Además, está claro que, como siempre, no voy a inventar ni hablar de nada nuevo, pues antes que yo, ha habido muchos aficionados que ya han puesto sobre la mesa este tema.

Cuando se va aproximando la apertura de la veda de la caza de la perdiz con reclamo y una vez que da comienzo la misma, para mí y creo que para muchos aficionados a nuestra ancestral afición nos empieza a asaltar una duda. Una duda que nos lleva a que la noche anterior y en los momentos que preceden a la salida para un determinado colgadero hace que no tengamos claro cuál reclamo escoger para dar el puesto que se avecina, sea de alba, de sol o de tarde. Si la temporada va bien y estamos satisfechos de cómo se va desarrollando, tampoco importa que el elegido sea Fulanito, Menganito o Zutanito, aunque muchas veces también tiremos al monte y, en el último momento, enfundemos a nuestro figura. Pero si la cosa va mal, como suele ser lo normal, temporada tras temporada, el que siempre tiene los billetes para salir de nuevo es nuestro pájaro puntero, aun sabiendo que en cada jaulero también haya otros reclamos que pueden dar el avío.

De esta forma, cuando soñamos, dormidos o despiertos, con el puesto de nuestra vida, situación que ocurre cada vez que vamos a salir al campo -esa es la grandeza de nuestra afición- y, por consiguiente, nos imaginamos patirrojas por todos los alrededores del colgadero al que vamos a trasladarnos, incuestionablemente, aparece lo más “granado” de nuestro jaulero y si nos es así y somos sensatos en un principio, y el elegido es un determinado reclamo que debe y tiene que acompañarnos bien, para ver que hace o, simplemente, porque también tiene que tener su oportunidad, nunca será la primera vez que en el momento de ponerle la esterilla, o la funda, desistamos de tal o cual elección y tiremos, nuevamente, de la seguridad, es decir, de lo mejor. Y es así, o al menos a mí me ocurre, porque los aficionados la reclamo somos exageradamente timoratos con lo que no nos da seguridad y, al final, siempre tiramos de los que conocemos bien. Y tal forma de proceder conlleva, como bien sabemos, el gran riego de que se nos queden al final de temporada muchos reclamos si saber lo que son, porque no les hemos dado oportunidades al confiar siempre en dos o tres de ellos. Es más, en multitud de ocasiones, nos hemos desprendidos de pájaros de jaula que, posiblemente, hubieran llegado a servir. De hecho, algunos de ellos, en manos de otros aficionados, hubieran llegado a ser unos buenos reclamos porque le dan las oportunidades necesarias que no encontraron con nosotros.

Y lo peor del caso es que, temporada tras temporada, nos cargamos de noveles, aun sabiendo que la gran mayoría de ellos no van a a llegar a demostrar nada porque les van a faltar las ocasiones imprescindibles para poder exhibir lo que llevan dentro. Tan es así que muchos de ellos no llegarán a debutar en el campo porque ya en casa le “hacemos la cruz” y lo soltamos o regalamos.

En fin, es nuestro sino de pajaritero. Pero no solo en lo expuesto anteriormente, ya que al igual que en ello, nos ocurre con la mayoría de las cosas, puesto que, en realidad, aunque atesoremos otros muchos chismes y complementos, al final siempre escogemos casi los mismos. Tan es así que, por una u otra razón y pese a que se tengan otros muchos efectos personales bastante mejores y en mejor estado, siempre tiraremos de la misma sayuela, de la misma esterilla, de la mismas herramientas de corte, de la misma navaja, del mismo jersey, de la misma gorra, del mismo asiento…

1 comentario:

  1. Si esta pregunta la hacen quienes pueden ir toda la temporada o más días, según distintos grupos, imaginarse quién solo puede ir los fines de semana de un solo grupo.
    Yo llevo tres años con este, intentando hacer “jaula”, y la verdad que en 12 días de temporada poco, se puede hacer, pero bueno, algunos destacan sobre el resto, desde el primer puesto, y otros pues ya sabemos, entre poca sangre y pocos puestos, poco reclamo se hará.
    Prácticamente suelo llevar los mismos según el puesto y la zona, ya que uno de los cotos, entre ciclistas, motoristas, enclaves, paseantes, seteros…. etc. etc. no puedes llevarte un pollo del año para probarlo, si quieres que el día de mañana sea algo. Así que vas a lo “seguro”. Pero a pesar de eso, la duda surge y cuando pones uno dices…porqué no me habré traído el otro, que esta es otra…
    En mi primer puesto de la temporada,…. zas!, la primera en la frente….mi pájaro cantando, el campo responde, no entra, empiezas a dudar de muchas cosas, el campo se fue dos veces de vuelo y rajeando. Lo primero que pensé, que veían el puesto, algo había que yo no llegaba a entender o ver, pensé que no tenían celo…. pero irse de vuelo después de ra/ra/ra/ra….me tenía mosca, hasta que pasado un tiempo, llegan a un pantano cercano, dos críos con unos perros, a los que se ponen a tirarles piedras al agua, ahí entendí lo que estaba pasando….el camino era largo hasta el pantano, por lo que intuyo que los pájaros los veían o los sentían. Pero en fin estas cosas pasan cuando las fincas son públicas y abiertas. Pero bueno, espero tener más suerte este fin de semana y si no tiro, por lo menos disfrutar con el pájaro del repostero.
    Tampoco es que tenga muchos pájaros, o sí, según se mire, este año han llegado 2 nuevos, (uno pinta bien) y los que salgan irán a su jubilación al voladero, por distintos motivos, ya que si das un pájaro y sale bueno te arañas la cara y si sale malo, te la araña el nuevo dueño, por eso mejor jubilarlos en casa y quién sabe, si al cabo de 2-3 años en la reserva, no vuelvan a primera línea de batalla. Entiendo que esto lo podemos hacer quienes tenemos espacio. Pero no sería la primera vez que se desecha un pollo del año, al cabo de 3-4 años resulta ser un buen reclamo. También es cierto, que me gustan los pájaros y me da igual dar de comer a uno que a cinco, aunque no valga ninguno, y mientras me quepan en casa, los 12 huecos del módulo estarán ocupados.
    En fin, esta son las cosas de esta bendita afición.

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