lunes, 9 de diciembre de 2019

UN OTOÑO DE ENORME SEQUÍA.


Antes que nada, puntualizar que lo que voy a expresar en este artículo se centra en la zona de Andalucía occidental y más concretamente en el Andévalo onubense y otras zonas de la provincia, ya que en otras regiones andaluzas la situación es totalmente distinta.

Pues bien, yendo al grano, tengo que decir qué en muchas comarcas de Huelva, desde mediados de abril pasado, la sequía es de las de categoría. Es decir, en estos ocho o nueve meses no han caído, exceptuando los parajes serranos, mucho más de 30/50 l/m2. De hecho, en algunas localidades como puedes ser Puebla de Guzmán, en lo que va de otoño, se han recogido sobre 25 l. Lo que significa una auténtica ruina para la agricultura, ganadería, principalmente y, por supuesto, para la caza. Estas desconsoladoras cifras, hace años, correspondían a la zona sureste de nuestra Comunidad, pero ahora, en donde no llueve es aquí y sí bastante en la provincia de Almería, situación impensable tiempos atrás en dicho rincón andaluz. Pero no solo la citada región, sino que todo el centro-este ha recibido generosas lluvias, incluso en algunos puntos, más de la cuenta.

En esta línea huelga decir que por estos lares todo está reseco casi como en verano: la hierba prácticamente no ha salido y la que hay en los lugares que han retenido un poco de humedad se secará más pronto que tarde sino vuelve a llover en las próximas fechas. Con este panorama el ganado lo está pasando muy mal en muchas fincas onubenses.

Imagen de un buen pantano de finca tomada a finales de este noviembre

       Y lo peor del caso es que, metidos en diciembre como estamos, las predicciones meteorológicas no son muy halagüeñas para este, ya de por sí, no muy lluvioso mes.

Pensar en regajos y arroyos corriendo y pantanos con agua es una auténtica quimera. Las siembras despuntaron con unos litrillos que cayeron, pero se están secando y tal circunstancia para quien ha invertido mucho dinero es un verdadero estropicio.

Obviamente, las especies cinegéticas también lo están pasando mal, pues un mal otoño será un mal año en general. De hecho, nuestra perdiz roja no llegará a la apertura del periodo hábil de caza con el reclamo en su mejor forma y tras los primeros envites, como pasó la temporada anterior, se pondrán fatales.

Esperemos que la pertinaz sequía acabe de una vez y que todo vuelva a su sed, pues si lo meteorológico actual continua, mal, muy mal lo tendrán los ganaderos y los agricultores, sin olvidar a los que nos gusta la caza de la perdiz con reclamo y, como no, nuestra propia salud.

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