sábado, 29 de marzo de 2025

UNA EXPERIENCIA ÚNICA E INOLVIDABLE


Comida de hermandad con algunos miembros de la directiva de la Sociedad de Cazadores de Ejea de los Caballeros

Durante cuatro días, que en principio puede parecer una locura, aunque nunca más lejos de la realidad, he estado en Ejea de Los Caballeros, Zaragoza, con la Sociedad de Cazadores de la localidad, haciéndoles llegar “in situ” lo que es y significa la caza de la perdiz con reclamo macho y, por supuesto, su importancia a la hora de realizar una caza selectiva, cuando en un determinado terreno, en este caso la friolera cantidad de 54.000 hectáreas, abundan muchos ejemplares de machos viejos que, ni crían, ni dejan criar, como es el caso.

Así, en su momento, el Presidente de la Sociedad, Andrés Celma, se pone en contacto conmigo, para explicarme el tema de la disminución de la cría en los últimos años y que le diera mi opinión sobre el tema, lo que supuso, después de intercambiar información, un documento sobre las ventajas de poder realizar un descaste de machos, en una Comunidad en donde la caza de la perdiz con reclamo no está permitida.

Debido a ello, la sociedad presentó en Medio Ambiente de Aragón toda la documentación pertinente para solicitar un descaste de machos viejos y, en base a ello, se aprobó, de forma puntual y de prueba, dicha actuación en 2025.

Por tal motivo, el martes pasado, me trasladé por carretera hasta dicho lugar, sobre 950 Kms, para aportar mi granito de arena en pro de la caza con reclamo de perdiz e informar a la directiva de la Sociedad en qué consiste tal modalidad cinegética, forma de llevarla a cabo, su importancia, grandeza e historia de la misma y, por supuesto, dejar claro que cazar el reclamo no es poner un pájaro en el campo y acabar con todo lo que aparezca por el colgadero, leyenda negra que siempre nos ha acompañado, para intentar tirar por tierra la noble y ancestral afición pajaritera.

Tres momentos puntuales en terrenos de Ejea de los Caballeros



Pero, como siempre hay un hándicap en esta forma de caza, el célebre viento del Cierzo nos ha jugado una mala pasada, ya que durante los tres días que salimos al monte, como ellos dicen, casi se llevaba volando el portátil, por lo que, lo que iba a ser una semana, se ha reducido a cuatro jornadas pues, con las condiciones que había, era imposible salir a dar el puesto con éxito.

Para terminar, independientemente de la malajada de la parte meteorológica, ha sido una experiencia única por muchos motivos, pero, principalmente, por el exquisito y formidable trato que he recibido por parte de Andrés, el presidente de la sociedad, Miguel, el guarda y el resto de miembros de la directiva. Por tanto, vaya desde aquí, mi más sincero agradecimiento por todas las atenciones recibidas, esperando que todo lo que les he trasladado, haya estado a la altura de los que esperaban de mí y que, por lo tanto, hayan sacado muchas cosas en claro de lo que significa ser cazador de reclamo. Además, espero que lo de este año no haya sido flor de un día, sino que, en las temporadas venideras, sean aprobados los proyectos que presente esta sociedad de cazadores y alguna otra de esta Comunidad, para poder cazar la perdiz con reclamo.

Por supuesto, no puedo olvidar, porque no sería de recibo, a un gran pajaritero aragonés,  José  Ignacio Pérez  Albericio, por su inestimable ayuda en todo lo relacionado con el conocimiento de la zona.

martes, 11 de marzo de 2025

POLLOS PARA LA ILUSIÓN


En la anterior entrada hacía referencia a unos pollos que habían llegado a mi jaulero y que me habían hecho disfrutar de media temporada hacia adelante, pues tengo por costumbre sólo colgar noveles en esta época, una vez que los veo bien para salir al campo. Así que aquí está mi opinión sobre los mismos.

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Desde siempre se ha escuchado y nosotros mismos hemos dicho muchas veces, que no hay alegría más grande para un perdigonero, que un pollo de su jaulero despunte y en el campo lo haga disfrutar por su descaro, serenidad y buen hacer con las patirrojas camperas, circunstancia muy complicada, pues para dar con un novel con tales cualidades hay que desechar un buen número de ellos. Es más, hay veces que pasa el tiempo y no llega a nuestras manos uno de ellos que atesore dichas conductas, más la nobleza en casa, pues a nadie le gusta que un reclamo, aunque en el repostero sea un fuera de serie, en casa sea un saltimbanqui, alambrista o copeador…

Pues bien, como comenté de pasada en la entrada anterior, este año, aparte de algunos más que ya no están conmigo por no dar, según mi opinión, la talla, aunque a mí mismo me cueste creerlo, la fortuna me ha sonreído en este aspecto porque, aunque parezca una mentirijilla de cazador, a mi jaulero, han llegado no uno, sino seis pollancos con una pinta envidiable en sus comportamientos en casa y, aunque no es fácil, sabiendo estar y actuar, cada uno a su forma, en el pulpitillo en los pocos puestos que les he dado, ya que opino que no se debe abusar en las salidas de los que se inician como futuros reclamos. Y además, todos ellos han sido regalo de amigos, con lo que esa conocida cantinela de que los pájaros que se dan suelen ser desechos o, al menos, que no gustan, no es cierto.

Por supuesto, no puedo decir que vayan a ser pájaros de jaula de primer nivel, pues llevo muchos años en este mundillo y sé que los noveles son siempre proyectos de reclamos hasta que no tengan tres o cuatro celos y que muchos se quedan en el camino, pero a ver quién me quita a mí lo que he disfrutado con ellos esta temporada, puesto que algunos lances que he vivido, presenciando desde el aguardo sus excelencias, tanto con perdiz autóctona como de repoblación de bastante tiempo, no, aunque con todo mis respetos, de cajitas soltadas al lado del colgadero, han sido increíbles. Dos de ellos proceden de granjas cinegéticas: Avilés  y Navío. Los otros cuatro: Picaor, Coronel, Sierranorte y Cartucho -de dos celos-, provienen de buenos amigos.

Imágenes de los pollos por el orden que aparecen en el párrafo anterior






Sí puedo decir como curiosidad que, uno de ellos, tras un buen trabajo en el día de debut, metió una pareja a las 9,30 de la mañana y, tras tirarle el macho, cosa que siempre hago con los pollos, la ya viuda, de las de capa y espada, le dio la lata durante dos horas y media, justamente hasta las 12 que conseguí abatírsela, después de tres horas de puesto, situación que, hasta dicho día, nunca me había ocurrido, ya que no es habitual un lance de esa duración.

Ni que decir tiene que esta savia nueva necesita todos los cuidados del mundo, ir muy despacio con ella y tratar de hacerle las cosas como Dios manda, pero, por lo que les he visto esta temporada recién finalizada, al menos para mí, apuntan muy buenas maneras. Esperemos que, en el futuro, mis deseos se materialicen y que se pase de la ilusión a la realidad y, al menos, algunos, de ellos lleguen a ser buenos reclamos.

Y, como un día escribió Emilia Pardo Bazán y utilizando un paralelismo, traslandolo al dificil mundo de la caza de la perdiz con reclamo: "muchos somos pajariteros, pero no todos sabemos sabemos de pájaros".

¡¡¡ Qué difícil es estooo !!!

jueves, 6 de marzo de 2025

SEGUNDA PARTE Y FINAL DE TEMPORADA 2025

Imagen de un colgadero que repito todos los años, pues merece la pena por su querencia y oída

El martes pasado, significó para mí el final de esta temporada, pues, aunque el miércoles con todo preparado para dar un puesto casi de alba en Las Alpujarras, el viento y el agua me hicieron desistir y, al final, puse rumbo para Huelva, pues las condiciones meteorológicas no eran las adecuadas y en la alta sierra hay que tener mucho cuidado, puesto que, en cuestión de poco tiempo, todo cambia como de la noche al día. Es más desde el 18 de enero que comencé en Huelva hasta ahora, ya ha estado bien la cosa, máxime cuando ya no es uno un niño.

La temporada de acaba de finalizar, muy mala según muchísimos pajariteros, lo que yo también suscribo, por la falta de “trapío” de la perdiz salvaje, particularidad que no debería haber sido así por el apartado meteorológico, ideal este año para  nuestras montesinas. No obstante, en mi caso, por muchas circunstancias, ha sido de las mejores de mi vida perdigonera. Así, tras tocar varios puntos de nuestra geografía nacional, tener suerte con los enclaves de los puestos que he ido dando, contar con reclamos que han dado la talla y pollos con gran desparpajo en el campo que hacía años que no llegaban a mis manos y, por supuesto, la compañía en muchos momentos de aficionados amigos, han supuesto una verdadera satisfacción para quien ya tiene sus años. Por tanto, vaya desde aquí mi agradecimiento a los hermanos Gómez Ruiz, a Paco Bernardo, a Enrique Hachero, a Diego Rama, a Agustín Gallardo, a Alberto Bosch y a Manolo Medina, pues todos ellos y algunos más, me han tratado de maravilla cuando hemos estado juntos y todos hemos compartido momentos personales y lances cuquilleros que no pueden quedar en el olvido.

Imágenes varias de esta segunda parte de la temporada. La primera recoge un puesto dado a Avilés, pollo de La Añoreta, con sus trofeos. La segunda uno de los machos de repoblación abatidos en el puesto anterior. La tercera una toma de un puesto de muy de mañana. La cuarta, quinta y sexta nos muestran tres momentos de la parte social del reclamo.






En lo meramente cuquillero, aun no siendo, como dije al principio una buena temporada, he vivido lances, principalmente con pollos, de los que quedan en nuestra retina por mucho tiempo. Así, Picaor, Avilés, Sierranorte, Navío y Coronel -de los que hablaré en otro escrito- me han hecho pasar momentos inolvidables por su buen hacer y calidad, particularidad que ya hacía años  que no me ocurría, aunque todos sabemos que los noveles son melones por calar y hay que darles tiempo, pero como decía el otro, "que me quiten lo bailao". En esta línea, en las fincas de Toledo, Válor, Gibraleón, Puebla de Guzmán y El Almendro donde he cazado la jaula, tanto los neófitos como otros reclamos ya consolidados de mi jaulero, me han transmitido la grandeza de esta afición y el motivo del por qué tiene tanto tirón. Es más, aunque haya quien no lo entienda o no quiera entenderlo, la caza con reclamo de perdiz forma parte de la propia vida de los que amamos esta modalidad de caza.

Navío, un pollo que puede llegar lejos.

Ahora, después de todo el ajetreo de muchos días con la jaula a cuestas, hay que tomarse un merecido descanso, pues la conducción en largos trayectos, los madrugones, las caminatas, el montaje y desmontaje de puestos, los sofocones, las mojadas, el frío, la no adecuada alimentación… terminan pasando factura a todos y a los “abueletes”, como es mi caso, mucho más.

Y, como bien sabemos los que amamos esta afición, a partir de este momento, toca preparar y programar la temporada próxima, ver los errores de la actual para que, en los posible, no vuelvan a ocurrir y, como no, ofrecerles a los verdaderos protagonistas de esta ancestral forma de caza, los reclamos, lo mejor que esté a nuestro alcance, pues ellos se lo merecen todo.