Estas líneas que vienen a continuación, sobre uno de los
componentes actuales de mi jaulero, Bailaó, aparte de lo que compartiré sobre
el mismo, sirvan, en primer lugar, como agradecimiento a Isidro Boluda García y
a José Ignacio Pérez Albericio, amigos y compañeros de afición e inicio de esta
historia.
Para empezar, decir que este reclamo con nombre flamenco
y dicción andaluza, vio la luz en la primavera de dos mil veintidós y se crio, en sus primeros momentos, en una dependencia de la vivienda de Isidro dedicada a
los reclamos, gallinas, conejos… en la murciana localidad de Pliego, muy cerca Sierra
Espuña y de los ríos Pliego, Mula y Sangonera. Como
curiosidad, decir que fue el único de sus hermanos que no salió “pechiblanco”, como
sus progenitores, sino que su colorido era y es el normal de nuestra perdiz
roja española.
Desde sus primeros momentos destacó por su fortaleza,
valentía y buen canto, por lo que su criador, Isidro, como muy buena persona y
tío serio que es, pensó que, cuando se regala algo, debe ser lo mejor que se
tenga. Por lo tanto, no lo dudó y así fue. Aquel valiente pollo sería para un
amigo al que se lo tenía prometido, es decir, para mí.
Pasó el tiempo, y en una de las tantas visitas que José
Ignacio siempre ha hecho y sigue haciendo a la casa del amigo Isidro, estuvo
viendo y observando todo lo que tenía este en su “cuarto de animales” y, entre
ellos, en un destartaledete cajón colgado de la pared, estaba aquel pollo, muy
desarrollado en relación con sus hermanos, y quedó impresionado por su planta,
canto y la valentía que demostraba con los que compartían “habitación”. Es más,
entre sus notas musicales, las cuales ya alternaba con una facilidad pasmosa,
empleaba con asiduidad el famoso y llamativo titeo o cañamoneo, cuando su porte
físico era no más del tamaño de una codorniz.
Pues aquel día, hablando ambos sobre las buenas maneras
de aquel pollastre, Isidro le dijo a José Ignacio que se lo llevase a su casa
de Los Alcázares, también en Murcia, porque allí estaría mejor cuidado y vigilado.
Dicho y hecho. Pechirrojo, como se le bautizó en
un primer momento, cambió de domicilio sobre mediados de agosto y, desde que
llegó al mismo, ya demostraba unas maneras, las cuales me trasladó José Ignacio
en cuanto pasó unos días en su casa, que le auguraban un futuro bastante halagüeño.
Tan es así que, ya enjaulado, no se dejaba impresionar y, menos, amilanar por otros
componentes ya hechos del nuevo jaulero y mantenía dialécticas musicales con
los mismos.
José Ignacio, ante lo que podía ser un posible buen
reclamo, pues lo intuyó desde el primer instante, no sabía la forma de
hacérmelo llegar, pues no quería, bajo ningún motivo, que le ocurriera algo
estando en sus manos. Sin embargo, entre unas cosas y otras, porque no era
fácil la empresa del envío, al final, después de darles muchas vueltas a la
cabeza, decidí trasladarme a cazar el reclamo a Murcia, a la finca Los
Guillermos, cosa que llevé cabo a mediados de diciembre, para echar unos
días por aquellas tierras y, de camino, recoger a Pechirrojo. Incluso,
en uno de los días que pasé allí con José Ignacio, Isidro, Paulino Bedmar, José
Ruiz -Falcon-…, le di un ratito de puesto y ya, con su saber estar en un
precioso tanto de piedras, me dejó bien claro que dentro de aquel novel, por
cierto, bastante inquieto, había pájaro para el futuro.
Hasta aquí, la historia de su procedencia y los diferentes
avatares anteriores a la llegada a mis manos. Y, a partir de ese momento, tengo
que aclarar, que en un primer instante,
dada su inquietud y el desagradable copeteo, que llevaba a cabo de vez en
cuando, me llevé una pequeña desilusión. Circunstancia que, con el paso de los
días, fue compensándose con otras cualidades que atesoraba y que me hicieron
olvidarme de lo que siempre he odiado en un reclamo: el echarse “patrás”, sacar
agua o tomar copas.
Así que, viendo y pensando en cómo se podría arreglar tan
desagradable manía o costumbre, el amigo José Ignacio me recomendó, como él
solía hacer con los reclamos “danzarines”, ponerle una piedra irregular en el
suelo de la jaula, para que, con su bamboleo, disminuyera la costumbre de
“bailar”, proceder que, en este caso, fue mano de santo, pues sí él ya se la tenía
colocada en su casa y luego continuó en la mía, ambas formas de actuar
consiguieron que su “baile” fuera disminuyendo, hasta llegar, esta vez sí, a un
comportamiento relativamente normal. Comentar también que, ante tal forma de conducta,
lo que hoy es un reclamo con mucho futuro, recibió el nombre de “Bailaó”, por
su tendencia a imitar dicha expresión de arte flamenco andaluz.
Luego, en el día a día, su fortaleza en el canto de
mayor, su agradable cuchichío/piñoneo y su atractivo titeo, “palos” que alterna
con un encanto especial, hicieron y hacen de él un pájaro de jaula bastante,
como decía José Ignacio desde que era como una codorniz, a tener en muy en cuenta.
De hecho, aunque no es muy ajustado al buen proceder de
pajaritero, tenía tantas ansias de verlo en el campo con todos los “avíos”, que
el día de la apertura de la temporada de reclamo, por la zona del Andévalo onubense,
debutó en la finca La Solana de la Corte, como catorce años atrás, lo
había hecho Chimenea, uno de mis dos grandes reclamos.
No hace falta indicar que, como se dice por tierras “granaínas”,
salió a levanta cobija y, a partir de ese momento, su incesante, trabajo y su
atractivo canto hicieron que una pareja de patirrojas autóctonas que se había
establecido por los alrededores del colgadero, atraída por la llamativa música
de aquel debutante y animoso pollo, no se resistiera a su melosa llamada y entraran en plaza a la pelea, pues su
variedad de cantos y el intercalado pegadizo de los mismos fue para el par una
atracción irresistible. Así, macho dando vueltas a la chaparra donde “Bailaó”
estaba colocado y hembra echando reclamaíllas formaban parte de la agradable
“película” que se proyectaba en aquella soleada y fresca mañana.
Luego, después de dejar seco a sus pies a aquel valiente garbón
montesino, tras certero cartuchazo, “Bailaó”, que no cortó su
primer tiro, se enfrascó con la hembra que, ahora en la distancia, se
desgañitaba llamando a quien ya no podía oírle, mientras lentamente se acercaba
a quien, desde su atalaya, le dedicaba, con una magistral alternancia, unos cuchichíos,
piñones y titeos embaucadores.
Aunque se hizo de rogar, al final, el meloseo de aquel
osado pollanco hizo que la viuda entrara en plaza y se dirigiera hacía él sin el menor
atisbo de desconfianza, aun pasando casi por encima de quien fue su pareja, a
la vez que “Bailaó” y quien estaba nerviosísimo en el aguardo, por lo que
estaba ocurriendo, disfrutábamos de lo lindo. A continuación, un leve pataleo,
tras el estruendo de otro Armusa del calibre veintiocho, puso fin a un
gran lance, mientras que quien debutaba la despedía con un llamativo canto
funerario.
A partir de ese momento, en las dos temporadas que lleva
conmigo, solo puedo decir, para no extenderme mucho que, con ganado bravo o de
repoblación en sus diferentes salidas, este reclamo de procedencia murciana ha
escalado puestos de mi jaulero, hasta situarse en el pódium del mismo, porque
para ser realista y agradecido, debo decir que su progresión ha sido muy
positiva y, puesto tras puesto, ha ido dejando claro que es un reclamo con
mucho futuro.
Para finalizar, solo apuntar que sólo son dos celos en este momento, por lo que, el año próximo debe ser su confirmación, pero lo mismo que pasó con Chimenea, cuando tenía su misma edad, creo que puede ser otro pájaro de muy primer nivel. Y lo digo, siendo pajaritero que no suelo usar vara de medir muy corta, sino todo lo contrario. El tiempo será notario de todo lo expuesto en este escrito, pero…, a día de hoy, muchas patirrojas han estirado la pata delante de él. Y, si no llega a ser un fenómeno, de momento, da muy buen avío, que es de lo que se trata. Es más, pase lo que pase, que me quiten lo “bailao”, como se suele decir en muchos rincones de nuestra querida Andalucía.
Vuelvo a repetirrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, por enésima vez.
ResponderEliminarNo se publican comentarios ANÓNIMOS. Para ello, enlace, email o seguidor. Incluso que me lo mande por wasap y yo se lo publico a su nombre.
Si no es así, aunque sea para aplaudir, que los hay, nada de nada. Y lo digo porque han llegado algunos de esta forma.
Saludos y buenas tardes.
Jose Antonio,tengo que decirte que independientemente como maestro en tus estudios de profesión,eres un figura en la forma con la que nos cuentas tus azañas pajariteras.
ResponderEliminarEstoy seguro que con el mimo y la experiencia que tienes en el cuidado de los reclamos,Bailaó, será con el tiempo,un pájaro de banderas.
Un abrazo fuerte.
F. Javier Atencia.
ResponderEliminarEnhorabuena y que Bailao siga progresando y bailando con sus hazañas👏👏👏.
Jose I Perez Albericio.
ResponderEliminarMuy buenos días, compañero! Espero que lo disfrutemos por muchos años, un fuerte abracico!!!
Antpnio Hernandez.
ResponderEliminarBuenas tardes Jose Antonio.
Bonita historia de Bailó, que lo disfrute muchos años.
Hasta luego campeon
Francisco Ortiz Rodriguez
ResponderEliminarBonita historia,ojalá te sigas disfrutando del reclamo. Y te iba a preguntar que pueblo es el de la foto, gracias
Diego Rama Ruiz.
ResponderEliminarA disfrutarlo muchos celos más😜
Porque..., si tú dices q tiene futuro, es porque será un buen reclamo.
Me alegro por ti campeón 💪💪👏👏👏
Buenas y muy calurosas tardes
ResponderEliminarMuchas gracias a todos vosotros por el deseo de que “Bailaó”, hay que ver el nombre que le he puesto, siga progresando, adecuadamente -PA-, como yo escribía en los boletines de notas de mis alumnos y alumnas, hace ya sus años.
Espero no equivocarme aunque, si lo hago, no seré ni el primero, ni el último, pues este mundillo es una caja de sorpresa.
Ahora bien, a fecha de hoy, dos celos, marca muy mucho la diferencia. “Mañana” Dios dirá.
Por supuesto, reiterar mi agradecimiento de corazón a Isidro y a José Ignacio, principio de la historia que esperemos que se cumpla.
Saludos.
Emilio López Pintor.
ResponderEliminarBuenas personas Isidro y Jose Ignacio, bailaó que llegue a la cima cómo bien comentas. Pobraremos la piedra, buenas tardes.
Isidro Boluda García
ResponderEliminarBuenas tardes José Antonio.
No te imaginas cuando regalo una cosa con cariño y sale la cosa bien la satisfacción que me queda. Para mí es un gran placer y más cuando personas que no me conocen de nada tienen acuerdos conmigo. Ojalá te dure muchos años y lo puedas disfrutar con muchos años.
Es un pajaro que desde pollo ya tiene una excente historia desde su criador Isidro y el paso por las manos del compañero Jose Ignacio bellisimas personas los dos.
ResponderEliminarEnhorabuena que lo difrutes muchos año.
De nuevo, tengo que decir que esperemos que se cumplan los barruntos de Emilio, Isidro y Antonio.
ResponderEliminarEsperemos que sea un pajaro que me dé alegría, solo pido eso. Madera tiene, luego...
Gracias a los tres.
Muy buenos días.
ResponderEliminarNo es fácil decir que un pájaro con dos celos llegará a ser un reclamo puntero o de bandera/as, ni mucho menos que se recordará por sus grandes hazañas, pues…, como bien sabemos los tres y cuatro años son fundamentales.
Sin embargo, por lo que ha hecho hasta ahora y las cualidades que atesora y, entre ellas, el alternar el titeo con otros cantos -aun sin pájaros en las cercanías-, circunstancia que es la primera vez que lo veo, barrunto que puede progresar y dar muchas satisfacciones, que es lo que todo pajaritero busca en sus reclamos.
El tiempo da y quita razones. Por ello, tiempo al tiempo, juez irrefutable de multitud de cosas.
Saludos.
Jose Martinez Cortes.
ResponderEliminarJose Antonio que lo disfrutes muchos años más...que ya la procedencia lo merece.
Un saludo desde Almería.
Creo que no me explico o ne se me entiende.
ResponderEliminarLlevo catorce años con este rincón particular y los comentarios no voy a publicar ninguno, sin que yo sepa quien lo hace. De perfiles ocultos y raros, nada de nadaaa.
Si se da la cara, aunque sea una critica sobre el escrito por lo mal que lo hago, no me importa, a eso me expongo y lo sé. Pero de tapaíllo, no. Hasta ahí podía llegar la cosa.
Saludos y creo que lo digo claro.