domingo, 14 de febrero de 2016

CUARTA SEMANA. TIEMPO DE POLLOS, ALGO DE AGUA Y VIENTO.



                         Montija cantando de mayor en su segunda salida
En esta cuarta semana de veda, al menos en sus inicios, me he dedicado a ver cómo se comportaban los aspirantes a reclamos que todavía quedan en mi jaulero, puesto que, algunos otros ya cogieron puerta por no dar el mínimo que exijo para “veranear” en mi poder. Y puedo decir que, en el día y medio que he colgado, lunes y miércoles por la mañana, porque ni martes ni viernes por asuntos personales, ni miércoles tarde y jueves por mala meteorología, más ayer sábado por batida de jabalíes en La Dehesa de Enmedio, he salido de reclamo. Pero aparte de esto, opino como tantos y tantos compañeros/as de afición que a los noveles hay que sacarlos al campo cuando se les vea que están encelados y creo que, por estas fechas, en general, ya deben estarlo, por lo que le viene bien darle unos puestos para ver qué hacen en la mata.

Pues bien, en estas dos mañanas y una tarde, puedo decir que me he quedado gratamente satisfecho, puesto que, Montija, un neófito regalo de un buen amigo, después del susto del zorro de la semana pasada, dio el lunes un gran puesto de hora y media y aunque no le tiré porque el campo no le entró como debe y a mí me gusta, en las dos veces que lo hizo -primero una pareja y luego una hembra-, mantuvo la compostura y cumplió con creces. Tiene un buen reclamo, atractivo cuchichío y, aunque es fuerte de música, con el campo cerca es todo lo contrario. Además, otro pollo de Chimenea parece que tiene futuro y D. Benito, en el segundo año que lleva conmigo, empieza a mostrar un trabajo continuo en el repostero y una gran templanza en el recibo, por lo que mete muy bien la caza en la plaza.

En resumidas cuentas, una corta pero reconfortante semana por la satisfacción que siempre proporcionan los pollos al abatirles patirrojas.

A partir de ahora, entre el viento y frío que se avecina en los próximos días nos tomaremos un descanso que, dicho sea de paso, también le vendrá muy bien a algunos reclamos. Luego, una vez estabilizado el tiempo, se supone que el personal montesino, principalmente las hembras, empezará a cantar como debe hacerlo, dará la cara más fácilmente y será el momento de ver cómo se comportan los nuevos candidatos a machos de jaula.

lunes, 8 de febrero de 2016

TERCERA SEMANA. DE NUEVO MALA TEMPORADA EN GENERAL

                Preciosa imagen de Chimenea expectante al tener campo cerca
El refranero cuquillero recoge que, de cada tres temporadas, dos mala y una regular. Pues bien, hoy día, hay que decir que quien acuñó dicha frase no le faltaba razón. Año tras año, los que ya tenemos algunas primaveras y hemos hecho el paseíllo en muchas plazas -utilizando lenguaje taurino-, venimos observando con bastante desconsuelo y pesadumbre que, temporada tras temporada, nuestras patirrojas camperas, por muchos motivos que todos conocemos y que no voy a volver a repetir, están peor que en el periodo hábil de caza anterior. Tan es así que, en la actual, en casi todos lugares, los ejemplares que pueblan nuestras tierras, bien autóctonos o de repoblación, están fatal. Ni tienen ganas de pelea, ni se acercan al reclamo y, lo que es peor, ni cantan. Es más, cuando se acercan, no dan la cara y si le tiras uno de los componentes de par, el otro, principalmente las hembras o se largan o dan la lata y no entran. Expongo esto, porque he contactado con muchos amigos y compañeros de afición de diferentes provincias de Andalucía y del resto de Comunidades españolas en donde está permitido la caza con reclamo y todos/as hablan de lo mismo: es una temporada fatal.

Esta situación que se repite año tras año es el sino de los pajariteros, la asumimos con toda la naturalidad y resignación del mundo, porque nuestra ilusión es mucho mayor que el gran contratiempo que supone dar muchos jaulazos sin disfrutar de las alegrías correspondientes que nos deben ofrecer los lances. Nos conformamos con que, algún día, lleguemos contentos a casa porque nuestro reclamo ha dado un buen puesto y le hayamos tirado alguna patirroja.

Está claro que hay casos puntuales, como está siendo el mío, puesto que en los años que tengo es la mejor temporada con diferencia, pero no es lo común, sino todo lo contrario. De hecho, el otro día hablaba por teléfono con un buen amigo y gran aficionado madrileño que cuelga en una finca de Ciudad Real, tras pagar una buena cantidad de euros.  Pues bien, él no se puede quejar de buenos colgaderos ni de la falta de ganado, porque en dicha propiedad hay preciosos enclaves para dar el puesto y la perdiz abunda en todos los rincones del coto y además de las de verdad, pero de apretar gatillo, muy poco. Y no por falta de reclamo. La razón es que el que se escucha en el campo es el de la jaula, las montesinas, ni pío. Y el hombre, como tantos otros perdigoneros, está totalmente desanimado y aburrido por puestear sin la más mínima satisfacción y con la posibilidad mas que segura de estropear pájaros de jaula por no encontrar premio a sus trabajos como reclamo.

En cuanto a esta tercera semana de la temporada, la verdad es que, en mi caso y en la de los de compañeros de coto, no nos podemos quejar, Y es así en lo personal, porque tres o cuatro pollos empiezan a demostrarme que tienen sangre y creo ahora mismo, que futuro como reclamo. Chimenea sigue en su línea y le he hecho un puesto de una pareja y otro formidable de cuatro. A D. Benito, que va mejorando día a día, le he tirado un macho, aunque le pude tirar dos hembras más, cosa que no hice por considerar que no estaban en el lugar idóneo y, en otro puesto, una pareja y un macho. Sin embargo, el Alpujarreño me está cogiendo la mala costumbre de no trabajar demasiado si no tiene campo cerca, aunque sigue estando muy bien en el momento de recibir al campo, por lo que se le sigue tirando.

        Además, aparte de Manolo Monescillo que comparte conmigo muchos años de compañero, los hermanos Morón -Manolo y Juan Francisco-, Manolo Somoza, Joaquín López y José Ruiz hacen que las horas de chimenea y "picoteo" de productos de la tierra (en ambos cotos donde cazo), cosa que nunca deben faltar, sean una gozada, por lo que los ratos fuera del puesto son de los más agradables del mundo. Además, siempre es buen momento para aprender de grandes aficionados como ellos.


Unas imágenes de esta semana. En la primera vemos a Chimenea con uno de los machos que le tiré en estos días. En la segunda se me ve con D. Benito y un buen macho. En la tercera y cuarta se puede apreciar a un pollo del año con un macho de los de verdad. La quinta nos muestra a otro pollo que me hace dudar entre macho y hembra -canto creo que masculino y aspecto de hembra-. En la última se puede ver una de las patas del enorme garbón que abatió el domingo Manolo Somoza.








Una  anécdota de la semana, no de las que nos gustan a los perdigoneros, ha sido que a un pollo del año regalo de un amigo, Montija, se le presentó un zorro en la plaza en el día de su debut tras unos buenos veinte minutos de trabajo, desde los pocos segundos de quitarle la sayuela. El resultado de tal contratiempo fue el dar unos buenos botes en la jaula y dejar de cantar para no volver a hacerlo en el tiempo que permaneció en el farolillo. Esperemos que se le olvide el gran sobresalto por el que pasó, puesto que demostró, aparte de su agradable música, tener templanza y aplomo. La otra curiosidad ha sido que el amigo Manolo Morón tuvo que salir corriendo y a pedrada limpia tras un meloncillo que se llevaba en la boca una perdiz abatida que estaba la plaza.