sábado, 31 de diciembre de 2011

SE NOS VA EL DOS MIL ONCE.





          Como se puede apreciar en estas dos imágenes tomadas esta tarde en la ría de Huelva, desde los aledaños del maravilloso muelle del Tinto como así se le conoce al muelle de carga de la que en su día fue la  Compañía de Riotinto, el sol, nuestro majestuoso astro, fuente de la vida de nuestro planeta Tierra, empezaba dar su último adiós del dos mil once. Como todo lo que desaparece, aunque en este caso sea temporalmente, produce en nuestros corazones ese vacío difícil de explicar y  que levita a nuestro alrededor trayéndonos mil y una situaciones que por un motivo u otro fueron fuentes de alegría y, también, como no, de su polo opuesto. Una puesta de sol es como el final de un apasionante regalo que pone la naturaleza en nuestra manos. Pero ese final no es infinito, es algo así como un corto descanso, en donde sus hermanas, las miles y miles de estrellas que acompañan al astro rey en el universo, velan sus necesitados sueños. No tardará mucho en despertar, y lo hará como se fue, con una belleza incontestable. Así, sus inigualables tonos rojos cobrizos nos recordarán que, aunque todos los días tienes su ocaso, siempre amanecerá de nuevo. Frase que viene a dejarnos meridianamente claro que siempre hay un después, por muy malo que sea el ahora.

          Pues, desde este rincón de un humilde aprendiz de escritor, deseo de todo corazón a todos/as que el dos mil doce que ya revolotea por los aledaños de nuestras vidas ponga en vuestras manos esos sueños que las personas de bien quisieran que alguien se las hiciera realidad. Seguro que no son de grandezas ni de muchos aspavientos, pero  sí  de esas cosas tan humildes y emotivas que se enterarán únicamente unos pocos, justamente quien necesita que se les concediera, porque la vida no está siendo justa con ellos/as.

          Un cordial saludo y ¡FELIZ 2012!


martes, 27 de diciembre de 2011

DE MONTERÍA: CALAÑAS, 26 DE DICIEMBRE.



          Este pasado lunes, día no laborable por caer en domingo la festividad de la Navidad, se monteó en Calañas la mancha "El Chorrito". Mancha eminentemente jabatera, como lo demuestra los sesenta y tanto cochinos que se han abatido algunas temporadas o los seis guarros cobrados en una de las puertas, justamente el año pasado.

         Sin embargo, al igual que viene ocurriendo en todas las anteriores, el resultado de ésta ha sido muy por debajo de lo esperado. Tan es así, que sólo se cobraron cuatro maranchones, seis venaos -dos de ellos de doce puntas y muy bonitos- y ocho "pepas". Lo que significa, que los números anteriores se pueden considerar como un auténtico fracaso y que no hay más remedio de reflexionar sobre lo que está fallando para cantidades tan escuálidas de reses conseguidas.

          Como curiosidad decir que, una de las armadas, "la del río", paralela al Odiel, que siempre está conformada por socios voluntarios, por las dificultades que presenta el acceder a  las puertas y para sacar las reses abatidas, no tiró absolutamente nada, excepto dos zorros, cuando en años anteriores los monteros han disfrutado lo máximo. Y eso que, para evitar que los "bichos" se escaparan de  la mancha en cuanto empezara el movimiento de coches  y personal,  como había ocurrido otros años, la armada se empezó a montar con las primeras luces del día. Ni que decir tiene, que mi hijo y yo estuvimos formando parte de  ella.

         Esperemos que las manchas venideras ofrezcan otra cara, ya que lo visto hasta ahora, si exceptuamos casos aislados, ha resultado de pobre para abajo.

Estas imágenes captan algunos momentos de la jornada montera. En la primera se aprecia al sol asomando sobre el río Odiel. La segunda y tercera nos muestran el difícil acceso a las puertas de la armada del mismo. La cuarta recoge a Chesco con su trofeo. Por último, la quinta, nos muestra el buen ambiente post-mancha: buenas copas y buenas viandas para demostrar que una mala jornada cinegética no debe indicar malas caras, sino todo lo contrario. 








jueves, 22 de diciembre de 2011

REUNIÓN CAZA PERDIZ CON RECLAMO 2012.


          En la tarde noche de ayer,  a poco menos de doce horas de la entrada oficial del invierno, nos  reunimos, en el bar del amigo Pepe,  los cinco socios que cazamos la jaula en nuestro Coto "La Dehesa" de Puebla de Guzmán. Así, entre copa y copa y  tapa y tapa, estuvimos charlando de la situación actual de la finca y acordando cómo se va a desarrollar la temporada de jaula.  Después de muchos tira y afloja, y siempre mirando por la buena gestión cinegética, hemos decidido lo siguiente:

     1º.- Colgaremos dos días a la semana entre jueves por la tarde, viernes, sábado y domingo. Por consiguiente, cada socio dará dos puestos de mañana y otros dos de tarde.

     2º.- En cada día, sólo se dará un puesto por la mañana y otro por la tarde.

     3º.- Sólo se podrán abatir un máximo de dos patirrojas por puesto.

     4º.- En las dos últimas semanas no se podrán tirar las hembras.

     5º.- Parte de la finca se dividirá en cinco zonas y se colgará en ellas de forma rotativa, semana a semana.

          Anteriormente, cuando hago mención a parte de la finca, significa que, además de la zona de reserva preceptiva e incluida en el Plan Técnico, habrá otra zona, en donde no se colgará, para que, con ello, las parejas que se hayan instalado en ellas, puedan criar sin ser molestadas y, menos, quitadas de en medio. Con ello, lo que nos proponemos es tener siempre unos pocos de bandos en el centro del coto, que nos proporcionarán un buen número de parejas para la temporada próxima.

Esta imagen de la reunión recoge a algunos compañeros del coto. De pie: Manolo Monescilllo y Raimundo Alaminos. Sentados: el que suscribe, Gabriel Rodríguez, Juan Crespo, Paco Jiménez y mi "socio" Rafa Díaz.  Los colgadores somos los cinco de la izquierda. Paco y Rafa nos acompañan, pero no son jauleros.



lunes, 19 de diciembre de 2011

DE MONTERÍA: CALAÑAS, 18 DE DICIEMBRE.

      
         Ayer, con un amanecer más que frío, aunque el sol fue caldeando el ambiente a medida que transcurría la jornada, se monteó la tan esperada mancha de "Marroco". Y digo tan esperada, porque, tradicionalmente en ella, se han abatido buenos cochinos y venaos. Sin embargo, como el año no va nada bueno, esta mancha no iba a ser una excepción y, aunque, no fue mala del todo, se esperaba de la misma otra cosa. Los resultados fueron : ocho cochinos, tres de ellos bastantes buenos, nueve venaos, uno de catorce puntas y otro de doce y el resto, hasta treinta y cinco, "pepas". Eso si, dos de los guarros cobrados, como queda dicho con anterioridad,  eran unos buenos aparatos -seguramente de medallas-, como se puede apreciar en el de la imagen que viene a continuación y que fue abatido por un jovensísimo montero -Félix Hidalgo-. Por nuestra parte, y para seguir con  la mala racha que nos acompaña durante toda la temporada, no hizo falta ni apuntar, ya que ni los vimos.




miércoles, 14 de diciembre de 2011

UN TRÍO DE RESPETO: AMANITAS MUSCARIA, PANTHERINA Y PHALLOIDE


             Tres setas preciosas y de gran belleza, pero hay que tener mucho cuidado con ellas. Ni que decir tiene que me estoy refiriendo a tres especies de amanitas que en nuestra querida España han producido más de un “dolor de cabeza”: la muscaria, la pantherina y la phalloide. No es fácil confundirse con ellas, por sus características particulares, pero, desgraciadamente, a veces, ocurre.
            Aparte del peligro de envenenamiento que dicho trío produce tras su ingestión, las tres son de una gran belleza. Así, ante nuestros ojos y ante el objetivo de una cámara de fotografía son una auténtica gozada .

            Por un lado, nos encontramos con las Amanitas muscarias y pantherinas, ambas alucinógenas. No son mortales, pero los daños que producen, principalmente la segunda, no es como para no andar con pies de plomo a la hora de salir al campo a recoger setas. Ambas tienen pintas, una -la muscaria- sobre fondo rojo, y la otra, la pantherina, sobre fondo ocre/marrón claro.

Estas seis imágenes pertenecen  a la A. muscaria, las tres primeras y a la A. pantherina , las tres últimas.

 







            Además de las anteriormente citadas, nos podemos tropezar con la mortal Amanita phalloide -oronja verde por su color-, que es la causante de los muchos fallecimientos que se producen en España  al producir grandes daños en hígado y riñones

Estas tres instantáneas recogen a  diferentes ejemplares de  A. phalloide. En ellas, se pueden apreciar  sus tonos verdes claros del sombrero, resto de la volva que la recubrió  y su anilla en forma de capa.





martes, 13 de diciembre de 2011

"ENTREMESES" DE ILUSIÓN Y "POSTRES" DE DESENGAÑO.


          No sé si a todos los aficionados al cuco les pasará lo mismo, aunque creo qué, como en el fondo "estamos todos cortados por la misma tijera", la gran mayoría tenemos las mismas sensaciones y nos asaltan y nos rondan las mismas jodiendas.

          Me explico:

         Cuando llega el otoño y comenzamos a adquirir nuevos fichajes para nuestros jauleros, casi siempre, por no decir todas, estamos convencidos, o por lo menos, casi casi, de que hemos dado con el mirlo o mirlos blancos. Es más, incluso le/les buscamos una de las mejores jaulas, porque a primera vista hemos dado el pelotazo.

          Con el tiempo, si exceptuamos "esas cosas raras" que algunas veces llegan a nuestras manos, nos vamos dando cuenta que lo que parecía un pájaro más que apañaíto, no es más que un auténtico mochuelo. Es decir, otro más, de los muchos que han pasado por nuestras manos. Pero aun así, incluso sabiendo que el dinero que hemos invertido, está tirado a la papelera, seguimos queriendo engañarnos con milongas e historietas para ocultar, temporalmente, una realidad que es más que palmaria a nuestros ojos. Es más, incluso sacándolo algún día al campo de prueba, sin escopeta -yo lo hago algunas veces para ver simplemente su comportamiento-, nos ponemos una venda en los ojos para no ver lo que sí puede hacer hasta un ciego.

          No mucho después, en cuanto se abre la veda del pájaro y volvemos a sacar al campo a lo que sabemos de más lo que es, volveremos a darnos cuenta de que aquella gallera tan formidable que teníamos meses atrás, no lo es tanto, sino todo lo contrario: la mayoría de sus inquilinos están más cerca del arroz que de seguir  habitando en ella.

         Es el momento de la angustia y la desazón, ya que estamos metido en plena temporada y lo que creíamos  que era un buen plantel de primera división, no lo es ni de regional.  Por consiguiente, muchos de nuestras adquisiciones, que hasta hace poco eran unos monstruos en la pared de nuestras terrazas, patios y corrales, y nos tenían más que ilusionados, ahora resulta que no dan la más mínima talla. Tan es así que, a partir de ese momento, empezaremos  a buscar en donde no hay y a adquirir, que también se suele hacer, a muy buenos precios, porque es el momento de los atracos a mano armada, lo que no vale un  chavo. Incluso, puede que en el intento de buscar una solución a la carrera, nos den un sablazo de padre y muy señor mío, del que luego nos estaremos arrepintiendo por mucho tiempo. Porque, si hay una cosa que tengo clara, y creo que no sólo me ha ocurrido a mí,  es que, a menudo, adquirimos ejemplares que ya desde el principio, desde antes de hacernos con ellos, tenemos el barrunto de que lo que vamos a comprar nunca superará la más mínima prueba y, sin embargo, "billetes al canto y pacasa". Luego pasa lo que pasa...

          No sé si estoy muy lejos de la realidad, pero, lo que sí está claro es que, dentro de poco más de un mes, tendremos un juez que dictará sentencia: el campo. Mientras tanto, y para cumplir con nosotros mismos y con el ritual que aprendimos de nuestros ancestros, hay que seguir picándole bellotitas, arrimándoles tallos tiernos, soleándolos mucho... para que el "personal" no nos eche luego nada en cara, cuando no sean capaces ni de sacar la mínima nota .


sábado, 3 de diciembre de 2011

LA COCINA EN EL CORTIJO: "GAZPACHO DE INVIERNO".

         
            Dentro de las innumerables recetas de la cocina tradicional andaluza, hay algunos platos bastantes sencillos de preparar, como es el caso de éste que hoy traigo a mi blog. No es un plato para comer propiamente dicho, sino más bien, un acompañamiento para otras viandas. Hasta no hace muchos años se hacía majado, pero, hoy día, aunque haya quien se apegue a lo tradicional, se usa la batidora.

PREPARACIÓN:
1.- Se cuecen unas patatas y se pelan.
2.- En el recipiente adecuado, se pone el ajo que uno considere necesario, pimiento rojo, tomate entero de lata y sal. Posteriormente se le pega un repaso con la batidora.

3.- Luego se le añade las patatas cocidas, un poco de pan remojado, aceite de oliva y asadura asada, si gusta. De nuevo se vuelve a batir.

4.- A continuación, se le agrega el culantro/cilantro necesario para la masa que se ha preparado, el vinagre y sal correspondiente y se le vuelve a dar otro repaso de movimiento.

5.- Por último, se le agrega un poco de agua, no mucha, ya que este gazpacho debe presentarse más bien espesito y se remueve bien.

6.- Se puede servir solo o con un poco de huevo duro picado.

jueves, 1 de diciembre de 2011

FRASES PARA EL MES DE DICIEMBRE.



            En este último mes de dos mil once, antensala del invierno en esta nuestra parte del mundo, sirvan estas dos citas para reflexionar sobre nuestra madre naturaleza.

         "Durante centenares de miles de años, el hombre luchó para abrirse un lugar en la naturaleza. Por primera vez en la historia de nuestra especie, la situación se ha invertido y hoy es indispensable hacerle un lugar a la naturaleza en el mundo del hombre" (Santiago Kovadloff,  filósofo y profesor argentino).
            "Hemos esclavizado y maltratado tanto al resto de la creación que, si pudieran formular una religión, sin lugar a dudas representarían al diablo con nuestra forma.”   ( William Ralph Inge , teólogo británico).

domingo, 27 de noviembre de 2011

DE MONTERÍA: CALAÑAS 27 DE NOVIEMBRE.


"¡EUREKA!" AFORTUNADAMENTE,  ESTOS "BICHITOS" EXISTEN.





            Para un profano en la materia como yo, este "animalito" es un verdadero coloso. Pero..., además, para los entendidos, no lo es menos, ya que ellos saben de primera mano que, hacerse con un trofeíto de esta categoría, no es nada fácil, sino todo lo contrario. Pocos, muy pocos,  son los afortunados que si el destinino le otorga una  longeva vida de montero tienen esa "gracia". Sin embargo, hoy, en la mancha "La Encarnación", el amigo Mario León, ha pasado a la historia de la Sociedad de cazadores de Calañas, como el afortunado que ha sido capaz de abatir, porque tampoco está al alcance de todo el mundo, a tan impresionante cochino del país. Aquí no hay mezcla, éste es de los de pura raza hispánica. Bien es verdad que, luego, uno de los perreros lo ha rematado a lanza, pero estaba partido por la espina dorsal, con lo cual, poco podía moverse. Está claro que, por comentarios de los doctos en la materia,  catalogarlo como un  medalla de oro, no es nada descabellado.




            El resto de la montería no ha estado nada mal, ya que se han abatido: 14 venaos -uno de ellos, con doce puntas, "cobrado" por Juan Conde, muy bonito-, 8 cochinos y 26 ciervas de descaste.

             La anécdota da la jornada, y gracias a Dios que no pasó a mayores, ha sido el estado en la que ha quedado una repetidora después del disparo: el caño totalmente destrozado al reventar, pero, saliendo su dueño totalmente indemne del trance.

             Las imágenes que vienen a continuación recogen distintos momentos de la jornada de caza.

En la primera se ve el gran aspecto que presentaba el bar de la sociedad en los primeros momentos de la mañana -faltaban los fumadores que estaban en la calle con su "tarea"-. La segunda  y tercera nos muestran  a Mario con su trofeo y sus dos hijos. En la cuarta se observa a Juan Conde con el bonito venao que abatió. La última recoge cómo quedó la citada escopeta después del disparo.






          Nosotros no tuvimos suerte, porque, prácticamente, no vimos nada en toda la montería. Eso sí, tomamos el sol de lo lindo, ya que la mañana estaba de maravilla.

viernes, 25 de noviembre de 2011

RESPETO A LA PERDIZ DE GRANJA.


             Con la llegada del otoño, época de adquisición de nuevos pollos para nuestros jauleros, suge la eterna dualidad de su procedencia: campo o granja. Pero no sólo es eso, sino que para muchos aficionados, el que el otro tenga reclamos nacidos  en cautividad es algo así como un desprecio; cosa que, ni debía serlo, ni lo es y, máxime, cuando muchos grandes aficionados, bien por ideas propias, o bien,  porque no le es fácil conseguir pájaros de campo, han optado por reclamos de granja. El tema está más que manido, pero siempre de moda.

       Desde que las primeras perdices de granja empezaron a proliferar, se ha mantenido un continuo debate entre los defensores de éstas y los de la auténtica perdiz roja salvaje. Sin embargo, en los últimos tiempos, estas diferencias han tomado una virulencia tal que, a menudo, se llega a la falta de respeto, al insulto, la degradación… entre dos formas de ver un mismo sentimiento, suponiendo, por supuesto que, ambas defensas, tienen en común la pasión por la caza de la perdiz con reclamo.
            Ante todo, a mis casi 60 “celos”, he tenido el privilegio de ver a esa perdiz de hace cincuenta años y a la de hoy. He visto a muchas patirrojas venirse de vuelo desde bien lejos, caer a los pies del reclamo, echar el ala a rastras y engarabitarse en la jaula. También, por el contrario, he contado 14 ó 15 de granja al entrar en la plaza de careo sin el más mínimo celo. Pero, al mismo tiempo, tengo que decir que he matado granjeras que han luchado con el reclamo como la mejor campera y que me he dado cuenta de su procedencia al tenerla en las manos y verle sus patas. La realidad nos dice que, hoy, la perdiz no es la que cada uno quiera, sino la que es. Y esto, nos guste o no, nos dice que, nuestros campos, por infinidad de motivos que todos conocemos, están invadidos de pájaros de granja y que, desgraciadamente, para los que los detectan o, afortunadamente, para otros muchos que no tienen otra posibilidad, por muchas razones, “los gallinos”, como vulgarmente se les conoce, están ahí.

            Si tuviera que definirme como cazador de reclamo, lo haría como un acérrimo defensor de nuestra auténtica perdiz roja salvaje, tanto en el campo como en la jaula. Nunca he soltado perdices de granja en los muchos cotos donde he estado, ni he ido a colgar a fincas con perdiz “sembrada”, excepto el año pasado. Pero esto no significa nada. Podemos tener una finca “libre de humo, pero como el vecino fume…”. Y eso, desgraciadamente ocurre en casi todos los rincones. Por consiguiente, el tener el privilegio de poder colgar en lugares en donde, afortunadamente, no ha llegado la perdiz de granja, está al alcance de poquitos, poquitos. Realmente son unos privilegiados y les tengo envidia sana. Pero es más, allí no se puede colgar a cualquier pájaro. O es una “jaula” de categoría, o nos comemos un pimiento. Hay buenos reclamos para el campo de “andar por casa”, pero cuando se enfrentan a espolones “corríos” con muchos años en las sierras, el resultado es fracaso total. Para éstos ejemplares hace falta “jaula” con bemoles y sabiendo trabajar. Si no se dispone de todos los recursos y la sapiencia en utilizarlos, jaulazo tras jaulazo y sofocón tras sofocón.
            El problema surge cuando queremos dar con esos reclamos. ¿De dónde: de granja o de campo? Yo, personalmente creo, aun pudiendo estar equivocado, pero es mi opinión –tan válida como otras- que aunque ha habido, hay y habrá buenísimos reclamos granjeros, ante un buen “espada” de campo hay que “morir”.
            Pero el reclamo de campo hay que buscarlo en el campo y esto significa dos cosas:
           1º.- Muchos reclamos cogidos en el campo son más de granja que de campo.

            2º.- Aunque nos es fácil dar con campo puro, algunos se encuentran, pero aquí empieza el problema. Con desalados, heridos o cogidos en fincas propias no habría para abastecer toda la demanda. Luego, hay que buscarlos de forma ilegal y, ello, conlleva el esquilme de los terrenos por parte de muchos cuatreros, con el apoyo incondicional de los que luego se los adquirimos.
            No hay que ser licenciado en Ciencias Exactas para saber los pájaros que habría que coger del campo para llenar los jauleros de todos los aficionados. Simplemente multiplicando los miles y miles de colgadores que hay en Andalucía por 6 u 8, nos darían varios cientos de millares de machos de perdiz más otros tantos que perecieron antes de llegar a su destino y, eso, es una burrada insostenible.
            De todo lo anteriormente expuesto se pueden sacar dos reflexiones:
            Primera: Aunque a todos nos gustaría colgar en lugares “vírgenes”, nos es tarea fácil. Los imperativos económicos y de poder encontrarlos no están al alcance de todos, por mucha afición que se tenga. Por tanto, creo que no podemos ningunear al que no tiene otra posibilidad que la de la perdiz de granja que, dicho sea de paso, a lo mejor, el “tío” es un jaulero en toda regla y del que todos podríamos aprender muchas cosas.
            Segunda: Buscar reclamos nacidos en libertad significa restar al campo y, a los niveles de hoy –hace años no era un problema-, se resta una auténtica locura.
            MORALEJA: “Teta y sopa no caben en la boca”
            ¿No tendríamos que empezar por llenar nuestros jauleros de pájaros de granja?
            ¿No tendríamos que empezar por no comprar bajo ningún concepto un pájaro de campo?
            Para terminar, decir que, aunque siempre he “tirado al monte”, posiblemente los años, cada día más, me van haciendo ver que de las granjas también salen buenos reclamos y, por consiguiente, tengo varios en mi jaulero, los mismos que hay de más en el campo. Por tanto, respetemos lo que otros tienen o cazan.

lunes, 21 de noviembre de 2011

DE MONTERÍA: CALAÑAS 20 DE NOVIEMBRE.

  
LEY DE MURPHY
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            No soy muy dado a cuestiones que no tengan base científica, no sean demostrables y que induzcan a pensar en lo sobrenatural. Nunca he creído en la mala pata, en los males de ojos, en las supersticiones..., y, por supuesto, en la celebre Ley de Murphy.  Siempre he sido de los que piensan que las cosa ocurren porque tienen que ocurrir y no pasan cuando no tienen que pasar. Pero, hoy, he podido constatar que quien enunció tan conocida Ley sabía lo que decía.

            En dicha montería, celebrada ayer día 20 de noviembre -mancha Los Marcos-, con resultado flojísimo, como casi todas las que se han llevado a cabo, le tocó a mi hijo en el sorteo, la armada de cierre. Dentro de ella, la puerta anterior al postor -Bartolomé-. El paisaje del entorno, maravilloso: pinares, eucaliptos y monte bajo cerrado. La puerta, mala: en alto y con poca visibilidad. En una palabra, la ideal para no tirar nada y aburrirse de lo lindo.

             Toda la mañana transcurrió con las sensaciones antes descritas y, lo peor,  con agua. Sin embargo, casi  cuando los perreros nos divisaban, la cosa cambió por completo. Si con anterioridad, prácticamente, nadie había tirado, varios venaos que estaban por allí aculados, dieron la cara. Uno de ellos, con doce puntas y una cornamenta magnífica faldeó por el cabezo, lo tiró la puerta anterior, lo falló y se nos presentó frente a nosotros más de treinta o treinta y cinco metros. Al vernos, sorprendiendo por el hecho, se quedó parado para que pudiéramos observar de cerca la grandeza de su cuerpo y de su trofeo. Mi hijo Pablo lo apuntó a conciencia, pero apareció la célebre Ley de Murphy recordándonos que existe. Apretó el gatillo y sólo se escuchó el clic del punzón en el misto de la bala. Así pues, el rifle, por primera vez en su vida, no disparó. Pablo, "montero curtido en mil batallas", reaccionó rápidamente, pero al abrir para cambiar de bala, aquel bello ejemplar salió de estampida por todo el viso -parte superior del monte-. Como allí no podía dispararle, cuando lo hizo,  las condiciones ya no eran las más idóneas para quedarse con él y nuestro "sueño" puso tierra de por medio dejándonos "tocados del ala". En una palabra: hechos polvo.

           Luego, nos entró uno  de ocho puntas a cascaporra, pero al esperar a un buen ejemplar que había en las inmediaciones, no lo tiró -el cupo era uno de más de ocho puntas-. El primero se fue, y el de once no dio la cara, ya que lo abatieron tres puertas más arriba.

            Por tanto, lo que en un principio parecía una fracaso de puerta, se convirtió en lo que podía haber sido todo lo contrario.

            Para finalizar, decir que, en general la jornada, estuvo flojísima, se tiró poquísimo, agua calaera toda la mañana y  se matarían no más de tres venados, dos o tres cochinos y dos o tres ciervas. No nos quedamos mucho tiempo porque había que  llegar a Huelva  y votar. "Picamos" un poco junto con los demás monteros y vuelta a casa.

            A continuación, se puede ver un pequeño resumen gráfico de la jornada.

En estas dos imágenes se aprecia los momentos anteriores al montería: una vista del salón de la sociedad con varios socios charlando -el resto de los muchos que asistieron estaban en la puerta echando el cigarro y de diálogo- y una bellísima y joven montera esperando del sorteo de los puestos.




En las cinco siguientes, se puede observar, primeramente, el paisaje que teníamos frente a nuestra puerta. En segundo lugar a mi hijo Pablo durante la montería aguantando el chaparrón. En la tercera y cuarta, las tareas para llevar a un venado hasta la pista para su posterior recogida. La quinta recoge una buena cochina abatida en una de las puertas de nuestra armada.








Estas dos que vienen a continuación recogen el momento en que se le hace entrega a Eleuterio Gordo de los trofeos conseguido durante la temporada pasada por distintos motivos y al grupo de la peña que concedió los premios. Entre estos últimos, destaca lo curioso de recibir una copa por el mejor chiste y otra por todo lo contrario, por el peor.



Esta última imagen cedida por un amigo de la Sociedad de Cazadores, recoge al célebre Fantasma, el día que fue abatido. Como se puede apreciar tiene una cornamenta enorme y preciosa -veinte puntas-. Algún día contaremos su  curiosa historia.



jueves, 17 de noviembre de 2011

UNA SETA IMPERIAL: LA TANA.


En este tiempo otoñal, ideal para busqueda de setas y de preparación de platos, por este rincón de Andalucía hay una seta que sobresales y muy solicitada: la tana -Amanita caesarea-, Es una seta de color anaranjado-rojizo, tanto en el sombrero como en las láminas y pie. Además, si las condiciones meteorológicas de pluviometría y temperatura no son las que necesita, no sale ni una. De hecho, cuando las lluvías otoñales tardan en llegar y se echan los fríos, hay que esperar hasta la primavera siguiente para ver si con condiciones adecuadas se pueden recoger algunas.





           La tana es una seta conocida desde la antigüedad. Tan es así que los césares romanos las hacían llevar desde España para preparar buenos platos. Es más, según cuenta la historia, el emperador Claudio fue envenenado con esta seta, mezclada con la mortal Amanita phalloide. Parece ser que su esposa Agripina estuvo detrás de dicho acontecimiento para que su hijo Nerón, como así fue, subiera al trono de Roma.



         Por último, decir que, en los años que escasean, su precio no está alcance de todos los bolsillos ya que, en el mercado de “tapaíllo”, puede rondar los 35/80 € el Kg.

          Puede confundirse con otras dos amanitas, con la muscaria y con la crocea. Pero, la primera tiene pintas blancas sobre fondo rojizo y la segunda tiene las láminas de color blanco.



              Estas buenas tanas han sido cogidas esta tarde. Algunas de ellas son las que están un poco más arriba. Parece que empiezan a dar la cara al ser un otoño húmedo y con poco frío.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

LLEGÓ EL BARBERO.

           
           Año tras año, sobre mediados de noviembre y como tradicionalmente he hecho desde siempre, siguiendo el proceder de mi maestro en esta lides, el abuelo Vicente, suelo recortar los reclamos que no son pollos.

            En la tarde de ayer, con la inestimable ayuda de mi amigo Pepe Moyo, recortamos cinco reclamos que no de la temporada. Estos últimos los suelo dejar para más adelante, cuando les "vea la punta". Si tienen madera -mansos y con reclamo aceptable- los saco al campo sin escopeta para ver lo que hacen. Si allí no botan, ni alambrean, aunque no canten, los recorto. Si hacen lo contrario, los regalo o los suelto con todos los vuelos y anillados para ver su destino algún día.

          Estas imágenes que vienen a continuación recogen el proceder de lrecorte con uno de los cinco que pasaron por el barbero.

La primera muestra el recorte en las remeras. La segunda, aunque sea por tradición, y no porque sea necesario, corto las piojeras de debajo del ala. En la tercera, se puede apreciar cómo queda la cola. La cuarta recogen las manos de Pepe el momento de la desparasitacíon interna -con pastillas Ripercol-. Por último, en la quinta, se ve como queda uno de los reclamos después del trabajo. Como no había uñas largas, no hizo falta la "manicura". Lo que sí hubo, fue una desgracia: un pollo del año pasado con muy buenas maneras se rompió el fémur. Por ello, lo he puesto apartado y tranquilito para que, dentro de un mes, si todo marcha bien, esté recuperado.







             En cuanto tenga tiempo, les doy tierra húmeda para que la pluma se le asiente y se le quede bonita. Para ello, utilizo tierra mezclada con ceniza.



martes, 15 de noviembre de 2011

TARDE BOLETUS Y GALLIPIERNOS.


            Esta tarde en unión del amigo Pepe Moyo, hemos salido a dar la vuelta al campo y ver si, de camino, cogíamos algunas setas. La verdad es que ha sonado la flauta. El resultado: dos buenas cestas. Una de boletus de diferentes tipos y la otra de Macrolepiotas proceras -gallipiernos-.

            La últimas aguas han cambiado el panorama y los diferente tipos de setas empiezan a alegrar a los enamorados de la micología. Algunas como la tana -Amanita caesarea-, todavía se resiste, pero la cosa empieza a tener buena pinta.

            Las siguientes imágenes recogen las setas recogidas y el resultado final de la salida.

La primera pertenece al Boletus aereus, la segunda al B edulis, la tercera al B. pinícola y la cuarta al Boletus/Suillis granulatus. La quita es de un gallipierno precioso, como muchos de los que hemos cogido.











En esta eprimera estoy, en el comedor de mi casa, con las dos cestas recolectadas. En la segunda, la cesta de boletus.




              Ahora, tras terminar el escrito, me queda cocina para rato -lo hago con gusto porque después del reclamo la micología y la cocina son mis otras grandes aficiónes-, ya que las setas, si tienen algo malo, es que son demasiado perecederas. O las haces sobre la marcha o las tiras. Y no es cuestión de hacerlo después del trabajo que cuesta dar con ellas.