lunes, 29 de enero de 2024

DECADENCIA TOTAL DE NUESTRA PERDIZ ROJA SALVAJE

 
Imagen de un puesto de sierra de esta temporada

Sobre este artículo de opinión pajaritero, debo puntualizar que lo que voy a exponer está circunscrito a la provincia de Huelva, que es donde cotidianamente me muevo, aunque por lo que hablo con compañeros de diferentes regiones españolas poco más o menos es el pan nuestro de cada día en sus lugares de caza.

Para iniciar, tengo que decir que el final del otoño pasado y lo que llevamos de invierno, exceptuado momentos puntuales, han sido lluviosos y con temperaturas benignas. Es decir, lo que necesitan nuestras patirrojas para llegar a la apertura de la veda en un estado de celo de mediano para arriba. Por ello, el entrar al reclamo debería ser lo que espera todo perdigonero con anterioridad al comienzo del periodo hábil para su caza.

Sin embargo, la realidad, basada en hechos comprobados, viene a decirnos que nunca más lejos de la realidad. Consiguientemente, lo que debería ser miel sobre hojuelas en lo relativo al momento por el que pasa nuestra perdiz roja, para decir verdad, es todo lo contrario, pues las camperas están fatales. Hay pocas, porque la primavera pasada no criaron bien y las hay no cantan y cuando lo hacen es momentáneamente, pero sin que ello signifique que vayan a entrar en pelea con el reclamo. Por supuesto, con estas componendas, salir a dar el puesto es ir de antemano con la idea de que se va tomar el sol y observar el paisaje, sentir el viento o mojarse, pero nunca con la ilusión de participar en lances para recordar. Y no se olvide que, los reclamos, cuando van pasando los días sin tener respuesta en el repostero, terminan por bajar muchísimo en su nivel, llegando a dar mocholadas por su enorme decepción con lo que va ocurriendo.

En relacion con lo anterior puedo decir que, en lo que va temporada, he cazado el reclamo en tres fincas de perdiz autóctona. Primero en Ciudad Real en un avotado de caza mayor y, en estos momentos, en dos de la provincia de Huelva. Y si el comienzo fue malo, no lo es menos la actualidad, ya que si las camperas manchegas ni se les escuchaba, las del Andévalo onubense, están igual o perores. Y no se trata de gatillo, que también importa, sino de poder disfrutar de la esencia de nuestra milenaria modalidad cinegética, pues dos horas escuchando a tu macho de jaula y el campo mudo, poco o nada nos dice y menos al reclamo que, poco a poco, se va cansando de hacer el canelo.

Lo anteriormente plasmado, siempre bajo mi punto de vista, viene a decirnos que algo le ocurre a nuestra reina de los campos para que estén como están. De este modo, sin meterme en los motivos de la actual situación de nuestras perdices camperas, decir que si su densidad en todos los campos andaluces es alarmantemente baja, por depredación o porque casi no crían, lo que se espera de ellas a la hora de cazarlas con el reclamo es irreconocible. Así, esa territorialidad y valentía en la defensa de sus dominios, a día de hoy, no existe, pues pasan olímpicamente del “intruso” que le disputa su territorio: ni le dicen nada y, mucho menos, se acercan para la pelea con el objetivo de expulsarlo del mismo. Por tanto, el pensar en aquel estruendoso vuelo con el consiguiente pichó, pichó, pichó… para aterrizar en la misma plaza y retar al reclamo, en estas fechas, es una auténtica quimera.

Y lo que acabo de exponer, creo que conocido por todos, nadie me lo ha dicho. Lo voy viviendo en mi día día a día con la jaula a cuestas. Es una pena, pero es una realidad irrefutable que comparto como “notario” de la misma. Es más, si no fuera tan grande la afición que nos atrapa, ya hubiéramos, mas de uno y más de dos, mandado todo esto a hacer gárgaras.

Y lo que es peor, según informaciones que me van llegando, la perdiz de repoblación, siempre más fácil, tampoco está para tirar cohetes. 

Se dirá, porque es verdad, que las temperaturas altas de las últimas fechas están influyendo, pero tambien se ha pasado por estas situacioneas años atrás y todo era diferente.

Lo fácil es mirar para otro lado, pero lo objetivo es tener claro que nuestra perdiz está dando las últimas boqueadas. Es más, queranos aceptarlo o no, a la reina de los bosques le quedan "dos telediarios". Por ello, hablar peste de la repoblación nos puede pesar algún día. Tiempo al tiempo.

viernes, 12 de enero de 2024

SER PAJARITERO: CUANDO LA AFICIÓN PUEDE MÁS QUE LA CABEZA

   Este artículo personal, publicado en la revista TROFEO CAZA correspondiente a este mes de enero, fecha de la apertura de la veda de la caza con reclamo en muchos puntos de Andalucía, recoge mis sensaciones y creo que de muchos pájariteros españoles sobre nuestra ancestral modalidad cinegética. Pero además, como estamos empezando con el periodo hábil de tan tradicional afición, no esta mal que se tenga a mano, por si queremos echarle un vistazo. Seguro que quien siente de corazón esta forma de cazar nuestra perdiz roja entenderá lo aquí plasmado.

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     “Cuando la afición puede más que la cabeza” es el título de unos de mis muchos relatos sobre nuestro mundillo cuquillero y publicado en mis dos últimos libros, donde se puede percibir, claramente, que el ser perdigonero es una actividad cinegética que atrapa y abduce de una  forma inexplicable e incomprensible, a quien practica tan ancestral forma de cazar nuestra perdiz roja que, una vez probada su “pócima”, muy difícilmente se sale de ella.

Sobre lo expuesto anteriormente, se pueden presentar sobre la mesa muchas “enmiendas”, pero tengo muy clarito que el apego a la caza de la perdiz con reclamo es tan indisoluble entre cuerpo y espíritu que, incluso, casi sin poder movernos, por problemas varios, llegado el momento, hay un “algo” que nos empuja de tal modo, que somos capaces de dejar atrás  inconvenientes y contrariedades  de todo tipo, para no faltar a las citas con el campo y con nuestros reclamos de perdiz.

La emblemática y seductora caza del perdigón, desde tiempos inmemoriales ha sido para sus acérrimos practicantes, una aleación entre los pájaros de jaula y sus respectivos dueños y, por tal motivo, de muy difícil, por no decir imposible, separación de componentes. Tan es así que el cuquillero, sea cual sea, en el noventa y tantos por ciento de los casos, no entendería su vida, su día a día, aun con los muchos inconvenientes que se presentan, sin sus machos de perdiz. Reclamos y perdigoneros son algo así como una fuente inagotable de vida. De hecho, muchos aficionados, en ocasiones puntuales, cuando alguno de los inquilinos de su jaulero atraviesa un episodio grave o funesto, lo han pasado muy mal, tan mal, como si el afectado fuera uno de los miembros de la familia. Por el contrario, me atrevería a decir que, llegado el momento de fatalidades personales o del entorno más cercano, nuestros reclamos son los que nos “inoculan” ese plus balsámico para tirar hacia adelante, aun sabiendo que nos acechan negros nubarrones.

En esta línea, no me queda otra que decir que nuestra antiquísima modalidad cinegética nos lleva puntualmente a situaciones difíciles de entender, a no ser que la vivamos de cerca, porque formamos parte de ella o convivamos con quien la practica.

De esta manera, aparte de lo plasmado con anterioridad, hay que dejar patente que el verdadero cazador de reclamo, el de tradición, en su vida más o menos larga con la jaula a cuesta, ha pasado por situaciones  sorprendentes e insólitas, porque esa inmensa fascinación que nos embarga hace que la prudencia o el miedo no existan para el reclamista, pues siempre puede más la afición que la cabeza. Así, inconvenientes de todo tipo: físicos, de ocupaciones profesionales, familiares…, son dejados a un lado para, en múltiples ocasiones, en algunas de ellas bajo límite, salir al campo a disfrutar  con nuestros reclamos y, lo que es peor, a veces, para aguantar “mocholadas” de las que hacen época. En consecuencia, aun sabiendo que tenemos todos los elementos en contra, es tal la ilusión que nos embarga que, en momentos determinados, nos embarcamos en travesías increíbles y peligrosas para nuestra integridad física, ya que lo que realmente cuenta es la inmensa alegría y la magia de vernos en un determinado colgadero disfrutando de nuestro pájaro y del maravilloso paisaje que nos rodea. Lo demás no importa. Por lo tanto, además de las limitaciones de nuestro cuerpo que se puedan tener, el viento, frío, agua, escarchazos, labores agrícolas y ganaderas, viandantes en bicicletas o motorizados… dan igual, aunque luego se echen demonios por la boca. Lo que al final queda es el inmenso placer de encontrarnos con lo que de verdad se ama: nuestro macho de perdiz atalayado en su pedestal y nuestra madre Naturaleza.

Para finalizar, me gustaría decir que quien suscribe, con casi setenta y dos “celos” y con más de una gotera a sus espaldas, sigue tan ilusionado con salir al campo con el reclamo a las espaldas, como cuando hace ya muchos años, acompañaba a mis mayores, allá finales de los años cincuenta y comienzo de los sesenta a dar el puesto, siendo aun un niño de pantalones cortos. Incluso diría más, cosas muy muy graves me tienen que suceder a día de hoy, para dejar mis reclamos y colgar la escopeta. Puede mucho más la afición y la ilusión que todo lo demás. Nací perdigonero, lo sigo siendo y así moriré, pues los sentimientos que se tienen hacia esta forma de caza nos llegan hasta lo más hondo de nuestro ser. 

sábado, 6 de enero de 2024

SENSACIONES PERDIGONERAS

Con este artículo de opinión, sobre nuestra modalidad cinegética, de D. Vicente Murillo, un consumado pajaritero cacereño, que ya la edad le ha apartado de la practica de la caza de la perdiz con reclamo, empezamos  la colaboraciones con este blog.

Este escrito es de mil novecientos ochenta y siete y como creo que todo lo que rodea a nuestra afición nunca pasa de moda -sino todo lo contrario-, aquí lo comparto, porque, bajo mi punto de vista, merece la pena echarle un vistazo.

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En el sitio del aguardo y en su silencio, en donde todavía es posible contemplar la libertad sorprendida, la vida sin miedo de los habitantes del campo, el amor, el deseo, el combate y la muerte.

El perdigonero ya tiene bastante con contemplar en plena libertad a una de las más bellas aves de la creación, integrándose en esa Naturaleza que le apasiona y que como hombre jamás puede disfrutar, pues se le escapa de las  manos, al huir toda clase de animales ante su presencia.

El perdigonero se convierte en asombrado espectador  de un hermoso ballet inspirado por música maravillosa en el que todos los personajes son protagonistas y, que para su dolor, ha de concluir como la vida misma, con la muerte.

¿Y qué es la caza, sino la muerte de la pieza perseguida y acosada? Pero la muerte solo alcanza protagonismo negativo cuando de la caza de la perdiz con reclamo se trata.

Y, desde luego, resulta más bello -si es que existe belleza en la muerte- morir sorprendido en lance de amor que con el terror en los ojos y pálpito en el corazón, por la proximidad del hombre o del perro.

¡...Que no se nos discuta un lugar al sol, donde poder colgar cada año, junto al pájaro, los sueños que alimentaron toda una temporada...!

                                           Vicente Murillo Bernáldez

martes, 2 de enero de 2024

CAZA DE LA PERDIZ CON RECLAMO: ANÉCDOTAS Y LANCES CURIOSOS.


Pastas del libro

Como no podía ser de otra forma, mi tercer libro Caza de la perdiz con reclamo: anécdotas y lances curiosos, ésta vez compartido con otros pajariteros de distintos lugares de nuestra geografía nacional, no tiene más remedio que ser el punto de partida de mi nueva andadura en el blog, pues no todos los días se saca al mercado una obra nueva sobre nuestra ancestral afición.

Pues bien, este tratado, manual, compendio, volumen… cuquillero o como queramos llamarle, publicado por la Editorial Canchales, supone una novedad en cuanto a su contenido, puesto que la totalidad del mismo está enfocada a anécdotas y curiosidades que se dan en el día a día de nuestra modalidad cinegética. Así, en el lugar donde están los reclamos, pasando por el colgadero, en los cortijos y en sus chimeneas, en los caminos que se transitan para ir o venir a/de dar el puesto, en la charlas entre los amigos y conocidos… se dan muchas situaciones singulares dignas de mención, de ahí su tirón, pues lo no cotidiano o inusual llama bastante la atención.

Este libro que está prologado por José María Mancheño, Presidente de la Federación Andaluza de Caza y por Juan Domingo Delibes, biólogo y divulgador científico y siempre ha contado con el apoyo de la Asociación Cuquilleros al Alba y de su Presidente Diego Rama, creo que tendrá calado en el amplio abanico de obras o tratados sobre la afición perdigonera, ya que su contenido, exclusivamente en forma de anecdotario y curiosidades del mundillo cuquillero, nos llevará, además de echar ratos divertidos con su lectura, a comparar diferentes parámetros que intervienen en nuestra forma de caza: manera de llevar a cabo los puestos, los múltiples paisajes de los colgaderos, los personajes que intervienen, los horarios de los puestos, el vocabulario de los diferentes puntos de nuestra piel de toro, los bártulos utilizados… En pocas palabras, con su lectura se podrá comprobar que nuestra afición tiene muchísimas variantes según quien y donde se lleve a cabo.

Dicha obra sobre nuestra forma de entender la caza de la perdiz roja, salió al mercado a mediados de septiembre pasado y se ha presentado oficialmente en la X Feria del Reclamo de Cabra el pasado uno de diciembre y en la VII Feria de Cuquilleros al Alba de Cuevas del Becerro el quince de dicho mes, presentaciones donde varios compañeros que hemos participado con nuestros relatos, expusimos nuestro punto de vista sobre el libro. Además, en Cabra, Manuel Ortiz, padre e hijo al cante y David Soto a la guitarra nos deleitaron con su música y con los fandangos sobre el reclamo y la caza de la perdiz. Tambien decir que todo lo recaudado en Cuevas del Becerro, ha ido a parar a la Asociación Girasol, aportando con ello nuestro granito en esa gran labor que desarrolla dicha entidad en la lucha contra el cáncer. 


   Imágenes de las Ferias de Cabra y Cuevas del Becerro

 También, tengo y debo dejar constancia de mi agradecimiento de corazón a todos los que han intervenido de una forma u otra en este manual pajaritero, destacando el apoyo recibido en todo momento de la Federacíon Andaluza de Caza y de Cuquilleros al Alba. Por tanto, sin el "empujón" de todos los citados, hoy no estaría publicando esta entrada.

Para finalizar, decir que este anecdotario sobre el reclamo de perdiz, a mi entender, merece, aunque no es barato, tener un hueco en nuestra biblioteca cinegética, pues suma, junto a lo curioso y divertido de las historias que la componen -noventa en total-, la exquisitez de la edición. Así, encuadernación, papel utilizado, imágenes y dibujos que nos ofrece la obra, se puede decir que son de muy primerísima calidad.

Por tanto, el que esté interesado puede adquirirlo directamente en la Editorial Canchales, empresa dedicada principalmente a la publicación de obras sobre la caza en general o en librerías asociadas a dicha editorial que ellos le pueden indicar.


lunes, 1 de enero de 2024

ESTAMOS DE VUELTA

         Mis amigos y compañeros de afición y lectores en general de este blog:

       Después de casi dos años de descanso, volvemos a estar “al pie del cañón”, tras darle muchas vueltas a la cabeza y sopesando pros y contras. Es más, sé bien que los blogs se han quedado un poco obsoletos o desfasados en comparación con otras redes sociales, pero también tengo claro que lo que aquí se exponga, aunque solo le interese a un número mínimo de visitantes, no importa mucho si sirve para ellos.

 Y, para no "marear mucho la perdiz", tengo que decir que el objetivo de esta segunda andadura, sigue siendo, como desde el primer momento de este blog, el compartir sensaciones, ideas, planteamientos, actuaciones… que encierra nuestra afición pajaritera. Igualmente, no puedo olvidar que la naturaleza corre muy paralela a la actividad cinegética. Por ello, mucho antes que cazador, pienso que  debemos ser unos verdaderos enamorados de la misma y luchar a muerte por su conservación y mejora, aunque haya quien piense que lo único que nos interesa es acabar con todo lo que se mueve en el campo.

Eso sí, como la edad va pasando factura día a día y uno ya no es un zagal, nos tomaremos con calma las entradas y apostaremos más por las situaciones importantes y de interés, que por la cantidad de las mismas.

No hace falta decir que este blog seguirá estando abierto a cuantas colaboraciones se quieran hacer, tanto en forma de comentarios, artículos, relatos, curiosidades, noticias…, pero siempre, desde el respeto a personas y a nuestra actividad cinegética.

Para terminar este primer contacto, solo decir que en el capítulo relativo a los comentarios a los escritos publicados, para quien quiera realizarlos sin ser seguidor del blog, si lo hace desde el apartado ANÓNIMO, debe hacerlo con su nombre para saber a quien pertenece. Además, los escritos ofensivos o faltos de respeto, sean del tipo que sean y a quienes vayan dirigidos, no verán la luz, pues bajo ningún concepto voy a permitir que se utilice este medio para ello.

Por supuesto, la caza de la perdiz con reclamo y nuestra madre Naturaleza -mis dos grandes pasiones-, serán el eje central de este  blog que hoy, uno de enero, se vuelve a poner en marcha.

Un cordial saludo y que el año que acaba de comenzar sea benévolo con todos, que no nos dé, pero que no nos quite, principalmente en el apartado de salud.