miércoles, 24 de abril de 2024

RECLAMOS QUE, SIN SER FENÓMENOS, SIEMPRE SE RECUERDAN


                          Imagen de Manchego, un reclamo que da el avío

Echando la vista atrás, consultando mis anotaciones sobre la caza del reclamo y haciendo un ejercicio de memoria, intentaré recordar a aquellos reclamos que, bajo mi personal opinión, fueron de un nivel más que aceptable, aparte de los que vi cuando era niño, acompañando a mis mayores, dígase Facultades o El “Ajumao”. Así, sobre mil novecientos setenta y seis, una vez que acabé mis estudios, hice la “mili” y las oposiciones a Funcionario del Estado, me establecí en el mundo laboral y dí comienzo a mi independencia económica, pude buscar acotados donde poner en práctica la afición que empezó en mí mucho antes, pues en la infancia y niñez, ya me metía en el puesto con familiares cercanos y con unos años más ya hice mis primeros pinitos con el reclamo.

Consiguientemente, desde aquellos años hasta la fecha de hoy -casi cincuenta años-, han pasado por mis manos cientos de machos de perdiz. Y aunque, como suele ocurrir, la mayoría han sido más bien mochueletes, también, ha habido reclamos, con los cuales he disfrutado de lo lindo, aunque siempre he tenido claro que, con solo salir al campo a dar el puesto, ya supone un auténtico gozo. Por supuesto, han sido pocos los de valía, pues no entiendo que un pajaritero diga, en un momento determinado, que tiene ocho o diez máquinas o fenómenos, cuando, incluso, dar con un pajarete “mediacuchara”, no es tarea fácil, siempre que la valoración sea totalmente objetiva. Es más, en la valoración influye mucho el tipo de perdiz que haya en el campo donde se cace, puesto que ello marca las diferencias de la calidad  de los del pulpitillo.

Tan es así que, en estas casi cinco décadas, solo dos, como he relatado en numerosas ocasiones y en escritos varios, el de Manué y Chimenea, he podido etiquetarlos de reclamos de primer nivel o punteros, como se les suele llamar. El resto, dentro de los que han dado o dan el avío, han sido o son en la actualidad reclamos que me han hecho pasarlo bien dando el puesto con ellos, pero que nunca se le podría colgar el cartelito de fenómenos, Dios me libre de ello.

Los dos citados, fueron en su momento lo máximo, aunque nunca fueron pájaros que aceptaron las carantoñas, sino que, al contrario,  siempre guardaron, sin ser bravos, las distancias conmigo o con amigos y conocidos que se les acercaban.

Pues…, además de estos dos grandes reclamos, por orden cronológico, debo citar a los siguientes, porque todos ellos, cada uno a su estilo, pues no hay dos iguales, supieron ganarse el apelativo de pajaretes que dan el avío:

1.- Castelar, llamado así por el protagonista del  libro Historia de un reclamo, o el de Burgos, como lo nombraba indistintamente, era un reclamo procedente de los primeros machos de la célebre granja de Altube  y que cuando lo adquirí, sobre 1977/78, era el único que quedaba en un negocio del ramo. Por lo tanto, más que escogido. Aun así, fue un pájaros muy trabajador y excelente con las hembras. Murió pronto, con cuatro años y, por tal motivo, nunca supe cual hubiera sido su techo. Pero en ese tiempo, en el repostero, fue un pájaro más que aceptable y con gran variedad de recursos entre los que destacaba un cante de mayor como los ángeles.

2.- El Picocho. Pájaro que compré al abuelo de un alumno, por aquellos entonces -sobre 1980- por un dinero aceptable, pero que me desprendí de él al año siguiente porque tenía la manía de tomar “copas”, costumbre por la que nunca he pasado. Sin embargo, en manos de su posterior dueño, fue un auténtico pájaro de primer nivel al que le tiró muchísimas patirrojas, cuando la granja todavía no había llegado a muchos sitios. Es decir otro pájaro de bandera que duró doce años.

3.- Gitano. Este reclamo fue uno de tantos que lo tiene uno un poco arrinconado y sin mirar mucho para él. De hecho, fue una gran y grata sorpresa el día que debutó en el campo, sobre el año 1999/01 pues el puestazo que me dio nunca me lo pude imaginar. A partir de ahí, por su constancia en el trabajo, se le podían dar dos puestos seguido, cosa que hice más de una vez. No lo tuve mucho tiempo, porque al quinto año no había quien le tirara una campera, pues el mítico Sansón y él eran la misma persona, lo que me aclaró que quien me lo cedió no me dijo que era un pájaro de granja.

Aun así, en los tres años que estuvo conmigo, dio puestos que, hoy, bastante tiempo después, todavía los recuerdos. Terminé regalándolo, pues había forma de que metiera una patirroja en plaza de fuerte que se puso, puesto que a final del cuarto celo, cuando escuchaba a las montesinas no cabía en la jaula.  Y de esta forma, las camperas de entonces no querían saber nada d él. Aun así, los tres años anteriores era un pájaro segurísimo y no fallaba en ningún puesto.

4.- El Correa. Reclamo con dicho nombre porque lo cambié de pollo, sobre el año 2000, por una correa que le hice a quien lo tenía.

Fue un reclamo muy bueno hasta los seis años, pero luego se puso fuerte de recibo y lo regalé a un amigo, al que le siguió ofreciendo muy buenos puestos, pero dándole tierra y soltándolo cada dos por tres para que se bajaran los “humos” y se suavizara.

5.- D. Benito. Muy buen pájaro y de los pocos por los pagué un buen “pico” de por aquellos entonces -2004-, pues andaba, por distintas circunstancias, flojo de reclamos, aunque a decir verdad, quien me lo vendió -el amigo Benito de Paymogo-, no sabía lo que vendía, dada la relación calidad/precio.

Llegó a mis manos con dos celos y en los tres años que lo tuve, pues se me asfixió en un lamentable descuido, fue un pájaro excepcional con recursos variadísimos, incluyendo titeo y cloqueo, además de un  trabajo incansable.

Después de mis dos mejores reclamos, este ocuparía el tercer lugar.

7.- Guerrilla. Regalo de un buen amigo y nacido en cautividad en una finca onubense del mismo nombre en el año 2005.

Pájaro de jaula bastante aceptable en todo sus actuaciones y con un trabajo incansable, lo que hizo que, aun siendo un poco bastorro, se le abatieran muchas patirrojas, aunque estuvieran malas. Murió con nueve celos y en pocos puestos falló.

6.- El Alpujarreño. Pájaro nacido en cautividad y que llegó a mis manos sobre 2011, regalo del amigo Leopoldo Soto, de Válor.

Reclamo con una música bastante buena y excepcional con las hembras. Seguro en donde los haya y muy trabajador. Murió con  diez años y en pocos puestos defraudó.

7.- Ariza. Pájaro regalo de Pepe Ariza en 2012 y otro excepcional pájaro de la granja que regenta en Granada.

Como muchos de los machos de jaula con buena pinta, murió pronto de un bote en el cajón de muda, al asustarse un día de una perra de mi hijo, pero en los años que estuvo conmigo, cuatro temporadas, daba gusto verlo trabajar y recibir, pues era como su “hermano” Chimenea,  ya que daba la bienvenida a las camperas como él, tieso como una vela y cuchicheando suavemente.

8.- Ronquillo. Otro gran reclamo de granja que llegó a mis manos en 2015, ya con dos celos y que me acompañó durante siete temporadas. Murió a consecuencia de una intervención de callos plantares.

Conjuntamente con Chimenea, Castelar y el Alpujarreño, ha sido el pájaro más pendenciero para las hembras, a las que las hacía entrar en plaza con un facilidad pasmosa, pues aparte de trabajador, tenía un reclamo espectacular, un pie suavísimo y era muy fino recibiendo.

9.- Manchego. Pájaro adquirido de pollo de forma simbólica a un amigo y dueño de una finca de caza mayor de la provincia de Ciudad Real.

El año próximo cazará su séptimo celo y su mayor virtud es que, sin ser muy trabajador, ni tener una celestial música, tiene ese ”algo” que engatusa a las patirrojas camperas, tanto machos, como hembras.

Su gran problema es que, si no se mueve el campo, echa su buen rato y, a continuación, cierra el pico y, a no ser que aprecie que puede haber éxito, se embola y mutis. Ahora bien, con patirrojas normales, sabe de qué va el asunto y da unos puestos para no olvidar, pues es una bendición escucharlo alternar los diferentes cantos.

10.- Viñas. Reclamo de una granja salamantina que la próxima temporada cazará cuatro celos. Es regalo de mi hija y lo compramos en una tienda de animales del Viso del Alcor, en una visita médica a Sevilla.

 No tiene un cante de mayor que sobresalga, solo aceptable, pero titea a machos y hembras y desde que se pone hasta que se quita del matojo, da el callo al máximo y recibe cuchicheando muy suave picando el suelo. Al igual que Chimenea, desde el primer puesto se le tiró caza porque algo debe de tener, pues el campo le entra sin dar mucho la lata. Si no viene a menos, llegará a ser un ejemplar para recordar muchos años

Para finalizar decir que con este último reclamo citado, cierro este resumen dedicado a los machos de jaula que han dado o dan el avío en mi trayectoria con la jaula a cuestas, aunque ha habido otros que también han pasado por mis manos y se le ha tirado caza. Pero estos diez, por sus características específicas, han sido especiales. Como se verá, en cincuenta años, que no son pocos, diez pajaretes de avío no es mucho, sin embargo, poseer en cada momento varios figuras -en caso muy puntuales puede ocurrir-, como dicen tener muchos aficionados en el día a día, sí cuesta trabajo creerlo, si se es objetivo y serio en la valoración de los mismos.


viernes, 19 de abril de 2024

ESCOPETA INDIAN, UNA JOYA DE LA INDUSTRIA ARMERA ESPAÑOLA

 


              Imagen de la escopeta abierta y plegada

Hace ya unos años, llegó a mis manos esta pequeña gran escopeta del calibre 24 y monocañón, fabricada en España sobre finales del mil ochocientos o principios del mil novecientos. Y según mis conocimientos, por las muchas consultas realizadas, se hicieron un número muy restringido de las mismas, por lo que, incluso los armeros las han visto poco. Así que no digamos del cazador de a pie.

Esta preciosa escopeta, con muy buenos aceros, es compacta y fuerte, de poco peso, más bien corta -65 de cañón y un largo de 108 cm-, plegable, con tres estrellas y con una curiosa forma de cierre.



Cuatro tomas de algunas características del arma

 Por ello, al ser de reducido tamaño de cañón y con un choque abierto, al utilizarla para el puesto de reclamo, el repostero no debe situarse a más de 15 m/pasos, pues si lo alejamos más, a veces, tras el disparo, deja aleteando a las camperas, circunstancia que no gusta a nadie y, a algunos reclamos, mucho menos.

También tengo que decir que, al pesar poco y ser muy ligera, suele dar culatazos en la cara. Por ello, no he tenido más remedui que hacerle y colocarle una carrillera con foam/espuma para, con ello, mitigar los buenos “tortazos” en el rostro. Es más, por dicho motivo, a la hora de disparar, hay que apoyársela muy bien en el hombro y, de esta forma, evitar lo anteriormente dicho.

En principio, con todo lo expuesto sobre las características de la escopeta, debería darle poco uso, pero debo decir que va muy bien para cazar el reclamo en Las Alpujarras granadinas, donde estoy como socio de un coto, pues en dichos parajes, los tantos o pulpitillos de piedras suelen estar bastante cerca del aguardo por lo que, con escopetas de más calibre y menos estrellas, se destrozaría mucho la caza. Igualmente, la suelo utilizar en cualquier otro lugar cuando, por las características del terreno, los matojos haya que situarlos cerca.

Además, existe un problema añadido: los cartuchos. No hay muchos fabricados a nivel nacional y los que se venden en el mercado suelen ser de no mucha carga, situación que ayuda a no dejar secas a las patirrojas. Por tanto, hay que traerlos de otros países en donde este calibre es más usual, por ejemplo Italia.

De todas formas, dado el cariño que le tengo, sus peculiares y curiosas características, su belleza y sus añitos, aun teniendo muchos enamorados que estarían dispuestos a poner encima de la mesa  el "taco", ahí está para las generaciones familiares venideras, ya que se encuentra, aun con los años que tiene -más de un siglo-, en un envidiable estado de "salud" en cuanto a estética y funcionamiento. Señal inéquivoca de que los materiales de fabricación utilizados debieron ser de muy primerísima calidad, como se hacia antes en cualquier instrumento que veía la luz.

Para terminar, solo apuntar que con la escopeta reseñada y con una de marca Mundial, del calibre 28 y tambien con sus añitos, cazo el perdigón en estos momentos, pues pocas veces he utilizado paralelas y, mucho menos, de calibres grandes.

viernes, 12 de abril de 2024

VOLVEMOS AL PALEOLÍTICO

Hoy, en el apartado de colaboraciones, traigo el último artículo que José Ignacio Ñudi Marianas publica en su blog: El tío Calañas, del Club de Caza.

Sobre el autor, de Huelva, pero con profundas raíces calañesas, decir de forma muy objetiva que, aparte de ser un gran y empedernido cazador en todas las modalidades, excepto en el reclamo de perdiz, es un periodista de fuste -director de la revista TROFEO CAZA en su momento-, porque lo que se lleva dentro nunca se pierde, pero que, por motivos de salud, tuvo que dejar la profesión, como se decía antes, en sus años mozos.

No obstante, el amigo José Ignacio, sigue al pie del cañón y, aun con problemas físicos de envergadura, caza y “pluma” las sigue llevando “palante”, porque ambas actividades forman parte de su vida.

Para finalizar, decir que, aunque nos une una sincera y gran amistad desde hace bastantes años, no traigo aquí el artículo solo por ello, sino porque todos sus escritos transmiten unos conocimientos amplios del mundo de la caza y del mundo rural y, por supuesto, calidad de escritura. Así pues, en el siguiente enlace se puede leer su última reseña.  Además, añado otro enlace con su blog por si a alguien le interesa seguirlo.

              https://www.club-caza.com/article/art/30240

                https://www.club-caza.com/blogs/blog/15

domingo, 7 de abril de 2024

FORO SOBRE CAZA EN HUELVA


Cartel anunciador del evento

Durante buena parte del día del ayer sábado, en las instalaciones del Huerto Ramírez de El Almendro, finca pública gestionada por Diputación Provincial de Huelva se ha celebrado el IV FORO PROVINCIAL DE LA CAZA.

Presidida por D. David Toscano Pdte. de dicho Organismo y con la asistencia de varias autoridades de la provincia y del Secretario General de la FAC, se ha celebrado una jornada en favor de la caza en  Huelva y en el resto de España, interviniendo como ponentes D. Antonio Arenas, catedrático de sanidad animal de la Universidad de Veterinaria de Córdoba y D. Juan Delibes, biólogo nauralista e investigador.


Mesa presidencial del acto y vista de asistentes

Así, aparte de las intervenciones iniciales de quienes presidían la mesa, se expusieron dos ponencias. Una sobre las afecciones de muchos representantes de la fauna mediterránea, por parte de D. Antonio Arenas y, la otra, sobre los muchos años dedicados a la caza, por parte de D. Juan Delibes. Ambas, cada una en su estilo, han sido una verdadera maravilla por los conocimientos y actuaciones de estudio y lucha contra las enfermedades de algunas especies cinegéticas, de una parte y, como no, historia de muchas décadas dedicada a la práctica de la actividad cinegética, por otra. Por supuesto, en ambas exposiciones, ha quedado claro que la caza está y siempre estará ahí, aun con las muchas problemáticas que hoy día la azotan, por lo que, debido a ello, tenemos que luchar entre todos los estamentos por defenderla, pues no hay mejor ecologista y defensor de la Naturaleza que el cazador, aunque algunos "iluminados" quieran acabar con ellos. De hecho, cito las palabras finales de la fenomenal exposición sobre la actividad cinegética a nivel  personal y familiar del Sr. Delibes porque creo que recoge la grandeza del cazador:“la caza es un maravillosa excusa para amar la Naturaleza”.

         Momento de la intervención de D. Juan Delibes

Como curiosidad, finalizada la charla de D. Juan Delibes, en el apartado de preguntas, me permití hacerle una sobre si, alguna vez, había estado en un puesto de perdiz. Su contestación fue que, por motivos diferentes, nunca había visto in situ cazar el reclamo, a lo que le dije que no sabía la maravillosa experiencia que se perdía. Curiosamente se comprometió públicamente, si yo lo invitaba, a presenciar junto a mí, un lance pajaritero. Así que, si Dios nos da vida, el año próximo verá de cerca lo que es cazar el reclamo a mi lado. Por ello, le doy infinitas gracias por poder compartir, un lance cuquillero, esperemos que inolvidable, al lado de tan insigne cazador y gran persona.

  Además se entregaron dos premios como reconocimiento a los muchos años de caza en favor de Doña Josefa Mariana y de D. Antonio Moreda, ambas personas de avanzada edad, pero que siguen al píe del cañón.

  

 Dª Josefa Mariana y D. Antonio Moreda recogiendo sus  merecidos premios

Par ir finalizando, se proyectó un sugerente vídeo, en donde algunas sociedades de cazadores provinciales, pusieron énfasis en la importancia de la caza y, como no, la de la mujer cazadora que, poco a poco, cada día sale más al campo a vivir y compartir con otros compañeros y compañeras la emoción de los lances cinegéticos. Además, al igual que en diferentes momentos del acto se entonó el célebre ¡¡¡VIVA LA CAZA !!!

También decir que se contó con la presencia de D. Manuel Diego Pareja Obregón, conocidísimo cetrero que hizo el deleite de los presentes con varios lances llevados a cabo con algunos de sus ejemplares.

Por último, decir que el acto, comenzó con un desayuno y finalizó con una copa en el salón de actos de la finca, todo ello ofrecido por Diputación de Huelva.

martes, 2 de abril de 2024

PIENSO COMPUESTO Y AGUA. NADA DE OTROS NUTRIENTES, NI GOLOSINAS

 

Para empezar, tengo que decir que lo que voy a exponer, como tantas veces preciso, no es nada nuevo, ni mucho menos, palabra de rey, pero sí es mi opinión sobre el contenido del artículo. Así pues, si sobre ello, hay compañeros que no están de acuerdo, me parece formidable, pues como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo. Ahora bien, si por el contrario, a alguien le puede venir bien, o está de acuerdo con lo que digo, mejor que mejor. Ese es el objetivo de este blog, en cuanto a los artículos de opinión que se publican en el mismo.

Obviamente, quiero puntualizar que lo que planteo a continuación lo he comprobado -base de toda tesis- muy cuidosamente y, como no, he seguido los consejos de compañeros que saben de qué va el tema: aficionados, criadores, veterinarios… Pero, entre ellos, quiero destacar al buen amigo y pajaritero José Ignacio Pérez  Albericio que, en cuestión de cantidades, composición, proteínas…, me ha ayudado y dado consejos, pues es una persona estudiosa y preparada sobre todo lo relacionado con la alimentación y cuidado de los pájaros de jaula.

Para empezar, tengo que decir que hasta el final de verano pasado, les aportaba a mis reclamos lo que aprendí de mis mayores y de otras personas entendidas -como suele ser tradicional-, incluyendo el pienso compuesto, que hace mucho timepo atrás no se utilizaba. Así, durante todo el año -con variaciones de los productos de temporada-, le administraba, pienso, semillas, distintos variedades de verde, algunas frutas, castañas, bellotas, habas… y, por  supuesto, agua.

Pues bien, todo el atiborramiento de diferentes tipos de “víveres” no suponía, ni es, sinónimo de pájaros sanos, fuertes, de buen ver y encelados, pues quitando el tan conocido dicho: el que no sirve, no sirve por más qur se haga con él, los reclamos que daban el avío ni eran una pinturas, ni unos fenómenos en el campo. Es decir, pájaros de jaula normales y corrientes como en toda casa de vecino. Además, con tanta variación alimenticia tampoco faltaban en nomentos puntuales las caguetas, los excesos de peso, las muertes súbitas, las mudas extemporáneas, las pasadas de celo… Es decir, no por echarles a los inquilinos del jaulero más diversidad de alimentos, conseguía mejores resultados. Igualmente, tengo que decir que este tipo de alimentación necesita bastante más trabajo y mucho cuidado, pues hay que buscar verde en condiciones, bellotas, castañas…, circunstancia que algunas veces no es tarea fácil, máxime para los que no vivimos cerca de terrenos donde conseguirlos, sin miedo a que no tengan herbicidas u otros productos perjudiciales para la salud de nuestros reclamos.

Pues después de darle muchas vueltas a la cabeza, cuando finalizó el verano pasado, cambié a PIENSO y AGUA y muy poco más y a esperar resultados, que es lo que realmente vale.

En base al anterior párrafo, hoy día, seis o siete meses después, tras pasar el periodo importante  como es el final de la muda y encelamiento, puedo afirmar que, al menos yo, no volveré a lo anterior, pues lo que he ido comprobando en el día a día me hace tener claro que, de aquí en adelante, a mis reclamos les pondré solo pienso, siempre con agua permanente, ya que por las características de dicha modo de alimentación, el pájaro de jaula está en perfectas condiciones. No necesita más.

Está claro que del agua nadie dirá nada, aunque no debería tener cloro, pero con el pienso sí tengo que aclarar que un pájaro normal necesita, según estudios, entre veintidós y veinticinco gramos diario de una marca de calidad y con un contenido proteínico del 19/20 %.

En cuanto al tipo de pienso, por supuesto, no voy a hablar de marcas, porque no sería ético, pero sí comentar que cualquiera de primera línea está preparado para una buena nutrición. Y el obtener el 19,5% de prtoteínas, que es lo que yo hago, simplemente mezclando mantenimiento y alta energía/crecimiento se consigue dicho porcentaje.

Aunque con lo expuesto en lo relativo a la ingesta de nuestros reclamos, decir que dos días en semana, por las tardes -para que no dejen el pienso-, les aporto a mis pájaros una pequeña cantidad de mixtura de semilla, para estimularle el buen funcionamiento de la molleja., pero con total certeza que no tiene productos añadidos que puedan causar estragos en los reclamos.

Para finalizar, hacer hincapié en que lo referido no supone el camino para conseguir mejores reclamos, pues el que nace mochuelo, muere mochuelo aunque le echemos la mejor comida del mundo, pero sí para tenerlos bien alimentados, que es de lo que trata. Y digo lo anterior, basado en la observación y conclusiones sacadas tras llevar a cabo el cambio de comida variada a solo pienso y agua.

Como punto final , apuntar que, si con solo unos meses, todo ha sido una coincidencia, tiempo habrá de verlo con más tiempo y rectificar, aunque no van a estar equivocados todos los compañeros que llevan años así. Eso sí, de los piensos normales sin mencionar marca, no los hay buenos y malos, sino que lo que hay, son reclamos buenos y malos. Y esto es irrefutable.