En la imagen anterior, tomada esta
mañana por Luis Hernández, amigo y compañero del coto “La Dehesa”, de Puebla de Guzmán, se puede
apreciar una “mamá” perdiz con su prole de unos días de vida. Si nos fijamos
bien, creo que once perdigoncetes rodeaban a su progenitora.
Es el primer bando que se ve por
aquellos pagos y, curiosamente, en un cortafuego del año pasado. Está claro que,
como está el campo de pasto, no es fácil dar con ellos. Ni nosotros ni, afortunadamente,
muchos de sus depredadores.
Lo que sí es cierto es que no será el
único bando que haya en la finca. El cuido de la temporada pasada y lo poco que
se cazó el reclamo terminarán por dar sus frutos. Conejos habrá muy pocos, porque la
enfermedad vírica está acabando con ellos, pero, perdices, sí que debe haber un buen
número después de quedar una buenas pocas de colleras. Así, con lo bueno que parecer que va la cría por el inmejorable tiempo que estamos teniendo, esperemos que no llueva mucho la próxima semana y que estas preciosas “bolitas”
de delicado plumón puedan crecer tranquilos.
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