En el día de ayer,
en mi coto La Dehesa, puse punto y final
a mi temporada de reclamo en nuestra Comunidad. De esta manera, aunque con más
tiempo, hablaré sobre la misma, para mí, de regular para atrás, aunque no
he escapado nada mal, sino todo lo contrario. Y digo regular, tirando a mala,
como casi todas, porque el año en lo meteorológico, principalmente por los
fuertes vientos y no muchas lluvias antes y durante el periodo hábil de caza,
no ha sido bueno. Tal circunstancia ha hecho que el campo no haya estado, ni
esté bueno y, por consiguiente, las jaulas tampoco. Eso sí, hay cosas que un
aficionado no puede aguantar por muy malo que esté el año, y no es otra, que un
determinado reclamo del año o ya medio hecho y con algunos tiros de la callada por respuesta cuando el campo se le viene encima. Y, lo peor del caso es que, cuando las
camperas se alejan de sus cercanías, empiece el tío a decir aquí estoy yo. Así, sintiéndolo mucho. me he tenido que
deshacer de un rubio precioso, Quinteño,
porque entre el año pasado y éste, tal proceder me lo había y me lo ha hecho
muchas veces, y no estoy dispuesto a aguantarlo otro año más para que el
próximo, con cuatro celos, vuelva a las andadas. Igualmente, otros, por diferentes motivos,
creo que bien fundamentados, también han causado baja en mi jaulero, puesto que, a final de veda, el que no haya aportado, al menos maneras, el dejarlo para otro año es un verdadero atraso, por muy buena estampa que tenga
Aun así, Chimeneas –le he tirado ocho después de
plomearle la pata-, Alpujarreño y Robleño
siguen bastante bien y, además, ha llegado a mis manos un buen pollo del año, Ribera, al que ya le hecho varios tiros
y uno de dos celos procedente de una granja de Los Yébenes que, aunque no le he tirado, porque lleva en mi poder
12 días, en los dos puestos que le he dado, ha estado superior, sin tomar un alambre y con una música bastante aceptable.
A partir de
ahora, aunque he estado ya en Polán (Toledo),
me trasladaré, como en años anteriores, a la finca Herraderos, del amigo José Luis Gómez, y a Castellar de Santiago, ambos lugares en Ciudad Real, para poner punto y final a la
temporada
Seis instantáneas de las tres últimas semanas. La primera nos muestra la bella estampa de Quinteño, aunque luego se quede en eso. La segunda pertenece a un puesto de Chimenea con tres perdices abatidas a sus pies. En la tercera se puede ver a Ribera recibiendo a una collera y a tres perdices que le dejé secas con anterioridad. La quinta nos ofrece a Alpujarrero con una pareja que le hice en un puesto de sol. La quinta nos ofrece una toma de Robleño cantando en el tanto. Por último, en la sexta, se puede ver un momento de una prueba que, de vez en cuando, le hacemos a algunos pollos en el patio de la casa campo. En este caso, al referido de Los Yébenes.
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