Al igual que todos los años por estas fechas, si la muda ha marchado por los cauces normales, nuestros reclamos están a punto de salir de tan difícil trance. No es exagerar, ya que, el cambio de "vestimenta", no es un proceso fácil para ellos. De hecho, algún componente de nuestro jaulero, cuando su edad empieza a ser ya madurita, no la superan y perecen mientras se produce la misma.
El que suscribe, acertadamente o no, a finales de septiembre repasa la muda de las plumas largas -rémiges y timoneras-, y si alguna de ellas todavía permanecen recortadas desde el año anterior, se las arranco con unos alicates especiales que tengo para tal fin. Luego, a mediados de noviembre, los recorto, aunque desde estas fechas ya están en las jaulas, pero les sigo dando tierra todas las semanas.
Este año, todos han hecho una muda casi completa –imagen 1ª-, pero, curiosamente, Chimeneas tenía en ambas alas unas pocas rémiges sin mudar –imagen 2ª-. Eso sí, como se comprobará en la última foto, las cabezas, todavía están en fase de cambio de plumas.
Hola Jose A.
ResponderEliminarcuántos celos tiene Chimeneas?. Es raro que a estas alturas aún tuviera tantas remeras sin tirar.
Un saludo
Chimeneas, nos es muy mayor, sólo cuatro años. Pero..., ha sido el único con plumas del recorte anterior sin mudar.
ResponderEliminarCuriosamente, el año pasado le pasó lo mismo. Aun así, su aspecto es formidable.
Tengo que decir que sólo han estado en tierra tres meses: julio, agosto y septiembre. Las circunstancias no dan para más
Un saludo.