Aunque ya
el año pasado comencé esta andadura, el actual ha sido el primero, en plan en
condiciones, de la cría del canario timbrado español. No lo hacía desde 1992, en donde, por razones de trabajo, dejé la afición.
Tengo que decir que la
cría de canarios/as es un mundo apasionante, interesante, curioso,
entretenido, fascinante…, pero, nunca se puede olvidar que, como cualquier otra
actividad, debemos llevarla adelante con seriedad y trabajo. Criar canarios no
es pasar el rato, ya que, estas aves tan familiares, bien se merecen el mejor
trato por parte de sus dueños/as.
Como ya he dicho en algunos
artículos anteriores, amigos del Asociación Colombina Onubense de Canaricultura,
me cedieron unas parejas y con ellas he empezado de nuevo. Así, al final de esta
temporada, ya que, por estas fechas debe darse por concluida la cría, he
conseguido sacar 51 pollos, de los cuales, todavía hay algunos en los nidos,
pero pocos. Por consiguiente, para ser el primer año no me puedo quejar. He
tenido tres líneas de colores: verdes, isabelas y amarillos.
Durante el periodo de cría me han surgido algunos problemillas que suelen aparecer en estos menesteres, pero he acudido a amigos canaricultores que han
puesto a mi disposición todo su saber sobre el tema. Por ello, les doy las
gracias a todos, sin citar nombre para no olvidar a ninguno. Igualmente, mi
agradecimiento a tantos y tantos aficionados que, desinteresadamente, ponen sus
páginas Web al servicio de muchos principiantes, como es mi caso.
Algunas imágenes de los pichones 2014. La primera y segunda nos muestran pollos todavía dependientes de los padres. En las cuatro siguiente se pueden ver a los pichones en los jaulones voladeras.
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