Como año tras año, más
sombras que luces, no por el hecho de apretar el gatillo o no, sino porque lo
que los cuquilleros esperamos en los primeros días de la apertura del periodo
hábil para la caza de la perdiz con reclamo, una vez más no se han hecho realidad. De esta manera, por un motivo u otro nuestras ilusiones, muy grandes
por cierto, se suelen ir al traste a las primeras de cambio. Eso sí, la compañía de buenos amigos y las tertulias en la chimenea no nos la quita nadie. Así, los compañeros Manolo Monescillo, Luis Hernández y un invitado muy especial, D. Gonzalo Rodríguez de Austria, echamos buenos ratos el domingo y lunes pasados en La Dehesa.
Esta temporada,
después de comprobar, días antes al inicio, el buen momento por el que
atravesaban las patirrojas camperas, el que más y el que menos pensaba, entre
ellos yo, que tendríamos un buen comienzo de veda. Sin embargo, el bajón de
temperaturas y el fuerte viento norte ha producido un frenazo en seco a
nuestras perdices. Consiguientemente, si hace diez o doce días el campo cantaba
y se veía encelado, a partir del domingo, ni canta ni entra a la jaula. O están
mudos o, si se acercan, rajean y se van de vuelo de las proximidades del reclamo de turno. Y no es que tal circunstancia la haya escuchado a compañeros aficionados, sino que en estos días, lo he podido comprobar in situ. Así, por citar un ejemplo, en los dos puestos que he dado en el día de hoy, se me
han volado de los alrededores del puesto, al menos dos parejas y alguna hembra
y, por supuesto, de cantar, lo mínimo. Menos mal que el amigo Chimenea, al final de la tarde, después
de casi dos horas de trabajo, volársele una collera del colgadero y pasarle un
tropón de ciervas con vareto incluido a no más de cinco
metros del farolillo, ha metido en plaza a una esquiva perdiz que, por supuesto, se la he
dejado seca.
En resumidas
cuentas, por la mala climatología existente, solo he podido colgar el domingo, el lunes
por la mañana y hoy en puestos de sol y tarde. Aparte de la hembra de hoy, en
el puesto de apertura le tiré una pareja y dos hembras a Chimenea, el lunes, dos machos a un pollo del año pasado, Robleño, pero
le erré uno de ellos al llevarse el tiro un montículo de tierra del arado de un
cortafuego y, aunque herido, no fui capaz de encontrarlo. Del total que he tirado, cinco han sido en la finca Las Moriscas y dos en La Dehesa.
En cuanto a mis
reclamos tengo que decir que, a excepción de Chimenea y Morano, un granadino segundo celo regalo de mi amigo
Elías Romero, el resto está flojete, incluso el Alpujarreño, aunque esta mañana ha
estado “aseaete”, pero con el campo lejos.
Tres imágenes de esta semana. La primera nos muestra a Sierranorte cantando de mayor. En la segunda se puede ver a Morano en el farolillo, cantando erguido. La tercera nos muestra a Chimenea con una hembra a sus pies y cargando el tiro
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