Un pavo real dándonos la bienvenida y una cierva comiendo en mis manos. |
Esta mañana, en
unión del amigo Juan Conde, nos hemos trasladado hasta la finca Las Medianas, perteneciente al término
municipal del Cerro de Andévalo, para comprar un pollo que el amigo Juan le
tenía prometido a mi amigo y compañero de caza, Manolo Monecillo.
En dicha finca
andevaleña, una preciosa propiedad de 800 ha, hay montada una pequeña
explotación cinegética de perdices, dedicada principalmente a repoblación
propia y acogida al Plan de Pureza Genética de Consejería de Medio Ambiente de la
Junta de Andalucía. De camino, una mínima parte de los ejemplares machos se venden
para reclamos, aunque dicho sea de paso, tal circunstancia no es muy conocida
entre los aficionados onubenses. Sin embargo, mediante un amigo de la zona, me
enteré del tema y he querido probar para ver cuáles son los resultados.
Decir que, en
principio, los ejemplares que he podido ver de cerca, aparte de nobles
y bien conformados en cuanto a su
morfología, poseen singularidades específicas muy semejantes a nuestra
auténtica perdiz roja salvaje. De hecho, uno de los trabajadores de la finca me
comentaba que la mayoría de las parejas reproductoras proceden de la propia
finca o bien cedidas por la Consejería de Medio Ambiente.
Tan me entraron
por los ojos los pollos, que ya no solo nos trajimos el de Manolo, sino que
vino otro para mí. Lo que viene a dejarnos claro, una vez más, que los
perdigoneros no podemos ir a lugares donde se puedan adquirir nuevas promesas, pues la mayoría de las veces, como ha sido el
caso de hoy, picamos. Y ya no es picar, sino que el bando que tengo en casa cada vez es mayor. Ni más ni menos que quince. Una auténtica burrada
Dos imágenes de la pequeña explotación de perdices. En la primera se puede ver a parte de las jaulas de puesta. La segunda nos muestra un extremo de uno de los dos voladeros que tiene la finca que, como se puede apreciar, en estas fechas ya tiene pocos inquilinos.
En esta última toma, se puede apreciar el colorido del plumaje y de las patas del pollo que me traído para casa.
Por cierto, con las últimas aguas caídas, que no ha estado mal la cosa, el campo empieza a recobrar su normalidad. En unos días estará precioso.
¿Sabría decirme a quién perteneció esta finca en tiempos anteriores, tan antiguos como finales del siglo XIX o comienzos del XX? Estoy haciendo un trabajo sobre el FC de La Joya y salió esta finca con una casa muy amplia de unos 40 ó 60 metros de fachada, aunque no tengo la certeza que la casa y la finca fueran una misma cosa o propiedad. Gracias José R Manzano
ResponderEliminar