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os
que conocimos los primeros pájaros de granja, allá por finales de los años
setenta y los conocemos hoy, podemos
decir que, desde entonces, hasta estas fechas, los ejemplares salidos de las
crías en cautividad han ido sufriendo una gran evolución. Está claro que entre
la perdiz de hace treinta años y la de hoy va un abismo.Y es así porque su
cante y su estructura externa nada tienen que ver con los de hace unos años. Si
exceptuamos las primeras patirrojas nacidas en cautividad como aquellas de la
finca Los Quintos de Mora en Los
Montes de Toledo, que procedían de perdices cogidas del campo y, por lo
tanto, genéticamente puras, todo lo nacido después fue un auténtico estropicio,
puesto que como lo que prevalecía era el número, sin reparar en los daños que
acarrearían, nuestra Alectoris rufa
se hibridó con la Alectoris graeca, o
perdiz griega por un simple cuestión: la perdiz roja ponía un media de 12/20
huevos, mientras que la griega 30 ó 40. Y lo peor no fue eso, sino que se
miraba para otro lado mientras se iban llevando a cabo multitud sueltas
incontroladas y, por consiguiente, poblando nuestros campos de las perdices peyorativamente
llamadas “gallinos”, porque quitando que eran gallináceas, poco más
tenían en común con nuestra perdiz roja española. El cante era una carrañaca y
su aspecto externo, aun manteniendo la estructura de las diferentes manchas que
componen su cuerpo, su coloración dejaba mucho que desear. Así, el rojo no era
tal, sino anaranjado y los demás colores -blanco, marrón, ocre, azulado…- eran
el mismo colorido, pero con tonos bastante degradados.
Pues bien, con el paso de los años, las
diferentes administraciones, colectivos amantes de la naturaleza con los propios
cazadores a la cabeza empezaron a darse cuenta del tremendo error que se había
cometido y empezaron enderezar el terrible entuerto en el que nos habíamos
visto inmerso, porque nada más había que salir al campo y oír aquella
“maravillosa” música proveniente de los célebres “gallinos”, para darse cuenta de la brutalidad de la que habíamos
sido partícipe: unos por no saber lo que se traían entre manos o buscar dinero
fácil y otros por permitirlo. Ya era un poco tarde, porque la semilla ya estaba
plantada en casi todos los rincones de nuestra piel de toro, pero siempre es
mejor decir hasta aquí llegó la cosa, que seguir haciendo vista gorda.
Han pasado los años y el tema, al ponerse
serio, ha dado un giro de 360º. Ahora, la mayoría de las granjas luchan denodadamente por recuperar la
pureza genética que poseen nuestras perdices rojas salvajes. De esta manera, tanto el
canto como su morfología están cada día más cercano al que poseen estas
últimas. Tan es así que ya hay ejemplares provenientes de muchos criaderos o
cinegéticas que aparte de poseer una música con tonos y modulación, tal como debe ser, su aspecto
externo y colorido es difícil de diferenciar del que tiene la perdiz autóctona, tanto
a nivel de sueltas, como de reclamo. Siempre nos podremos encontrar un
“garbanzo negro”, pero por regla general, nos estamos acercando al 100 % de pureza y exento de lo que nunca se debió permitir:
la hibridación con otras especies. Ojo, no hablo de comportamientos en el campo. Eso es otro cantar.
Cuatro imágenes de un pájaro de granja. A mí me parece que se acerca bastante a lo que es la perdiz autóctona en cuanto a su aspecto
externo. Su procedencia es lo de menos, puesto que en Andalucía, afortunadamente, ya hay buena "madre".
El que suscribe, que siempre ha
defendido a muerte la perdiz autóctona, pero respetando al máximo a la que nace
en cautividad, por muchos motivos que ya he plasmado en bastantes artículos
anteriores, puedo decir, sin lugar a equivocarme, que los ejemplares nacidos en
las diferentes granjas, refiriéndome a los ejemplares destinados a pájaros de
jaula, aparte de su valor como reclamo, que es indudable, su similitud con los
nacidos fuera de las paredes de una explotación cinegética, la gran mayoría de
las veces es muy grande. Es más, me atrevería a decir que si a varios aficionados les ponemos delante
varios ejemplares nacidos en granja y en el campo para que diga cuál es cada
uno, dudarían tanto, que no acertarían casi en ningún caso, igual que me ocurre
a mí que también sé de qué va la cuestión. Y no digamos que yo, Fulanito o
Menganito, los diferencio perfectamente, que yo no me equivoco nunca, que si los espolones, que si el
colorido de las habas debe ser tal o cuál, que si el de la corbata…, que si el
de las cejas…, que si el de las patas… En una palabra, fallaríamos en casi todos
los casos. Y quien piense que no tengo razón y sea más listo que nadie que se
ponga. Luego hablamos… De hecho, el quiera que opine sobre estas imágenes. Espero vuestro parecer.
En estas cinco imágenes, mezclo perdiz autóctona y de repoblación. Obviamente, las últimas soltadas en su momento y no tres días antes de cazarlas. Me gustaría que quien las vea me diga cuál de ellas pertenenecen a una y a otra tipo de patirrojas. Sé que nos es fácil, pero habrá que intentarlo.
Aunque no soy un erudito en la materia, si tengo algunos conocimientos por simple afición. Estoy totalmente de acuerdo en que es muy difícil diferenciarlos. Pero me atrevería a decir que ninguno de estas fotos pertenecen a ejemplares de campo.
ResponderEliminarEs evidente el declive de nuestra querida perdiz roja, ¡las razones!, pues posiblemente la agricultura intensiva, los insecticidas que se utilizan para “sanar” el campo, el exceso de depredadores (entre ellos el jabalí), la escasez de conejo en zonas donde abundaba, etc.
ResponderEliminarLo que está claro es que cada vez tenemos menos perdiz y si los cazadores no intervenimos será especie en extinción.
Lo ideal sería recuperar lo autóctono,¿ pero cómo lo hacemos?; si dejando de cazar algunas temporadas se consiguiera, pues adelante, pero… que hacemos con jabalíes, zorros, garduñas, rapaces aéreas, y todo una serie de enemigos que proliferan cada día mas, y lo más importante , con la agricultura intensiva. En Andalucía solo se permite el control de predadores solicitándolo a la Junta un permiso para abatirlos con arma de fuego, ni jaulas, ni lazos de ningún tipo, ni nada de nada, así tenemos nuestros campos.
A mi parecer la solución está en reponer lo que escasea, ¿y cuál es la solución?, la repoblación, pero ojo, si no se hace bien producimos el efecto contrario. Se debe repoblar con animales sanos, asegurándonos qué lo que sembramos no tengan parásitos, sobre todo internos, y con una pureza genética lo más cercano al cien por cien, que tengan la suficiente fortaleza en el vuelo como las camperas. Por eso les debemos reclamar a nuestros gestores (Consejería de Medio Ambiente) que revise y exija a las granjas una serie de obligaciones para ello.
No hay nada más gratificante que una vez terminada la temporada de Reclamo, viendo donde se ha quedado alguna collera, pasar por el mismo sitio en el mes de Octubre, Noviembre, y que se levante un bando de quince o dieciséis perdices.
Bueno, yo soy de la opinión que una granjera genéticamente pura, es casi imposible diferenciarla cuando lleva más de seis meses en el campo, y más aún cuando ha pasado un año y esta ya ha mudado. Pero también se que el instinto se supervivencia de las nacidas en el campo es mucho mayor, ahora bien, una vez que las granjeras puras crían en el campo, sus hijos ya de derrotan ese instinto.
ResponderEliminarEsa es mi opinión.
Con respecto a las fotos me mojo, sabiendo que ya es difícil teniéndolas en las manos y más aún por una foto.
Creó que de las dos cabezas, la segunda es de un campero, y de las patas me inclinó por la última como campera.
Un abrazo José Antonio
Ante todo gracias a los tres, mi hermano Juanvi -que se le olvidó poner su nombre-, Rafael y Benjamín por entrar en mi blog. En cuanto a si de granja o no, ésta o aquella, ya lo comentaré dentro de unos días para no dar pistas. En cuanto a lo que dicen Rafael y Benja decirle que tienen toda la razón del mundo. Los jodidos marranos no hacen nada más que marranadas y una de ellas es limpiar las fincas de huevos de perdices, cuando la cosa como bien dice Rafa ya está de por sí, bastante mala.
ResponderEliminarEn cuanto a al instinto de conservación que le hace a las salvajes salir indemnes de muyos atolladeros, eso difícilmente lo van a tener las criadas en cautividad, pero quedan tan pocas. En cuanto a las repoblaciones, ya lo digo en éste y en el anterior artículo, con muy buen ganao y en su momento. De hecho, hay quien en esta época suelta perdices para que críen, cosa que no harán por ni estar aclimatadas y porque, si queda algo ahora en las granjas, son desechos y de las últimas crías.
Saludos a los tres.
Después de ver varias veces las imágenes ya solo queda mirar el adn, algo que no está a mi alcance además de no haber visto su comportamiento u oido su cante, argumento aquello de que más vale el mínimo trazo que una gran obra de arte. Mi opinión es que todas son híbridas en mayor o menor grado con la diferencia de que se soltasen o cruzaran en fechas muy distantes en el tiempo.
ResponderEliminarUn daludo.
Pd. Omito y me reservo los detalles.
Buenas noches, me resulta bastante difícil poder reconocer en esas imágenes cual es de granja o cual es campera, la foto 2, me parece campera, y la foto 3, ese carretón de espolones, me parece propio de una autóctona, aunque el color lo veo un poco anaranjado.
ResponderEliminarEn cuanto a la problemática de las repoblaciones, es mas complejo, los interese económicos prevalecen sobre todo, en todos los ámbitos de la vida, y con eso es difícil de luchar.
Me gustaría coincidir con mas cazadores que ante todo disfruten del campo, y que no sean resultadistas, que busque más el buen lance, que el número. Este año he cazado en un coto de autóctona, sólo he matados dos machos, pero los he disfrutado, como veinte granjeras.
Un saludo.
Probaré suerte otra vez. Antes de nada me he leído otra vez el " artículo" y enhorabuena porque me para e excelente en cuanto a calidad y contenido.
ResponderEliminarPuede ser la primera cabeza y las primeras patas las que pertenecen a la " campera".
yo jeronimo lluch hijo, no diferencio entre unas y otras, además considero que un pájaro de suelta que lleve tiempo en el campo, si sobrevive a los peligros de este, se convertirá en la de campo, ya que el canto también le cambiara al fortalecer los pulmones al andar en libertad, incluso muchas formaran pareja con las autóctonas, teniendo prole autóctona. un saludo
ResponderEliminarVuelvo a repetir que no adelantaré cuál es cuál hasta dentro de unos días y dar posibilidad de intervenir a otros compañeros.
ResponderEliminarGracias A Juan Luis, Damián, mi hermano, sin nombre otra vez, y mi sobrino Jerónimo. Al primer a Juan Luis decirle que el ADN, en autóctonas puede fallar, por la posibilidad de cruces, aun sin quererlo. A Damián, decirle que tiene toda la razón del mundo una buena autóctona, de las de verdad, debajo de un reclamo, aunque no sea Quitapenas, es una gozada. A mi hermano Juanvi que a ver si hay suerte, pues no le he dicho nada del tema y a mi sobrino Jero que tiene razón, aunque nunca me lo había planteado, sobre los pulmones. Siempre se aprende algo nuevo.
Saludos a todos.
Me mojo...........
ResponderEliminarLa primera cabeza de campo, la segunda de granja.
Las primeras pata de campo, las segundas de granja y las terceras de campo.
Como es difícil acertar y seguro que no he dado una, es obvio que sobran las explicaciones que me han hecho tomar una u otra decisión.
Un saludo
Buenas noches José Antonio, soy Antonio Campos.
ResponderEliminarMe voy a mojar con la seguridad que no voy a dar una........
El primero es de campo, el segundo de granja.
Las primeras patas de campo, las segundas de granja y las terceras de campo, a pesar de los espolones, esta es mi apuesta.
Los motivos de optar por una u otra opción me los reservo ya que errar es fácil y en ese caso sobran.
Un saludo
A Currirri Camps y a Antonio, darle las gracias por acercarse a mi blog y por perder un poco de su preciosos tiempo, Ya diré, en su momento, y siempre siguiendo lo que yo opino y por el lugar donde fueron abatidas, cuál son de campo y cuál de repoblación, pero con mucho tiempo de suelta.
ResponderEliminarSaludos a los dos.
Buenos días, el tema que planteas Jose Antonio, es el eterno dilema de suelta si o suelta no, pájaro autóctono o pájaro de repoblado, yo opino que en este mundo no todo, es blanco, ni todo negro.
ResponderEliminarEsta claro que como la autóctona no hay nada, pero aunque no este de acuerdo con la repoblación, sabemos que existen pocos sitios donde no lleguen las sueltas, fincas donde nunca se ha soltado pero, en las fincas de colindantes tampoco?.
Fincas donde sueltan de las primeras que salen de las granjas, cuando el campo esta casi polluelos y suelas que se hacen entre semana para cazar los fines de semana
El problema de la caza de hoy en día con relación a la de hace treinta años, es el cambio tan brutal que sufrido la agricultura, y el seudo ecologismo de las distintas administraciones que es imposible llevar un control de alimañas y depredadores, donde zorras, meloncillos y la proliferación del jabalín, poniendo mas trabas al control de estos, que a la sueltas de perdices.
En cuanto al tema de la diferenciación de autóctona y repobladas, es difícil, nunca se sabe su árbol genealógico, porque puede incluso ser criada en campo y sus padres vinieron en un camión.
De las fotos que as puesto de las dos cabezas, la segunda la frente me parece muy gris, con mucha ceja blanca y poca pestaña negra, para mi esa tiene mezcla.
De las patas la ultima es la que me parece la mas autóctona, la primera, aunque he cazado macho con varios espolones, pero este no me parece lo normal, natural, y el color de la pata del fondo me parece naranja.
Como tu dices en tu relato, es difícil ponerse de acuerdo, incluso viendo al pájaro en vivo.
Un saludo
José igancio Ñudi Marianas,hasta hace dos años, Director de la revista Trofeo Caza, aunque sigue siéndolo de forma honorífica, me envía el siguiente comentario, por problemas de acceso a mi blog.
ResponderEliminarTe mando a tí mi comentario, pues no quiero fallar otra vez.
La gestión natural de la perdiz es dicícil, cara e incierta, por eso sólo se puede llevar a cabo por cazadores muy seguros de lo que quieren, o sea, sólo perdiz salvaje cueste lo que cueste. Y si se quiere echar granja, que la suelta se produzca meses antes de la primera cacería, facilitar comida y agua en abundancia, y lo más importante, que la perdiz tenga pureza de sangre y esté sana, y esto sólo lo puede o debe decir la Administración, que tiene poder y medios para certificarlo. Y no sería descabellado que lleven una anilla con la fecha de suelta para evitar picarescas y llevar un control.En cuanto a las cabezas y patas de las perdices, no sabría decir si son de granja o de campo, aunque sí llevan tiempo en el campo. Podrían ser perfectamente de granja.Un abrazo.
A mi tocayo José Antº, Puesto de ALba y a José Ignacio decirle que la razón sólo tiene un camino, como sus cualificadas palabras. Es más, me parece fenomenal lo de las anillas que sugiere el amigo Ignacio, puesto que, en todo momento, se sabría con qué ganado lidiamos.
ResponderEliminarLo importante es que gente muy puesta en la afición está colaborando. Gracias.
Amigo Jose Antonio, la verdad de esta caza esta en las autoctonas lo demas es querer rizar el rizo y para repoblar se tiene que hacer con perdiz autoctona de campo lo demas no sirve ni en cante ni en comportamiento la única salida repoblar con las camperas es mas caro pero al final son las que te harán las vibraciones de los lances es mi humilde opinion un abrazo grande campeon. sobre las camperas me voy a mojar 2 foto y 4 foto
ResponderEliminarAntonio Jesús: Yo solo me atrevería con perdiz autóctona recién cogida del campo y que fuese de mi zona(la campiña de Jaén). Por supuesto tendría que tenerla entre mis manos en vivo y en directo(nada de fotografías ....) ...
ResponderEliminarCon otros supuestos me podría equivocar perfectamente, pues por ejemplo una perdiz autóctona al mes de estar en cautividad ya no es la misma(sobretodo el tamaño del pico y el rojo del pico y ojos ....). Un abrazo y enhorabuena por el tema.
Tu artículo se ha convertido en un acertijo amigo.
ResponderEliminarAfortunadamente no conocí el horripilante canto de esas gallináceas de los años setenta. Porque es a día de hoy y se me ponen los pelos de punta cuando oigo una cacatúa como yo les llamo, cuando tiene.ñn ese canto que quita hasta el apetito por lo vomitivo que es.
La primera idea de hacer sueltas, seguro que fue de uno que tenía beneficios en el negocio; se dio cuenta que había unos cuantos señoritos con el bolsillo caliente que no les importaba pagar lo que fuera por ejercitar el dedo índice. Y así, el negocio de uno, se convirtió en negocio de muchos, y sin cuidar el estado de salud de estos animalitos en cuestión.
Es cierto que las perdices de granja están ya muy conseguidas, en cuanto a aspecto se refiere, pero desde mi punto de vista, ellas mismas se delatan por su canto acelerado, y sin ánimo de generalizar, porque hay de todo.
En el mes de octubre un grupo de amigos estuvimos visitando una granja, que tiene la pureza genética concedida. Y tenía unos reclamos apartados (por su música) para la venta, y ¡había uno que era insoportable! Peor que un dolor de apéndice.
En cuanto a las fotos, no me mojo, porque sinceramente no las distingo.
Algún pero a José Luis, ahí está mí Chimene. Pero tiene razón, aunque cada día, como he dicho, el tema es más cercano a lo que debe ser.
ResponderEliminarA A. Jesus, decirle que una cosa es la foto y éstas están sin retocar, solo un poco más claras, y otra, como bien dices, la realidad.
Pero a los dos os digo que minusvalorar a los que siendo grandes aficionados -no es que lo hayáis hecho-, que los hay, cazan repoblación, por diferentes motivos, no es de recibo. El respeto siempre ha sido unos de los valores del que siempre hemos sacado pecho.
Conozco a quien se gasta lo poco que tiene en matar 6/10 perdices de estas al año, porque su economía no da para más y son unos cuquilleros como al copa un pino.
Saludos
Gracias M. Carmen.
ResponderEliminarYo si las conocí, igual que tú todavía escuchas algunas descendientes de aquellas hibridaciones. Yo le llamo carrañacas.
Saludos.
Me encanta lo que públicas porque es del todo cierto y yo conozco esto desde los 70.
ResponderEliminarBueno intentaré entrar en el juego pero esto es muy dificil.
La segunda cabeza campo y las primeras patas campo.
Saludos .Jose
Efectivamente , cada vez es mas difícil diferenciar la perdiz de granja de las autóctonas,si esto es asi,mas complicado es hacerlo con una fotografía, a pesar de ello¡ahi vamos.
ResponderEliminarPienso que las fotografías 1ªy4ªson de pajaros autóctonos.
Respecto a la situación actual tengos mis dudas que vayamos por el buen camino para recuperar nuestra perdiz roja,por la tendencia mercantilista,que esta adquiriendo la caza de la perdiz tanto en ojeos como al reclamo.Lo que hoy se hace y cada vez mas no es repoblar y gestionar adecuadamente esa repoblación,sino REPONER cada temporada, la población de perdices en cada finca,con el consiguiente riesgo que esto supone
Jose Antonio,se me ha olvidado poner mi nombre en el comentario,soy manolo Jariego te lo he enviado sobre las 0,35h-0,40h
ResponderEliminarSiento no responder sobre las fotos porque no me gusta opinar sobre la autenticidad de las perdices sobre una o varias imágenes. Nunca lo hago. Hay factores y detalles que no se pueden evaluar como no sea en directo. Ademas, a estas alturas y afortunadamente, la apariencia externa de las granjunas (antes gallinos), en muchos casos, se asemeja bastante a las camperas y eso puede dar lugar a confusión sobre su procedencia, viendo solo imágenes.
ResponderEliminarEsta realidad actual, precisamente, me da pie para darte mi opinión sobre las granjas y su evolución, que no es otra que la de una trayectoria y una historia con mas sombras que luces, que no es cosa de detallar, aquí y ahora, porque seria tremendamente largo, desagradable y absurdo por irreversible. Baste decir que siempre ha sido un negocio poco transparente.
Actualmente, la cosa sigue igual, por ejemplo en los métodos de análisis genéticos, que se han dado por buenos, por parte de las Administraciones y que no analizan, ni detectan, en mi opinión, la totalidad de caracteres diferenciadores entre una perdiz roja autoctona y un híbrido granjuno, por lo que, si ponemos un ejemplo coloquial, si para hacerlo bien habría que comparar 100 caracteres, resulta que se obvian 50 y del resto, los analizados, se obtiene un resultado comparativo que indica la hibridación, pero solo de ellos, no de la totalidad. Por otra parte, la comparación se efectúa entre un perfil genético de autóctona, frente a híbridos de roja con perdiz chukar, cuando, como tu mismo afirmas, también se hicieron, antaño, cruces con perdiz griega. Consecuentemente cuando se afirma, por parte de las granjas, que la pureza es del noventaitantos por ciento, en realidad es sobre lo analizado no sobre el total susceptible de analizar y solo respecto a una de las dos especies foráneas, con las que hibridaron la roja.
Seguramente esta técnica autorizada, lo que busca es una perdiz granjuna muy parecida externamente a la campera, pero... y lo de dentro?. Me refiero a factores y caracteres, del ejemplar o ejemplares analizados, relativos al comportamiento, bravura, sentido de supervivencia, matices y recursos del canto, etc..., todos ellos logicamente indetectables a simple vista, pero, según parece, ademas, tampoco con los análisis comparativos genéticos actuales. Esto explicaría, imagino, que veamos ejemplares de un plumaje y coloridos, tamaño y estructura, casi idénticos a la autóctona pero que, cuando abren el pico, sigan destrozando nuestros oídos tanto por su estridencia, como por su monotonía y su falta de variabilidad y recursos.
No me quiero enrollar mas. Debo reconocer que la cría de granjunas ha mejorado y mucho, que los híbridos parecen externamente camperas, que cada día avanzan y se esfuerzan en mejorar. Todo ello es cierto, bien porque lo anterior era una autentica porqueria y una vergüenza o bien porque la ley les obliga a hacerlo, pero en lo de la opacidad de las granjas seguimos como siempre, tanto en el proceso de cría, en la procedencia de ponedoras, en la trazabilidad, etc. Lo que puede dar lugar a que, una misma granja, comercialice ejemplares puros, casi puros, híbridos o mediopensionistas -a precios, naturalmente distintos- pero este certificada como que cumple estándares genéticos y se sobreentienda que lo cumple de todo lo que cría y vende, cuando tal vez no sea asi.
En fin, que no queda mas remedio que tragar con lo que nos cuentan, confiar en la divina providencia y mirar para otro lado, entre otras razones porque no nos han dejado otra alternativa si queremos seguir cazando, aunque sean casiperdices.
Decirle al Cazador Libre que ha dado en el clavo en cuanto a la procedencia de las ponedoras y a la trazabilidad, ahi es donde reside la corrupción de las repoblaciones en este País, sin entrar en pormenores.
EliminarSaludos.
Al amigo José Martínez del Hierro, Cazador libre, decirle, en primer lugar que estoy totalmente de acuerdo con él en cuanto a las fotos. El ponerlas es, simplemente, para ver hasta dónde llega quien dice que, con solo ver una cabeza o unas patas de perdiz, sabe perfectamente si es granja o salvaje.
ResponderEliminarEn cuanto a las analíticas de ADN, como no estoy al loro, no opino.
Está claro que, como comentamos ambos, los comportamientos y la bravura, el sentido de supervivencia, dominio y territorialidad… de nuestra perdiz roja nunca lo poseerá la granjera, por muchos años que lleve en el campo.
Aun así, y vuelvo a reincidir, debemos respetar al máximo, aunque no nos guste a estos ejemplares, siempre hablando de sueltas realizadas con una buena gestión y con buena procedencia, porque con su trapío, muchos compañeros pueden seguir practicando nuestra tradicional afición. Qué llena carteras y es buen negocio, por supuesto, aunque cada día menos, al menos para quien las cría.
Saludos y gracias por participar en mi blog.
Opino que para diferenciarlas es mas certero utilizar la ubicacion y aspecto.Es sabido el tamaño y color que dan distintos habitads de nuestros campos,asociemoslo a el no interes comercial,densidad pobre y dificil procreacion por alimañas,,,,son parametros mas seguros y objetivables
ResponderEliminary añadiendo ,,,apuesto en campera por la primera,dada su rojez en nuca
ResponderEliminarGracias Eusebio.
ResponderEliminarObviamente, en Huelva no es lo mismo cazar en La Sierra que en el Andévalo. La procedencia es fundamental y muy indicativa.
En cuanto a tu opinión sobre las fotos, que has puesto como anónimo en último lugar, te diré que hasta que no pasen unos días no diré cual según mi opinión con todos los datos que tengo son cada una, sin análisis, por supuesto, de ADN
Saludos y gracias.
Hola J. Ant, aquí estoy como me pediste echándole un vistazo a tu blogs,sobre este artículo que escribes pienso que llevas razón en todo lo que dices,sobre las fotos que pones para cuestionar te diré que no creo que se pueda opinar de la procedencia de una perdiz solo por una característica,no sería serio,muchas veces he visto perdices que por ciertas características están muy conseguidas cómo camperas y luego en algún otro detalle de su plumaje o cuerpo delatan un signo de hibridacion,por lo tanto no voy a opinar de esas fotos refiriéndome a la perdiz en cuestión sino solo a las características que refleja la foto,dos de ellas la cabeza y tres de ellas las patas,para mi opinión en todas las fotos hay características que delatan hibridacion,en las de la cabeza se les ve las narices abiertas típico del anillo antipicaje de las granjas,el plumaje azul de la cabeza se queda corto y el tostado es chocolate típico de hibridacion,el blanco de la garganta tampoco es limpio y los tufos u orejillas son marrones en vez de rubios,todo esto delata a mi entender hibridacion.
ResponderEliminarLas fotos de las patas,creo que por los espolones no hay nada que opinar pues he visto pájaros de campo con muchos tipos de espolón,pero para mi lo que delata hibridacion son las uñas negras,el pájaro puro de campo tiene las uñas tostadas en marrón y no negras.
Bueno esta es mi opinión,que solo es eso jjjjje,mi opinión, pudiendo estar equivocado o no,pero son los detalles que yo miro cuando intento adquirin reclamos para mi casa,espero haber contribuido en algo en este artículo y un saludo.
Gracias Unkonown, aunque no sé a quien pertenece este nick, pero está claro que nos conocemos.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de las uñas marrón y negro, que desconocía por completo -con lo cual, como dice el refrán, hoy aprendo algo nuevo-, me he fijado en mis reclamos y pudiera ser, siempre con cautela, que tengas razón. Lo que pasa es que en las jaulas los colores van perdiendo los tonos y el colorido se degrada.
Este comentario que añado, no sale por algún motivo, por lo que copio y pego tal cual me ha llegado.
ResponderEliminarHola J. Ant,creo que el problema no esta en la repoblacion de los cotos,mas bien es el de la calidad de las perdices que de aqui para atras y tambien hoy dia todavia se viene criando en las granjas,una perdiz con un alto porcentaje de hibridacion y que por ello daba muy mala imagen por su agallinamiento,tambien tienen mucha culpa ciertos cotos que han dado su juego a escopeteros y nuevos aficionados que han creido que cazar el reclamo consistia en ver quien mataba mas,todo ello a llevado a una mala imagen y a una moda por practicar esta modalidad que en mi opinion a hecho mucho mal a la caza con reclamo,hoy dia parece que las granjas se estan mejorando a nivel de calidad genetica y la perdiz repoblada va siendo mejor,pero hasta que no se terminen las sueltas diarias,soltar para matar,esto no tiene arreglo,yo he repoblado en coto social y lo he hecho con parques de vuelo situados en zonas estratejicas del coto,se han ido soltando poco a poco despues de un periodo de aclimatacion al lugar y en los meses de agosto/septiembre y cuando a llegado la apertura de la veda esa perdiz se a comportado como las salvajes,claro esta repoblando con perdiz de calidad,tambien comentar que esto solo se debe hacer solo en cotos donde la perdiz salvaje ya es muy escasa,mi parecer donde todavia existe un censo de perdiz salvaje estable es cuidarla y estar unos años sin cazarla hasta que su densidad sea considerable y despues cazarla con cupos de captura establecidos para que todos los años valla quedando madre y siga el coto con una densidad aceptable,saludos.
Sobre lo que dice Unknown del color de las uñas puede que sea cierto pero no del todo según mi humilde opinión.
ResponderEliminarYo tengo en mis terreros 6 pájaros de los cuales 4 son de campo y 2 de granja.Los de campo tienen entre 4 y 9 años cazando se y de los 2 de granja 1 tiene 7 años cazandose y el siguiente de granja lo compre este año y es el único que tiene las uñas negras, los demás las tienen marrón tostado.Y es por esto que creo tiene que ver y mucho las tierras donde viven.
Dependiendo de los distintos sedimentos de la tierra tiene que ver luego en los colores del plumaje y de las uñas.
Seguramente con el paso de los años este pollo granjero en mis terreros cambiará también el tono de las uñas.
UN saludo
De nuevo entro en el blog para discrepar con el Sr. Davila y Sr.Fernandez (unknown) en lo referente al color.
ResponderEliminarEl color en las aves es genético y sus tonalidades estan relacionadas con los carotenos los cuales están presentes principalmente en los alimentos como son los vegetales y los insectos.
Saludos.
PD.Sin mencinoar los potingues que venden en pajarerias para las aves de jaula, los cuales ingieren junto con el alimento o agua.
/Users/JINUDI/Desktop/perdices.doc
ResponderEliminarHola Jose Antonio, como te prometi ya ando por aqui, o eso creo porque no soy yo mu experto en estos menesteres, en fin ya iremos leyendo y comentando algunas cosillas de nuestra AFICION.Un saludo, para ti y por supuesto para el resto de compañeros
ResponderEliminarDespués le leer todos los comentarios de los aficionados, mi opinión (40 años con la jaula a las espaldas) es que la morfología externa se puede ir recuperando, pero eso nos hace muy dificil diferenciar a una campera con una granjera.
EliminarA mí me seria muy dificil distinguirlas, pero no me sería complicado si esos pájaros que muestran las fotografías los hubiera tirado en el puesto, pues el canto, comportamiento y entrada en la plaza, a los que llevamos tirando pájaros de los antiguos los diferenciaríamos ràpidamente.
Antes se mataban muchisimos menos pájaros que hoy en día, pero el disfrute de la pelea del reclamo con el campo no tienen nada que ver, cuantas veces estamos hoy en el puesto y como enciendas un cigarro cuando miras estan ya bajo el farolillo, antes se nos salia el coraz,on por la boca porque eran faenas de horas en la pelea del reclamo con el campo.
En fin, para gusto los colores.
Saludos a todos los aficionados.
Raimundo
Hola Jose A. ya ando por aqui o eso creo porque no estoy yo mu puesto en estos menestere, en fin iremos leyendo y comentando algunas cosillas de nuestra AFICIOn, un saludo para ti y por supuesto para el resto de compañeros.
ResponderEliminarAnte todo, darle las gracias a José Emilio y a Raimundo por entrar en mi blog y participar en este debates sobre reconocimiento campo/granja.
ResponderEliminarEn cuanto a que es complicado la diferencia entre unos y otros, por supuesto que lo es, ya lo he dicho muchas veces y, máxime hoy día y si llevan mucho tiempo sueltas las perdices en el campo. Pero creo que, muchas veces, tampoco es definitorio el comportamiento, al menos en estas fechas, puesto que la perdiz autóctona se ha puesto tan mala que ha perdido casi todas sus características que la diferenciaban. De todas formas, de campo y de repoblación, en ocasiones, han entrado al reclamo en un santiamén. De hecho, recuerdo que un día en compañía del amigo José Trujillo, mientras cerraba la cremallera del portátil, ya había un macho autóctono dando vuelta en el matojo.
En cuanto a matar menos, depende, si hablamos de ganao de campo. Hoy se cuelga más, pero los números con este tipo de perdiz no varían mucho y, en la mayoría de las ocasiones, menos que hace cuarenta años. Como sabrás, amigo Raimundo, el campo cada día está peor, incluso ni canta. Antes, al venir el día el campo era un "gallinero", cantes por todos sitios. Hoy, una tal cual y pare usted de contar.
Estoy muy de acuerdo con Raimundo. Creo que siguen siendo apreciables las diferencias de comportamiento entre camperas y granjeras, respecto a la jaula.
ResponderEliminarEl caracter arisco, la bravura, su resistencia y la capacidad de utilizar su territorio, su casa desde que nacen, a la hora de la pelea , son muy diferentes.
Para mi, ademas, hay un factor Estoy muy de acuerdo con Raimundo. Creo que siguen siendo apreciables las diferencias de comportamiento entre camperas y granjeras, respecto a la jaula.
El caracter arisco, la bravura la capacidad de utilizar su territorio, su casa desde que nacen, a la hora de la pelea son muy diferentes. muy claro y añadido, si medimos el comportamiento, que es la necesidad de que tu pajaro utilice muchos mas recursos, cuando se trata de pelear o camelar a las camperas. O dicho de otra forma, con las camperas precisas pajaros de superior categoria. Con las granjunas te pueden servir pajaros que, cuando tienen que lidiar con las camperas no dan la talla, simplemente no pueden con ellas. Esto se nota especialmente en temporadas como la pasada, con poco celo en el campo y donde han pintado bastos casi todo el periodo.
Saludos,
Jose A. Martinez
Amigo José Antonio Martínez del Hierro, Cazador Libre.
ResponderEliminarUno de los grandes problemas de nuestros reclamos, como he dicho en infinidad de ocasiones y también en mi libro "Con la jaula a cuestas", no es otro que el acostumbrarlos a lo fácil del mundo granjero, puesto que luego, cuando el campo sea de armas tomar, cantará el célebre me rindo, como hacíamos los chiquillos allá por medio siglo atrás.
El amigo Raimundo, curtido en mil batallas en el campo campo y jaulero de tradición familiar sabe lo que dice y hay que dare la razón. Ni más ni menos, porque la tiene.
Aún así, vuelvo a reiterarme que la repobvlación ha dado vida a muchos aficionados que no pueden acceder al campo autóctono
Saludos.
Este comentario me lo poasa mi amigo y compañero de caza y afición Manuel Monecillo al que le cuesta trabajo entrar en mi blog. Solo decir que no tiene desperdicio su contenido
ResponderEliminarHola José Antonio, me gusta la caza por las sensaciones agradables que me reporta. Y te aseguro que las mejores no están ligadas, por supuesto, ni al momento del disparo, ni al ser sorprendido por la esperada pieza.Si fuera básicamente por eso no sería cazador.
Me encanta dormir inquieto, adelantándome a la alarma del despertador. Disfruto a tope tomándome la tostada y compartiendo un comentario, anécdota o chiste. Piso el campo para gozar el lance de un compañero como si del mío se tratara.
Ante todo esto parezca una frivolidad, poco me importa, con todo el respeto a los verdaderos puristas, la calidad de las camperas. Sinceramente prefiero oír un canto socarrón que escuchar sólo el silencio.
Sé que alguien se preguntará: ¿Y este tío es cazador?
Pues sí amigos. Soy de la opinión que la vida es tan corta que no está para disgustarse por pedir más de lo que hay.
Para mi las fotografías son patas y plumas de perdiz.
A ver si en el tiempo que me queda de disfrutar de la caza veo muchas de éstas.
Prometo no preguntarles si son de granja o autóctonas.
¡Viva lo que rodea a la caza!
Estimados contertulios.
ResponderEliminarPor este tema se han derramado ríos de tinta, y al final habrá quién opine de una forma y otros de otra, ambas respetables como la que más.
Con respecto al artículo, sobre las primeras perdices de granja, solo puedo decir que somos “quintos”, poco puedo aportar, ya que he vivido prácticamente a la par con ellas. Ahora que la nuestra, la autóctona, en los que muchos sitios ha llegado a desaparecer, tienen mucha culpa los gestores de la época. Empezaron a soltar perdices de “goma”, como le decimos aquí, desconociendo cual era el problema real “su” perdiz, - comida + depredadores = menos población, hasta llegar al declive de hoy.
La comida, no se trata de sembrar hectáreas de cereal o echar kg y más kg de grano, la perdiz necesita también pequeños insectos e invertebrados, que con los pesticidas de la época dejaron de verse por los campos. Me acuerdo de crío, cuando íbamos al campo a buscar “gañafotes” para dárselos a las perdices de mi abuelo que estaban en el terrero esperando la nueva temporada. También necesita que haya barbechos, y hoy día, hay una máquina segando trigo y los tractores recogiendo la paja y detrás arando la tierra. Así es difícil que la perdiz encuentre comida, y por lo tanto, o desaparece o busca otro lugar donde lo encuentre. Si esto no fuese así, lo que se conoce como “terreno libre” donde no se caza, las perdices estarían “amontonás” y todo lo contrario.
Al hilo de la comida, el aumento de depredadores ha sido letal, puedo estar toda la tarde enumerando depredadores, que atacan las poblaciones de perdiz, generalizaré, reptiles, mamíferos y aves. Pongan los nombres ustedes. Esto unido a lo anterior es lo que ha mermado o extinguido nuestra perdiz roja. Los depredadores hasta la fecha, no tienen una ley que los regule, y salvo urracas, córvidos o el zorro, el resto no hay modo de controlarlos, me refiero a especies “cazables” sin valor cinegético, y ya sabemos, que una especie sin control a la larga son problemas. Un ejemplo podría ser el meloncillo, que desde que tuvieron la brillante idea de soltarlos, la fauna de reptiles ha desaparecido también como la perdiz. Por estas fechas recuerdo también, como se empezaban a ver en los vallados de piteras, en las paredes de piedra, etc, los lagartos tomando el sol, y hoy día es más fácil ver un conejo comprando en el supermercado que un lagarto en el campo.
Dicho esto, ante el declive de la perdiz, ningún gestor de la época pensó en el futuro, y cuando la gestión no es buena, pasa lo que hoy día está pasando, que por muchas que se suelte, al final no quedan ninguna. Buscaban seguir con la rentabilidad del coto, sin importarles la fauna, el señor “D. Dinero” que tanto daño hace.
En fin, que parece que hoy día la administración quiere arreglar lo que no arregló en el pasado, certificando granjas con la pureza genética de la perdiz, pero tampoco creo que sea la solución, la solución, podría pasar por una buena gestión de depredadores, eliminar pesticidas, obligar a dejar lindes y barbechos a los agricultores, etc, y buscar la calidad, no la rentabilidad, de nada sirve que metamos 150 parejas genéticamente puras si al final van a criar entre 4 paredes, queramos o no, siguen sin saber lo que es un peligro real, porque cerrando el criadero con una red, evitas que entren los depredadores y esto les da un plus de confianza que a la hora de la verdad, les cuesta la vida.
Por último opinar de las dos fotografías primeras, la primera campo, la segunda granja, con respecto a las fotos de las patas no opino, porque he visto de todo en espolones.
Perdonen en tostón, y reciban un saludo
Raimundo Alaminos me envía este comentario.
ResponderEliminarSabias palabras amigo Manolo, como comparto tu comentario, te escribo la letra de un fandango , de aquí de nuestra tierra.
"Qué bonito es el fandango
al amanecer del día
en el silencio del campo
cuando voy de cacería,
unos tragos de aguardiente
con agua de manantiales
y si supieran la gente
estos ratos cuanto valen"
Muchas copillas de ese lìquido han caido en el cortijo...
Un abrazo.
Raimundo
Gracias por intervenir desde el Aviario Hnos Núñez.
ResponderEliminarComplicada es la cosa y no de fácil solución, aunque hay mejorars palpables por la vergüenza que se ha pasado de hacerlo tan mal.
E•stoy totalmente de acuerdo con lo de los insectos. De hecho, por esta zona, como ya dce dejado plasmado en este blog varias veces, el ver saltamontes, curitas/aceiteros, varios tipos de escarabajos, libélulas…, cada día es más difícil y nuestra reina de los bosques lo nota.
D. Dinero siempre ha ido en contra del futuro, la cartera nos espera, hay que llenarla en el tiempo que sea, puesto que, mañana....
En cuanto a las fotos, la solución, dentro de unos días.
Por cierto D. Raimundo, buenas copas nos hemos tomado. Es parte de la afición. Como decía el otro: Historias de Chimeneas.
Saludos.
Ayer, veintitrés de Marzo, termino la temporada en las sierras de Granada (mas de mil quinientos metros de altitud). Hoy canto el pobre de mí, se termino la temporada del cuchichí. No os extrañe por tanto, que llegue tarde a la cita.
ResponderEliminarVeréis. Modestamente he de confesaros que soy de los pocos que sigue cazando como lo hacían sus abuelos, en el fondo y en las formas. Poco merito tengo en ello, como no sea el de estar en el sitio oportuno en el momento preciso. Cazo por tanto perdiz autóctona en puestos de piedra en entornos repletos de jabalíes, zorros, garduñas, azores, águilas reales, lagartos, mochuelos….y ovejas.
Cuento todo esto, porque en teoría allí el problema de las perdices de granja no ha llegado y sin embargo, nada más lejos de la realidad.
La naturaleza, la hemos cambiado tanto que si nuestros bisabuelos levantaran la cabeza no reconocerían el entorno donde vivieron. Y no hablo solo del paisaje, sino además de la flora la fauna y hasta el clima.
Hay entornos que abarcan pueblos enteros, en donde se tendrían que haber colgado las escopetas hace tiempo de no ser por las repoblaciones (incluyendo las de conejos).
El problema es que al campo se ha echado más basura que perdices. Aun así, no hay vuelta atrás. Las de bote han venido para quedarse. De otra forma, en muchos pueblos tendrían que colgar las escopetas y muchos jauleros tendrían que llenar sus jaulas con palomos urbanitas (por meter algo dentro).
Esto es lo que hay y llegados a este punto retomemos la pregunta de José Antonio. Son de granja o de campo? Ya se han dado todo tipo de opiniones algunas más que razonadas. Creo que no importa demasiado si tenemos en cuenta las leyes de la genética. En una foto solo se puede valorar lo que se ve, pero hay tanto que no se ve… es como cuando vemos una manzana en la frutería. Se nos hace la boca agua y cuando la mordemos…. Que decepción.
Lo que sí es cierto es que los que han hecho de la cría de la perdiz su negocio, tienen como primer objetivo la rentabilidad. Esto ha propiciado todo tipo de abusos consentidos por una administración miope. Pero nosotros los pajariteros, también somos culpables por acción u omisión.
En conclusión. Soy un cazador de reclamo de los de antes. Practico esta pasión como se hacia hace muchos años pero aun así, soy consciente que los días de los que cazan como yo están contados. El futuro de la caza y por tanto del reclamo pasa por las granjas. Pero tenemos que luchar porque el animal que se suelte en el monte sea digno. De otra forma, nuestra pasión morirá como mueren esas modas pasajeras que caen en el olvido por insustanciales.
El reclamo requiere perdices bravas, astutas, difíciles para pajaros y cazadores porque este arte va íntimamente ligado a la epica, a la imaginación, a la dificultad. Esa perdiz solo se da cuando atesora toda la herencia que la naturaleza esculpió a lo largo de miles de años sin aditivos, conservantes ni colorantes.
Saludos. Elias.
ResponderEliminarJosé Antonio Romero Lluch25 de marzo de 2016, 15:53
Amigo Elías.
No puedo discutirte donde cazas y el “ganao” que te rodea, porque es la realidad, pero bendito tú que puedes hacerlo. Me gustaría, lo sabes, pero no puedo aunque quiera. No me faltaría lo que, en su día, aprendí de los que me precedieron.
En cuanto al manido campo-granja, vuelvo a repetir que el poner fotos de la morfología externa no tiene, más objetivo que el demostrar que, hoy día, no es fácil, aunque muchos piensen lo contrario -a las pruebas me remito-, diferenciar a simple vista ambas opciones. Incluso, si me apuras, sin ver la musculatura de las alas, atrofiada en las de granja por no desarrollarla con el mínimo vuelo que realizan.
Y no digamos, aunque se salga del tema del artículo, su comportamiento, acritud, viveza, territorialidad, instinto de conservación… de las autóctonas de verdad, como las que cazas.
Pero los tiempos corren y hay que ir con ellos. Por pedir, no estaría mal que le recordásemos a las granjas que bastante chatarra se soltado en nuestros campos. Que no vuelvan a las andadas y a los demás que no lo permitan.
Gracias por intervenir y por hacernos partícipes de tus sensaciones cuquilleras.
a mi corta edad con solo 32 años y poder decir que e cazado el 99 por ciento de mis puestos o dias de caza en perdiz autoctona por suerte varia mucho la perdiz de un mismo coto de la parte de sierra o la de bancalado de sola o inclusive de unbria cazo en varios lugares de españa y creo que por desgracia la perdiz autoctona cada dia es mas dificil encontrarla ami pesar y ojala me equivoque y mis palabras me las trague y año tras año sean mejores de criaaa pero noooooo..
Eliminarnueno respecto a sus fotos mi humilde decicsion la preimea es de monte y la ultima foto un cordial saludo juan desde murcia