Mis reclamos ya en los terreros. Chimenea, Alpujarreño, mis dos primeros "espadas", y otros ocho reclamos en sus cajones de muda.
Finales de
mayo y principios de junio, tradicionalmente, en mi caso, supone el paso de los
reclamos a sus habitáculos de pelecha o muda para, posteriormente, poner rumbo
a Punta Umbría donde, tanto ellos como la familia pasaremos los meses de
verano.
Normalmente,
suelo mudar sobre ocho pájaros, pero este año, entre los dos que compré en
Frailes a Luis Raya, una vez terminada la temporada y cuatro, ya con unos años, que han
llegado a mis manos procedentes de un conocido que falleció meses atrás, voy a
mudar la friolera cantidad de catorce “figuras”, aunque no todos lo sean, ni
mucho menos. Número que, con casi total seguridad, se incrementará en algunos
más en cuanto llegue el otoño próximo. Como sitio sobra ahora que tengo el
garaje libre y me gusta entretenerme y disfrutar con ellos, tampoco es un
crimen juntar una veintena. Tiempo habrá de irlos viendo y si no es la
temporada próxima, en la siguiente tendrán un
año más y estarán más hechos.
Ahora llega
la época de adecentamiento de jaulas, casilleros, pertrechos… y, como no, la
mejora de algunos aspectos de los mismos como es, en mi caso, la renovación de
la lija que le pongo a los casilleros para que los reclamos se afilen el pico,
además de hacerlo en la piedra de la jaula, puesto que, como bien sabemos o podremos observar, la gran mayoría de los pájaros, antes de empezar a comer, suelen golpear varias veces la tabla que
tienen al lado de la comida.
Lija basta en la tablilla del comedero de los casilleros. |
Otra mejora ha sido el colocarles un reborde de polipiel/skay a las esterillas. Con ello, se evita que los reclamos deterioren los bordes de las mismas al picarlas y sacarles los hilos de esparto, cáñamo, pita...
Para terminar, no se nos olvide que la muda o pelecha es una fase delicada que anualmente pasan nuestros pájaros de jaula. Debido a ello, la atención hacia los mismos, en todo momento, debe ser una máxima y, ni que decir tiene que, una buena alimentación, mucha higiene, agua limpia, cambios de tierra frecuentes y el aporte de algunas vitaminas/aminoacidos -para reponer lo perdido- siempre deben estar a la mano de nuestros reclamos.
Esterilla lavada y con el reborde ya colocado. |
En pocas palabras, la historia, nuevamente, vuelve a repetirse. Seguro que hace miles de años, los cazadores de reclamo ya hacían algunas de las cosas aquí expuestas.
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