jueves, 6 de marzo de 2025

SEGUNDA PARTE Y FINAL DE TEMPORADA 2025

Imagen de un colgadero que repito todos los años pues merece a pena por su querencia y oída

El martes pasado, significó para mí el final de esta temporada, pues, aunque el miércoles con todo preparado para dar un puesto casi de alba en Las Alpujarras, el viento y el agua me hicieron desistir y, al final, puse rumbo para Huelva, pues las condiciones meteorológicas no eran las adecuadas y en la alta sierra hay que tener mucho cuidado, puesto que, en cuestión de poco tiempo, todo cambia como de la noche al día. Es más desde el 18 de enero que comencé en Huelva hasta ahora, ya ha estado bien la cosa, máxime cuando ya no es uno un niño.

La temporada de acaba de finalizar, muy mala según muchísimos pajariteros, lo que yo también suscribo, por la falta de “trapío” de la perdiz salvaje, particularidad que no debería haber sido así por el apartado meteorológico, ideal este año para  nuestras montesinas. No obstante, en mi caso, por muchas circunstancias, ha sido de las mejores de mi vida perdigonera. Así, tras tocar varios puntos de nuestra geografía nacional, tener suerte con los enclaves de los puestos que he ido dando, contar con reclamos que han dado la talla y pollos con gran desparpajo en el campo que hacía años que no llegaban a mis manos y, por supuesto, la compañía en muchos momentos de aficionados amigos, han supuesto una verdadera satisfacción para quien ya tiene sus años. Por tanto, vaya desde aquí mi agradecimiento a los hermanos Gómez Ruiz, a Paco Bernardo, a Enrique Hachero, a Diego Rama, a Agustín Gallardo, a Alberto Bosch y a Manolo Medina, pues todos ellos y algunos más, me han tratado de maravilla cuando hemos estado juntos y todos hemos compartido momentos personales y lances cuquilleros que no pueden quedar en el olvido.

Imágenes varias de esta segunda parte de la temporada. La primera recoge un puesto dado a Avilés, pollo de La Añoreta, con sus trofeos. La segunda uno de los machos de repoblación abatidos en el puesto anterior. La tercera una toma de un puesto de muy de mañana. La cuarta, quinta y sexta nos muestran tres momentos de la parte social del reclamo.






En lo meramente cuquillero, aun no siendo, como dije al principio una buena temporada, he vivido lances, principalmente con pollos, de los que quedan en nuestra retina por mucho tiempo. Así, Picaor, Avilés, Sierranorte, Navío y Coronel -de los que hablaré en otro escrito- me han hecho pasar momentos inolvidables por su buen hacer y calidad, particularidad que ya hacía años  que no me ocurría, aunque todos sabemos que los noveles son melones por calar y hay que darles tiempo, pero como decía el otro, "que me quiten lo bailao". En esta línea, en las fincas de Toledo, Válor, Gibraleón, Puebla de Guzmán y El Almendro donde he cazado la jaula, tanto los neófitos como otros reclamos ya consolidados de mi jaulero, me han transmitido la grandeza de esta afición y el motivo del por qué tiene tanto tirón. Es más, aunque haya quien no lo entienda o no quiera entenderlo, la caza con reclamo de perdiz forma parte de la propia vida de los que amamos esta modalidad de caza.

Navío, un pollo que puede llegar lejos.

Ahora, después de todo el ajetreo de muchos días con la jaula a cuestas, hay que tomarse un merecido descanso, pues la conducción en largos trayectos, los madrugones, las caminatas, el montaje y desmontaje de puestos, los sofocones, las mojadas, el frío, la no adecuada alimentación… terminan pasando factura a todos y a los “abueletes”, como es mi caso, mucho más.

Y, como bien sabemos, los que amamos esta afición, a partir de este momento, toca preparar y programar la temporada próxima, ver los errores de la actual para que, wen los posible, no vuelvan a ocurrir y, como no, ofrecerles a los verdaderos protagonistas de esta ancestral forma de caza, los reclamos, lo mejor que esté a nuestro alcance, pues ellos se lo merecen todo.