domingo, 30 de enero de 2011

"CHIMENEA", UN PROYECTO QUE EMPIEZA A CONSOLIDARSE.


Aunque he sido y sigo siendo un acérrimo defensor de la perdiz roja salvaje, tanto para el reclamo como pobladora de todos los rincones de nuestra piel de toro, siempre he pensado y así sigo haciéndolo, que un reclamo bueno y, por supuesto malo, lo podemos encontrar en cualquier sitio: en el campo y en la granja, pero con una salvedad: hay que estar frontalmente en contra de cualquiera de las prácticas utilizadas para engordar el bolsillo de algunos cuatreros,  satisfacer a compradores sin ética ni moral y, lo que es peor, "limpiar" los campos.

Pues...,  en esta línea y desde que salieron los primeros pájaros de granja, en mi jaulero siempre los ha habido: unos malos, otros regulares y, otros, si no figuras -de éstas hay pocas, aunque muchos creen que tienen varias-, por lo menos, pájaros más que aceptables.

Este otoño pasado, al igual que hago todos los años, me hice de unos cuantos pollos para intentar sacar alguno con buena pinta. De entre ellos, y desde el primer día, empezó a destacar sobremanera, uno: Chimenea.

Este reclamo de una granja -perdices Ariza- situada en dicha población granadina, aparte de su magnífica estampa y su nobleza, tiene unas cualidades musicales y un "saber estar" en el campo que, creo y espero no equivocarme, a mis manos ha llegado, como mínimo un buen reclamo. Luego, el tiempo y sus actuaciones, lo elevarán o lo bajarán de nivel. Pero, al día de hoy, con seis puestos dados, es una gozada verlo trabajar en el campo y con el "campo". Sale en cuanto se le quita la funda, no para durante todo el puesto y, cuanto tiene a las patirrojas cerca, se queda como una estatua, con el pico en en techo de la jaula, dando de pie de manera imperceptible y sin inmutarse. De esta manera, le entran más que bien -como ha ocurrido esta mañana y los otros días-.

Sé, porque así me lo dicen mis casi sesenta "celos" que, ilusionarse en demasía, significa tropezón en gran escala. Pero esa experiencia que dan los años, también me dice que, el pájaro bueno sale desde el primer día, o por lo menos, así lo opino yo. Y éste, lo corrobora, ya que en su debut, con aire, agua y viento, como en los cinco puestos posteriores, siempre ha sacado nota alta: cantando desde principio a fin, poderoso y bello reclamo, suave cuando ha tenido que serlo y sin descomponerse en ningún momento, incluso cuando las hembras le han dado la lata.

De los seis puestos que se le han dado, con descanso prudencial después de cada uno de ellos, se le ha tirado en cuatro: en el primero, una hembra; en el segundo, otra. En el tercero, una pareja después de casi hora y cuarto de buen hacer. En el cuarto y quinto, con tiempo infernal, pero con un trabajo más que bueno, no se le tiró, pero, en el primero de ellos, pudo ser, si yo hubiera querido. Esta mañana, en el sexto, ha sido la repera. Le he tirado primeramente una carambola -con escopeta del 410-  y, después, con un auténtico campero de los de antes -se pueden ver sus espuelas en la foto-, se ha portado como un campeón, ya que el "tío", se le ha atrancado dando de pie de una manera que ponía los pelos de punta. Además, antes de la veda, en un puesto de prueba sin escopeta, también metió una hembra en plaza.

Esta claro que es un pájaro de granja y que, algunos de ellos, duran poco -según decimos todos-, pero también es verdad que, esto, no es una regla fija, ya que otros llegan a viejos manteniendo todas sus constantes. Y no es que lo haya escuchado, sino que lo he vivenciado: mi Castelar, murió bastante anciano y siempre fue un buen reclamo.

Como no soy muy ducho en las nuevas tecnologías que han llegado a la cuelga, no sé grabar vídeos ni tengo los avíos necesarios; por lo tanto, no puedo dar a conocer su trabajo en directo. Sin embargo, con estas fotos de distintos momentos, podemos hacernos una idea de su estampa en el farolillo y de todo lo que rodea al puesto.






Este hermoso ejemplar, con algunos años, como se puede apreciar, se lo he tirado sobre las diez y veinte, después de una primorosa faena, tras haberle hecho una carambola una hora antes.


Mi hermano Adolfo, sin ser aficiondo, se lo ha pasado de maravilla en el puesto al presenciar el magífico trabajo de este gran pollo. 


1 comentario:

  1. Esos pájaros y ese puesto los conozco yo, ya no te digo donde esta otro puesto , con otra collera de pájaro, que si no vas y me los mata. Jajajja saludos campeón.

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