lunes, 23 de diciembre de 2019

TIEMPO DE NAVIDAD


          Como año tras año, llegan estas entrañables fiestas y, por consiguiente, quiero aprovechar este momento para felicitar a todos los lectores de este blog, a los aficionados a la caza de la perdiz con reclamo en general y a sus respectiva familias. Por lo tanto, vaya por delante mi deseo de todo corazón.


lunes, 9 de diciembre de 2019

UN OTOÑO DE ENORME SEQUÍA.


Antes que nada, puntualizar que lo que voy a expresar en este artículo se centra en la zona de Andalucía occidental y más concretamente en el Andévalo onubense y otras zonas de la provincia, ya que en otras regiones andaluzas la situación es totalmente distinta.

Pues bien, yendo al grano, tengo que decir qué en muchas comarcas de Huelva, desde mediados de abril pasado, la sequía es de las de categoría. Es decir, en estos ocho o nueve meses no han caído, exceptuando los parajes serranos, mucho más de 30/50 l/m2. De hecho, en algunas localidades como puedes ser Puebla de Guzmán, en lo que va de otoño, se han recogido sobre 25 l. Lo que significa una auténtica ruina para la agricultura, ganadería, principalmente y, por supuesto, para la caza. Estas desconsoladoras cifras, hace años, correspondían a la zona sureste de nuestra Comunidad, pero ahora, en donde no llueve es aquí y sí bastante en la provincia de Almería, situación impensable tiempos atrás en dicho rincón andaluz. Pero no solo la citada región, sino que todo el centro-este ha recibido generosas lluvias, incluso en algunos puntos, más de la cuenta.

En esta línea huelga decir que por estos lares todo está reseco casi como en verano: la hierba prácticamente no ha salido y la que hay en los lugares que han retenido un poco de humedad se secará más pronto que tarde sino vuelve a llover en las próximas fechas. Con este panorama el ganado lo está pasando muy mal en muchas fincas onubenses.

Imagen de un buen pantano de finca tomada a finales de este noviembre

       Y lo peor del caso es que, metidos en diciembre como estamos, las predicciones meteorológicas no son muy halagüeñas para este, ya de por sí, no muy lluvioso mes.

Pensar en regajos y arroyos corriendo y pantanos con agua es una auténtica quimera. Las siembras despuntaron con unos litrillos que cayeron, pero se están secando y tal circunstancia para quien ha invertido mucho dinero es un verdadero estropicio.

Obviamente, las especies cinegéticas también lo están pasando mal, pues un mal otoño será un mal año en general. De hecho, nuestra perdiz roja no llegará a la apertura del periodo hábil de caza con el reclamo en su mejor forma y tras los primeros envites, como pasó la temporada anterior, se pondrán fatales.

Esperemos que la pertinaz sequía acabe de una vez y que todo vuelva a su sed, pues si lo meteorológico actual continua, mal, muy mal lo tendrán los ganaderos y los agricultores, sin olvidar a los que nos gusta la caza de la perdiz con reclamo y, como no, nuestra propia salud.

viernes, 29 de noviembre de 2019

DISTINTAS ACEPCIONES DE ALGUNAS EXPRESIONES O PALABRAS DE NUESTRA JERGA CUQUILLERA.

        Este artículo, extraído de mi libro Con la jaula a cuestas, segunda edición, lo traigo al blog para compartir con quien le pueda interesar

   Pepe, Pepito, Pepillo, Pepín, Joselito, Josecito, Joselín, Joselillo…; Paco, Paquito, Paquillo, Fran, Quico, Isco, Frasco, Chesco, Curro, Currillo… son diferentes apelativos que utilizamos para nombrar a las personas que tienen por nombre José o Francisco, respectivamente. Ni que decir tiene que en otros muchos aspectos de la vida sucede lo mismo y, por supuesto, nuestra afición, la caza de la perdiz con reclamo, no iba a ser menos. Debido a ello, infinidad de acepciones se utilizan en las diferentes zonas de nuestra geografía para nombrar a muchos de los útiles, personas, lugares, situaciones… que intervienen de una forma u otra en la ancestral caza del “cuco”. Tan es así que, a veces, al escuchar o leer cuestiones puntuales sobre nuestra afición, surgen palabras cuyo significado desconocemos y tenemos que esforzarnos y darle rienda suelta a nuestra imaginación para saber de qué se está hablando o escribiendo. Por citar un ejemplo aclaratorio sobre este capítulo, si en el Andévalo de Huelva a la sayuela se le llama funda, en la Sierra Norte de Sevilla se le conoce como mantilla y en muchas zonas de Granada, como cobija. 

Por tal motivo, este apartado tiene como objetivo el dar a conocer algunas de esas diferentes formas de nombrar a muchas de los vocablos que forman parte de nuestro día a día perdigonero. Eso sí, como se comprobará, algunas expresiones o cuestiones que presentan pocas acepciones o sinónimos; de otras tantas, por el contrario, podemos encontrar bastantes. En esta línea, voy a exponer a continuación diversos ejemplos incluidos en la amplísima y tradicional jerga pajaritera.

Reclamo de perdiz: macho o pájaro de jaula, pájaro perdiz, perdigón, perdigacho, pájaro, “jaula”, cuco…

Reclamo bueno: pájaro sobresaliente, pájaro de bandera, primer “espada”, pájaro puntero, el figura, el fenómeno, el campeón, el bueno, el mejor…

Reclamo malo: mochuelo, burraco, petardo, zarrio, “cantamañanas”, balconero, “quemasangre”, maula…

Perdices de campo: patirrojas, “campo”, camperas, montaraces, salvajes, autóctonas, montesinas…

Macho de campo: macho salvaje, garbón, gallo, machaco…


Hembra: hembrilla, pájara, pajarilla, “señora”, “dama”…
Espolón; garrón, espuela, juanete, garbanzo, habichuela, haba…

 Puesto para la caza del reclamo: tollo, aguardo, chozo, choza, chamizo, escondite, boezuelo, apostadero, majano, caseta, caracol, covacha, gavillera, caseta, cueva, esperil …

Plaza: plazuela, placeta, plazoleta, tiradero, rasa, ruedo, rueda …

Tanto o lugar para colocar el reclamo en el campo: mata, tantillo, tango, matojo, farolillo, peana, mampostero, menganillo, mono, mampuesto, tanganillo, arbolillo, arbolete, arbolejo, hacho, moña, maceta, mata, púlpito, pulpitillo, pulpillo, pinete, postela, canastillo, repostero, postero, reportero, repuesto, atril, trono, mojón, mojoncillo, majanillo, candelero, castillejo, castillete, torrecilla, palo, poyo, pincho (si está fabricado con material metálico)…
Asiento para sentarse en el aguardo: silla, silleta, banquillo, catrecillo, banqueta, poyete…

Lugar para dar el puesto con el reclamo: colgadero, cazadero, cucaero, postura…

Echarse para detrás en la jaula el reclamo: hacer el Cristo, tomar copas, sacar agua, hacer el arco, hacer el asa de cántaro, volteo...
Cantar de reclamo: canto de mayor, canto por alto, canto de cañón, reclamar, echar unas jácaras, echar unas coplas…
Cuchichío: cuchicheo, dar de pie, coleteo, curicheo, meloseo, guricheo, cafeteo, castañeteo…
Titeo: cañamoneo, llamada a comedero, llamada a trigo, hacer la carretilla…
Dar piñones: piñonear, dar besos, dar o tirar pitas o pitos…
Maullar: maulear, mayar, suspirar, dar quejidos…
Cargar el tiro: quedarse al humo, salir al humo, no cortar el canto, no cortar al tiro, hacer el entierro, hacer el funeral, cantar el responso, entonar el cántico funerario…
Matar una perdiz: abatirla, dejarla seca, dejarla hecha un taco, dejarla sin mover una pluma, mandarla a soñar…
Muda: pelecha, pelecho, desplume, “espelecho”, cambio de plumas...
Conjunto de utensilios cuquilleros: trebejos, chismes, cacharros, bártulos, enseres,  trastos, trastes, cachivaches, chirimbolos, avíos…
Terrero: cajón de muda, arenero, polvero, pelechero, desplumadero, cajonera….
Casillero: repisa, tablero, posadero, jaulero, portajaula…
Sayuela: sayota, funda, mantilla, capucha o capucho, capuchón, capillo o capilla, capotillo, ropillo o ropilla, enagüilla, camisilla, camiseta, cobija, cobijilla, capirote, saya, trapo, capeta, talega…
Asiento para la jaula al salir al campo: esterilla, esterillo, peal, pealillo, zalea, zaleílla, zalejuela, suelo, suelillo, suelecillo, solecillo, sentón, espartuela, soletilla, capacho o capacha, capachillo o capachilla, baleo, baleíllo, solera, plantillina, alfombrilla, pellejuelo...

Tronera: mirilla, boquilla, boquete, pitera, visera, piquera, cañonera, disparadero, ventanuco, portillo, lucana, lumbrera, respiradero, lucerna, aspillera, luneto, gatera…

Cazador de reclamo: cazador de pájaro de jaula, cazador de perdigón, aguardista, cazador de “cuco”, cuquillero, chuchero, chuchillero, cuclillero, cuquero, perdigonero, pajaritero, jaulero, colgador, puestero, tollero, perdigotero, reclamista, jibao…

Debo decir que, con este pequeño glosario, no he querido, Dios me libre, dar una clase magistral de cómo se nombran en muchos rincones andaluces y del resto de España algunas de las muchas cosas que, de alguna forma, intervienen en la caza de la perdiz con reclamo. En realidad, aparte de los vocablos y expresiones que conocía, otros muchos que aparecen aquí han llegado a mí por vía de los muchos compañeros y amigos que tengo en diferentes rincones de nuestra piel de toro o por consultas en algunos tratados venatorios. Ahora bien, con el presente apartado, sí he pretendido, en primer lugar, ahondar, escudriñar y curiosear en nuestro rico vocabulario cuquillero y, posteriormente, darlo a conocer.

Como se ha podido comprobar, faltan muchas palabras, situaciones, detalles…, pero es obvio que, si me extendiera más, tendría que escribir un tratado completo sobre el diccionario pajaritero. Tan es así que, como se habrá constatado, y por citar algunos ejemplos, no aparecen las conocidas bulanas o recibir de pluma, el botarse, el rifarse, las embuchadas, el regaño, el salir de estampida, el venirse abajo, el aplastarse o cantar la gallina, los reclamos “mediascucharas”, los reclamos algarines, las toradas de machos y cientos y cientos de vocablos y pormenores que se podrían incluir, pero como he dicho se haría todo muy largo y, de paso, un poco soporífero. Pese a todo, se puede decir que la terminología aquí plasmada es de lo más usual y, normalmente, la que utilizamos en nuestra jerga en el día a día la mayoría de nosotros.



lunes, 18 de noviembre de 2019

EL RECLAMO PUNTERO O SOBRESALIENTE

                                          Chimeneas, un reclamo puntero de granja

Ante todo, quiero puntualizar que el contenido de este artículo ni es nuevo en el blog, ni con él quiero descubrir nada original, pues todo lo expresado en él está más que hablado y escrito, pero no viene mal volverlo a exponer pues es importante tener las ideas claras sobre qué es un pájaro de primer nivel.


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A modo de introducción, tengo que decir que todo el que esté metido en el mundo cuquillero, en principio, tiene más o menos claro lo que es un pájaro de bandera o de primer nivel. Ahora bien, no es fácil concretar -aunque debería no ser muy complicado- las características que debe reunir un ejemplar de estas características para que sea catalogado como un reclamo puntero, puesto que, como bien sabemos, las opiniones que pueda haber sobre ellas son muy subjetivas, debido a que cada aficionado ve el tema de forma diferente y, la gran mayoría de las veces, se deja llevar por emociones personales. Tan es así que, con cierta frecuencia, reclamos de muy mediano nivel -no digo ya pájaros medianos como solemos tener normalmente-, en boca de sus dueños, suenan a fenomenales tenores y grandes espadas, cuando la cruda realidad nos dice que no son más que pájaros que nos “regalan” la vista con su aspecto externo, con cuatro cositas que hacen, pero poco más.

Pues bien, a partir de lo expuesto anteriormente y si queremos ser objetivos con los inquilinos de nuestros jauleros, lo primero que debemos tener claro es que cuando hablamos de pájaros punteros o de bandera, nos estamos refiriendo a ejemplares que dan la talla en el campo día tras día y no en los balcones o diferentes testeros de una vivienda para deleite de sus engatusados y encandilados dueños, independientemente de su estampa y nobleza.

En esta línea y ya con unos años con la jaula a cuestas, debo decir que la gran mayoría de los fenomenales reclamos que dicen atesorar muchos cuquilleros, que hablan y no paran de los mismos, no son más que pajaretes que en casa suelen dar grandes sesiones de cante y hermosas bulanas, que se le tira caza cuando las condiciones son muy favorables, dígase ejemplares de repoblación -con todos mis respetos hacia ellos-, o autóctonos valientes y en su sazón que entran raudos al repostero sin grandes esfuerzos del que ese día se encuentra atalayado en el mismo. Eso sí, en cuanto a este personal -muchos de ellos con grandes números de perdices abatidas- se le tuerce un poco el lance y surgen contratiempos mientras están en el colgadero, se desvanecen como castillos de naipes para vergüenza propia de su dueño que, aunque a los amigos/compañeros de coto les diga que Fulanito o Menganito ha realizado un gran trabajo, pero que el campo no ha “querido coles”, la cruda realidad es que no dan la talla ni de “mediacuchara” aunque en tertulias y reuniones hablen excelencias de ellos. Y de estos casos hay miles.

En resumidas cuentas y compartiendo totalmente la opinión de un buen amigo, Juan Luis Rosa, una cosa son los reclamos que se presentan a los concursos de belleza, nobleza y canto -muy respetables, como debe ser- o a los campeonatos de perdiz con reclamo -también respetables al máximo- y otra, bien distinta, es dar el puesto en parajes en donde todavía, por bien de nuestra fauna mediterránea, sobrevive nuestra auténtica perdiz roja salvaje. En esta línea, huelga decir que, aunque nos cueste reconocerlo, el pájaro de primer nivel, reclamo de bandera o el bueno, como se suele llamar a los ejemplares muy destacados, no se tienen en un determinado jaulero todos los días y, mucho menos, varios de ellos, temporada tras temporada. Un  pájaro perdiz de primer nivel, que hay quien se va a la tumba sin saber lo que ello significa, es un verdadero regalo de la naturaleza que aparece casi siempre cuando menos se le espera y que, independientemente de su aspecto y comportamiento en la pared, da en el tanto o pulpitillo el do de pecho día tras día, en cualquier momento del mismo, aun con condiciones adversas e, incluso, con campo poco receptivo, más que jauleado y que se las sabe todas. Obviamente y respetando al máximo las repoblaciones, cuando hablamos de estos “tesoros”, debemos de dejar a un lado los cotos intensivos y otras fincas con perdiz de granja, pues es irrefutable que no es lo mismo cazar perdiz de suelta que salvaje.

Ser atractivo a la vista o no muy agraciado en su aspecto externo, noble o bronco al máximo en el trato diario, con algún defecto en sus notas musicales, mudo total en casa, que también los hay…, el reclamo puntero, de primer nivel o de bandera es aquel que cuando lo afianzamos en el tanto, matojo, farolillo, repostero, pulpitillo…, sale con prontitud, trabaja incansablemente en cualquier momento del día, haya sol, viento, lluvia, frío… Además, aun con multitud de contratiempos que se le puedan presentar durante el tiempo que dura el puesto se les tira patirrojas, un día sí y otro también, cuando otros compañeros que también cazan en los mismos parajes llegan al cortijo sin comerse una rosca. Es más, el pájaro ya de por sí no es una máquina y, debido a ello, tampoco debe ser un motor en funcionamiento durante todo el lance, pues no por mucho cantar se tiene mayor éxito.

Evidentemente, este tipo de reclamo, durante un determinado lance, siempre, excepto casos muy puntuales, ofrece una meritoria faena. Salida a levanta cobija, como se dice muchos lugares de Andalucía, un cante de mayor aceptable, intercalado con atractivo cuchichío y piñoneo, un recibo suave y agradable y un entierro que pone los vellos de punta.  Si la situación en el colgadero se complica y el campo no está por la labor, dígase machos de espolones corridos o cobardones o hembras esquivas, pone en práctica todos los recursos inimaginables: significativas calladas, cautivadoras embuchadas, seductores titeos o cañamoneos, fascinantes cloqueos…, para que quien no quiere dar la cara en plaza termine rindiéndose a sus zalamerías. Eso sí, no todos los pájaros son idóneos para cualquier tipo de terreno, pues como bien sabemos no es lo mismo cazar en campiña/tierras bajas que en sierra. De hecho, pájaros de primer nivel acostumbrados a zonas de terreno llano pueden fracasar en parajes abruptos o viceversa.

Para ir finalizando tengo que decir a boca llena que cuando hablamos de un reclamo sobresaliente no significa que hacemos referencia solamente a pájaros de procedencia salvaje, pues la experiencia me ha demostrado que de los nacidos en cautividad o de cualquier granja pueden y de hecho salen ejemplares del más alto nivel que no tienen que envidiar nada a sus hermanos de monte. Y hago esta aseveración porque, de los dos grandes reclamos que han pasado por mis manos en mi ya larga trayectoria como pajaritero, uno de ellos, Chimeneas, que ha muerto este año con once primaveras, era de granja.

Pues bien, como se puede comprobar, este tipo de pájaro de jaula no es fácil que llegue a las manos de todo el mundo y en cantidad. Consiguientemente, el hablar de cuatro o cinco de ellos en un determinado jaulero, honestamente creo que no es de recibo. Por tanto y como punto y final valgan estas tres citas/opiniones sobre los mismos de ilustres aficionados andaluces y autores de libros sobre nuestra modalidad cinegética.

 D. Fermín Vaquero, autor de Perdices y Memorias de un jaulero andaluz: “de cada mil pájaros que se enjaulen sale un pájaro de primer nivel”.

D. José Cuenca autor de Sierras, perdices y olivares: “en toda la vida de un hombre cazador hay una única mujer, un único perro y un irrepetible reclamo.”

D. Juan José Cabrero autor de La perdiz con reclamo citando en dicho libro palabras de su amigo y aficionado, Rafel Herrera: “los buenos reclamos son como los obispos, uno por provincia”.


       Ni que decir tiene que lo aquí expresado anteriormente es opinión personal que comparto con quien quiera leer dicho artículo y que, por lo tanto, habrá quien piense y opine en esta línea y quien esté diametralmente en contra.

jueves, 24 de octubre de 2019

LAS SAYUELAS EN LAS JAULAS


Dos sayuelas colocadas en las jaulas con el derecho para dentro.

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na vez que se pasan los reclamos a las jaulas tras la época de pelecha o, principalmente, cuando adquirimos, nos regalan algunos de ellos o herimos un ejemplar en una determinada jornada de caza, se les suele poner las sayuelas, fundas, cobijas, mantillas, sayas, capuchas… por encima de las jaulas con el fin de que los pájaros se vayan acostumbrando al cambio de habitáculo o bien para que se familiaricen con este utensilio o complemento cuquillero. Es más, también hay pajariteros que, de igual forma, las utilizan cuando el lugar donde tienen a sus perdigones es frío y de esta manera estén más abrigados.

En lo que a mí respecta, no suelo tenerles puestas las sayuelas, excepto para los reclamos nuevos que llegan a mi jaulero, que se las coloco unos días hasta que se acostumbran a su nueva morada y, por supuesto, cuando salen al campo.

Pues bien, normalmente, cuando se les tienen puestas las fundas durante un cierto tiempo en casa o de temporada en el campo, los pájaros terminan picoteándolas, metiendo parte de ellas por entremedio de los alambres y, en infinidad de ocasiones, le sacan los hilos y acaban abriéndoles agujeros en las costuras. Pero ya no es solo por la cuestión del deterioro, sino que, a veces, se enredan en los hilos, incluso se tragan los mismos con el consiguiente riesgo que tales circunstancias conllevan, máxime cuando una gran cantidad de este importante complemento cuquillero se fabrica con tela de camuflaje, loneta o pana y que, por lo tanto, tiene una gran facilidad para deshilacharse.

En consecuencia, para librarse en lo posible de estas incidencias o se tienen unas fundas viejas para estos menesteres o, para evitar que las deshilachen y las deterioren lo mínimo o provoquen un accidente, se le colocan con la parte de al derecho para adentro, es decir, la parte “bonita” dando para el pájaro. De esta manera, le cuesta más trabajo tirar de los hilos de los cosidos o de las terminaciones de las piezas que conforman la sayuela y, por consiguiente, las estropean menos.

      Para finalizar, solo decir que todo lo expuesto sobre al derecho o al revés es solo para casa, cuando los reclamos van al campo llevan las fundas como "Dios manda". Tuviera que ver !!!

sábado, 12 de octubre de 2019

EL SUELO DE LAS JAULAS: REPOSICIÓN

     Hace ya  seis años que colgué este artículo en este blog por si pudiera ser de ayuda a quienes quisieran arreglar las jaulas y parece que no ha pasado desapercibido. Por ello, vuelvo a ponerlo a disposición de quien esté interesado.




Espero que de nuevo sirva de ayuda.

lunes, 30 de septiembre de 2019

LLEGA LA HORA DE COMPLETAR NUESTRO JAULERO, PERO SIN LOCURAS (SEGUNDA PARTE).

           Como bien sabemos todos, por estas fechas surgen dudas del "material" a adquirir para completar nuestro jaulero y el precio a pagar por el mismo, pues existen muchas ofertas de "producto" y aunque la economía no está muy boyante para la mayoría, parece que el dinero sobra a la hora de adquirir reclamos de perdiz.

En esta línea y al hilo del post anterior en el que hablaba sobre la adquisición de pollos para completar nuestros respectivos jauleros, hoy tengo que decir que aparte de los noveles de procedencia salvaje heridos en las diferentes modalidades de caza –salto u ojeo- o criados en casa en cautividad y que puedan llegar a nuestras manos, si nos inclinamos por comprarlos en algunas de las granjas que tenemos en Andalucía u otros profesionales que se dedican a la venta de pájaros de jaula para reclamo, debemos, aunque cada uno es libre de pagar lo que le parezca por un neófito que tenga buena pinta, tener claro un principio de coherencia  y paralelismo entre el “producto” y su precio. De esta manera, desembolsar un buen puñado de euros –que a la mayoría seguro que no le sobra, sino todo lo contrario- por un proyecto de reclamo, aunque todos lo hayamos hecho, no es lo más acertado, máxime cuando la única “ganga” que se nos ofrece es una buena pinta y una buena música en la pared o expositor –si hay suerte-, pero nada más.  Pues que yo sepa, pájaros por los que se paga 100, 150, 200 € … , al menos, a mí, y con todos mis respetos, me parece una salvajada, sean de una granja o profesional del que procedan. Y es así porque, por más que se empeñe su criador o vendedor del ramo, por estas fechas no hay muchos más elementos de juicio que ofrecer. Y cuidado, respetando al máximo al vendedor, pues todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida, pero el que lleva metido en esto muchos años sabe más que bien que en el noventa y tanto por ciento de las veces, lo que nos llevamos para casa es un futuro “cantamañanas”, que no muy tarde causará baja en nuestro jaulero, con el consiguiente sofocón.

Eso por una lado, pero además hay que tener siempre en mente que no existen granjas “expedidoras” de buenos reclamos –aunque haya quien lo piense-, pues opino y creo que no estoy equivocado, como he referido en infinidad de ocasiones, a día de hoy, todo el mundo que se dedica al reclamo trata de ser competitivo en la oferta de perdices, tanto en genotipo como en fenotipo. Con lo cual, de cualquier granja de estas que vienen a continuación -listado del Portal de Caza y Pesca de la Junta de Andalucía- , más otras cinegéticas y profesionales que también se dedican al reclamo, puede salir un buen pájaro puntero, no de ésta u de la otra, sino de cualquiera. La cuestión primordial es que pagando una cantidad módica -25/50 €- por un pájaro que tenga buena pinta y luego, trabajándolo con tranquilidad y sapiencia, se tenga la suerte de acertar. No hay mucho más, abonar lo que haga falta por un futuro proyecto sin la más mínima garantía, es volver a tropezar en la misma piedra. Pues, incluso contando con toda la voluntad y formalidad del vendedor, que en la mayoría de las veces es una realidad, todos sabemos que el buen pájaro no se busca, se encuentra. De esta manera, al adquirir un nevel de perdiz, solo debemos demandar una mediana presencia y una buena actitud en la jaula, pues con los del montón, con los que están en los departamentos de los expositores, puede haber sorpresas musicales. si queremos más, hay que ir a la prueba real y, ahí sí que hay que aflojar el bolsillo, pues pensar que un pájaro de esta u aquella granja, excepto los tocados por los dioses, es ponerlo en la jara y salir marchando es soñar despierto.

En resumidas cuentas, en cualquiera de las siguientes granjas y alguna que se quede atrás, con total seguridad nacen todo los años buenos pájaros e infinidad de mochuelos. La gran suerte es que nos toque la lotería. No hay más, solo que no se nos vayan los ojos y los billetes tras lo que no es mucho más que los demás. Eso de granjas de primera y segunda, si nos paramos a pensarlo, no ha lugar, aunque haya quien lo defienda. Pero es más, hay que tener presente que un pájaro puntero no sale todos los días. Por tanto, pensar que con comprar y comprar se va a tener una buena colección de ellos es una auténtica quimera.


Listado de granjas andaluzas certificadas

o    SC Bobadilla GJ-MA-2010-001
o    La Parrita GJ- SE-1999-001
o    San Esteban GJ-AL-2004-003
o    Cinedizza GJ-GR-2011-001
o    Axarquía GJ-MA-2002-001
o    Paraje El Pozo GJ-JA-1994-007
o    N.A.RA. GJ-CO-1197-002
o    La Majá GJ-AL-2006-003
o    Los Pinos GJ-AL-2012-003
o    Perdices Sierra de Baza GJ-GR-2011-004
o    Barranco de Sierra Nevada GJ-AL-2004-002
o    La Pajarera GJ-AL-2003-002º
o    La Malena GJ-CO-2001-001
o    El Cristo GJ-CO-1990-002
o    El Chopo GJ-GR-2004-001
o    San Marcos GJ-AL-2006-001
o    La Janda GJ-CA-2014-001
o    Perdices Pavión GJ-AL-2003-003
o    El Plantel GJ-CO-1986-001
o    La Matanza GJ-SE-1996-001
o    La Metralleta GJ-AL-2004-001
o    Cinegética Cano GJ-JA-1997-002
o    La Palmera GJ-CO-2004-001
o    La Ventilla GJ-MA-2003-002
o    Perdices Ariza GJ-GR-2005-001
o    El Troncoso GJ-CA 1983-140
o    Club Deportivo de Cazadores "Los Larveños" GJ-JA-2002-001
o    Las Medianas GJ-HU-2012-001.
o    Santa Rita GJ-JA-2007-002.
o    El Carbonero GJ-GR-2010-002.
o    El Coto GJ-AL-2003-001
o    Garrido GJ-JA-2007-0001
o    Perdices La Colina GJ-AL-2003-001
o    Cinegética El Romeral GJ-JA-2013-001
o    Los Chirimeros Altos GJ-CO-1997-004
o    El Cuco GJ-AL-2015-001
o    Perdices Sierra de Castril GJ-GR-2018-001

Granjas Homologadas.


SCEA LE PRE DES FAISANS (nº 44291)

SCEA LES COLLINES (nº 850100)

SCEA LES VALLONS / LA FROLIERE (nº 850089)

SCEA LES VALLONS / LA FORET (nº 850035)

ELEVAGE VIBREUIL (nº FR 079AV17103)

SCEA GENÉTHIC (grupo GIBOVENDEE) (nº 85002)

Agrocinegética Perdices Altube, S.

LÉNVOL DE RETZ (nº 85004)

QUIÑON SA (ES 421620500031)


martes, 24 de septiembre de 2019

LLEGA LA HORA DE COMPLETAR NUESTRO JAULERO, PERO SIN LOCURAS.


      Éste es un tema más que tratado y conocido -incluso varias veces en este blog-, pero nunca está nada mal recordarlo, porque los pajariteros solemos tropezar más de la cuenta en la misma piedra.

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Cuando el otoño empieza a “tomar tierra”, aunque haya adelantados que no han podido esperar a estas fechas, los aficionados a la caza de la perdiz con reclamo macho comenzamos a darle vueltas a la cabeza y a las ruedas de nuestros automóviles en busca de savia nueva que complete las bajas sufridas desde la temporada anterior, bien porque no tenían suficiente calidad para poder continuar como inquilinos de nuestros jauleros o, bien, porque algún reclamo ha pasado a mejor vida. Circunstancia, en principio, más que normal: se produce una falta y se le busca sustituto. Lo que ocurre es que los meses de octubre/diciembre suponen para buena parte de los cuquilleros un descalabro total. El completar, en muchas de las ocasiones, se transforma en acopio de ejemplares de mil y un lugares diferentes con el objetivo, altamente complicado, de dar con un pájaro de jaula de primer nivel. De esta manera, el adquirir pollos de las granjas más afamadas o de alguna con menos postín, pero de la que nos dicen que últimamente están saliendo buenos reclamos, es el pan nuestro de cada día, Si a esto le unimos la compra de noveles criados en cautividad por particulares, incluso otros de procedencia salvaje, en muchísimos casos las viviendas de los aficionados al reclamo se transforman en casi verdaderas granjas. Consecuentemente, aunque a veces nos dé vergüenza referirlo, por el qué dirán, el juntar decenas de aspirantes a reclamos y otros ya consolidados no es una barbaridad, sino una realidad, pues no es descabellado decir que veinte, treinta o incluso cuarenta pájaros no es una quimera. Y lo peor del caso, y ahí me quiero detener y extender, es que por muchos de ellos se pagan verdaderas burradas, pues en esto del reclamo, como en la caza en general, se le ha perdido el miedo y el respeto al bolsillo.

En esta línea y sin achacarle nada a los dueños de las granjas cinegéticas y otros comerciantes del ramo, porque todo el mundo tiene que ganarse la vida y demasiado hacen por nuestra afición en el momento que vivimos, se pagan escandalosos dineros por, como solemos decir, “melones por calar”. Así, si lo normal deberían ser veinte, treinta e incluso cuarenta euros –unas buenas miles de pesetas- por pollos que simplemente tienen una buena planta y que no sean excesivamente ariscos, no que nos dejen boquiabiertos, se pagan cantidades desorbitadas para lo que nos llevamos a casa. Cien, ciento cincuenta e, incluso, doscientos euros es lo habitual que se abona en cualquiera de las feria cinegéticas que se celebran en nuestra geografía por estas fechas por un pollanco que apunta maneras en la jaula, pero que no deja de ser, casi con total seguridad, uno de los tantos mochuelos que llegan a nuestras manos. Y no es que haya engaño, sino porque por más que quieran los que lidian con ellos, es muy difícil que todo el “material” que se oferta por esos precios haya pasado una verdadera criba. No digo, Dios me libre, que no los haya, pero no en cantidad como podemos comprobar feria tras feria y aun con la mayor seriedad y voluntad de sus criadores que también los hay y lo sé, existen más compromisos que realidades. Por lo tanto, gastarse un buen puñado de euros por un aspirante, que hasta que no llegue a la mata, no nos dirá nada –porque con lo bonito en esto del reclamo no se come- es una auténtica locura. En una palabra, se le ha perdido el miedo al dinero. Y, lo peor del caso, es que en infinidad de ocasiones, aunque cada uno es dueño de sus actos, la economía particular no está muy boyante, sino todo lo contrario. Es más, incluso diría que, a veces, picamos aun sabiendo que lo que adquirimos no es lo que buscamos, pero siempre hay un algo que nos hace aflojar la cartera.

La “veda” del reclamo ya se ha abierto. San Silvestre de Guzmán (Huelva) y Jaén ya han celebrado sus ferias de la caza y seguro que ya habrá algunos ilusionados con lo adquirido y otros, por el contrario, echando demonios por la boca.

jueves, 13 de junio de 2019

UNA MUDA MÁS

                                      Primeras plumas, señal del comienzo de la muda

      Como año tras año, y ya van muchos, dicho sea de paso, los aficionados a la caza de la perdiz con reclamo nos preparamos para pasar unos meses, tres o cuatro, lleno de incertidumbre. Y es así porque, como bien sabemos, el proceso natural del cambio de plumas, por el que cíclicamente pasan nuestros reclamos es importantísimo en el futuro de los mismos, no en vano y miles de veces referido, una buena muda refuerza la calidad de nuestros mimados pájaros de jaula y, lo contrario, suele ser sinónimo de un mala temporada, incluso de no poder contar con ellos pues, a veces, suelen tener una pelecha extemporánea poco antes de dar comienzo al periodo hábil de su caza. Por tanto, no debemos caer en el tópico de que todos los pájaros mudan porque, aunque sea verdad, no es ni parecido hacerlo bien que mal y, en ello, va mucho nuestra actuación en estos delicados meses. En este sentido, si somos minuciosos en la observación y cuidado, todo irá más o menos bien. No obstante si, por el contrario, dejamos a nuestros “guerreros” un poco de lado, nos podemos encontrar con desagradables sorpresas, pues si ya de por sí, aun estando encima, pueden surgir contratiempos, si nos olvidamos de ellos, no digamos.
En base a lo anterior, la cuestión de tierra y sus diferentes tipos y procedencias o sin ella, en jaula o cajones de diversas modalidades, en un lugar u otro, darle este pienso o aquel… creo, desde mi prisma óptico, aunque es importante, no es lo fundamental. Lo primordial, excepto en cuestiones puntuales que nadie está libre de ellas, es la rigurosidad en el día a día del dueño, sin que suponga, que también hay que decirlo, una auténtica  obsesión.
  En resumidas cuentas, la observación diaria, una limpieza máxima, el buscarle un lugar más o menos adecuado, baños periódicos, alimentación equilibrada, aporte de vitaminas y aminoácidos para suplir las carencias del momento…, debe y tiene que ser nuestra responsabilidad como cuquilleros. Luego, la naturaleza, siempre sabia, hará lo demás. Eso sí, no se nos olvide que aun estando encima las veinticuatro horas del día, ocurren situaciones no agradables, pero si se está al pie del cañón, las posibilidades de desgracias, siempre serán menor, pues como bien sabemos, aparte del cambio de plumaje -que ya tiene su miga-, nadie está a salvo de una serie de enfermedades que se pueden presentar en esta época y que se pueden llevar por delante a más de un reclamo. No olvidemos que los ácaros/piojillos están al acecho, al igual que las insolaciones, las caguetas, las infecciones, el ataque de rapaces u otros animales sin están en el exterior, los enganches en los barrotes de los cajones…, pues todo ello forma parte del devenir de la afición.
Ahora bien, solo decir que cada reclamo es un mundo y, por consiguiente, el proceso de “cambio de vestimenta” que ahora se inicia será totalmente diferente en cada uno de los inquilinos de nuestro jaulero. Ninguno seguirá las mismas pautas en la pelecha, aunque a nadie se le escapa que a los más metidos en años les costará más trabajo desprenderse del “abrigo” que les ha acompañado durante todo un año. Contando siempre que para comienzos del otoño, aunque puede haber algún retraso, todos deben presentar sus “togas” o libreas nuevas y relucientes.
Como punto y final y sin querer entrar en polémica, porque nunca ha sido la idea de este blog, quiero hacerme eco de la mucha controversia que existe en la forma de mudar a nuestros reclamos. Sobre el tema, solo apuntar que nadie está en posesión de la verdad absoluta, ni nadie está equivocado totalmente. Cada uno, dependiendo de la zona de procedencia, según aprendió, le enseñaron o cree, lo hace de una forma que para él es la mejor y como todas la demás debe ser respetable. Por tanto, dejémonos de historias y que cada vecino arregle su casa como mejor crea y pueda. Eso sí, dentro de la gran diferencia que existe entre la perdiz enjaulada y en libertad, solo decir que cuando ésta se encuentra en el campo toma su tierra. Por tanto, de una forma u otra, cuando está en cautividad también debería de tomarla.

QUE EL VERANO NO SE HAGA MUY COMPLICADO Y QUE DISFRUTEMOS DE ÉL. EN SEPTIEMBRE VOLVEREMOS, AHORA TOCA PLAYA.