domingo, 17 de febrero de 2019

CUARTA SEMANA DE RECLAMO 2019. A PARTIR DE AHORA HACEN FALTA PÁJAROS DE PRIMER NIVEL

                       Montija de mayor en La Dehesa de Enmedio

       No es que en los primeros días de la apertura de la temporada no hicieran falta reclamos que dieran el nivel para atraer a las perdices campesinas, pero con el paso del tiempo, el campo aprende y el llevarlo a plaza empieza a estar bastante complicado. Ahora, en la "segunda vuelta", aparecen las carencias de más de uno de los inquilinos de nuestro jaulero, por lo que en éste comienza a haber huecos libres. Algunos de los reclamos que antes de iniciarse el periodo hábil eran una maravilla por las cositas que hacían, ahora nos demuestran lo que realmente son: cantamañanas. Eso sí, los consagrados, de los que como bien sabemos, se pueden contar con los dedos de la mano, seguirán siendo nuestro estandarte, pero las medianías y la tercera línea principian a “cantar la gallina”, es decir, las patirrojas ya capoteadas comienzan a “pintarles sus caras” y sus respectivos dueños terminan reconociendo que algunos de aquellos pajaretes que les prendaban, cuando llegaron a las jaulas, no son más que una partida de mochuelos. Debido a ello, aunque más de una vez lo parezca, no es oro todo lo que reluce en otoño. Unos porque se pasan y otros porque no llegan es lo normal por estas fechas. De esta manera, podemos encontrarnos con los que se quieren “comer” al campo en cuanto lo escuchan o lo barruntan y otro que cierran el pico o hacen lo mínimo cuando las patirrojas se acercan, por lo que éstas terminan por no dar la cara. Y lo lógico, después de mucho mimo y cuido durante bastantes meses, es que este personal tome puerta. Lo que puede ocurrir es que, en bastantes ocasiones, aún a sabiendas que un determinado ejemplar no da para mucho más, nos quedamos con él y lo volvemos a aguantar un año más, para a la siguiente temporada darle larga, sin darnos cuentas que, por estas fechas, el que no muestra buenas maneras no sirve y no se le de más vueltas.


      Eso sí, como bien debemos de saber, cuando el año está muy malo, como éste, los pájaros de jaulas son el fiel reflejo de los del campo y no actúan como debieran, por lo que hay que tener muy buen ojo clínico a la hora de quitarnos de encima a un determinado componente del jaulero, porque puede haber errores de peso. Pues no será la primera vez que soltamos a unos de nuestros perdigones por no estar en forma y luego dan la cara. En pocas palabras, esto del reclamo no es nada fácil y el que se jacte de saber mucho de él está equivocado, pues nunca llegamos a comprender ni a entender muchas cosas. Es más, cuando llegamos a tener claro alguna circunstancia sobre este mundillo, la realidad diaria viene a dejarnos bien claro que somos unos perfectos anafalbetos. Pues no olvidemos que engancha de esta modalidad cinegética es que ni lo sabemos todo, ni, afortunadamente, todo es matemáticas. Ahí reside la grandeza de nuestra afición.

En cuanto al día a día y en lo que a mí respecta, he ido poco al campo, solo dos días y una mañana, pero como he dicho anteriormente cuatro ocupantes de mi jaulero han pasado a otras manos, incluso uno de ellos aún tirándole dos machos, pero con inmensa suerte y sin dar lo que esperaba de él. Los otros, con pájaros muertos no acababan de ofrecer lo que yo esperaba de ellos. Por el contrario, Ariza sigue bastante bien, al igual que Cristeño y Montija. En lo referente al campo, las autóctonas están casi imposible como es normal en ellas y las de repoblación muy similares y, como suele ocurrir la gran mayoría de las veces, de las damas para qué hablar. Aprenden rápido y saben "latín" y, por supuesto, ya no las engaña cualquiera que esté en la mata.


                                                         Cristeño en plena faena

Aparte de lo meramente cuquillero y vaya desde aquí mi agradecimiento, mi coche, aun con la falta de lluvias, se me quedó atascado al máximo aunque tiene 4X4, pero con la colaboración de los compañeros de coto, no sin esfuerzo por su parte y con la ayuda del Land Rover de Manolo Somoza, se consiguió sacarlo del barro.


        Andrés Fernández y Manuel Somoza en plena tarea

sábado, 9 de febrero de 2019

TERCERA SEMANA DE RECLAMO 2019. EL CAMPO EMPIEZA A PONERSE COMPLICADO


Terminé el artículo de la semana anterior puntualizando sobre la preocupante falta de lluvias, circunstancia que se ha hecho más patente en esta semana. De esta forma, el viento ha acabado con la poca humedad del suelo y, como resultado, además del tema agrícola-ganadero, las patirrojas salvajes, excepto excepciones, aparte que no las hay de sobra, empiezan a no querer saber nada del reclamo. Las camperas autóctonas no abren el pico, pues el tomar tierra las deja fuera de forma y las de repoblación, que cada día hay menos, porque se van quitando de circulación, empiezan a saber más de la cuenta y, como abundan las hembras, ya se han aprendido la lección y no es fácil que entren en plaza. En resumidas cuentas, vuelve a repetirse lo de temporadas anteriores: esta modalidad cinegética es para verdaderos sufridores. Pensar en un periodo hábil de caza fenomenal es no saber de qué va el tema. Eso sí, con el paso de los años nuestras queridas perdices, sean del tipo que sean, se van degenerando más y más. Y no lo digo por añoranza, sino por pura realidad. Nuestra perdiz roja le pasa como al ganado bravo de lidia: cada día que pasa van ofreciendo menos, por mucho afán que se ponga en mantener lo que hace años llevaban dentro. Los motivos, como bien sabemos, son muchos y no es cuestión de ahondar en ellos, pero ahí están y el resultado es más que palpable, aunque nos cueste aceptarlo: nuestra perdiz roja salvaje es un espejismo de lo que era hace unas decenas de años. Y vuelvo a puntualizar y dejar claro: no es cuestión de números. Es cuestión de pasarlo bien y divertirse en el puesto. Lo que pasa es que este posible desencanto se suple con otras alegrías que acompañan a la caza del reclamo y que ya hemos relatado muchas veces.

En cuanto a lo sucedido decir que, por diferentes motivos, no he ido mucho al campo, aunque algo se ha hecho. En esta línea, Chimenea, que empieza a sufrir el bajón  normal de los años, ha vuelto a demostrar que el que tuvo, retuvo. Una collera abatida, no sin esfuerzos, incluyendo titeo a la hembra, para que entrara en plaza, sirve para atestiguarlo. Y un pollo, en su segunda salida, Navío, consiguió meter una pareja y un macho a sus pies que pasaron a mejor vida. Cristeño sigue en forma y también recibió su premio al igual que un nuevo ejemplar, todavía en fase de “exámenes” que ha llegado a mis manos y que empieza a mostrar cualidades.


Chimenea y Navío con el resultado de dos buenos puestos



Por supuesto, también tengo que decir que en algunos puestos más que bonitos por su enclave y buenos resultados de años anteriores no ha habido suerte. Los reclamos que estuvieron en el farolillo en dichos lugares cumplieron de sobra. Sin embargo, el campo no dio señales de vida.  O estaba mudo, o no los había. Y hablo de cuatro buenos colgaderos en dos fincas distintas y con ganado diferente y en los que me había divertido de lo lindo en otras temporadas. Espero que ello no sea un indicativo de que, con la mitad del periodo hábil por delante, la caza del reclamo empieza a pintar bastos esta temporada.

viernes, 1 de febrero de 2019

RECLAMO 2019. SEGUNDA SEMANA CON UNA AGRADABLE SORPRESA

                                                        Una imagen de Ronquillo en el farolillo
Nuestra maltratada modalidad cinegética es una afición en la que se vive más de la ilusión que de hechos consumados, pues, como sabemos de sobra, la caza de la perdiz con reclamo no nos ofrece muchas alegrías, pero sí es verdad que las pocas en las que participamos son suficientes como para que día tras día y temporada tras temporada lleguemos al campo esperando un gran lance que nos haga olvidarnos de la rutina de puestos que no dejan la más mínima huella en nuestra retina. Aún así, perdura en el tiempo porque como ya se comentado en infinidad de ocasiones nos ofrece un algo al que difícilmente podemos abstraernos y ahí reside la grandeza de la afición cuquillera. Simplemente el salir al campo, admirar lo que nos rodea y ver a nuestro reclamo lanzar al aire su maravillosa música es suficiente para que renovemos día a día la necesaria ilusión. Lo sabemos y seguimos siendo cuquilleros porque con tan poco nos contentamos. No es cuestión de abatir muchas patirrojas. La base debe estar en tener siempre presente que el buen lance algún día se suele presentar. Luego, lo ocurrido lo recordaremos y compartiremos con compañeros y amigos. Siempre ha sido así y tal máxima se perpetúa en el tiempo, pues no tiene sentido cazar por cazar.

Pues bien, esta semana he vivido uno de esos momentos que siempre nos gusta tener presente por la belleza y el desarrollo del mismo. Sí, Fabián, regalo de un buen amigo, me ha hecho vivir tres horas –de 9,25 a 12,20- de auténtico deleite. Fue un puesto de sol y el reclamo salió de momento como debe ser. Luego, alternó canto de mayor, con curicheo y piñoneo desde el principio y supo estar a la altura de la circunstancia cuando recibió de largo a un buen macho que no tardó mucho en entrar. A continuación, tras cargar el tiro como todos deseamos, metió en plaza a otra pareja, no sin esfuerzo y, tras matarle el macho, para ver cómo se comportaba con la hembra, a la hora y diez minutos le abatí la viuda -teniéndola siempre a la vista- tras una labor de maestro, con repetitivos titeos y sin descomponerse lo más mínimo. Y estamos hablando de un pollo de dos celos criado en casa con progenitores autóctonos heridos en cacerías en tierras jiennenses. Así que a partir de este momento, el tiempo dirá cuál será techo. Por el momento, tres puestos cumpliendo más que bien, metiendo el campo en todos ellos, aunque en el primero, no creí oportuno tirarle porque las camperas no estaban donde yo creía que deberían estar.

Aparte de lo relatado, sigue sin llover en condiciones -aunque las previsiones eran de un invierno con bastante agua-, lo que significa que continua la cosa casi igual y nuestras perdices camperas no muestran mucha disposición para la pelea con el reclamo e incluso si vienen en pareja se quedan a unos metros de la plaza y de allí, canta que te canta, no se mueven. Eso sí, aún con el airazo que ha hecho algunos días, cosa normal por estas fechas, siempre hay alguna que se da una vuelta por la plaza para disfrute del que está apostado en el aguardo y el del repostero. Destacando Ariza con dos fenomenales puestos y el resurgir de Montija que, después del mal año anterior, le abatí una trabajada pareja autóctona en su segunda salida. Chimenea, Cristeño y Ronquillo cumplieron en el tanganillo y también tocaron pluma. 

En resumidas cuenta, que nos quede claro, que si todo fuera perfecto: meteorología, patirrojas camperas, reclamos y pajariteros, en una semana habríamos acabado con todo lo que se mueve en el monte. Afortunadamente se presentan muchos inconvenientes, pues si todo fuera coser y cantar, nuestra perdiz roja hace tiempo que se habría extinguido.


Tres momentos de diferentes puestos. En la primera imagen se aprecia una pareja atrancada al lado del puesto sin dar la cara. La segunda nos muestra a Montija con la pareja abatida. En la última podemos ver a Fabián con sus trabajados trofeos.





       Para finalizar, decir que ayer y esta madrugada ha llovido bastante por esta zona, aunque en el momento de escribir este artículo, 17,30 hace un aire de espanto, lo que secará la tierra y volveremos casi seguro al punto de partida, pero algo es algo.