viernes, 1 de febrero de 2019

RECLAMO 2019. SEGUNDA SEMANA CON UNA AGRADABLE SORPRESA

                                                        Una imagen de Ronquillo en el farolillo
Nuestra maltratada modalidad cinegética es una afición en la que se vive más de la ilusión que de hechos consumados, pues, como sabemos de sobra, la caza de la perdiz con reclamo no nos ofrece muchas alegrías, pero sí es verdad que las pocas en las que participamos son suficientes como para que día tras día y temporada tras temporada lleguemos al campo esperando un gran lance que nos haga olvidarnos de la rutina de puestos que no dejan la más mínima huella en nuestra retina. Aún así, perdura en el tiempo porque como ya se comentado en infinidad de ocasiones nos ofrece un algo al que difícilmente podemos abstraernos y ahí reside la grandeza de la afición cuquillera. Simplemente el salir al campo, admirar lo que nos rodea y ver a nuestro reclamo lanzar al aire su maravillosa música es suficiente para que renovemos día a día la necesaria ilusión. Lo sabemos y seguimos siendo cuquilleros porque con tan poco nos contentamos. No es cuestión de abatir muchas patirrojas. La base debe estar en tener siempre presente que el buen lance algún día se suele presentar. Luego, lo ocurrido lo recordaremos y compartiremos con compañeros y amigos. Siempre ha sido así y tal máxima se perpetúa en el tiempo, pues no tiene sentido cazar por cazar.

Pues bien, esta semana he vivido uno de esos momentos que siempre nos gusta tener presente por la belleza y el desarrollo del mismo. Sí, Fabián, regalo de un buen amigo, me ha hecho vivir tres horas –de 9,25 a 12,20- de auténtico deleite. Fue un puesto de sol y el reclamo salió de momento como debe ser. Luego, alternó canto de mayor, con curicheo y piñoneo desde el principio y supo estar a la altura de la circunstancia cuando recibió de largo a un buen macho que no tardó mucho en entrar. A continuación, tras cargar el tiro como todos deseamos, metió en plaza a otra pareja, no sin esfuerzo y, tras matarle el macho, para ver cómo se comportaba con la hembra, a la hora y diez minutos le abatí la viuda -teniéndola siempre a la vista- tras una labor de maestro, con repetitivos titeos y sin descomponerse lo más mínimo. Y estamos hablando de un pollo de dos celos criado en casa con progenitores autóctonos heridos en cacerías en tierras jiennenses. Así que a partir de este momento, el tiempo dirá cuál será techo. Por el momento, tres puestos cumpliendo más que bien, metiendo el campo en todos ellos, aunque en el primero, no creí oportuno tirarle porque las camperas no estaban donde yo creía que deberían estar.

Aparte de lo relatado, sigue sin llover en condiciones -aunque las previsiones eran de un invierno con bastante agua-, lo que significa que continua la cosa casi igual y nuestras perdices camperas no muestran mucha disposición para la pelea con el reclamo e incluso si vienen en pareja se quedan a unos metros de la plaza y de allí, canta que te canta, no se mueven. Eso sí, aún con el airazo que ha hecho algunos días, cosa normal por estas fechas, siempre hay alguna que se da una vuelta por la plaza para disfrute del que está apostado en el aguardo y el del repostero. Destacando Ariza con dos fenomenales puestos y el resurgir de Montija que, después del mal año anterior, le abatí una trabajada pareja autóctona en su segunda salida. Chimenea, Cristeño y Ronquillo cumplieron en el tanganillo y también tocaron pluma. 

En resumidas cuenta, que nos quede claro, que si todo fuera perfecto: meteorología, patirrojas camperas, reclamos y pajariteros, en una semana habríamos acabado con todo lo que se mueve en el monte. Afortunadamente se presentan muchos inconvenientes, pues si todo fuera coser y cantar, nuestra perdiz roja hace tiempo que se habría extinguido.


Tres momentos de diferentes puestos. En la primera imagen se aprecia una pareja atrancada al lado del puesto sin dar la cara. La segunda nos muestra a Montija con la pareja abatida. En la última podemos ver a Fabián con sus trabajados trofeos.





       Para finalizar, decir que ayer y esta madrugada ha llovido bastante por esta zona, aunque en el momento de escribir este artículo, 17,30 hace un aire de espanto, lo que secará la tierra y volveremos casi seguro al punto de partida, pero algo es algo. 

2 comentarios:

  1. Con tu permiso copio y pego esta nueva entrada, me la quedo y la dedico a nuestros antepasados.
    Pd.Y en especial a mis padres que me infundieron a que no dejase de buscar la fuente.

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  2. Si en todos los puestos entraran muchas camperas y bien, seguro que yo no dejaría de ser cuquillero. Se convertiría en una actividad cansina, sin merito alguno y una aburrida rutina que perdería su encanto. Lo que me agrada y engancha es la sorpresa y lo inesperado.
    Muchas veces me siento recompensado con sólo escuchar mi reclamo, viéndolo activo y alegre. Lo peor que llevo es cuando la jaula arruga la chepa y no abre el pico.
    Pero cada jornada es un reto sorpresa del que confiamos salir airosos. Sea matando o no. Y, sobre todo, siempre disfrutando cada segundo con la esperanza puesta en nuestro familiar reclamo.

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