En el diario “La Verdad”, de Murcia, ha aparecido esta singular noticia relacionada con los cazadores.
Los niños suelen echarle las cruces a los cazadores en el momento preciso en que, sentados frente al televisor, ven a la madre de Bambi abatida de un certero disparo. De poco sirve que en otros casos sean los buenos del cuento, como cuando salvan a Caperucita y a su abuelita de las fauces del lobo. Para una mente infantil, un cazador es simplemente alguien que mata animales. Y punto. Ahora, y con el fin de cambiar esa visión reduccionista acerca de los aficionados a la actividad cinegética, la Sociedad de Cazadores “La Perdiz Roja” de Santo Ángel, que preside Francisco Bastida, ha organizado una jornada con niños, para demostrarles que ser cazador «implica, fundamentalmente, amar y cuidar la naturaleza». A lo largo de toda la mañana recorriendo los alrededores del Puerto de la Cadena, una veintena de niños aprendieron a instalar comederos y bebederos, a repoblar el campo con ejemplares de perdiz y conejo, a distinguir los machos de las hembras y hasta a saber orientarse por si se extravían. Por último les recordaron que el hombre es un animal omnívoro, esto es, que come carne, y que por eso el hombre siempre ha sido cazador. Que no serán tan malos, en suma, cuando algunos de los mayores defensores de la naturaleza, como Félix Rodríguez de la Fuente o el escritor Miguel Delibes, eran grandes aficionados a la caza.
Muy interesante, y vaya por delante mi reconocimiento, la iniciativa de la Sociedad “La Perdiz Roja” y de su Presidente para hacerles ver a los niños, futuros cazadores, que nosotros, a los que nos gusta la actividad cinegética, no somos ogros, ni nada de eso, somos ante todo y antes que nada, enamorados de la naturaleza.
No estaría nada mal que, en muchos lugares de nuestra geografía, copiáramos y lleváramos a cabo esta interesante iniciativa.
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