DE MONTERÍA 2013/14.CALAÑAS: MANCHA "CASTILNOVO".

        Este pasado domingo, con mañana bastante fría se llevó a cabo una buena jornada montera en la localidad calañesa. De hecho, algunos monteros, incluso se quedaron sin balas. Es cierto que se abatió mucha cierva, pero desde empezada la mancha fue un continuo tiroteo y, ello, aunque el de turno apriete el gatillo, le gusta al más pintado. De hecho, un compañero hablaba de que, desde las doce hasta que la montería concluyó, había contado más de docientos zambombazos. Si a esto añadimos que, desde que se empezó -sobre las 11-, hasta las doce no llevó la cuenta de los disparos realizados, podemos hablar de trescientos y picos tiros. 

        La mancha, Castilnovo, lindera con el río Oraque en el escape final, cubierta por pino piñonero, encinas, monte bajo y con una orografía del terreno preciosa, no se había tocado el año pasado porque se había desmontado parte de la misma y, por lo tanto, estaba muy buena de "ganao". Tan es así que, como se acabó tarde, la recogida de reses se prolongó hasta bien entrada la noche. Por consiguiente, algunos compañeros -cosa que hay que agradecerles públicamente- se fueron para casa, pasada la media noche. 

       Hubo una puerta que mató ocho marranos,  según se comentaba después de la montería, otras que tiraron bastantes y no consiguieron nada y otras, aunque parezca mentira, que no se estrenaron -como fue mi caso-. Además los perros cogieron muchos cochinetes. Así, "Pelúo", de la Rehala de Ángel Lozano, cogió seis de ellos en el transcurso de la montería.

       Jornada bastante larga que acabó sobre las 16 horas y que arrojó unos números de 19 venados, 16 guarros y 50 ciervas- Entre estas reses hay que reseñar un precioso venao de 15 puntas abatido por D. Manuel Rodríguez. En cuanto a las ciervas decir que no sé si está haciendo mal o bien en tirarlas -el tiempo lo dirá-, pero su número es abundantísimo por la zona. Debido a ello, causan un gran daño en la vegetación y en la bellota de los encinares del terreno. De hecho, en el camino de vuelta que hice por Fuente de La Corcha, ya casi anochecido, pude comprobar que su cantidad es considerable, incluso con algún riego para los conductores, ya que se le pueden atravesar sin esperarlo. Sin ir más lejos, me ocurrió a mí en la inclinada bajada al río Odiel.

Tres imágenes de la jornada. La primera nos muestra los momentos de charla anteriores al comienzo. En la segunda podemos ver  varios jóvenes aficionados en el momento del sorteo. La tercera es del del trofeo del precioso ciervo que abatió Manuel Rodríguez.