Este
dicho tradicional de nuestra cultura popular viene a decirnos que lo que no
puede ser, no puede ser y punto. De esta manera, hay cosas tan incomprensibles
en nuestro tiempo que, por diversas circunstancias, hacen que lo que hoy
vivimos no sea normal por más que nos empeñemos en decir o demostrar lo contrario.
Pues
bien, el miércoles pasado estuve en mi coto La Dehesa echando trigo en los
comederos y maíz para los jabalíes en las manchas y cuál no sería mi gran
sorpresa, al comprobar que había jaras florecidas, cuando lo normal es de marzo a junio, según zona española. Parece una circunstancia sin
trascendencia, pero si nos paramos a pensarlo, nos daremos cuenta que flor de
jara a mediados de noviembre y con sobre veinte grados de temperatura es una
auténtica barbaridad. Lo que viene a demostrarnos que el tiempo meteorológico y
todo lo que lo rodea ha dado un giro de 360º en las últimas tiempos.
Si
todas estas situaciones raras e inverosímiles que están sucediendo son importantes,
no digamos como afectan a nuestra flora y fauna y, en lo que a nosotros los jauleros nos interesa, es decir, a nuestra
perdiz roja española. En esta línea, nuestras patirrojas se encuentran siempre en
fuera de juego. Es más, cuando nos demos cuenta, por estas fechas o poco más, si el otoño se nos viene húmedo y caluroso, podemos tropezarnos con un nido
de perdices en pleno diciembre. Y si no, tiempo al tiempo.
Por
tanto, con las expectativas que tenemos, cuando llegue la apertura de la veda,
posiblemente, nuestras montesinas ya hayan pasado su momento idóneo para venir
con valentía al reclamo y, al igual que la mayoría de los años anteriores, será
una veda mala y desangelada. Se tirarán perdices, pero lances para no olvidar,
pocos o muy pocos. Y lo peor es que esto no tiene arreglo.
Por cierto, al llevar dos años casi sin cazar La Dehesa, afortunadamente, hay bandos por todas las zonas de la finca. Por consiguiente, en cuanto a número, buen panorama se nos presenta.
Por cierto, al llevar dos años casi sin cazar La Dehesa, afortunadamente, hay bandos por todas las zonas de la finca. Por consiguiente, en cuanto a número, buen panorama se nos presenta.
..... efectivamente, estamos viendo cosas jamás pensadas; demasiado está aguantando Dios para lo malos que somos; sólo hay que repasar las noticias diarias más comunes.
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