Ahora que estamos en época de adquisición de "sangre nueva" para nuestros jauleros, este artículo puede servir, según mi opinión, a la hora de la compra de pollos de granja.
Imagen de los espolones de un pollo y de Chimenenea |
C
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omo
otras tantas cuestiones que rodean al reclamo, ésta que voy a desarrollar en
este artículo es una apreciación personal, basada en los muchos años tratando
con este “ganao”, pero que, con casi total seguridad, aunque es mi opinión,
habrá quienes piensen lo mismo que yo e incluso ya haya sido publicada con
anterioridad en otros medios. Aun así, como me gusta compartir lo que considero
importante y lo poco que sé de nuestra ancestral afición, por si a alguien le
pudiera servir o interesar, vayamos allá.
Haciendo
un poco de historia, tengo que decir que, cuando aparecieron los primeros
reclamos procedentes de granjas cinegéticas, allá por finales de los años setenta, y que se podían adquirir en tiendas
y comercios del ramo, pues en cautividad desde siempre se había criado con
reproductores autóctonos a nivel particular para utilizar los descendientes
como pájaros de jaula, los ejemplares destinados a ello, procedentes de
hibridaciones que nunca debieron llevarse a cabo, presentaban una morfología externa
bastante diferente a lo que corresponde a nuestra perdiz roja española, Alectoris rufa. De esta manera, aparte
de las diferentes tonalidades del plumaje y patas -no digamos su canto-, la muy
inmensa mayoría de los machos que se adquirían con destino a reclamos,
presentaban unos espolones enormes y, en muchísimas ocasiones, casi le ocupaban
todo el tarso, es decir, lo que llamábamos espolones corridos. Huelga decir
que, salvando excepciones, solían ser ejemplares más que fuertes y que, si
exceptuamos los primeros años e, incluso, los primeros puestos de su vida como pollos, se ponían
fuertes de recibo y no había quien le abatiera una patirroja. Eran unas monerías en la pared, hacían de todo y a la gente les entraban por los ojos pero, en el
repostero, se transformaban en unos verdaderos sansones: cuchichíos fuera de
tono y a destiempo, bulanas para asustar al campero más valiente, alambreos y
pechugazos a la jaula cuando se le acercaba el campo... Es decir, unos
auténticos gladiadores de los colgaderos.
Pues
bien, desde entonces, y me dado un buen resultado hasta hoy, ni he comprado
pájaros grandes de porte y, mucho menos, que tuvieran espolones o garrones de
dicho tamaño. Eso no significa que lo contrario no sirva, solo que a mi no me gustan.
El
porqué de tal proceder no es otro que la opinión que tengo de que, mientras más
recortaítos sean y más pequeños tengan los espolones los pájaros de granjas, en
principio, suelen ser más suaves o, al menos, así lo pienso y a mí no me ha ido
mal actuando de esta manera a la hora de la compra. Eso sí, muchas veces, este
tipo de pájaro tampoco sirve como reclamo, incluso llegan a agacharse cuando le
entra el campo, pero el que rompe suele ser un ejemplar de jaula zalamero y
embaucador con las hembras y atrevido con los machos, que es de lo que se
trata. Por lo tanto, un reclamo para divertirse con él en el puesto.
Puedo
estar equivocado a la hora de esta apreciación, pero los reclamos de granja que tengo y que “marchan” en el
campo y se les tira cacería, incluyendo entre ellos a mi pájaro puntero Chimenea -aunque a él no lo escogí yo,
sino que me lo sacaron de una caja donde había muchos con destino a repoblación-,
todos poseen espuelas recortaditas y, curiosamente, la suavidad es la carta de
presentación de todos ellos.
Consiguientemente y para finalizar, por muy
buena planta que tenga un pájaro y aunque en general me guste su estampa en los
expositores de los que se dedican a la venta del pájaro de granja, si tiene
espolones grandes, le doy de lado y no lo quiero. Las monerías que hacen allí
suelen quedarse en eso, en monerías de pared.
Dos imágenes de los espolones de dos pollos del año
Pd.
Todo el artículo, como he dicho antes, es una opinión personal, posiblemente
compartida por otros, pero, por supuesto, no es palabra de Rey. ¡Qué más
quisiera yo!
Dicen que la estadística es una ciencia de la que nunca hay que fiarse.
ResponderEliminarLo que si tengo muy claro es que el tamaño guarda más relación con la edad y la alimentación que con la procedencia o hibridacion, es decir que un granjero joven por lo general calza mas espuelas que un veterano de perdiz roja salvaje al cual se le reducen de tamaño aunque posea varios pares de espuelas como ya publiqué en alguna imagen en mi blog hace un tiempo. Además no le afecta al caracter o al cante.
Un saludo
Pd. Anochece en la sierra y ha comenzado a nevar.
Es de agradecer que comparta sus opiniones, apreciaciones y curiosidades, es obvio que todos tenemos una forma de pensar y de ver las cosas.
ResponderEliminarLa verdad que no soy tan observador, meticuloso mucho, pero hay cosas que paso por alto, como es este tema, quizás por falta de tiempo. Sobre el tema en cuestión, a mi me llama la atención, que los pájaros que tengo, todos “calzan” espolones dispares entre sí, es más, tengo un pájaro del año pasado que aún no tiene espolones, y tengo otro también del año pasado que le salieron los espolones en mayo de este año. También como caso curioso, este fin de semana se abatió un pájaro que solo marcaba un espolón en su pata derecha.
De los pájaros que tengo, uno lo compré el año pasado que venía de una granja de Portugal, tiene sus correspondientes espolones y el nervio impropio de un “granjero”, este año veré si merece ser un discípulo o pasar a formar parte de voladera que tenemos en el campo. También tengo otro que aún siendo criado en granja, es 100% “aletoris rufa”, por lo menos en los “papeles” así lo certifican. Ambos pollos del año pasado que espero poder tener un puesto bueno esta temporada. Sus espolones son pequeños y redondeados, por lo que me da a mí que la comida tiene algo que ver en su desarrollo.
Por último tengo dos pájaros de distintos años, uno con 3 y otro con 4 ambos de campo 100% que gracias a mi perra y que soy muy malo al vuelo… los tengo en casa. Los dos marcan espolones “puntiagudos” los mismo que otro que me regalaron también de campo el año pasado. Esto puede ser también un símbolo característico en los pájaros de campo. El tema es ¿quién tiene 10-12 pájaros 100% de campo para corroborar este tema?.
Intentaré hacerle unas fotos y mandarlas para ver lo que le digo.
Un saludo.
Muy buenas a los dos Juan Luis, Rosa y Núñez.
ResponderEliminarAclarando que es gerundio. Lo escrito, aparte que es mi opinión, como digo al final, no es palabra de Rey.
Quiero decir que es lo que he observado, y siempre refiriéndome a los pájaros de granja, no hablo de campo. Es más, lo que dejo claro es que yo, aunque sean unos figuras, pájaros con espolones grandes no los quiero. Que los puede haber buenos, siendo grandes y con espolones enormes, seguro. Pero como los cuquilleros somos caprichosos, mi caprichito son los perdigones recortaítos y con espuelas poco voluminosas.
Por supuesto, dejar claro que los estereotipos en el reclamo no existen, el blanco o negro nunca se repiten.
A los dos quiero daros las gracias por participar y darles al personal que entra en blog vuestras opiniones.
A Juan Luis Núñez decirle que tenemos una llamada telefónica pendiente para algo que es suyo.
Saludos.