domingo, 5 de febrero de 2017

RECLAMO 2017. TERCERA SEMANA


En esta tercera semana, después de las últimas lluvias, parece que todo toma otro cariz. Por un lado, las patirrojas camperas se están entonando poco a poco y los machos y las parejas acuden al reclamo con más facilidad. Eso sí, las hembras, en general, se muestran esquivas y le cuesta una vida entrar en plaza. Entran recelosas y, a las primeras de cambio, entonan el picho, picho, picho… y hasta nunca más ver.

De igual modo los reclamos están empezando a asentarse y dar de sí todo lo que llevan dentro, aunque el que no tiene nada dentro, nada puede sacar y, por consiguiente, la puerta es lo que les espera. Está claro que la nueva savia tiene complicado el seguir en los diferentes jauleros porque el listón debe ser alto. Si no es así, el próximo año volverá a ocurrir lo mismo y debemos tener bien claro que quien no da el do de pecho desde el principio, difícilmente, salvo excepciones, lo dará en los años venideros. Tan es así que cada vez que tropezamos en la piedra de guardar lo que no sirve, al año siguiente lo lamentamos, puesto que, debemos tener la seguridad que lo malo no se mejora por mucho que lo intentemos. En esta línea, tengo que decir que, aunque me haya equivocado en algún caso, más de una decena de pollos ya han cogido puerta y, entre ellos, un precioso pollo de una afamada granja que, aparte de su bella estampa, en el campo dejaba mucho que desear. Es obvio que a mi esta granja no me da resultados, pues ya son varios los que han llegado a mi poder (ocho exactamente) y ninguno me ha dado juego, por lo que ya hablaré largo y tendido de ella. Cuesta trabajo darle larga a neófitos con buena pinta, pero la pared no sirve de nada. Lo que no haga en el campo los primeros puestos, por mucho que lo aguantemos nunca lo hará o, al menos, yo, al igual que otros muchos, así lo pienso.

De esta manera, sólo uno de este año y otro del pasado (éste sin colgar la temporada anterior) han despuntado claramente. De hecho, a ambos le he hecho dos buenos puestos en sus segundas salidas, después de tirarle un tirito a cada uno de ellos en el debut. Ambos, Cristeño y Repinto, tienen, aparte de una buena estampa, una pronta salida, trabajo incansable, muy buen recibo y no cortan al tiro. Ni más ni menos lo que se le pide a un pollo.

A partir de ahora, otros seis u ocho noveles que todavía conservo, comenzarán a pasar la reválida del campo y dirán si merecen “veranear” en Punta Umbría.

En cuanto a los más antiguos del jaulero, el Alpujarreño ya se ha venido a mejor y le he abatido una pareja después de dos puestos sin abrir el pico. Ribera me dado una buenísima tarde, principalmente con la última hembra que le entró y a la que tuvo que picarle esterilla porque no había forma de que diera la cara en la plaza. Ariza, un pollo de dos años, me metió en plaza una pareja, aunque luego, una “buena señora” le dio la mañana con cinco pichoteos desde los aledaños del tiradero. Chimenea, en el único puesto que le he dado, estuvo a su altura, pero, aunque parezca mentira, el campo no pió en la hora y media que estuvo en el farolillo.



Dos imágenes de la semana. En la primera se puede ver a Cristeño cantando de mayor y con tres patirrojas a sus pies. La segunda nos muestra a Ribera recibiendo a una hembra que no fue fácil que entrara en plaza.

 


          Para finalizar, quiero dejar bien claro que, mucho más importante que los buenos o malos puestos, están los agradables momentos que se echa con los compañeros de coto. Obviamente, el rato entre el puesto de la mañana y el de la tarde da para mucho y es un buen momento para el aspecto social. Aparte de las copas, que no deben faltar al lado de las chimeneas de los cortijos, el picoteo de productos de la tierra y la comida; las narraciones de puestos, las anécdotas, las charlas y las bromas hacen que se sienta uno de maravilla. Y si se tira, mejor que mejor. Es como cuando se le hace una buena faena a un reclamo. Vaya para todos los que comparten cotos conmigo: Manolos, pues hay varios, mi tocayo José Antonio, Joaquín y Juan Francisco mis gracias más sinceras, puesto que, aparte de lo dicho, siempre se está en fase de aprendizaje en esto del reclamo, máxime, cuando se comparte buenos ratos con aficionados de tradición y muy puestos en el tema como son todos ellos.


2 comentarios:

  1. Buen artículo amigo lo has bordado.
    Aquí se demuestra que la caza no es solo abatir animales, es algo más, que desde hace siglos está en constante evolución, algo así como un banco de pruebas, y no solo de reclamos sino de armas, municiones, perros y accesorios de todo tipo y con un solo fin: echar un buen rato ya que como sabemos las penas vienen solas y no es cuestión de salir al campo para irritarse.
    Saludos.
    Pd. Por mi zona el peor año que he conocido, impresionante.

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  2. Vamos a ver amigo Juan Luis.

    Puedo asegurarte que el 90% de los perdigoneros salimos al campo a divertinos, eso es palmario. Lo que pasa que a tal afirmación la rodean una serie de circunstancias que, en momentos puntuales, pueden alterarla. Y como muestra estos botones, aunque se podrían relatar muchas más.

    1ª.- No hay que ir al campo a matar, pero cuando pasan los días y no se tira, por circunstancias varias, se llega al cabreo, máxime si los compañeros de coto un día sí y el otro también, aprietan el gatillo.

    2ª.- Cuando invertimos unos buenos euros en pollos y uno tras otro resultan unos mochuelos ...

    3º.- Cuando pájaros que u n año terminan de maravilla y al siguiente no abren el pico o cuando llega el campo se callan o alambrean…..

    4ª.- Cuando día tras día nos recorremos la finca donde cazamos buscando sitios para colgaderos y luego resulta que en ellos no nos comemos un pimiento…

    5ª.- Cuando como este año, las patirrojas están fatales y no quieren saber nada de la jaula…

    5ª.- Cuando día tras día hace viento, agua, frío…

    Todos sabemos esto, pero no queremos que nos ocurra.

    Por ello, un buen antídoto son las reuniones de chimeneas y de bares. El compartir, hasta los malos momentos, siempre es bueno. Por eso es muy importante dar con un buen grupo, avenidos y desinteresados en el ansia de matar.

    Saludos.

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