Dos de mis timbradas en la primera incubación del año |
Cuando se acaba la temporada de la caza de la perdiz con
reclamo, comienza para mí la cría de canarios. Eso no significa que le dé un
poco la espalda a mis pájaros de jaula, ni mucho menos, pero con la llegada de la
primavera y algunas fechas anteriores, el canario inicia su temporada de cría.
De hecho, en estos momentos ya andan en los voladeros nueve polluelos, en un
año en el que tengo puestas esperanzas de que sea una temporada buena, pues me
he hecho de tres machos y cuatro hembras de calidad para meter sangre nueva en
mi aviario. De entre ellos, un macho y una hembra, sin desmerecer los demás,
son de una procedencia de primera línea nacional y, por supuesto, sus buenos
euros han costado. En total he echado a criar nueve parejas, numero más que suficiente para estar entretenido.
Por consiguiente, desde ahora hasta noviembre/diciembre que se llevarán a cabo
los concursos hay que estar pendiente de ellos en todo momento. En primer lugar porque
la cría es complicada y surgen infinidad de problemas: sustitución de huevos por los de plástico y reposición de los verdaderos el día que finaliza la puesta, abandono de huevos y
pollos, observación de los huevos a los cinco días para ver si están fecundados, crías que caen al suelo al levantarse la madre y hay que devolverlas al nido, accidentes en las
jaulas, piojillos y su desparasitación, posibles enfermedades…Luego, con el paso del tiempo y una vez mudados, separación de machos y hembras, enjaule de los
pollos machos, elección de los mejores cantos, meterlos en los transportines para la preparación con vistas a los diferentes concursos, sacarlos de los mismos para ponerlos a cantar, llevarlos a las asociaciones para escucharlos,
limpieza máxima… Es decir, hasta que se ponen ante el juez que enjuiciará sus cantos, hay trabajo de sobra
Tres imágenes de las crías. En la primera se puede observar a una hembra en el momento de la puesta rodeada de tres de sus polluelos. Las otras dos nos muestras otros pollos de estas fechas.
Resumiendo, está visto que ambas aficiones: reclamo y
canarios no son fáciles llevarlas para adelante. No son el tipo de hobby, si
así se puede llamar, que no dan mucha tarea, sino todo lo contrario. Pero es lo
que gusta y, si se tienen, hay que mirar por ellos al máximo. El tener perdices y timbrados y no mirar para ellos no es de aficionados. O sí, o no, pero medianías y despreocupación no debe ser la línea a seguir si luego queremos obtener buenos resultados.
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