Ahora que la muda ha dado comienzo o se está en las puertas de ello y en la que, desgraciadamente, se quedan muchos reclamos en el camino, quiero hacer una reflexión sobre lo que en su día fue y hoy, ya no está con nosotros. Eso sí, aunque a veces no se puedan olvidar momentos, situaciones, anécdotas.... y, por supuesto, buenos pájaros de jaula, debemos, yo el primero, mirar hacia adelante y no lo contrario. Lo que tenemos en nuestro jaulero en el día de hoy es lo que hay. Lo que ya no está con nosotros es solo historia.
ooo O ooo
En
esta línea, cuando una persona o animal lo tenemos como referencia por sus características, forma
de ser o de actuar, debemos tener muy claro que lo bueno o lo malo que a él le
acompaña o ha dejado como legado, si ya no está entre nosotros, nunca debe ser,
porque a la larga es perjudicial, motivo de cotejo, puesto que, aunque pueda
haber ciertas similitudes entre el patrón y lo comparable, en el fondo cada uno
es único e irrepetible. Por lo tanto, aunque más de una vez lo hayamos hecho,
el poner como ejemplo a Fulanito o a
Menganito para, a partir de ahí, sacar conclusiones, es un auténtico error
si nos referimos a un ser humano y, porque no, a cualquier animal de compañía.
Por
consiguiente, trasladando las comparaciones al mundo cuquillero, debemos
intentar no utilizar varas de medir para nuestros pájaros de jaula, puesto que,
afortunadamente, cada reclamo es único. Ni mejor, ni peor, único. De hecho, por
más que nos empeñemos, el comparar solo nos va a traer sinsabores, máxime
cuando debemos tener siempre presente que las situaciones iguales nunca se repiten y
ello es una máxima pajaritera evidente e incuestionable. Consecuentemente, si
tenemos la gran suerte de dar en cualquier momento de nuestra vida cuquillera con un fuera de serie o pájaro de primer nivel que ocupe lugar en nuestro
jaulero, aunque no es fácil mantener la compostura, lo peor que podemos hacer
es echar mano de él como patrón de medida.
El utilizar a un reclamo de perdiz puntero
como regleta de examen para evaluar y poner nota a los que viene detrás, no es
de recibo y, mucho menos, positivo. Y es así porque, posiblemente, si entramos
en cotejos, a los componentes de un determinado jaulero que conviven
con un gran ejemplar o todo lo que viene detrás, si el figura ya ha pasado a la
historia, no le demos el valor que realmente tienen; es decir, los infravaloremos
y ello no es de justicia, pues en el fondo, si exceptuamos los "cantamañanas" o
mochuelos, cada reclamo tiene sus cosas positivas y sus cosas menos buenas.
En
resumen, al no existir nunca dos pájaros iguales, porque no los hay -máxima
irrebatible e incuestionable-, el estandarte de nuestro jaulero no puede desplazar o no debemos
permitir que lo haga a otros reclamos que convivan con él o que le hayan
sucedido, por muy bueno que sea o haya sido. De este modo, aunque he tenido la
suerte de haber contado con dos de primerísimo nivel -El de Manué y Chimenea-, la experiencia me recuerda que con
cualquier otro pájaro se pueden vivir excelentes lances y disfrutar al máximo. Por
el contrario, si siempre seguimos teniendo presente a quien fue un figura -si
damos con él-, nunca disfrutaremos del presente, puesto que, desgraciadamente, no valoraremos lo que tenemos como debe ser y veremos más faltas que
actuaciones positivas.
Como punto y final diré que cuando se fue el de Manué, se me vino “el mundo encima” y todo lo que tenía en aquellos momentos en el jaulero y en los próximos años me parecían de segunda o tercera división, pero poco a poco me fui dando cuenta que el comparar no tiene sentido y empecé a valorar con rigor a los que fueron sus compañeros y a disfrutar de nuevo con los mismos. De esta manera, cuando Chimenea dijo adiós, aunque lo sentí, porque era un auténtico pájaro de jaula de primerísimo nivel y una verdadera gozada verlo en el pulpitillo, no pasó de un suceso más y seguí saliendo al campo a pasarlo bien con otros reclamos que convivieron con él o llegaron a mis manos poco después. No hay otra, el vivir de recuerdos no es la solución.
Es cierto, pero también al inevitable en contados momentos acordarnos de aquel o aquellos que de una manera u otra han sentado cátedra en nuestro jaulero.
ResponderEliminarA quién no le ha pasado que en algún puesto con un pájaro que sin ser de bandera si da la talla, en un momento dado, con un atranque o cualquier otra situación, nos hemos acordado de aquel que se fue y hemos pensando, e incluso exclamado "Ay, si yo tuviera aquí mi fulanico"? Yo creo que a todos, es algo inevitable.
Pero también creo que es positivo, porque es una manera de ponernos el listón muy alto y no conformarnos con cualquier pájaro que cae en nuestras manos, aunque es verdad que muchas veces debido a eso no sepamos apreciar las cualidades que tiene ese reclamo.
Hace un par de años me dejó un pájaro que sin ser un bandera daba la talla en cualquier puesto y a cualquier hora. Hablo de mi "Urbi". Se que no era completo, no titeaba ni utilizaba recursos, además, su reclamo de cañón no es que fuera perfecto, pero es que no los necesitaba, porque era abrir el pico y al rato tenía las perdices en plaza. Tenía lo que decimos miel en el pico, y sin embargo no lo llegué a catalogar como se merecía, porque había tenido dos antecesores que a mí juicio lo eclipsaban. Te das cuenta cuando y has perdido al otro. Como a los buenos pintores y artistas, se les reconoce cuando ya no están aquí.
Mi buen amigo y compañero Santi.
ResponderEliminarGracias, ante todo, por colaborar con lo que nació hace casi 12 años, mi humilde blog.
Luego decirte, y yo lo hago, como digo en mi artículo, que lo que se quiere de corazón siempre se recordará, aunque pase el tiempo. Pero no debemos tenerlo siempre en la mente porque, entonces, nunca actuaríamos con objetividad, pues cada uno, con sus cosas buenas y malas, es lo que es. Y, además, irrepetible.
El de hoy, aunque sea “mediacuchara”, es lo que nos debe hacer feliz hoy. Por tanto, miremos palante, pues seguro que, en alguna cosa, aunque mínima, supere a la “regla”.
Saludos y feliz verano.
Por cierto, Facultades el reclamo de mi abuelo Vicente Lluch, el mejor pájaro que he visto, nunca se me olvidará. Conviví con él, hace sobre 60 años y todavía no he visto nada igual. Pero...,Facultades se fue y punto.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno yo tengo que decir, que he tenido varios pájaros bastante buenos, “Andorrano, Camarón, escalabrao y Doroteo.”
ResponderEliminarEste último todavía lo estoy disfrutando, aunque cuenta ya con 9 celos.
Para mi cuatro pájaros buenos, pero no puedo decir que fuesen fueras de serie, porque aunque son de lo mejor que he conocido, sus comienzos no fueron buenos, después con el tiempo fueron mejorando mucho, hasta ponerme muchas veces los pelos de punta en el puesto.
Pero aún así, tenían alguna pequeña cosita que yo les hubiese cambiado en algún momento de sus lances.
Con eso quiero decir que para mi no llegaron a ser ninguno de ellos el reclamo perfecto.
Pero mientras yo sea cuquillero, o salga alguna conversación de reclamo, seguro que no se me irán de la mente.
Ahora sigo trabajando con nuevos ejemplares, y la verdad es que ilusión no me falta.
DIEGO RAMA
Vuelvo a recordar que desde el apartado COMENTAR COMO ANÓNIMO, no se publicará ningún comentario.
ResponderEliminarPor tanto, ruego a los que lo hacen desde tal posibilidad, que cambien a otras posibilidades que le ofrece Blogger en el apartado comentar como o pongan su nombre. Si no es así, como he repetido muchas veces, su aportación no verá la luz, aunque sea importante.
Saludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAl comentario del amigo D. Rama y, curiosamente, a lo expresado por alguien que lo ha hecho por ANÓNIMO y no lo he publicado, tengo que decir que los recuerdos están y siempre estarán ahí, pero pienso que utilizar la medida de un buen pájaro para otros no se debe hacer, aunque siempre nos acordaremos de aquellos que fueron de primer nivel, circunstancia totalmente comprensible. Pues, volviendo a repetir, cada uno es único e irrepetible. Es más, todos tienen, como dice Diego, cosas buenas y menos buenas.
ResponderEliminarSaludos.
En primer lugar agradecer a Alectorix su colaboración con el blog y sobre su comentario decirle que es irrefutable que la caída en picado de la mayoría de las especies cazables ha supuesto que uno de los soportes fundamentales de la misma: perros y reclamos no lleguen a dar su verdadera valía por la falta de ejemplares con lo que demostrarla.
ResponderEliminarPor tanto, a veces, las comparaciones pueden resultar adulteradas y, además, injustas. Un pero se hace bueno cazando al igual que un reclamo, pero si no hay caza nunca demostrará nada.
Saludos y mi deseo de que la muda que ya está empezando sea buena y que no se lleve con ella a ningún componente de nuestro jaulero