Imágenes de dos pollos que me han llegado
Temporada
tras temporada, los meses de octubre, noviembre y diciembre son fechas que
marcan la llegada de nuevos inquilinos a nuestros jauleros, savia nueva que
hace que nuestra ilusión, a veces por los suelos por las constantes
contrariedades que siempre acompañan a nuestra modalidad cinegética, se renueve cada año. De hecho, cuando algún
novel llega a nuestras manos, automáticamente, nuestros ánimos cuquilleros se
acrecientan porque, aun sabiendo que el mirlo blanco" casi no existe, ello no significa que por nuestra mente no circulen
cantos de sirenas de haber dado con el reclamo tan buscado y mil veces soñado.
Todos
sabemos de más que dar con un pájaro de primerísima línea es altamente
complicado y que, en algunos casos, el perdigonero de turno se puede despedir
de este mundo sin que por sus jaulas haya pasado un reclamo de este nivel,
pero eso no quita que todos los otoños soñemos despiertos con la posibilidad de
que entre los pollos que nos regalan o adquirimos se nos “cuele” un reclamo de
bandera o, al menos, un pajarete que nos haga salir al campo a divertirnos
poniendo en práctica nuestra señorial y ancestral caza de la perdiz roja española.
Ni
que decir tiene que, como niño recién llegado los Reyes Magos, los cuquilleros
nos sentimos contentos cuando un nuevo pollanco forma parte de nuestro equipo
de reclamos. Es más, yo diría que en los primeros momentos incluso nuestra
sonrisa y carácter nos cambia como de la noche a la mañana, pues está claro que
no cuesta trabajo tener sueños placenteros, aun estando despierto. Luego, en un
alto porcentaje, vendrán los desánimos y berrenchines, pero al principio todo
se ve del mejor color.
Pues
bien, tengo que decir que en estos dos últimos meses han llegado a mis manos
varios pollos desde muy diferentes puntos de nuestra geografía andaluza y nacional,
todos ellos, como no podía ser menos, en un principio, con una pinta que da pie
a la ilusión, pues de los siete nuevos
inquilinos de mi “ganadería”, quitando uno muy bronco, un poco saltarín y con
cierta posibilidad de que pueda ser hembra y otro desechado porque su música no
llegaba a mis exigencias, el resto: cuatro de granja y uno criado en cautividad,
pero de progenitores de monte, me gustan bastante a fecha de hoy, por sus
voces, nobleza y buena planta. Aunque dentro de no mucho, cuando estén en la
mata se verá cuál será su futuro real y, como suele ser habitual, la mayoría de ellos, unos por un motivo y otros por otros, valga la redundancia, causarán baja .
Para
ir terminando, decir que de todos ellos, solo he tenido que echar mano de la cartera
en dos ocasiones, el resto han sido regalo de buenos amigos. Por consiguiente, a
todos ellos, sin citar nombres para salvaguardar la intimidad personal, mil
gracias. Sin embargo, haciendo una excepción, porque creo que lo merece, pues a
los noventa y muchos años, que una persona siga siendo pajaritero en activo es
una maravilla y más si te echa una mano en la elección de un novel. Por ello,
vaya mi aplauso por seguir saliendo al campo a dar el puesto y mi agradecimiento
de corazón a D. Miguel Bulnes Izquierdo, por su detallazo.
Y
como punto final, decir que aunque todos los años me propongo no incrementar en
demasía mi jaulero, al final, no puede ser. Al igual que siempre, una barbaridad.
Comparto contigo la opinion dd que tener muchos pajaros es un error pero yo en concreto siempro tropiezo en la misma piedra todos los años. Aunque siempre tengo algun pajaro medianamente aprovechable siempre estoy buscando el pajaro bandera y que nunca me llega. Sera mi destino pero no cejo en el empeño. Asi somos los pajariteros.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas.
José A.Montalban
Muy buenas,
ResponderEliminarMi ilusión sigue estando en casa, este año he vuelto a sacar alguna que otra perdiz en cautividad, aunque por mucho que me pese, tan solo he escogido uno para este año. En su día hice un módulo para 12 pájaros y creo que este es un número más que suficiente para practicar esta modalidad. Por lo que mi jaulero, hoy en día, el 50% lo componen pájaros criados por mí, teniendo otro criado en cautividad regalo de un amigo.
Yo soy de la opinión que los pollos, no dejan de ser eso, pollos, y que no hay que exigirles lo mismo que a un veterano, aunque hay cosas que por mucho que sea pollo…. El bregoso, el saltarín, el que alambrea o el que tenga otra de las muchas manías que tienen ellos, esos, puerta.
De momento, toco madera con los que crío en cautividad, (uno de ellos es el que te mandé el video). Son muchos los que me dicen que salen muy bravos y broncos, pero los míos se pueden ver, he tendido pájaros de granja, que suelen estar más manoseados, bastante más broncos que los míos. Así que, de momento, esta será mi base y espero algún día llegar al 100%, aunque esto ya sería otro cantar.
Un saludo y buena temporada.