miércoles, 2 de octubre de 2024

¿HACER PÁJARO O ADQUIRIRLO YA HECHO?

Manchego, un pájaro adquirido al principio de su segundo celo. Hoy, tiene siete años y es un buen reclamo hecho por mí.

Ahora que se acerca el tiempo de la adquisición de nuevos inquilinos para completar nuestros jauleros, creo que sería importante el reflexionar sobre qué comprar. Por tanto, lo que viene a continuación es mi opinión sobre el tema que, por supuesto, no es "palabra de rey", sino una más dentro de las que pueda haber.

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Antes que nada, debo decir que ya he tratado este tema en otros momentos y en diferentes artículos del blog, sin embargo, nunca está de más, volver a reincidir en una cuestión que siempre ha sido núcleo de muchas conversaciones y discusiones entre pajariteros, pues no es lo mismo hacer pájaros, que comprarlos ya hechos, pues los pollos tambien cuestan dinero. Pero, además, he dicho bastantes veces, que adquirir pájaros punteros hoy día, pues hace años era otra cosa, no es fácil, pues soy de la opinión del que el reclamo de primer nivel no se vende, ocurra lo que ocurra, excepto en contadísimas ocasiones. Es más, quien vende pone en el mercado lo que para él no es un fuera de serie, ni siquiera un pájaro apañadete, incluso, se puede llegar a decir que se vende lo que no sirve. Y voy más lejos aún, cuando compramos un reclamo de los que el vendedor habla y no para, después de ofrecerle en casa lo mejor al nuevo inquilino, inclusive desubicando de jaulas y lugares de privilegio a otros reclamos, al final, tras muchos despropósitos, nos damos cuenta que, más de uno de los que nos hemos desecho, tenían más calidad que lo que ha llegado a casa. Y no me meto en si compramos campo o granja, porque todavía lo tengo más claro, ya que, lo que adquirimos, en un alto porcentaje, es granja auténtica -con todos mis respetos- que da el pego y se gana dinero fácil, puesto que es irrefutable que no se pueden tener año tras año, varios fenómenos, como dicen los tunantes vendedores. En dos palabras: el célebre tocomocho… Y, además, una vez descubierto el engaño…, calladitos, pues, por salud personal, mientras menos se entere la gente, mejor.

Pero bien, aparte de que si campo o granja, si tocomocho o buena compra, surge el dilema de siempre: la satisfacción y disfrute con el reclamo.  Si nuestras miras van encaminadas a conseguir un macho de jaula al que se le abatan muchas patirrojas, perfecto, si se acierta en la adquisición. Pero si lo que, realmente, buscamos es la satisfacción personal, esta nunca nos la podrá ofrecer el que ha llegado a nuestras manos a base de billetes, sea cual sea su cantidad, pues en él nunca veremos plasmado nuestro esfuerzo del día a día.

De esta forma y resumiendo lo expuesto, siempre he tenido claro dos cosas, basadas en hechos contrastados en mi ya larga trayectoria con la jaula a cuestas.

1.- Todo lo que he comprado, excepto dos reclamos, cada uno en su línea, ha sido dinero tirado a la basura, sin culpar al vendedor, sino por mi torpeza en adquirir lo que, aunque me entró por los ojos, no valía. Y los que sirvieron -uno en “activo” en estos momentos-, fueron porque en un caso, el conocido vendedor no sabía lo que vendía al no haberlo “placeado” y, en el otro, porque era un pollo de segunda que, tampoco, se intuía hasta donde podía llegar. El resto, tres o cuatro, fiándome y con sana voluntad, ni para regalarlos. Auténticos cantamañanas.

2.- Si desde siempre se ha dicho que “no hay mayor gozo que ver a un hijo crecer”, creo a “pies juntillas”, que las alegrías y satisfacciones que nos producen los machos de jaula “forjados”por nosotros mismos desde que dan sus primeros pasos,  nunca tendrán comparación con las que nos puedan proporcionar los reclamos adquiridos ya hechos. Por todo ello, lo tengo claro: prefiero y siempre he preferido “moldear” noveles, que llevar al campo reclamos que lleguen ya a mis manos con muchas tablas.

Y como en esto del reclamo, pocas veces dos y dos son cuatro, para finalizar, debo decir, porque es de justicia que, a veces, cuando se tienen ya unos buenos años, se puede entender que se opte por comprar, si se tiene seguridad en quien vende, pájaros hechos. A esas edades no se puede esperar mucho tiempo a formar savia nueva, porque en el fondo, cada día que pasa cuesta, aunque no se quiera entender, más trabajo salir al campo a dar el puesto.

Y, como siempre, “Doctores tiene la Iglesia”. Yo…, por mi parte, ya he dado la "homilía".

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PD. Por favor, si se escriben comentarios al artículo desde el apartado de Anónimo, pongan al final del texto escrito nombre y apellidos. Si no es así, no se publicará lo expuesto.


7 comentarios:

  1. Mi opinión es que hay que hacer pájaro. Para adquirir un pájaro ya hecho, pero hecho de verdad, no lo que dicen está probado en probadero y con un pájaro tirado, hay que tener una buena cartera. Además la inmensa satisfacción de hacerlo no tiene precio, es como educar a un hijo y hacerlo una persona de provecho.
    Saludos. Antonio Gutiérrez Montes.

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  2. Muy buenas tardes José Antonio.

    A mí personalmente me gustaba hacerlo yo, bien de pollo o adulto cogido en algún ojeo. Estos son los que siempre me han dado mejor resultado, un pájaro ya desarrollo en el campo.
    Sin despreciar los de granjas que también he tenido algunos que no me han ido mal del todo, pero donde va un pájaro ya desarrollado en el campo no va nada.
    También digo que porque sea de campo no quiere decir que salga bueno.

    Sacar un pájaro bueno en muy difícil, pero de donde quiera sale un pájaro bueno.

    Antonio Alcón.

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  3. Muy Buenas.

    Soy un enorme desconocedor del reclamo y más del buen pájaro, pero creo que lo que dices se podría aplicar a cualquier especialidad de la caza donde utilices un aliado animal.

    Andrés Celma Bernad

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  4. B noches y gracias a los tres por participar con vuestros comentarios, donde dejais claro que que el hacer pájaro, si tiene madera, produce más satisfacciones personales que comprar un reclamo ya curtido en mil batallas, si lo encontramos.

    Por supuesto, a Andrés Celma, de una zona donde no se caza el reclamo, ni lo ha cazado, agradecerle el entrar en el blog y dar su opinión sobre el tema.

    Saludos.

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  5. Buenas tardes compañeros.
    Después de leer el artículo del amigo J. Antonio, os voy a decir lo que pienso.
    Para mí no hay mejor reclamo que aquel que lo inicio yo.
    “Aquí en mi zona le llamamos desvirgarlo😜”
    A mis cortos entenderes, pienso que comprar un pájaro hecho por mucha suerte que tengas con tu compra y saliéndote un fuera de serie, aún así te estás perdiendo la incertidumbre, la emoción, las alegrías…
    De los primeros puestos y de la reacción a sus primeros lances con muerte.
    Esos momentos para mí, son los más valiosos en la vida de un reclamo.
    Luego ya vendrá su crecimiento como reclamo y ahí ya entra el comportamiento del cazador. Porque también creo que como una vez me dijo un gran reclamista, para mí el mayor conocedor de la caza de perdiz con reclamo y además juez de campeonato de perdiz reclamo “PACO JIMÉNEZ “ que al terminar la actuación y habiendo ganado el campeonato de Andalucía con mi reclamo Doroteo. Le dije, Paco el reclamo no ha estado perfecto y me respondió, la mitad la puso el reclamo y la otra mitad el cazador.
    Dicho esto, yo jamás compraría un reclamo hecho, no me gusta ni cazarlos cuando no son míos.
    Escuchando opiniones de otros amigos ya jubilados y de avanzada edad, también les doy la razón cuando me dicen…
    Diego yo ya no estoy para perder el tiempo probando pollos, prefiero comprar un pájaro hecho.
    Esto lo entiendo perfectamente. Y si yo pudiese a estas personas les regalaría un par de pájaros buenos a cada uno.
    Porque el que de verdad amamos este arte, cuando no podemos disfrutarlo, es como si perdiéramos un cachito de nuestra vida.
    Espero no haberos aburrido demasiado.

    DIEGO RAMA

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  6. B días. De tus palabras, Diego, y las de otros compañeros del grupo de wassap, coincidimos que las alegrías que te da, si sirve, el pajaro que has conducido desde pequeñito, nunca puden ser comparadas con las de un reclamo hecho que llegue a tus manos, por muchos puestos maravillosos que dé.
    Creo que la gran mayoría de aficionados coincidimos en ello. Es más, todo lo bueno que he tenido, si si exceptúo uno que compré y me duró poco, han sido pollos que han ido creciendo conmigo. Así, El de Manué, Chimenea, El Correa y El Manchego son cuatro ejemplos que lo diicen todo.
    Saludos y feliz domingo.
    Saludos.

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  7. Acabo de leer por segunda vez el artículo de la compra de pájaros "banderas" y no he dejado de sonreír irónicamente en mi interior, pues hay tanto que hablar de esto: anécdotas a cientos, que un día te contare,
    Yo también "he pecado" y he comprado algún que otro pajarete barato (a lo mejor es que soy tacaño), en comparación con otros).
    Pero sigo diciendo lo mismo. Una buena jaula, excelente pájaro, magnífico reclamo etc etc…, si no te va por el periódico..., piénsatelo.

    Un abrazo

    Manuel Somoza.

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