Después de los dos platos anteriores, casi exclusivamente para el almuerzo por su composición, este mes, quiero poner la receta de este plato que viene muy bien para dar un poco de tregua a los estómagos más bien cargados en la época de caza, principalmente en la cuelga, ya que en esta modalidad, muchas veces permanecemos más de un día en el campo.
Preparación:
1.- En buen aceite de oliva, se refríen bastantes ajos bien troceados hasta que estén doraditos.
2.- A continuación, se le añade bastante cebolla y pimientos bien cortados. A fuego lento se deja el tiempo suficiente para que la cebolla y los pimientos estén bien pochaítos.
3.- Ahora, le echaremos los tomates -bien rojos- y la correspondiente sal. Se le va dando vueltas mientras se refríe todo y se va desmenuzando el tomate con la espumadera.
4.- Cuando el tomate se vea que está ya fritito, se le agrega caldo de pollo o de carne hasta cubrirlo, trocitos de jamón y un poco de hierbabuena. A continuación, con fuego mediano se deja cocer durante quince minutos.
5.- Por último, antes de apagar, se le ponen en el caldo rebanaditas de pan duro y se deja reposar por espacio de otros diez minutos. Si se quiere se le puede “estrellar” un huevo en el caldo.
6.- Servirlo calentito, buena cuchara y a comer, que este plato es sano.
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