Ayer, día 30, volvimos a la Dehesa para echar el rato, charlar un poco con los amigos, tomar unas copillas, pinchar un poco de lo que no se come en casa -"verduritas de zahúrda"- y, de camino, pegar unos tirillos.
Como otras veces, Rafael -mi "secretario"-, mi hijo Pablo y yo, acompañados por mi hermano Juanvi, nos fuimos el viernes por la tarde. Que por cierto, no se presentaba muy halagüeña, sino todo lo contrario. Agua a manta.
Cuando llegamos a la finca, sus tierras estaban como un bizcocho en el café; es decir, hartas del líquido elemento. Pero, poco a poco fue cediendo la tormenta y la tarde se quedó maravillosa. Como muestra un botón.
Hubo un rato de patos, pero la cosa esta vez no se dio bien. Quizás el agua caída durante la tarde les afectó.Sólo se cobró una pareja.
Luego, tuvimos jornada de "copillas" y degustación de producto de la tierra: choricitos, sardinas "embarricás", punta de costilla ibérica, un buen picadillo con huevos duros y atún y, como no puede fallar en estos casos, buen tinto y cerveza. Por supuesto, no faltó la charla "pos cena". En ella, los tiros y tiros era el tema central
El sábado, aunque el día amaneció "harineando", nos dejó echar un rato. Ya que sobre las doce, empezó de nuevo a caer tela. Pero, durante ese espacio de tiempo, hubo de todo: algunas liebres, algunos conejos, algunas perdices e, incluso, un buen cochino que no se pudo tirar.
Una de las cosa que ocurrió, fue el desalar este fenomenal pollo. Pero, debería tener algún plomo interior, ya que sólo duró unos minutos.
Durante la tarea de desembuchar los conejos y liebres, intentamos darle el bautizo de sangre a Cristian Crespo, hijo del amigo Juan. Pero no pudo ser, se lo "olió" y se escapó en el último momento.
En fin, de todo un poco. Al final, lo que se ve en la imagen: seis liebres, nueve conejos tres pájaros y dos patos. El amigo Francisco Moyo, posó para la posteridad.
Resumiendo: pasamos un fenomenal día de campo y, además, cazamos un rato. Eso es de lo que se trata.
Me alegro compañero que pudiéseis cazar al final; ese día os tuve en mi memoria por el temporal desagradable que abrió el día.
ResponderEliminarLa percha no fue como la anterior, pero buena también.
Eso, eso... pocos pajaritos.
Un saludo, M Carmen.
Compañera, compañera...
ResponderEliminarHay que mirar "pa to laos", aunque no nos guste.
Un saludo
Parece que se van viendo liebrecillas, ¡que raro! pues en los alrededores se quejan amargamente de que no las ven, ¿será que nosotros le ponemos golosinas? Jajajaja, me acorde de vosotros, pues bien sabes, que no cambio una jornada junto a ustedes por una montería, pero a veces hay que darle gusto a los niños, de todas forma, es una gran alegría para mi, ver que se van matando bichillos.
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