Con este post, abro un apartado dedicado a la caza mayor. No es que sea montero, pero sí tengo muy cerca de mí a un gran aficionado a esta modalidad de caza, al cual suelo acompañar de vez en cuando: mi hijo Pablo.
Sí conseguí, sin mucho esfuerzo para ser realista, que siguiera mis pasos de cazador, pero no lo hice en la modalidad de perdiz con reclamo. Está claro que cada uno tiene su gran afición dentro del extenso mundo de la caza y, él, desde siempre, se sintió atraído por la caza mayor, aun siendo un buen "elemento" con los conejos, liebres, perdices, palomas, zorzales... A la "jaula" la respeta, pero no es su palo.
Bien es verdad que nunca ha asistido a grandes monterías, ni ha tenido mucha suerte en las que ha estado presente. Por consiguiente, el número de trofeos conseguidos y el de reses abatidas no es de sobresaliente, en parte porque no ha querido tirar algunos ejemplares que para él no tenían suficiente entidad. Pero, también hay que decir, porque es justo hacerlo que, casi todo lo que se le ha presentado, más o menos a tiro, lo ha abatido. Lo que dice mucho de un aficionado. Pero hay más, y no es pasión de padre, Pablo, aparte de ser un excelente cazador, siempre tiene un principio por encima de los demás: primero la naturaleza/medio ambiente, luego lo que venga. Para ello, la honestidad, la decencia y la honradez son cualidades muy arraigadas de su ética de cazador.
Estas imágenes siguientes recogen diferentes momentos de Pablo en su faceta como montero. La dos primeras pertenecen a su primer cochino y su primer "venao". El resto, de otros momentos.
Así, una vez hecha esta pequeña introducción, puntualmente, iré colgando lo que vaya sucediendo en las monterías a las que asista. Bien solo o, bien, con mi compañía.
CALAÑAS: 16 - 10 - 2011
Este pasado domingo, se celebró en el Coto Social de dicha localidad, la primera montería de esta temporada. Como el año no va nada bueno, pero la gente tiene gana de marcha, se decidió echar el rato. La jornada, muy calurosa, no era la ideal para que los perros, sedientos y sin coger los vientos suficientes, tuvieran un gran día. Pero aun así, los resultados estuvieron más que bien al solo poderse tirar hembras "maduritas" y "venaos" de más de diez puntas. El número total fue de cuarenta "pepas" -dos de ellas las consiguió Pablo- y diez machos, de los que destacaron los dos que se ven en la imagen siguiente, abatidos por dos monteros pertenecientes a la sociedad.
Como curiosidad, solo decir que, mientras se recogian las reses abatidas, en un abrir y cerrar de ojos, los buitres casi acabaron con diez ciervas. Parece mentira, pero así ocurrió. Más bien parece que sabían que ese día se monteaba en aquellos parajes y había mucha necesidad.
Bonitos trofeos, admiro mucho a los jóvenes que invierten su tiempo libre en ciertas actividades, aficiones o deportes, y que no estén dedicados a otras historias (malos rollos).En este blog se demuestra que para ser un gran cazador, no tienes obligación de ser hijo, nieto, sobrino de montero o cuquillero...lo cual es el único tema de conversación cinegetica de algún que otro "listillo" de turno cual gotera en "noche de tormenta" interpretado como "el salmo a la perfección"...los cuales no quieren reconocer que es algo que está escrito en nuestro código genético.
ResponderEliminarCreo que todo el mundo tiene derecho a "echar un buen rato de caza", siempre y cuando lo haga conforme a la ley y ética del cazador...
Como ejemplo cito una noticia de las muchas que hay en la red: Uno de los mayores problemas que tiene actualmente la caza en nuestro país es que cada vez hay menos cazadores en activo, lo que resulta preocupante ante el ánimo de muchos por acabar con muchos de nuestros derechos e incluso el empeño de muchos otros por hacer desaparecer la caza de nuestros montes. Si bien el periódico se hacía eco en 1979 de una noticia que afirmaba que cada vez había más licencias de caza en España (alrededor de un millón, con un aumento del 3'44%), esta cifra ha ido en aumento hasta el año 1990 cuando había en nuestro país 1.440.000, a partir del cual comenzó el declive, cuando en el año 2000 su número era de aproximadamente 1.200.000, y en 2007 rondaba el de 1.000.000 de personas. Actualmente somos unos 980.000....y esto va a menos...
Hay comunidades, que han sufrido un descenso del 40% de cazadores en los últimos 7 años, por ofrecer un dato porque no creo que las demás Comunidades Autónomas estemos teniendo mejor suerte.
Nuestra pregunta es.. que haremos cuando seamos ya unos pocos, demasiado pocos para defender nuestros derechos, al ser cada vez un sector con menos fuerza y mal visto.
Saludos.
PD.Donde hay buenos cazadores, abunda la buena caza.
Amigo Alestorix.
ResponderEliminarPablo, mi hijo, es un tío cojonudo, y lo es no porque yo lo diga, aunque sea mi debilidad, sino porque es así. Lo mismo coge aceitunas, que enciende una candela con la leña mojada, que mata una paloma hablando con San Pedro.
Pero…, mucho más importante que eso, él, sabe perfectamente vivir de la naturaleza sin dañarla. Sus progenitores, entre los que humildemente me encuentro, así se lo hicieron ver y, a día de hoy, sabe que esas enseñanzas, por su bien, no las puede olvidar.
Ha salido montero porque es lo suyo, al igual que la caza menor. Con la jaula, muy familiar para él, porque nació viendo perdigones en el balcón, ha hecho sus pinitos. Ha colgado, ha tirado y se ha divertido con muy buenos reclamos, pero no es lo suyo. ¡Y no será porque no lo he intentado!
La vida es la vida. Sí pero no y no pero sí. El camino está ahí, pero hay que andarlo. Lo importante es ser persona y no olvidar el respeto hacia todo lo que nos rodea.
Un saludo.
PD. Además, ha sabido aprovechar sus “ratos libres”. Es profesor de Educación Física y funcionario del Estado.