En la tarde de ayer y esta mañana, como ha llovido durante la semana, hemos ido al coto La Dehesa para echar el rato, pegar unos tiros, tomar la copa y charlar un poco. No es que el campo esté bueno, pero está empezando a estarlo. Entre el lunes y miércoles pasado, han caído en la finca sobre cincuenta litros. Es verdad que, todo, estaba con anterioridad al agua, como la palma de la mano. Pero, creo que, a partir de ahora, debe mejorar muy mucho debido a las últimas lluvias.
Lo que más me ha preocupado es el ver cómo en estas fechas y por esta zona de Andalucía, hay conejos con la mixomatosis. Luego, dándole vueltas al coco llegué a la conclusión que, como llovió a primero de septiembre y luego ha hecho mucha calor, el resultado no es otro que el darse las condiciones óptimas para el desarrollo de esta temible y terrible enfermedad. Pero pensando en positivo, como el "otoño", aparte de los comederos que tenemos todo el año con trigo, empieza a hacer su aparición, se supone que estos conejos que están un poco tocado, aunque ya de paso, se salvarán al no faltarle el sustento diario.
Estas son las cosas que, muchos, aunque no sean ciegos, no quieren ver. El cazador nos es un privilegiado, sino un sufridor que siempre está pendiente, como el agricultor, de un montón de factores, que hacen que aunque pongamos todo de nuestra parte, como el designio no nos ayude, el fracaso es absoluto.
Por todo ello, aquí en Huelva, en la gran mayoría de las zonas, las cuantiosas e intespectivas aguas de mayo pasado, destrozaron muchas esperanzas. Así, con cierta angustia de quien pone encima de la mesa muchos billetes para obtener poco a cambio, se pudo observar cómo multitud de gazapos y nidos de perdices se quedaron en lo que pudo ser pero no fue, ya que las fuertes tormenta acabaron con ellos.
Pues bien, dejando a un lado los negros nubarrones que en su día nos dieron palos por todas partes, ayer y hoy, hemos estado de cacería. El resultado, dentro de lo poquito a lo que se puede aspirar, porque los campos están flojísimos, no ha sido muy malo. Otros años, ha marchado mucho mejor en la primera cacería de la general. Pero en ésta, entre ocho compañeros, hemos llevado a nuestras mochilas: once patos, quince conejos, una liebre y dos palomas. Perdices, ninguna, pero. hay que aclarar que nuestro coto tiene unas características especiales en el que, o te diviertes a base de bien, o no matas una y, justamente, eso es lo que ha pasado hoy. Se han movido bastantes, pero no las hemos entrampillado.
Así anocheció ayer y amaneció hoy
Éste es el pobre conejo que se dejó fotograafiar a poco menos de una metro. Como se puede apreciar, las huellas de la mixomatosis no puede ocultarla.
Todos los compañeros en un descanso de la jornada. Un cigarro, para los que fuman, y un poco de agua.
En esta instantánea, estoy con la única liebre que se abatió. Tuve esa suerte.
Todas las piezas abatidas en el porche del cortijo. No está la cosa para mucho más.
Y como no puede faltar, unas buenas viandas siempre son bien recibidas. La cerveza si está bien fría, mejor.
Buena jornada de caza. Por aquí también está apareciendo la mixomatosis, por eso nos estamos dedicando más, este año, a las monterías y dar tiempo al conejo a recuperarse un poco, aunque hay muchos.Las perdices están muy "andarinas", esperemos que con el agua caída se pongan a tiro.
ResponderEliminarSaludos José Antonio.